Las revelaciones hechas por Alicia Ortega a través de su programa El Informe, son como el pan de cada día, se han convertido como en algo consustancial a la sociedad dominicana.
La depredación del Estado se ha convertido en una verdadera cultura.
Nepotismo, compras sin el aval de una factura y con la alteración de los precios, así como una corrupción generalizada que proyecta al país como una sociedad primitiva, donde no predomina una normativa jurídica y donde la moral y la ética no son más que una referencia para burlarse de la gente.
El primer cuestionamiento que debe hacerse es al propio Partido de la Liberación Dominicana que hace unas alianzas cuestionables con personajes de muy baja reputación que forman unos partiduchos para convertirlos en instrumentos de depredación del Estado.
Las acciones y las irregularidades encontradas en el Instituto de Crédito Cooperativo (IDECOOP), dirigido desde hace años por Pedro Corporán, cuyo privilegio de manejar a su antojo esa institución oficial proviene de un acuerdo electoral con el partido formado por este funcionario, llamado de la Unidad Nacional, hace co-responsable al PLD y su líder Leonel Fernández, quien fue el primero en colocar en esa posición a Corporán y naturalmente a Danilo Medina por ratificarlo en el cargo.
Nada de lo encontrado en la auditoria de la Cámara de Cuentas constituye una sorpresa si se parte de los precedentes que se han sentado en el país, en el sentido de que muchos funcionarios designados en cargos importantes del gobierno se manejan de manera medalaganaria y como si los organismos públicos fueran un patrimonio personal.
Pero qué se puede pedir a Pedro Corporán en términos de administracion pública, sobre todo si se toma en cuenta que el único mérito de este hombre es haber formado un ventorrillo político para buscar colocarse en el gobierno con la idea de hacerse de dinero a como de lugar, no importa que sus acciones vayan en detrimento de toda la sociedad, porque realmente no sabe hacer otra cosa que no sea esa.
Cuáles son los méritos académicos o éticos de Pedro Corporán?
Realmente, ningunos.
Es un ciudadano dominicano con todo el derecho de ocupar una posición pública, pero se supone que debe tener algún aval, el cual en el caso de Pedro Corporán no existe.
E incluso en cualquier nación del mundo con un mínimo de avance institucional se debe investigar la vida de un aspirante a funcionario, a fin de colocar en un cargo público a una persona con una conducta que debe servir de ejemplo a los demás ciudadanos.
Ahora lo que procede es que ese funcionario sea destituido del cargo y al propio tiempo sea traducido a la justicia ordinaria a través de un sometimiento que provenga de la procuraduría general de la República, instancia superior del ministerio público.
Las pruebas están ahí en la auditoria realizada por el organismo competente sobre la materia como lo es la Cámara de Cuentas.