NUEVA YORK.- Un grupo de maestros traídos a Nueva York desde la República Dominicana para enseñar en español denunció que son amenazados y extorsionados por directores de las escuelas donde laboran.
Acusan directamente a Emmanuel Polanco, director de la escuela MS 80, en El Bronx, de amezarlos con que si no pagan por el alquiler del lugar donde fueron alojados desde septiembre, cuando inició el programa, haría que les retiren sus visas.
Al enterarse de que la denuncia es investigada por agentes federales, el canciller escolar David Banks decidió reasignar a Polanco.
Una de las víctimas expuso el caso al senador estatal Luis Sepúlveda, quien acudió al Departamento de Educación y contactó a las autoridades municipales y federales, que de inmediato abrieron una investigación.
«Me quedé anonadado por lo que escuché. Estaba perturbado. Es una experiencia dolorosa porque el programa fue diseñado para cambiar las vidas de los niños aquí y las vidas de los maestros», indicó Sepúlveda.
Explicó que «se está hablando de un programa único en su tipo, emprendido por el Departamento de Educación este otoño, que reunió a 25 maestros de la República Dominicana para enseñar educación bilingüe en las escuelas de la ciudad, diez de los cuales fueron asignados a la MS 80».
«Si las acusaciones son ciertas, crean problemas para las personas que vinieron aquí. Estas personas vinieron aquí desde la República Dominicana buscando una gran oportunidad para ellos y sus familias. Dejaron familias. Dejaron sus trabajos, no deberían estar sujetos a esto», dijo Sepúlveda.
Según la denuncia, Polanco obligaba a los maestros dominicanos a pagar alrededor de 1,800 dólares por una habitación y los amenazaba con hacer que perdieran sus visas si no cumplían.
Uno de los maestros regresó a República Dominicana debido a las amenazas.
El 29 de octubre, Polanco supuestamente se reunió con varios de los maestros dominicanos y les pidió que no cooperaran con la investigación.
Un portavoz del cancilles Banks insistió en que «haremos todo lo posible para proteger y defender a nuestro personal del maltrato relacionado con su empleo».
El Departamento de Educación contrató abogados de inmigración para que representen a cada uno de los maestros, quienes se han quejado, además, de que no han recibido apoyo del consulado ni de ninguna autoridad de su país.