Unas 50 agrupaciones chilenas solicitaron este viernes, a través de un comunicado, la desmilitarización de territorios mapuche y la visita “urgente” del relator de las Naciones Unidas (ONU) para los Pueblos Originarios, Jame Anaya.
El pueblo mapuche pide al Gobierno respete acuerdos que los reconoce como una comunidad. (Foto: puelchefm.cl)
Organizaciones sociales de Chile, en su mayoría de estudiantes, manifestaron este viernes su solidaridad con las comunidades mapuche ante “el recrudecimiento de la violencia ejercida por el Estado” contra los indígenas que habitan principalmente el sur de la nación.
A través de un comunicado, las 50 agrupaciones firmantes resaltan que el pueblo mapuche “ha sido víctima de atropellos reiterados y constantes desde hace más de un siglo. Desde la creación del Estado de Chile éste ha mantenido una política de destrucción, despojo y negación”.
Las organizaciones destacan que las políticas neoliberales -comenzadas a aplicar durante la dictadura- ha agudizado las acciones contra los mapuche, principalmente con la explotación desmedida de los recursos naturales de sus territorios.
“Hacemos un llamado a solucionar este conflicto desde el actuar del Estado chileno (…) Es necesario que exista voluntad política para reparar al pueblo mapuche por el despojo causado por el Estado”, agregan.
Señalan que desde el Gobierno se ha generado una política, que califican como “activa y violenta” contra las comunidades mapuche que hacen resistencia, que se ha caracterizado por la “represión, militarización de territorios, asesinatos, prisión y torturas”.
Añaden que el anuncio de una Ley Antiterrorista “es inaceptable”, porque actos como este “sólo contribuyen a estigmatizar al pueblo mapuche (…) Demás está decir que Chile ha sido ampliamente criticado por la aplicación de esta ley”.
Organizaciones como la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile (FEUC), la Asamblea Coordinadora de Estudiante Secundarios (ACES), Coordinadora Nacional Estudiantes Secundarios (CONES), Memoria Feminista, Unión Clasista de Trabajadores, Nueva Izquierda Universitaria, entre otras, instan al Gobierno a dejar sin efecto los juicios y encarcelamientos de todos los presos políticos.
De igual forma, hacen un llamado a que sea paralizada la implementación de nuevas políticas represivas como la llamada “Hinzpeter”, porque “con claridad observamos que será utilizada de manera focalizada en ciertas reivindicaciones sociales, destruyendo el derecho a protesta y manifestación del derecho de libertad de expresión”.
Los firmantes del texto solicitan también la desmilitarización de territorios mapuche y la visita “urgente” del relator de las Naciones Unidas (ONU) para los Pueblos Originarios, Jame Anaya, y de organizaciones internacionales de carácter humanitario, como la Cruz Roja Internacional.
Las agrupaciones chilenas indican que es “importante que el Estado genere las condiciones para un diálogo permanente con el pueblo-nación mapuche con la participación de la sociedad civil, historiadores y observadores internacionales”.
Para los mapuche la autodeterminación debe consistir en un régimen autonómico y el Gobierno debe respetar y cumplir los tratados como los de 1823 y 1825 que reconocen a ese pueblo originario como una comunidad, con frontera definida.
En la víspera el presidente chileno, Sebastián Piñera, rechazó la solicitud de autodeterminación realizada por la comunidad mapuche argumentando que Chile es un solo país, una sola nación. «Tenemos distintas culturas, pueblos y orígenes, pero somos un sólo país y una sola nación y en esta materia no debe haber ninguna confusión».
En La Araucanía, a 670 kilómetros al sur de Santiago (capital), desde la década de 1990 el denominado conflicto mapuche enfrenta a la principal etnia del país con agricultores y empresarios por la propiedad de tierras que consideran ancestrales.
La tensión aumentó hace algunas semanas cuando empresarios y terratenientes de la zona acusaron de inacción al Gobierno y a la justicia y amenazaron con «salir de cacería» contra los mapuche; lo que generó sucesivos hechos violentos que derivaron en la muerte de dos personas.