El jugador brasileño Lucas Moura (delante) se lamenta mientras los componentes de la selección mexicana (detrás) se abrazan después de la final de fútbol de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 entre México y Brasil.
ONDRES, Reino Unido.- La selección mexicana de fútbol se llevaó su primer oro olímpico al derrotar este sábado en Wembley a una Brasil que vuelve a quedar desconsolado tras un nuevo intento fallido de lograr el único título que le falta al balompié más laureado del mundo.
El equipo tricolor ha decidido el choque con dos goles de Oribe Peralta, el gran héroe de la final. El primero a los 28 segundos de juego, al explotar una buena presión de los de Luis Fernando Tena y definir con contundencia ante Gabriel.
El delantero centro mexicano logró el segundo tanto a centro del otro gran protagonista del encuentro, Marcó Fabián, líder y guía de su equipo ante la ausencia de Giovani dos Santos. El fino hoy media punta puso el balón en la cabeza de su ariete en una jugada a balón parado y puso el oro rumbo a México, donde el ‘tri’ seguro recibirá una bienvenida apoteósica.
Hulk logró el 1-2 para su equipo ya en el tiempo añadido y sin apenas tiempo para empatar. Aunque a última hora un cabezazo de Oscar pudo llevar el choque a la prórroga.
México, por tanto, ha dejado a Brasil sin un oro que lleva persiguiendo durante décadas y cuya no consecución dejará marcada para el futuro a la espléndida generación que trajo a Gran Bretaña. Los Neymar, Oscar, Leandro Damiao y compañía, todos ellos llamados a una larga y fructifica carrera.
No menos le espera a una México con dos centrales de muy alto nivel, Mier y Reyes, un volante de gran despliegue e inteligencia, Enríquez, dos jugadores muy creativos, Giovani dos Santos y Marco Fabián; un extremo ultra rápido, Aquino, y un goleador de postín, Peralta.
De entrada, Mano Menezes repitió el equipo con tres volantes por delante de la defensa que ganó en semifinales a Corea del Sur y Luis Fernando Tena eligió a Héctor Herrera para suplir la baja de Giovani dos Santos. Ello supuso el traslado de Marco Fabián a la media punta para dirigir al equipo.
El partido reventó ya a los 28 segundos. En una jugada desafortunada de Rafael, que provocó una pérdida de balón de balón en un intento de combinación con Sandro que aprovechó Peralta para abrir el marcador con un disparo desde la frontal, por bajo y junto al palo de Gabriel. Que no llegó al ajustado disparo del ariete del Santos Laguna.
Fabián presionó a Rafael buscando el error de Rafael, Aquino robo el pase y Peralta puso el choque para México como no imaginaba ni en sus mejores sueños.
Con el marcador en contra, Brasil intentó llevar la iniciativa, pero para atacar le faltaba un hombre y el choque parecía quedar más en manos del ‘tri’ y los contraataques que montaba.
Un tiro de Leandro Damiao fue todo lo que produjo Brasil tras una primera media hora que obligó a Menezes a desandar el camino andado. A quitar del campo a Alex Sandro para dar entrada Hulk y recuperar la fisonomía 4-2-3-1 del once ‘canarinho’ hasta cuartos de final.
Ese cambio derivó en un periodo de más ataque brasileño, aunque sin demasiado peligro a pesar de sus continuas llegadas.
Más peligrosos fueron los brasileños tras el descanso, con Neymar y Oscar entrando más en acción. Pero fue Fabián el que tuvo la primera gran ocasión de la segunda parte. Primero no definió ante Gabriel y después remató al larguero en difícil postura.
Pero el partido parecía destinado a México, que decantó definitivamente el encuentro en una conexión Fabián-Peralta a balón parado. Estalló de alegría el ‘tri’, que, no obstante, aún tuvo que sufrir para cantar definitivamente victoria.
Ya que, ya en el añadido, Hulk puso el 1-2 tras un balón largo de Marcelo que no supo despejar la defensa mexicana. Y aún Oscar pudo mandar el choque a la prórroga de hacer acertado a meter entre los tres palos un remate de cabeza a la altura del primero a centro de Hulk y estando completamente solo. No lo logró, México reventó de alegría y Brasil se condena a seguir penando en busca de su recompensa más deseada: el oro olímpico.