Los aplazamientos en el proceso seguido al asesino del fiscal adjunto, Omar Álvarez, llena de rabia y dolor a sus parientes, en especial a su madre, Andrea Rodríguez Polanco. Los ojos de Rodríguez se llenan de lágrimas al solo pensar que hace más de un año que su hijo fue asesinado y aún no hay una condena contra el ex teniente Charlie Muñoz García, responsable de los disparos que le cegaron la vida. “Esta es la fecha en que nos tienen de mojiganga, cuando se sabe que él fue que lo mató“, sostuvo la desconsolada madre.
Se quejó de que, pese a que su cría era parte del Ministerio Público, a los familiares no se les ha dado protección.
“El día cuatro había una causa, de casualidad no estamos muertos, porque mandaron en un motor a dos sicarios…No estamos muertos porque un carro viejo se atravesó”, expresó.
Recuerda las circunstancias en que, según le contaron, murió su hijo, y dice que cuando estaban en la casa “el delincuente (Muñoz García) dijo que quería hacer pipí porque sufría del azúcar, le quitaron la esposa y lo llevaron, mi hijo estaba escribiendo y él (Muñoz García) salió y lo mató a mi hijo sentado”.
Aún no se explica cómo fue posible que en una operación donde participaron tantos policías ninguno hizo uso de su arma de reglamento para repeler la agresión contra su pariente.
“Cuál fue el motivo de que esos hombres, que no tienen pantalones sino pantis, dejaran que me acribillaran a mi hijo con armas explosivas…Cómo es posible que lo mataran a las ocho de la mañana y a la una de la tarde fue que lo vine a saber”, gritó llena de impotencia.
No era delincuente
Defendió el honor, el respeto, responsabilidad y seriedad de su vástago y dijo que se mantendrá firmes hasta el final del proceso penal porque su hijo no es negociable.
“Mi hijo no era un delincuente, mi hijo era noble, yo fui padre y madre y le dí buena costumbre. Mi hijo era buen estudiante, trabajador y padre“, sostuvo. Dijo que su hijo le había informado que estaba pidiendo su traslado del lugar porque sentía que corría peligro, luego de encontrar unos expedientes de corrupción de cuello blanco rotos en su escritorio.
No todo está dicho
Rodríguez Polanco pidió que se haga una investigación más profunda de las circunstancias en que ocurrieron los hechos porque, sospecha, hay más personas involucradas.
Llamó la atención sobre las pretensiones del autor del asesinato que, alegadamente, busca obtener prisión domiciliaria.
“Ese señor tiene quien lo protege, y tienen una trama para darle prisión domiciliaria…Eso es lo que están buscando a fuerza de dinero“, expresó.
El asesinato del funcionario judicial se produjo el 30 de octubre de 2012, mientras realizaba un allanamiento en el sector de La Rosa de Herrera. De la casa allanada se incautaron 38 becerros, 15 chivos y 13 gallinas. Para la fecha, la Policía Nacional dijo que en contra del hoy acusado existían 117 denuncias.
La audiencia para conocer el proceso está fijada para el 27 este mes en el Segundo Tribunal Colegiado de la Provincia Santo Domingo. Los familiares de la víctima esperan que la justicia haga su trabajo.
EL CARIBE