El Ministro del Interior francés declaró, el pasado seis de febrero, que grupos islámicos podrían estar detrás del asesinato del líder de la oposición izquierdista, Belaid Shokri. También sugirió al pueblo tunecino que “su revolución ya no es un ejemplo”.
Tunecinos se concentraron frente a la Embajada de París (Foto: EFE)
Miles de personas celebraron una masiva manifestación este jueves en la capital homónima de Túnez, para denunciar la injerencia de Francia en los asuntos internos de su país, concentrándose frente a la sede de la Embajada de París y coreando consignas contra esta nación europea.
Medios locales reseñaron que los manifestantes llevaban pancartas con diversos mensajes alusivos a su posición anti-francesa, luego de que el ministro del Interior parisino, Manuel Valls, declarara días atrás sobre el asesinato de un político de la oposición en este país africana.
«Estamos pidiendo a Francia que no interfiera en nuestros asuntos internos y que no llame a una guerra civil, ya que el mayor beneficiario del renacimiento musulmán será Europa. El Islam es para todos los seres humanos, porque no diferencia entre el francés y el árabe o entre un negro y un blanco», expresó el líder de la manifestación.
El Ministro francés declaró, el pasado seis de febrero, que grupos islámicos podrían estar detrás del asesinato del líder de la oposición izquierdista, Belaid Shokri. También sugirió al pueblo tunecino que “su revolución ya no es un ejemplo”.
El pasado viernes, el primer ministro de Túnez, Hamadi Jebali, convocó al embajador de Francia en su país, François Gouyette, para expresar su protesta por “las palabras preocupantes y posiciones partidistas de Valls sobre el asesinato de Belaid”.
La figura de la oposición fue asesinado a tiros frente a su casa el pasado cinco de febrero por sujetos desconocidos, quienes le dispararon desde un vehículo. El incidente desencadenó protestas contra el Gobierno en todo el país norteafricano.
Tras el asesinato, decenas de miles de tunecinos indignados salieron a las calles en respuesta a una convocatoria de huelga general. Medios tunecinos denunciaron que “el atentado podría haber sido orquestado para convertir al público en contra del Partido islámico Ennahda, que domina la coalición gobernante del país”.
En enero de 2011, el dictador Zine El Abidine Ben Ali huyó de Túnez a Arabia Saudí, después de semanas de protestas contra la corrupción, el desempleo y los altos precios de los alimentos en el país.
El primer gobierno democráticamente elegido por el pueblo asumiría en diciembre de 2011, un año después del inicio de la revuelta popular.