Opinión
Lula es millones de veces preferible a Bolsonaro
Published
2 años agoon
Por Narciso Isa Conde
“Bolsonaro es un engendro de la crisis de decadencia del capitalismo mundial y del sistema imperialista occidental en su expresión brasileña:”
Parecía, no solo que Lula iba a ganar, sino que además pasaba cómodamente en primera vuelta.
No fue así y eso es lamentable, por los riesgos que siempre implica una segunda vuelta, pese a los cinco puntos de ventaja.
El neofascismo, cuando capta grandes masas, es sumamente peligroso; y si ha sido una tragedia su victoria anterior, lo sería mayor si logra continuar usurpando el gobierno sobre la base de potenciar todos los fundamentalismos conservadores.
La sociedad brasileña y Nuestra América merecen que Lula sea su próximo presidente electo y todas sus fuerzas petistas y democráticas, todas sus energías sociales y culturales, deberán emplearse a fondo para lograrlo en esta segunda oportunidad.
Lo merecen para detener la tragedia y el caos, y abrir nuevas rutas hacia estadios menos degradantes.
• BOLSONARO
Jair Bolsonaro es un engendro.
Un engendro de la crisis de decadencia del capitalismo mundial y del sistema imperialista occidental en su expresión brasileña.
Es el TRUMP brasileño, sin exculpar a Biden, que en cuanto a guerrerismo internacional es tan cruel y grotesco como aquel, o más.
En Bolsonaro se condensa el militarismo reaccionario, los fundamentalismos religiosos, el racismo, el machismo, la homofobia, las facciones más feroces de lumpen burguesía, el neoliberalismo duro, la vocación ecocida… y hasta los conservadurismos por descubrir; todo esto combinado con una buena dosis de estupidez astuta y audaz.
Bolsonaro es un neofascista de tomo y lomo, articulado a esa corriente mundial.
Es un peligro cada vez mayor.
• LULA
Lula es otra cosa.
No es un Biden ni un Trump.
No es ya izquierda revolucionaria o transformadora.
No lo fue durante su gestión de Gobierno.
No auspició ni auspicia grandes cambios estructurales
No es lo que fue.
Dejó de ser crítico del capitalismo.
Hace tiempo renunció al socialismo como lo hizo su Corriente Articulación dentro del PT
Es una variante moderada del denominado progresismo y el independentismo continental, ubicada entre posiciones de centro y centro-izquierda.
Asume una línea a favor de un Estado que favorezca una distribución menos injusta del ingreso, en alguna medida capaz de contrarrestar la pobreza extrema y el latifundio improductivo, con políticas públicas impregnadas de un asistencialismo audaz y de valiosas iniciativas contra las discriminaciones racistas, sexistas y etarias.
Aún en ese contexto, el asistencialismo es sumamente vulnerable y evade soluciones más estables y afines con el desarrollo cualitativo y los derechos de los seres humanos.
En sencillo: es la diferencia entre regalar pescado y enseñar a pescar, o entre las dádivas temporales que fomentan parasitismos y empleos dignos o trabajo decoroso por cuenta propia.
En otro plano, Lula es un defensor de los espacios democráticos conquistados y partidario de la nueva independencia de Nuestra América.
En su ejercicio gubernamental asumió importantes niveles de autodeterminación brasileña y latinoamericanista, en interés de fortalecer la autonomía del emergente imperialismo brasileño y de aliarse a bloques no tutelados por EEUU. Su contribución a la conformación de los BRICs ha sido muy positiva.
Aliado del variado abanico progresista continental, sin llegar a ingresar al Bloque del ALBA, supo también defender a Cuba, Venezuela y Bolivia de agresiones y bloqueos imperialistas, y fortalecer la solidaridad y la mutua cooperación con esos países hermanos y sus heroicos pueblos.
Lula impulsó y contribuyó a consolidar el espacio de los BRIC junto a otros grandes Estados no alineados con EEUU y la Unión Europea (U.E.).
Una victoria de Lula, PT y aliados amplía significativamente el bloque de países no subordinados a la estrategia de dominación y de guerra de EEUU.
Fortalece los BRIC.
Reduce y debilita la influencia de las derechas y las extremas derechas gobernantes del continente.
Ayuda a abrir nuevas rutas de cambios y favorece a los movimientos sociales contestatarios y a la iglesia de base de Brasil.
Debilita el conservadurismo dentro y fuera de ese país.
Por todo eso, frente al continuismo de Bolsonaro hay que preferir un millón de veces a Lula y su PT.
Reitero: no tengo dudas respecto a la imperiosa necesidad de que todo el petismo y las fuerzas democráticas y antifascistas de Brasil y de Nuestra América multipliquemos los esfuerzos para garantizar su triunfo en segunda vuelta.
• ERRORES QUE NO DEBEN REPETIRSE.
Esto lo asumo a pesar de los errores pasados de Lula y la alta dirección del PT, entre los que, por las lecciones que arrojan, es válido y oportuno recordar los siguientes:
1.-La relevante participación del Ejército brasileño, junto al Comando Sur del Pentágono de EEUU y otros países, en la nefasta intervención militar de Haití, bajo el manto de la ONU (MINUHSTAD 20O4-2017).
2.-Intermediaciones políticas en el plano internacional a favor del consorcio transnacional ODEBRECHT, involucrado posteriormente en financiamientos electorales y escándalos de corrupción.
3.-Significativa permisibilidad respecto a prácticas de corrupción y formas de hacer políticas propias de las derechas, tanto en el Estado como desde el partido de gobierno.
4.-En el caso dominicano es imposible justificar sus relaciones políticas privilegiadas con el PLD, sus gobiernos y sus aliados oportunistas; a pesar de las denunciadas gestiones marcadamente neoliberales de Leonel Fernández y Danilo Medina, con altos niveles de entreguismo y corrupción. Otro tanto, o hechos parecidos, se dieron también en otros países.
Es nuestra convicción, que en el caso de Lula ninguna de esas vertientes cuestionadas se trataron de corrupción personal; sino de malas alianzas, maniobras y concesiones políticas que debilitaron su imagen y lo expusieron a acusaciones falsas y tramas perversas, que finalmente fueron derrotadas.
Ojalá Lula reflexione sobre lo improcedente de esas iniciativas y esas actitudes políticas, para que su nueva gestión esté libre de ellas.
Ojala -precisamente cuando está en marcha otra intervención militar imperialista contra la autodeterminación del pueblo haitiano- no incurra en el error de comprometer a Brasil con esa indigna aventura.
Insisto: es sumamente importante que Lula, su pueblo y las fuerzas solidarias con su lucha antifascista el paso a Bolsonaro y a lo que él representa.
¡Brasil, Nuestra América y el Mundo merecen que sea así!
Por Elba García Hernández
En los últimos días del presente año 2024 he tenido la obligación y el deber de defender derechos fundamentales ante el Tribunal Superior Administrativo y he podido comprobar lo mal que está el país en materia de justicia.
Los abusos de poder se observan en esta jurisdicción de Derecho Administrativo en cualquiera de las salas que conocen las litis que se presentan entre la administración y los administrados.
Es penoso ver como los abogados repiten como papagayos los mismos argumentos en los diferentes casos que en esta instancia se conocen. Pero peor aún el nivel de los jueces que manejan los casos.
En esta jurisdicción hay un nivel de razonabilidad que sonroja a cualquier profesional del derecho, pero las cosas se complican cuando se examinan las sentencias que emiten los juzgadores de una jurisdicción que está estrechamente vinculada con el Derecho Constitucional.
Es tanto así, que muchos de los jueces están más interesados en penalizar a las partes sobre la base de disposiciones arbitrarias e ilegales de comisionar un alguacil de estrado para que haga nuevas notificaciones y cobrarles a los litigantes por ese concepto hasta 20 mil pesos cuando se trata de conflictos legales que provienen del interior del país.
Cualquiera se forja la impresión de que existe una sociedad para hacer dinero mediante las notificaciones entre los alguaciles de estrados y los magistrados que presiden salas en el Tribunal Superior Administrativo.
Lo preocupante de este asunto es que cuando no se satisface el deseo del juez o del alguacil de estrado, ese disgusto se refleja en la sentencia que emite el tribunal.
Otro detalle importante de lo mal que se manejan algunas salas del Tribunal Superior Administrativo es que se agarran de cualquier detalle insignificante para justificar una sentencia en contra del que no se acoge a la comisión de un alguacil para fines de nueva notificación.
Impresiona, además, el poco nivel de razonabilidad de los que participan de las audiencias que se celebraran en el Tribunal Superior Administrativo.
En realidad, parece un juego de niños, lo cual desmiente los supuestos avances en Derecho Administrativo, porque la verdad es que lo ocurre en esta jurisdicción de la justicia deja mucho que desear.
Por José Cabral
El panorama que se observa en el país lleva a cualquier persona, por optimista que sea, a sentir que todo se derrumba y que nada tiene solución. No hay un solo estamento estatal que indique que el país transita por un buen camino.
Esto así, porque si al azar se escoge cualquier instancia, pública o privada, fácilmente se llega a la conclusión de que prácticamente todo está perdido. Son prácticamente nulos los referentes que indican que en el futuro se alcanzaría una mejor nación.
El principal fracaso de la sociedad dominicana tiene que ver con el fiasco que representa el Ministerio Público y la judicatura nacional, donde uno apoya la ilegalidad del otro. Es un asunto para mantenerse seriamente preocupado.
En realidad, no se sabe cuál si el fiscal o juez anda peor, pero de lo que sí se puede estar seguro es de que ambos transitan por un camino que solo garantiza el abismo de la nación.
En el país no hay proceso penal que termine de buena manera, pero tanto el Ministerio Público como los jueces recurren permanentemente a decisiones al margen de las leyes que les sirven de sustento.
El Ministerio Público sólo parece ser bueno para manejar casos de importancia mediática, mientras que los jueces se han especialistas en emitir sentencias al margen de las normas y de los derechos, deberes y principios fundamentales.
Es una verdadera vergüenza lo que ocurre en el país, ya que tribunales como el Superior Administrativo, donde el administrado busca liberarse de los abusos de la administración, tiene un nivel similar al de un juzgado de paz. Sus jueces carecen de razonabilidad y muchas veces hasta de sentido común.
En el sistema de justicia nacional se produce una verdadera negación de derechos, pero el hecho de que los jueces no puedan ser procesados por muchos de los casos que fallan, ya que hasta las acciones de amparo no pueden ser interpuestas en contra de los tribunales nacionales, habla claro de la trampa en que está envuelto el ciudadano.
Es decir, que, aunque existe la querella disciplinaria, la recusación e incluso la prevaricación, es una batalla como aquella siempre citada entre el huevo y la piedra, porque la complicidad se extiende de un lado a otro sin excluir a prácticamente la totalidad de los actores del sistema de justicia.
Adentrarse en el comportamiento de la justicia y del Ministerio Público es una razón determinante para frustrarse o resentirse, aunque, naturalmente, este mal debe combatirse con herramientas que tal vez algún día surtan efecto.
Por Nelson Encarnación
Algunas personas han llegado a afirmar que el juego de béisbol no es un deporte, sino un pasatiempo que sirve de entretenimiento a toda la familia, la que puede tener un importante consumo mientras transcurre un partido de nueve entradas, por lo general lento.
Sin embargo, somos más los que sostenemos lo contrario, no porque seamos fanáticos o seguidores, sino porque una contienda en la que medie la aplicación de estrategias no puede ser un simple pasatiempo.
Las estrategias son fundamentales en el juego de pelota, sin las cuales el resultado no puede ser el esperado, aunque no siempre estas funcionen. Como en toda actividad humana, inclusive en la guerra.
Hechas estas disquisiciones, pasamos a no entender qué ha provocado el impresionante descalabro, el resbalón sin final que ha abatido a los Leones del Escogido.
No se explica que un equipo que en los primeros 20 juegos del presente campeonato obtuvo quince victorias, haya caído a un abismo, tan profundo que, al día de hoy, está en la peligrosa ruta de quedar fuera de la siguiente ronda.
Es como estar con respiración asistida, mantenerse vivo gracias a la buena fortaleza física que se acumuló—15 victorias contra 5 derrotas—, pero no suficiente como para rebasar de manera exitosa un estado comatoso.
¿Qué hará la gerencia del equipo capitalino para tratar de revertir la ruta hacia el fondo? No preveo una opción, sobre todo, al recordar lo declarado hace un par de años por uno de los dueños del “Duro de matar”.
¿Qué dijo ese ejecutivo? Que al equipo le es económicamente más rentable quedar fuera en la serie regular que pasar a las siguientes. Algo así o algo peor, según recuerdo.
Cuando leí aquello tuve que remontarme a los pleitos con mi difunto padre—liceísta furibundo—que no asimilaba derrota frente al “eterno rival”, y yo, como escogidista, le daba la cuerda, corriendo riesgo de unos correazos por irreverente. De este tamaño ha sido mi escogidismo.
¿Hay escasez de cartera en la gerencia del equipo rojo? No lo creo. ¿Falta estrategia para la ofensiva? Lo creo un poco. ¿Cayó por un barranco irrecuperable el pitcheo de los Leones? Me quedo con esta.
Frente al despeñadero actual, los rojos no tenemos muchas esperanzas. Y por favor, no echemos la culpa al mánager Pujols.