Cada año se refleja en Reino Unido el consumo excesivo y actitud negligente de ciudadanos ante los alimentos, por lo que activistas intentan educar a los consumidores para reducir el desperdicio de comestibles que anualmente se cálcula en millones de toneladas.
Se desperdician millones de alimentos en buen estado en Reino Unido. (Foto: Archivo)
Al menos cuatro millones de toneladas de comida se desperdician anualmente en Reino Unido por el consumo excesivo y la actitud apática de los británicos hacia los alimentos, según revela un estudio del Instituto de Ingenería Mecánica de esa nación.
De estos alimentos, más de tres cuartos acaban en la basura sólo porque pierden su apariencia perfecta, aunque sigan siendo aptos para el consumo. Los activistas luchan para evitarlo, señala la investigación.
Los activistas intentan que la gente entienda la diferencia entre fecha de «consumo preferente» y fecha de «vencimiento», agrega el estudio.
Por otra parte, la política de los supermercados anima con sus descuentos a que los consumidores compren más de lo que necesitan, y no contribuye a fomentar un consumo moderado.
Además, en los supermercados «vi que un montón de frutas y vegetales en perfecto estado eran tiradas a la basura. La mayoría de la gente piensa que es repugnante sacar la comida del basurero. Sin embargo, aún más repugnante es tirar productos buenos», sostuvo el escritor Tristram Stuart.
«Actualmente, nosotros le pagamos a los supermercados y a otras empresas de comida por destruir el planeta, por plantar frutas y vegetales y después deshacerse de ellos mediante terceras personas», añadió.
Stuart consideró necesario «educar a los consumidores. Cuando llegamos al supermercado y vemos que todas las zanahorias son rectas y que todas las manzanas son perfectamente iguales, es necesario preguntarnos qué hicieron los supermercados con las otras que no se correspondían con el estándar”.
Voluntarios del grupo británico de activistas’Peoples Kitchen Dalston se han impuesto como objetivo salvar la comida en buen estado que desechan las tiendas y supermercados.
«Aquí tenemos ciruelas perfectas, naranjas comestibles que se puede usar para los postres o deshidratarlas. Aquí abajo tenemos una cebolla tierna que está absolutamente buena”, comenta Daniel, uno de los voluntarios, mientras muestra los alimentos.
Los autores del estudio argumentan que, ante la perspectiva de un crecimiento de la población global en tres mil millones de personas para fines de este siglo, se necesita una estrategia adecuada para reducir el desperdicio de alimentos.
En Europa, existen más de cien iniciativas para reducir la acumulación de residuos alimenticios. Las estrategias incluyen la concienciación a través de campañas, información, formación, medición de residuos y mejora de la logística. Sin embargo, la actividad es reciente y la evaluación limitada.
El Programa de acción de residuos y recursos realiza campañas en el Reino Unido para que la población «ame los alimentos y odie el desperdicio». La organización anima a las personas a aprovechar las sobras y a utilizar los alimentos con fecha de caducidad próxima en nuevas recetas.