Opinión
Más Allá de los Brillos de ‘La Semanal’: La Verdad Oculta del Sistema Eléctrico»
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1 mes agoon
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Isaías RamosPor Isaías Ramos
«La Semanal», el programa del Presidente de la República que se realiza todos los lunes, destaca por la notable ausencia de símbolos patrios. Esta falta podría ser una táctica deliberada para desviar la atención hacia el personalismo del presidente y alejarla de los símbolos nacionales. Esto podría enviar un mensaje subliminal de debilitar nuestra identidad como nación y convertirnos en un territorio controlado por un gobierno corporativista, donde el capital domina lo público.
La reciente presentación del presidente del Consejo Unificado de las Edes, repleta de datos manipulados y argumentos infundados, fue profundamente desalentadora. No se presentó un plan serio para abordar la insostenibilidad financiera del sistema eléctrico dominicano. Es una burla pretender reducir las “pérdidas técnicas” solo en un 11% en tres años.
En lugar de enfrentar la crisis, se perpetúa mediante más endeudamiento. En los últimos cuatro años, se tomaron 1,279 millones de dólares para “mejorar” el sistema de transmisión. Según el Sr. Celso Marranzini, no se realizó ninguna inversión significativa. Ahora se presentan nuevas carpetas de préstamos, incluyendo 225 millones de dólares que él calificó como “el préstamo más importante del sector eléctrico”, destinados a cambiar el sistema comercial de las distribuidoras.
Toda la presentación se centró en soluciones superficiales y parches, sin abordar el verdadero origen de la crisis económica del sistema eléctrico nacional. Esta crisis se remonta a la Ley 141-97 de 1997, que favoreció al sector privado en detrimento de la eficiencia y seguridad del suministro eléctrico, transformando un servicio estratégico en un negocio especulativo.
Volver a privatizar el sector eléctrico en busca de lucro y especulación es una afrenta al Estado Social y Democrático de Derecho consagrado en nuestra Constitución. Persistir en este modelo especulativo es una aberración para el desarrollo y bienestar del pueblo y de sus futuras generaciones.
Para lograr una reforma verdadera en el sector eléctrico, es crucial cambiar la estructura insostenible por un modelo vertical bajo control total del Estado. Esto garantizará la seguridad, sostenibilidad, progreso de la población y soberanía energética.
Hemos acumulado una deuda social inconmensurable y desperdiciado más de 25 mil millones de dólares, reflejándose en un enorme endeudamiento externo que nuestras futuras generaciones tendrán que pagar, solo por insistir en un modelo insostenible e ineficiente desde su inicio.
En mayo de 2009, la distribuidora eléctrica en República Dominicana volvió a ser propiedad del Estado tras el fracaso del modelo de capitalización. La experiencia demostró que la capitalización no funcionaba; el problema radicaba en la estructura del modelo, no en la gestión. Desde entonces, una reforma era necesaria para corregir este error y garantizar un sistema eléctrico eficiente y sostenible.
Sin embargo, 15 años después seguimos cometiendo los mismos errores y pretendiendo regresar a un pasado desastroso. Es esencial que el pueblo dominicano conozca la verdadera situación de nuestro sistema eléctrico y no se deje engañar por grupos de interés manipuladores.
En el Frente Cívico y Social entendemos que se debe desmantelar la estructura actual del sector eléctrico y reemplazarla por un modelo que promueva el desarrollo económico de la sociedad basado en principios sólidos. Estamos convencidos de que una nueva reforma es urgente y mandatoria para evitar repetir los errores del pasado. ¡No más parches, necesitamos una transformación real! ¡Despierta, RD!
Opinión
Se repite la historia de la corrupción administrativa.
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7 días agoon
octubre 3, 2024Por José Cabral
Personajes involucrados con el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y muy cercanos del presidente Abinader hoy repiten la historia que por décadas han servido para depredar el patrimonio público de la República Dominicana.
El escándalo de corrupción del Intrant involucra dos personas que penetran las instituciones públicas, no porque tengan méritos para ello, sino por la influencia de sus ascendientes.
José Angel Canaán (Jochy), hijo del periodista Guillermo Gómez, quien a través de su programa “Aeromundo”, que se transmite por Color Visión, sirvió de medio de propaganda del Partido Revolucionario Moderno (PRM) durante la pasada y la antepasada campaña electoral, es el protagonista de la historia de corrupción que involucra sumas muy cuantiosas de las arcas nacionales.
El asunto es tan grave que el imputado penetra los organismos de inteligencia del Estado a través de una empresa privada que opera sobre la base del fraude, pero que además proporcionaba ese tipo de información de seguridad nacional y muy sensible diariamente al propio presidente de la República.
Además, hay que recordar que Guillermo Gómez fue un aliado muy estrecho de Leonel Almonte y del propio presidente durante el Gobierno de su primo Salvador Jorge Blanco.
Es decir, que se trata de lo que muy bien puede decirse un perredeísta histórico, lo cual le sirve para entrar a cualquier círculo del actual gobierno, amén de que es muy amigo del presidente Luis Abinader, en favor de quien hizo campaña también fuera de los medios de comunicación.
Estos datos permiten colegir y entender por qué su hijo a través de lo que domina, que es la tecnología, ha entrado fácilmente a un entorno que tiene que ver con la seguridad nacional, pero además en el caso se puede colegir que ante la acción de dejar sin dejar sin operación una buena cantidad de los semáforos de la capital dominicana el asunto se volvió incontrolable para aquellos conectados con la cima del poder
Jochi había creado fama de tener muchas habilidades para el espionaje y la intervención telefónica de figuras importantes del país, cuya conducta también le ha generado una mala reputación en la sociedad, pero no fue obstáculo para que penetrara mediante contratos instituciones tan sagradas como el Ministerio de Defensa.
Pero ahora este joven buscó aliarse con nada más y nada menos que con un sobrino de una gloria de la televisión nacional, Freddy Beras Goico, Hugo Beras, cuya condición de este último daba una fortaleza a ambos en términos de tráfico de influencia y de imagen que les permitiría conseguir cualquier cosa que se propusieran.
Y exactamente de esa manera planifican estafar al Estado con una suma de dinero en la que sobresale un detalle importante de la corrupción administrativa en el país, que contratos de algo más de cien millones se convierten de buenas a primeras, mediante manipulaciones ilegales, en miles de millones.
Aunque como abogado y periodista no puedo dar como un hecho lo que dice el Ministerio Público y porque más que nada debo acogerme al principio de la presunción de inocencia, pero en razón de que eso es lo que se estila entre los que adquieren algún poder en el país, existen pocas razones para dudar de las imputaciones que a ambos se les hace.
Sin embargo, de cualquier modo que se analice este caso, el mismo envía un mensaje muy contundente a la sociedad, de que a la mayor brevedad posible se debe promover el restablecimiento de valores para contrarrestar un mal que hoy arropa a la toda la nación.
Lo más preocupante del fenómeno es que este mal ya constituye una cultura que no es tan fácil de erradicar, pero de todos modos se impone preguntarse cuántas cosas buenas hubieran hecho estos dos personajes si se hubieran inclinados por el bien en vez de por el mal.
Por Isaías Ramos
En la letra del poeta Antonio Machado, encontramos una verdad profunda y a menudo dolorosa: “todo pasa y todo queda”. En el contexto actual de nuestro país, estas palabras resuenan con una claridad inquietante. Nos encontramos en medio de un deterioro sin precedentes que afecta no solo nuestra economía, sino también la moralidad y la espiritualidad de nuestra sociedad.
La realidad es que vivimos en un ciclo vicioso donde las mismas decisiones erradas son respaldadas por una población ciega ante el sufrimiento colectivo. Este apoyo inquebrantable hacia quienes nos han llevado a la miseria moral, económica y social se manifiesta como una especie de fatalismo; hay quienes creen que el cambio es imposible, mientras que otros prefieren ignorar las evidencias del fracaso.
Sin embargo, esta ceguera voluntaria no hace más que perpetuar un sistema que continúa creando un deterioro social sin precedentes, cargado de desigualdad e injusticia.
El modelo económico impuesto ha demostrado ser adverso a los principios fundamentales consagrados en nuestra constitución. No solo hemos sido testigos del gran endeudamiento nacional bajo este gobierno, que se presenta como el mayor en nuestra historia, sino que también hemos visto cómo se reduce drásticamente la inversión en capital humano y social.
El caos migratorio mantiene nuestros hospitales, escuelas y sectores laborales inundados de extranjeros compitiendo por los servicios y trabajos de los dominicanos que viven en situaciones vulnerables, afectando la tranquilidad de toda la nación.
Asimismo, un sistema de justicia que sentencia a los inocentes y libera a los corruptos y criminales. Las promesas de progreso se desvanecen frente a una realidad palpable: hospitales colapsados, escuelas olvidadas y comunidades sumidas en la extrema pobreza.
Lo realmente alarmante es hacia dónde nos está llevando este sistema político bajo un modelo económico salvaje y brutal. Un sistema que parece estar diseñado para beneficiar únicamente a unos pocos, mientras abandona al resto a su suerte. La falta de acciones concretas para mejorar el bienestar general es evidente; lo único que crece es la desesperanza entre aquellos que luchan diariamente por sobrevivir.
En el Frente Cívico y Social creemos que este hermoso país, rico en recursos humanos y naturales, merece algo mejor. Merece un camino hacia el orden, la justicia y, sobre todo, la igualdad de oportunidades para todos sus ciudadanos. Pero esto solo será posible si comenzamos a cuestionar nuestras elecciones colectivas; si comprendemos que apoyar sin criterio puede llevarnos aún más profundo en esta espiral destructiva.
En el FCS estamos convencidos de que es tiempo de abrir los ojos ante la cruda realidad; es momento de reflexionar sobre qué tipo de futuro queremos construir juntos. Solo así podremos romper las cadenas del miedo y la indiferencia para avanzar hacia un renacer moral, económico y espiritual tan necesario para nuestra nación.
Como bien dice Machado: “todo pasa”, pero no debemos permitir que todo quede inalterado ante nuestros ojos cerrados. Es hora de despertar para exigir cambios significativos antes de perder lo poco que nos queda: nuestra dignidad como pueblo luchador.
Como proyecto cívico y social, hacemos un llamado al pueblo dominicano a exaltar nuestro lema nacional como nunca antes, honrando a Dios sobre todas las cosas, amando nuestra patria como nuestro verdadero hogar y defendiendo nuestra libertad con valentía y arrojo.
Y sobre esa base, construyamos juntos ese renacer moral, económico y espiritual tan necesario para nuestra nación, porque solo unidos podremos enfrentar estos desafíos históricos, poniendo fin al ciclo vicioso descrito anteriormente e iniciando uno nuevo, lleno de esperanza renovada, donde prevalezca finalmente lo justo sobre lo injusto.
¡Despierta, RD!
Por Narcisa Isa Conde
Estamos emplazados a enfrentar el enorme daño cultural que le está haciendo Abinader y su régimen (cada vez más empresarial-religioso), a este pueblo.
En otras oportunidades he escrito y hablado del significado de la leyenda de la Virgen de Las Mercedes como invento de alta jerarquía de Iglesia Católica, cuya aparición durante la batalla del Santo Cerro supuestamente respaldó el genocidio español contra los habitantes originarios del Valle del Cibao; leyenda que ha sido usada durante siglos para justificar la brutal conquista y colonización de esta isla.
Recientemente los medios de comunicación informaron que la Vicepresidenta Raquel Peña encabezó la delegación del gobierno a la ceremonia del Santo Cerro, organizada por la cúpula católica dominicana -olvidándose del Sermón de Montesino y distanciándose del perdón pedido por el Papa Francisco por la complicidad de su iglesia con las matanzas ejecutadas por el imperio español- para seguir celebrando la supuesta aparición de la Virgen de Las Mercedes en respaldo al primer genocidio en esta isla.
Desde el púlpito de la iglesia del Santo Cerro, la vice declaró que estaba allí “sobre todo” para “acompañar a la Virgen de las Mercedes para que siga iluminando el camino de la prosperidad”, que al parecer se inició con aquella masacre.
Raquel es católica de la “teología de la dominación”, muy distante de la “teología de la liberación”, por lo que se explica su actitud. Ella pertenece a la élite capitalista de Santiago y de la PUCAMAIMA, muy vinculada a Agripino y pieza clave de la actual gestión neocolonialista.
No es extraño, pues, que Raquel fuera al Santo Cerro a rendir culto a la virgen inventada por los conquistadores, símbolo de lo mas conservador de la iglesia católica dominicana, para pedirle “ser guía y protección de este pueblo”
Esa actitud es armónica con la segunda figura de un régimen que en la actualidad sirve a la dominación imperialista y apoya a los nuevos conquistadores y colonialistas, con sede en la Casa Blanca; ella encaja muy bien con su complacencia con las mineras depredadoras, las intervenciones de USAID, Comando Sur y FMI, la entrega del Puerto de Manzanillo, el respaldo a Guaidó y al mata sacerdotes González Urrutia, y las alianzas con los Uribe. Noboa, Duque y comparsa.
Pero lo peor no es eso. Lo peor es que Raquel Peña preside el Gabinete de Educación de este país, lo que implica una mayor imposición del dogma religioso contra la ciencia en el sistema educativo, el uso del 4 % para enseñar a no pensar, el aplastamiento de la educación laica y la fusión en mayor escala del estado con la religión.
Estamos emplazados a enfrentar el enorme daño cultural que le está haciendo Abinader y su régimen (cada vez más empresarial-religioso), a este pueblo.