El Gobierno de Venezuela acaba de dejar claro que el acuerdo de Petrocaribe no será tocado a propósito de la desaparición física del presidente Hugo Chávez.
Esa declaración del funcionario competente del Gobierno de Venezuela elimina la incertidumbre sobre si se producirían cambios o si se eliminaría el acuerdo de Petrocaribe.
Petrocaribe fue una de los tantos proyectos de solidaridad del presidente Chávez con los países latinoamericanos, principalmente caribeños, como Cuba, Haití y la República Dominicana.
Despejadas las dudas sobre el particular, entonces se impone que el Gobierno venezolano tenga una mayor fiscalización sobre el manejo dado a los fondos generados por el acuerdo con los diferentes países beneficiarios de Petrocaribe.
Esto así, porque en el caso concreto de la República Dominicana parece que los recursos generados por Petrocaribe han sido manejados con el mismo criterio de dispendio que ha prevalecido en el Estado.
Y una de las condiciones del acuerdo de Petrocaribe es que los países beneficiarios inviertan ese dinero en obras de bien social, lo que definitivamente no ha pasado en el país, lo que podría constituirse en una violación del mismo.
El manejo de Petrocaribe en la República Dominicana no está claro, cuya poca transparencia ha sido lo que ha caracterizado la administracion de los recursos públicos por parte de los gobiernos peledeísta, perredeísta y reformista.
El Gobierno que surja de las elecciones del próximo 14 de abril en Venezuela debe exigir a los países beneficiarios de Petrocaribe, principalmente a la República Dominicana, un estricto cumplimiento del acuerdo, sobre todo en lo que tiene que ver con el destino dado a los fondos de los recursos provenientes de la compra de combustibles a precios preferenciales a Venezuela.
Esa solidaridad de Venezuela debe ser reforzada con una mayor fiscalización de los recursos generados por Petrocaribe, a fin de que éstos lleguen hasta los pueblos de los países beneficiarios a través de inversión social.
De otra manera, esa solidaridad se convierte en un apoyo importante para gobiernos sin escrúpulos, cuyos ingresos por concepto de impuestos y por otras recaudaciones terminan en los bolsillos de sus funcionarios, lo que disminuye las posibilidades de mejoría de la situación de hambre y miseria de las grandes mayorías nacionales.
En lo que respecta a la República Dominicana no está claro el destino de los recursos provenientes de Petrocaribe, los cuales han sido manejados de una forma irresponsable e irregular por el Gobierno.
Recuérdese también que Petrocaribe tiene el componente de un alto endeudamiento externo para la República Dominicana.
Ojalá que la fiscalización al respecto sea mucho más estricta y que Venezuela se constituya en una garantía de transparencia para que los fondos generados no sean desviados hacia otros propósitos.