Opinión
Miriam y la PGR
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11 meses agoon
Por Narciso Isa Conde
Todo porque la magistrada German es un factor extraño al fraude que implica este sistema. Designada por el pueblo verde movilizado y nombrada por el presidente Abinader con la única intención de sacarle provecho político.
Creo necesario que reflexionemos acerca de la determinación de Miriam German de no seguir a cargo de la Procuraduría General de la República.
Me parece conocer su trayectoria e integridad, y si Miriam lo decidió así, es porque siente que en el contexto actual junto al cerco a que ha sido sometida, y el entorno institucional, del cual he hablado y escrito en múltiples oportunidades, ya no permite aportes significativos de su parte.
El régimen establecido la adversa. Sus poderes permanentes y temporales, su partidocracia corrupta, su Congreso, su CONEP, su PN y otros órganos militares… son esencialmente diferentes a las motivaciones y convicciones de la actual Procuradora General.
Gran parte de la propia PGR, del MP, del Poder Judicial, la bloquean. Está cercada, con escasos márgenes de maniobra y sujeta a consensos en materia de investigación y persecución, que limitan la ejecución de sus posiciones sobre la necesidad de ponerle fin a la impunidad de todos los colores y de todas las esencias sistémicas.
La hostilidad es alta, aunque se despliegue de diferente manera: sutil, agresiva, envuelta en simulaciones, abierta, soterrada, amenazante.
Un rol especial en ese entramado lo juega el dueto del Poder Ejecutivo y la Embajada USA con modalidades e intermediaciones protectoras de la hipocresía oficial e imperial; procurando, a través de influencias sutiles y encubiertas, que la acción de justicia no desborden los propósitos de su instrumentalización política concentrada en el ataque al pele-danilismo y adicionalmente a lo que le hace daño a la imagen de Abinader.
En esas condiciones, a Miriam German le resulta imposible ejercer poder real en la PGR, mucho menos en un sistema judicial tan maleado; y todavía más cuesta arriba resulta, si se tiene en cuenta la estructuración al paso de los años de un Estado Delincuente, con fuertes ingredientes de narco-estado.
Eso, y no otra cosa, es lo que explica la manera tramposa como se manejó la amenaza de muerte en su contra, procedente de un capo de la droga, aprovechada exclusivamente por la PN, la DNCD y la DEA para aislarla más y restarle poder; sin consecuencia alguna para los enclaves del crimen organizado involucradas en el caso y protegidos por la plana mayor de la PN y hasta por la propia DEA.
Todo porque la magistrada German es un factor extraño al fraude que implica este sistema. Designada por el pueblo verde movilizado y nombrada por el presidente Abinader con la única intención de sacarle provecho político.
Miriam aceptó el reto y soy de lo que piensa que de no hacerlo hubiera golpeado un anhelo popular, con lo que implica rehuir una prueba de fuego bajo emplazamiento popular. Aceptó y ejerció sus funciones con dignidad hasta lograr lo máximo posible, que está lejos de lo necesario, y más aún de lo anhelado por décadas, pero que sienta importantes precedentes, lastimosamente manipulados por factores de mucho poder.
Afirmar que ese escenario oficial luce agotado el rol de Miriam, no indica que ella no pueda seguir aportando a la transformación del sistema judicial y su entorno estructural.
Entiendo, por el contrario, que la Magistrada Germán ahora debe conocer más a fondo el sistema, sus trabas y trampas; conocer mejor las raíces de la corrupción sistémica y del régimen de impunidad, las cuales, sin cambios constitucionales y estructurales profundos,y sin pueblo movilizado, son imposibles de abatir.
Las vivencias, la experiencia y conocimientos de causas que de seguro ha podido lograr, tienen un valor incalculable para este pueblo y este proceso. Ahora, desde fuera de esos engranajes limitantes y martirizantes, estaría en mejores condiciones para aportar a las transformaciones necesarias.
Ella conoce más y mejor las entrañas del sistema judicial y del Estado vigente y su manera de funcionar. Tiene muchos más elementos para analizar sus intríngulis y valorar los roles se sus diversas instancias y de las personas que las controlan. Ha sufrido como nunca el cerco, las intrigas, las maniobras, el bloqueo interno y las agresiones.
Al interés de descalificarla, agobiarla, acorralarla y desestabilizarla emocionalmente, responden los recientes ataques arteros de expertos en la materia; procurando sobre todo impedir o enturbiar sus nuevos y trascendentes aportes.
Pero los ataques a Miriam son ataques a nuestro pueblo, a todos y todas las amantes de la libertad, la honestidad y la justicia. Por eso Miriam merece un gran abrazo colectivo, una defensa enérgica y sin contemplaciones, y un DOBLE HOMENAJE: un RECONOCIMIENTO A SU TRAYECTORIA y un GRAN ESTÍMULO para que complete su obra en el sentido que estamos sugiriendo y que todo un pueblo espera.
Opinión
Estados Unidos se queda sin moral para exigir a otros respeto por la ley.
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1 día agoon
febrero 21, 2025Por José Cabral.
Este pasado 5 de noviembre se celebraron elecciones en los Estados Unidos en las que fue escogido como presidente de la nación más poderosa del mundo un criminal convicto.
Donald Trump ha sido condenado por una serie de delitos civiles y penales y todavía tiene otros pendientes, los cuales de seguro serán sobreseídos hasta que ocupe la jefatura del Estado.
Pero poca importa que las cosas ocurran de ese modo, porque ya Trump tiene un sello como un criminal convicto que desde cualquier perspectiva que se vea impacta negativamente a los Estados Unidos.
Es la primera vez que en este país se escoge un presidente condenado por la comisión de delitos comunes, lo cual deja mucho que decir.
Esta elección tiene dos aristas a analizar, la primera es que la alta votación del ciudadano norteamericano en su favor no deja dudas de que este hombre recibe todo el apoyo de su pueblo, lo que quiere decir que aplaude y aprueba sus andanzas.
Lo otro es que, con la elección de un criminal convicto, los Estados Unidos no pueden pedirles a los demás países una conducta diferente a la que ha tenido Trump.
Presionar y exigir que los actores políticos, por ejemplo, de Latinoamérica que usan la corrupción administrativa en el manejo del Estado, sería como pedir lo que no se puede dar, es decir, demandar una conducta moral que difiere de la que ha exhibido el jefe del Poder Ejecutivo en la potencia de norte.
Se puede decir, entonces, que de ahora en adelante no se le puede tolerar a los Estados Unidos que publique informes sobre la corrupción que se produce desde los gobiernos en Latinoamérica y el mundo, porque no tiene la moral para ello.
Cómo pedirle, por ejemplo, a los haitianos que no involucren el Estado con acciones al margen de la ley cuando su presidente está metido hasta los tuétanos en esos asuntos.
Lo otro es que los ciudadanos de los Estados Unidos deben sentirse orgullosos de su presidente electo, pese a sus condenas por la comisión de una serie de actos que riñen con la ley.
Las cosas son así de sencillas, pero también de complejas.
Por Isaías Ramos
En una era marcada por el caos y la desilusión, la fatiga de la indignación se ha infiltrado profundamente en nuestras vidas, amortiguando la llama de la empatía y la acción colectiva.
Nos rodeamos de injusticias que, aunque nos afectan diariamente, a menudo no logran despertar nuestra indignación. Este adormecimiento emocional no solo amenaza nuestra moralidad individual, sino también el tejido de nuestra sociedad democrática.
La indignación, lejos de ser un sentimiento negativo, es un catalizador poderoso para el cambio y una respuesta vital ante la injusticia. En el corazón de cada movimiento significativo que ha cambiado el curso de la historia, ha estado la indignación convertida en acción.
Así fue con nuestro padre de la patria, Juan Pablo Duarte, cuya respuesta a las provocaciones despectivas fue transformar su indignación en una fuerza constructiva que desafió el status quo y forjó un camino hacia la democracia y la justicia social.
Juan Pablo Duarte, enfrentado a desafíos y provocaciones, encarnó la respuesta más fértil a la injusticia. Su experiencia es emblemática; durante una ocasión notable, un capitán español, en un acto de desprecio flagrante, le espetó a Duarte y a sus compatriotas: «Ustedes no tienen nombre, porque ni ustedes ni sus padres merecen tenerlo, porque son cobardes y serviles, inclinan la cabeza bajo el yugo de los esclavos». Estas palabras, lejos de quebrantar el espíritu de Duarte, encendieron una chispa de indignación que se transformó en un impulso revolucionario.
Hoy, nos enfrentamos a una encrucijada crítica: podemos seguir siendo testigos pasivos de la erosión de nuestros principios y valores fundacionales, o podemos optar por reavivar nuestra capacidad de indignarnos.
Cada uno de nosotros posee el poder de efectuar cambios significativos. Las grandes olas de reforma social siempre han comenzado con el despertar de la conciencia colectiva, tal como lo demostró Duarte.
Es hora de rechazar la resignación y la apatía que han calado en nuestras vidas. Debemos conectar con nuestros sentimientos más profundos de justicia y equidad para reclamar un sistema en el que la corrupción y la opresión no sean las normas, sino la excepción; un sistema donde la igualdad de oportunidades no sea un lema vacío, sino una realidad palpable.
Este cambio comienza con la educación y la información. Debemos estar informados sobre las acciones de aquellos en el poder y ser críticos con la información que consumimos. Participar activamente en los procesos cívicos y sociales es crucial. El derecho a elegir y ser elegibles para los cargos, consagrado en nuestra Constitución y reafirmado por sentencias judiciales, es un faro de luz que no debemos desperdiciar.
La pasividad nos convierte en cómplices del deterioro de nuestro entorno. Pero al optar por la indignación activa, nos convertimos en arquitectos de nuestro futuro. Desde el Frente Cívico y Social, te invitamos a indignarte no solo por ti, sino por aquellos que han perdido su voz en el estruendo de la indiferencia. Transformemos esa indignación en un movimiento imparable hacia un futuro donde prevalezca el orden, la justicia y la igualdad de oportunidades bajo un Estado profundamente comprometido con el bienestar de todos sus ciudadanos.
Estamos convencidos de que este es nuestro momento para actuar y redefinir el curso de nuestra historia, tal como hizo Duarte en su tiempo. La fatiga de la indignación puede ser superada; solo requiere que cada uno de nosotros decida despertar y actuar. La esperanza de un mañana mejor está en nuestras manos.
¡Despierta, RD!
Opinión
Derechos de las personas durante la investigación de la Corte Penal Internacional
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2 días agoon
febrero 20, 2025Por Rommel Santos Diaz
En las investigaciones realizadas de conformidad con el Estatuto de la Corte Penal Internacional nadie será obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable.
De acuerdo con el Estatuto de Roma nadie será sometido a forma alguna de coacción, intimidación o amenaza, a torturas ni a otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes.
En el proceso de investigación de la Corte Penal Internacional , quien haya de ser interrogado en un idioma que no sea el que comprende y habla perfectamente contará, sin cargo alguno, con los servicios de un intérprete competente y las traducciones que sean necesarias a los efectos de cumplir el requisito de equidad.
De conformidad con el Estatuto de Roma nadie será sometido a arresto o detención arbitrarios ni será privado de su libertad salvo por los motivos previstos en el Estatuto y de conformidad con los procedimientos establecidos en él.
Cuando haya motivos para creer que una persona ha cometido un crimen de la competencia de la Corte Penal Internacional y esa persona haya de ser interrogada por el Fiscal o por las autoridades nacionales, o en cumplimiento de una solicitud hecha de acuerdo las disposiciones del Estatuto de Roma tendrá el derecho a ser informada.
Dentro de los derechos que tiene una persona en el proceso de investigación de la Corte Penal Internacional el Estatuto de Roma señala el de ser informada de que existen motivos para creer que ha cometido un crimen de la competencia de la Corte.
Antes del interrogatorio la persona también deberá ser informada de que tiene derecho a guardar silencio , sin que ello pueda tenerse en cuenta a los efectos de determinar su culpabilidad o inocencia.
Cabe destacar que en el proceso de investigación de la Corte Penal Internacional la persona tiene derecho a ser asistida por un abogado defensor de su elección o, si no lo tuviere, a que se le asigne un defensor de oficio, siempre fuere necesario en interés de la justicia y , en cualquier caso, sin cargo si careciere de medios suficientes.
Finalmente, la persona tendrá el derecho a ser interrogada en presencia de un abogado, a menos que haya renunciado voluntariamente a su derecho a asistencia letrada de conformidad con lo establecido en el Estatuto de Roma.