Opinión
No se burlen de este pueblo
Published
12 años agoon
Por Hamlet Hermann
Vaselina patriótica para que el paquetazo fiscal no doliera tanto

También de urgencia aprobaron el proyecto de ley que declara el 12 de enero de cada año como Día de la Resistencia Heroica, en honor del grupo Los Palmeros.
El asombro no podía ser mayor. El mismo Senado del corrupto barrilito que protege a los saqueadores del erario, de repente se torna patriótico y revolucionario. Una mutación tan drástica es imposible. Entonces, una explicación lógica surgió: como esta semana se someterá al Congreso el proyecto de ley que ampararía el presupuesto de la nación aprobado por el Consejo de Ministros, el Senado consideró que debía untarse un poco de vaselina patriótica para que el paquetazo fiscal no doliera tanto cuando lo encasquetaran.
No les luce a los discípulos de Juan Bosch manifestarse ahora como admiradores del coronel Caamaño y de Los Palmeros. Bastaría con leer la prensa de 1972 y de 1973 para darse cuenta de quienes, en los momentos cruciales, nunca asumieron sus responsabilidades cuando les tocaba hacerlo. Lo que ahora hace el Senado peledeísta es un acto hipócrita, repugnante por demás. La decisión de los Senadores tiene lugar al mismo tiempo que Euclides Gutiérrez, miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, va a Constanza a elogiar la memoria del oficial que maltrató físicamente al coronel Caamaño luego de ser apresado con vida y formara parte del mando desde donde salieron las instrucciones para fusilarlo. ¿A quién le creo? ¿A los Senadores o al miembro del Comité Político? ¿A ninguno?
A nadie sorprende que los Senadores dominicanos no se hayan leído los ensayos históricos en los que se describen y analizan los asesinatos de Caamaño y de Los Palmeros, a quienes ahora fingen exaltar. Ésos ágrafos y sus asesores no deben haber revisado siquiera los periódicos de aquella desgraciada época en que Joaquín Balaguer y sus Generales se incriminaban públicamente. Ufanos se enorgullecían entonces de esos crímenes porque creyeron, como los corruptos de ahora, que el pueblo nunca les pasaría factura por sus delitos.
No han descubierto los torpes congresistas del PLD que quien gobernaba cuando Caamaño fue fusilado y Los Palmeros destripados era Joaquín Balaguer, su gran aliado en la truchimanería. Se incriminan al exaltar a esos revolucionarios porque eso equivale a inculpar a Balaguer.
¿Tendrán pantalones y faldas esos Senadores para reconocer que el 12 de enero de 1972 Balaguer se negó a recibir a varias personalidades que trataban de evitar la masacre, como forma de darle tiempo a Neit Nivar Seijas para aniquilar a esos cuatro jóvenes?
¿Tendrán pantalones y faldas esos Senadores para reconocer que fue el presidente Balaguer quien, con el perverso lenguaje de los poderosos, instruyó a Milo Jiménez y a Pérez y Pérez para que fusilaran a Caamaño?
Lean la prensa de la época, Honorables Senadores. Descubran cómo Balaguer, al otro día del fusilamiento del Coronel de Abril, se burló de la familia Caamaño cuando ésta solicitó les permitieran darle cristiana sepultura al cadáver. Por el contrario, desde entonces hicieron desaparecer sus restos. Sabían que aniquilaban a un hombre aunque no podían borrar la fuerza histórica en la que se había convertido. El coronel Caamaño había logrado encarnar, con asombrosa convicción y práctica, el sueño de todo el continente y de toda una época.
En cuanto a Los Palmeros, los congresistas debían entender que, ahora mismo, otros jóvenes siguen sus pasos patrióticos y denuncian, permanentemente, la corrupción que los Poderes de la nación practican con la impunidad garantizada por el grupo corporativo PLD. El Día de la Resistencia Heroica está teniendo lugar ahora, todos los días, cada vez que la juventud honesta y comprometida los llama ladrones, como merecen.
¡No se burlen de este pueblo, Honorables! No escondan el paquetazo fiscal detrás de esa farsa seudo patriótica. Más les conviene hacer caso a los reclamos de esta juventud porque el día menos pensado les puede llegar la factura por tanta hipocresía y perversión.
Artículo publicado originalmente en el periódico HOY.
Por Isaías Ramos
En teoría, la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. En la práctica dominicana, sin embargo, se ha convertido en un simulacro donde el pueblo elige, pero no decide; vota, pero no gobierna. Donde las élites deciden, pero no rinden cuentas.
Según la Encuesta de Cultura Democrática 2022-2023, el 67.3% de los dominicanos considera que el país está gobernado por unos pocos grupos poderosos para su propio beneficio.
¿Y aún nos preguntamos por qué reina la desconfianza?
La respuesta está en un rechazo profundo y creciente que socava la esencia misma del régimen democrático. No se trata solo de que la gente desconfíe de los partidos: es que no se siente representada por ellos. Las élites políticas, atrincheradas en sus privilegios, han convertido la política en un mecanismo para blindar sus intereses, bloquear la movilidad social, perpetuar la pobreza y sofocar cualquier intento de transformación institucional real.
Como explican Acemoglu y Robinson, cuando las instituciones son capturadas por élites extractivas, las democracias dejan de servir al bien común y se transforman en estructuras de control, diseñadas para proteger y beneficiar a unos pocos, mientras mantienen a todo un pueblo excluido y oprimido.
El reciente proyecto de ley sometido por el Poder Ejecutivo sobre “la libertad de expresión y los medios audiovisuales” es una señal alarmante de hasta dónde esta partidocracia está dispuesta a llegar para silenciar, someter y desmovilizar a la ciudadanía.
Y es ahí donde entra el papel histórico de las candidaturas independientes.
En un contexto como el nuestro, las candidaturas independientes no son una opción decorativa: son una necesidad democrática y constitucional. Son el único instrumento legítimo para rescatar el espíritu de la Carta Magna, que consagra un Estado Social y Democrático de Derecho, y cuya promesa de justicia social, igualdad de oportunidades y soberanía popular ha sido traicionada por los partidos tradicionales.
Los partidos políticos dominicanos han dejado claro que no están interesados en desmontar el sistema de privilegios que los sostiene. Han ignorado el mandato constitucional de gobernar para todos; han convertido el Congreso en un mercado de favores y el Poder Ejecutivo en un comité privado al servicio de intereses particulares.
Han secuestrado la democracia, sustituyendo la voluntad del pueblo por acuerdos de cúpula, clientelismo, manipulación mediática y marketing emocional.
Por eso, desde el Frente Cívico y Social (FCS), hacemos un llamado urgente a cada ciudadano y ciudadana a despertar, organizarse y recuperar lo que por derecho le pertenece: su voz, su voto y su país.
Este no es el momento de resignarse, sino de resistir.
No es tiempo de silencio, sino de conciencia.
No es momento de confiar en los mismos, sino de confiar en nosotros.
En el FCS estamos convencidos de que construir un nuevo contrato social no es un sueño imposible: es un deber histórico. Una candidatura verdaderamente independiente, libre de ataduras partidistas, comprometida con el bien común y con la Constitución en la mano, es hoy la única vía para romper el círculo de exclusión, desigualdad y mentira que oprime a la nación.
La representación verdadera no puede seguir siendo una ilusión. Si el sistema no responde al pueblo, el pueblo tiene el deber de reformarlo desde sus cimientos. La democracia no se defiende obedeciendo a quienes la traicionan, sino rebelándose —pacífica, legal y moralmente— contra todo lo que la convierte en una farsa.
Es tiempo de levantar la voz, de defender la dignidad y de organizar la esperanza.
Porque la historia no la cambian las élites: la cambia un pueblo cuando deja de esperar… y se levanta a conquistar su destino.
¡Despierta, RD!
jpm-am
Opinión
Solicitud de detención y entrega de una persona a la Corte Penal Internacional
Published
1 día agoon
mayo 22, 2025Por Rommel Santos Díaz
La solicitud de detención y entrega de una persona a la Corte Penal Internacional deberá formularse por escrito. En caso de urgencia, se podrá hacer por cualquier otro medio que permita dejar constancia escrita, a condición de que la solicitud sea confirmada en la forma indicada en el artículo 87 del Estatuto de Roma.
La solicitud de detención y entrega de una persona respecto de la cual la Sala de Cuestiones Preliminares haya dictado una orden de detención de conformidad con el artículo 58 del Estatuto de Roma deberá contener los elementos siguientes o ir acompañada de :
- a)Información suficiente para la identificación de la persona buscada y datos sobre su probable paradero;
- b)Una copia de la orden de detención; y
- c)Los documentos, las declaraciones o la información que sean necesarios para cumplir los requisitos de procedimiento del Estado requerido relativos a la entrega; sin embargo, esos requisitos no podrán ser más onerosos que los aplicables a las solicitudes de extradición conforme a tratados o acuerdos celebrados por el Estado requerido y otros Estados y, de ser posible, serán menos onerosos, habida cuenta del carácter específico de la CPI.
Cabe destacar que la solicitud de detención y entrega del condenado deberá contener los siguientes elementos o ir acompañada de:
- a)Copia de la orden de detención dictada en su contra;
- b)Copia de la sentencia condenatoria;
- c)Datos que demuestran que la persona buscada es aquella a la que se refiere la sentencia condenatoria; y
- d)Si la persona que se busca ha sido condenada a una pena, copia de la sentencia y, en el caso de una pena de reclusión, una indicación de la parte de la pena que se ha cumplido y de la que queda por cumplir.
Finalmente, a solicitud de la Corte Penal Internacional, un Estado Parte consultará con ésta, en general o con respecto a un asunto concreto, sobre las disposiciones de su derecho interno que puedan ser aplicables de acuerdo con el artículo 91 del Estatuto de Roma. En esas consultas, el Estado Parte comunicará a la Corte los requisitos específicos de su derecho interno.
Por Narciso Isa Conde
Me refiero a la “cumbre” integrada por el presidente actual y tres expresidentes, los cuatro magníficos gobernadores de colonia, garantes de impunidades mayores y responsables de la bestialidad policial-militar contra migrantes.
Un problema económico-social de dimensión mundial, como lo es la migración, lo tratan a base de la fuerza militar.
Los cuatro protagonistas de esa enlodada cumbre hace tiempo permitieron un despliegue ascendente de odio contra los negros pobres, ya inmigrantes o descendientes, ya nativos; dado que, en su manera de pensar colonialmente, los negros ricos no son negros, ni lo son los dominicanos negros enriquecidos.
¡ A los negros pobres le hacen la guerra!
Los cuatro exculparon a Trujillo, a Balaguer y a sus cortesanos de todos sus delitos, incluidos delitos migratorios: asesinatos, corrupción, tráfico de personas, semi-esclavitud, sobre-explotación y quemas de viviendas.
Los cuatro le dieron continuidad al robo de la memoria histórica y de la verdad sobre las relaciones dominico-haitianas, para engañar a las nuevas generaciones, crear un falso nacionalismo anti-haitiano y exculpar a EEUU de sus crímenes contra la autodeterminación de ambas naciones y la dignidad de sus pueblos.
La agenda de su fangosa cumbre, destinada a consagrar en el Ministerio de Defensa la impunidad de los cuatro y el espíritu de guerra contra Haití, es la llamada “crisis haitiana”; pero resulta que esa crisis no es propiamente haitiana: es una crisis creada en territorio haitiano por EEUU, Francia y Canadá y por mafias oligárquicas y políticas a su servicio.
Ninguno de los cuatro tiene valor y dignidad para reconocerlo así y enfrentarla como tal.
Saben que EEUU y su “comunidad internacional” han intervenido a Haití 11 veces en lo últimos 30 años; y lejos de mejorar la situación, la han empeorado.
Saben que las bandas terroristas la formaron y la armaron la CIA, el MOSSAD y los paramilitares colombianos.
Saben todo eso y callan.
Saben que los/as trabajadores/as aportan a RD mucho más de lo que reciben de ella.
Conocen bien que no es lo mismo migrar que “invadir”, pero repiten permanentemente esa mentira.
Que ni son una “carga”, ni se trata de “un pueblo inferior”, como pregonan sus partidos, funcionarios y la cáfila neofascista que ellos alientan y protegen junto a sus grupos paramilitares, ex generales asesinos y mega-ricos inescrupulosos.
Durante 30 años los cuatros han favorecido que la frontera sea un gran negocio de jefes militares, empresarios inescrupulosos y políticos canallas.
La anunciada “coincidencia en la política oficial hacia Haití” es porque los cuatro comparten todo eso y cosas peores; y porque compiten a quien es más neofascista, más hostil contra el pueblo haitiano y más dócil ante los Biden y los Trump.
Están descalificados para tratar humanamente y con medidas socialmente justas la cuestión migratoria a la que le han puesto el traje de “crisis haitiana”, pese a ser creada criminalmente por EEUU. ¡Cobardes!
Los cuatro, con las gafas y sin las gafas de calieses, tienen un enorme parecido.