Por Rommel Santos Díaz
El concepto de paz ha evolucionado desde la segunda guerra mundial, pues no es solo ausencia de conflictos o guerra, sino es un fin, un objetivo imprescindible para ejercer y disfrutar los derechos humanos, en otras palabras, la paz es sinónimo de promoción y respeto de derechos fundamentales.
La paz, valor universal, anhelado y necesario en el mundo, no se ha cristalizado y es precaria debido a las constantes amenazas producto de la violencia , que se da en todos los ámbitos , en los estados, en conflictos armados, en actos terroristas, en los hogares, por el armamentismo y las armas nucleares, por el antagonismo entre los Estados, por las divisiones ideológicas y religiosas, por la injusticia, la represión, la explotación económica y en general, por el menosprecio de la dignidad del hombre.
En el presente Siglo XX! Se requiere que los gobiernos jueguen un papel activo en el desempeño de su rol para ejecutar y proteger los derechos humanos fundamentales y comprometerse con grupos y organizaciones que busquen promover la causa de la paz como un movimiento mundial. En ese orden los gobiernos deben ayudar a estos grupos en sus actividades de sensibilización, incluso impartiendo las enseñanzas en derechos humanos y estudios sobre la paz, según lo previsto, entre otros, en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Si queremos fomentar relaciones humanas sanas orientadas a la resolución de conflictos se hace necesario dar una mayor participación a las Organizaciones de la Sociedad Civil y Actores Sociales en el diseño de políticas públicas para fomentar una cultura de paz duradera, se debe crear una conciencia pública de la necesidad y el valor de la paz. En ese sentido se anima a los gobiernos a que faciliten actividades, conmemoraciones e iniciativas que promuevan la conciencia pública de la paz.
En Cultura Celestial, Paz Mundial Restauración de la Luz (HWPL) creemos que los Jefes de Estado y de Gobierno deben reconocer la necesidad de promover una cultura de paz que incluya la garantía de condiciones en las que:
- a)Los ciudadanos puedan participar en los asuntos políticos del Estado como iguales a pesar de diferencias religiosas o étnicas;
- b)El derecho al desarrollo de los pueblos, incluido el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y;
- c)Se garantice el bienestar de todos los seres humanos con la participación de mujeres y hombres que aseguren la la coexistencia pacífica mediante la promoción de una cultura de paz.
Los aspectos psicológicos de los conflictos y su manejo, la ética y solución de conflictos y las relaciones interpersonales; así como el tema de la familia sin violencia, la paz y vida sin violencia en el caso concreto de la República Dominicana constituyen pilares fundamentales para el abordaje de una cultura de paz promovida por los diversos actores de la sociedad dominicana.
Finalmente, para el manejo adecuado de conflictos con la debida certeza de resultados positivos en el ámbito de las relaciones, económicas, políticas, sociales y culturales de los ciudadanos del mundo, podemos apelar a este inspirador texto sagrado de la biblia para los cristianos ¨Paz a los hombres que ama el Señor¨ (Lc 2, 14).
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