Por Rosario Espinal
La existencia de tantos partidos pequeños no es sustento de la democracia, es parte del clientelismo y el divisionismo político.
Actualmente, en la Junta Central Electoral (JCE) hay 34 partidos con registro legal o personería jurídica. A través de los años, el número de partidos ha aumentado, pero casi todos se quedan pequeñitos. Se forman, se alían a los grandes para mantener su registro y obtener beneficios si están en el Gobierno, y luego no hay forma de que desaparezcan.
En las elecciones de 2020 participaron 27 partidos. De ellos, sólo tres sacaron más de 5% de los votos individualmente a nivel presidencial: 48.70% el PRM, 32.97% el PLD y 5.69% la Fuerza del Pueblo. El PRD solo obtuvo el 2.38% y el PRSC 1.80%. Los demás 22 partidos no alcanzaron individualmente ni siquiera el 1%.
De 1978 a la fecha, los datos muestran consistentemente que el electorado dominicano tiende a concentrar el voto, no a dispersarlo. Es decir, vota por dos o tres partidos principales y las coaliciones que forman. De ahí que, los partidos pequeños se mantienen vivos sin crecer solo porque se alían a los más grandes.
Veamos lo ocurrido en el 2020 con las alianzas.
Debido a la división del PLD en octubre 2019, se conformaron tres en vez de dos grandes bloques electorales.
El bloque del PRM tenía ocho partidos y obtuvo el 52.5% de los votos, el bloque del PLD tenía diez partidos y obtuvo el 37.46%, y el bloque de la recién creada Fuerza del Pueblo (FP) lo encabezó el PRSC con un total de siete partidos y obtuvo el 8.90%. De manera independiente fueron Alianza País que obtuvo 0.96% de los votos, el Partido Demócrata Institucional con 0.08% y el Partido Nacional Voluntad Ciudadana con 0.08%.
En el 2020 el PRM estuvo dispuesto a hacer alianzas de manera fragmentada en distintos niveles de elección. Por eso hizo alianza con el bloque de partidos encabezado por el PRSC que incluía la FP en el nivel legislativo y llevaba a Leonel Fernández de candidato presidencial.
Para el 2024, sin embargo, el PRM solo aceptó alianzas con los partidos que estuviesen dispuestos a apoyar la candidatura presidencial de Luis Abinader, que busca un triunfo contundente en primera vuelta.
Al estar ahora en el poder y haber más partidos minoritarios, el PRM ha logrado conformar una gran alianza para las elecciones de este año de unos 21 partidos. Esto significa que los candidatos en esa alianza (la inmensa mayoría del PRM) dominarán las boletas electorales. Ese se ha convertido en un incentivo importante de los partidos grandes para apoyar la creación de nuevos partidos pequeños, que, por sí solos, no podrían cumplir ni siquiera con los requisitos para obtener registro legal.
La existencia de tantos partidos pequeños no es sustento de la democracia, es parte del clientelismo y el divisionismo político. La inmensa mayoría de esos partidos no representan ideologías específicas, y aun los que dicen tenerla, cuando se acercan las elecciones, se alían con quien puedan.
Los partidos grandes, por su parte, ensamblan coaliciones variopintas para proyectar fortaleza en la campaña y predominancia en la boleta.