Opinión
Pichirilo todavía triunfa
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11 años agoon
Por Hamlet Hermann
Nadie agradecería más que yo una biografía de Ramón Emilio Mejías del Castillo, no importa cuán modesta sea. Vale la pena que hombres como él, Enrique Jimenes de Moya, y otros heroicos combatientes, sean conocidos por dominicanos y cubanos.
Un libro de Daily Sánchez Lemus recientemente ganó el primer premio en la categoría de Biografía del concurso 26 de Julio, patrocinado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba. La joven periodista obtuvo su título universitario en 2006 y avanza en la Maestría con énfasis en Historia de Cuba. Actualmente se desempeña como sub directora del canal de televisión Radio Rebelde. El texto se inicia así.
Ramón Emilio Mejía del Castillo estuvo por mucho tiempo en el silencio de su losa del cementerio de la avenida Independencia, hasta que un periodista, genio de ojos muy azules y cabeza rosada, decidió que una incipiente periodista indagase más sobre este personaje y le entregó unos papeles maravillosos que conservaba sobre su vida.
Guillermo Cabrera Álvarez me dijo: “Te voy a regalar una historia”.
A partir de ese momento, septiembre de 2006, comenzaron los primeros descubrimientos que pudimos compartir en el Instituto Internacional de Periodismo bajo un gran aguacero, y los que luego seguí recolectando con su espíritu repartido entre quienes tanto lo quisimos, y queremos.
Fue Fidel, tres años más tarde, quien dio un nuevo impulso para la investigación con sus Reflexiones Lo que conté sobre Pichirilo. La delicadeza del Comandante al dedicar parte de su tiempo a esta investigación es un tesoro que la historia ganó. Comenzaron a llover llamadas y hasta cartas de personas que alguna relación habían tenido con El Pichi; se entablaron los primeros contactos en República Dominicana para saber más de su infancia y familia.
Las palabras de Fidel fueron un llamado, una puerta nueva que se abrió y un motivo tremendo para consolidar el compromiso con Guille, Cuba y República Dominicana, América Latina y sus luchas.
Dijo y escribió Fidel.
Nadie agradecería más que yo una biografía de Ramón Emilio Mejías del Castillo, no importa cuán modesta sea. Vale la pena que hombres como él, Enrique Jimenes de Moya, y otros heroicos combatientes, sean conocidos por dominicanos y cubanos.
La joven periodista agrega:
Tiempo ha pasado, y empeño llevó culminar este acercamiento a la vida de Pichirilo el domador de los mares. Por eso resulta imprescindible la gratitud a quienes me apoyaron y ofrecieron todo cuanto tenían.
El recorrido de Daily por la intensa vida de Pichirilo puede apreciarse desde las primeras páginas donde expresa agradecimiento a todos aquellos que la ayudaron a ordenar el complejo rompecabezas de la vida de quien Norberto Collado, su compañero timonel del yate Granma, llamó “el hombre que mareaba al mar”.
Daily describe así el retorno de Pichirilo a Cuba el mismo día en que Fidel Castro hacía su entrada a La Habana a raíz de la victoria del Ejército Rebelde en 1959:
Por primera vez vivía la certeza de una Revolución triunfante, por primera vez su esfuerzo se veía coronado y, aunque no pudo volver a la Sierra a combatir, era recibido en Cuba como un héroe más, de los tantos que dieron su aporte para derrocar la tiranía de Batista. Pero su obsesión era volver a su país para luchar contra Trujillo. Por esa razón, a mediados de 1959 regresa a Venezuela donde está alrededor de 15 días, pero como no logra su objetivo y comprueba que aún no había condiciones para organizar algo serio desde allí, decide volver a Cuba. Durante su estancia en Cuba, Pichi trabajó en el Ministerio de Gobernación, después fue administrador de una fábrica de tanques de bidones en la carretera de Guanabacoa, luego en una fábrica de aluminio en Santiago de las Vegas, donde tenía la responsabilidad de jefe de almacén.
La narración de Daily Sánchez Lemus evoca películas de acción por todos lados. Desde el Santo Domingo que lo vio nacer como Ramón Emilio Mejía del Castillo y que abandonó cuando yacía violada luego del cambio de nombre por el de Ciudad Trujillo, pasando por Cuba y Cayo Confites, México y el Granma, Canadá, hasta su retorno a la patria nunca olvidada cuando Juan Bosch asumía la Presidencia de la República en 1963. La periodista retoma al hombre de mar en Santo Domingo de 1965 y lo persigue con minuciosidad hasta que este héroe popular es asesinado por aquellos que tanto le temieron cuando resultó imposible de vencer junto a un pueblo heroico que enfrentó la invasión militar estadounidense.
Vistas las respetuosas Reflexiones escritas por Fidel Castro, visto que haya sido una joven y talentosa periodista cubana quien escribiera esta obra y visto que el galardón lo haya otorgado el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba debemos reconocer el agradecimiento y el respeto que le merece a la Revolución cubana este otro héroe dominicano que tanto luchara por la independencia definitiva de ese pueblo hermano.
Opinión
Trump ordena, Abinader se arrodilla y el Pentágono invade
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3 días agoon
diciembre 11, 2025Por Narciso Isa Conde
Santo Domingo.– Al aceptar la determinación de Trump y del Pentágono, de intervenir militarmente los aeropuertos de San Isidro y Las Américas, el espacio aéreo y aguas territoriales de nuestro país, para agredir militarmente a Venezuela y a otros países de la región, Luis Abinader ha cometido el delito de traición a la patria dominicana y la peligrosa afrenta de sumarse al plan de guerra e intervención de EE.UU. en esta región.
¿Qué implica la intervención militar en bases dominicanas?
La base militar de San Isidro es la más grande del país, concentra el mayor poder de fuego (aviación, cuerpo de paracaidistas, infantería y blindados) y pasa a ser intervenida por el Comando Sur del Pentágono.
No se había visto una cosa parecida luego de la intervención militar de abril de 1965: en los últimos 60 años la intervención militar de EE.UU. se mantuvo camuflada como «asesorías», «visitas», «ejercicios» y «operaciones» puntuales; pero ahora la intervención se asume directa, invasiva, indefinida y con tropas especializadas.
La Constitución vigente -a pesar de lo conservador, autoritario y neoliberal de su contenido- obliga a Abinader a rechazar cualquier agresión a nuestra soberanía y cualquier intervención en los asuntos internos de otros países.
¿Cuál es el contexto político y regional de esta acción?
En verdad, no se trató de un «acuerdo», sino de una orden de Trump y el Pentágono, fielmente cumplida por Abinader, en medio de un despliegue naval en el Caribe y áreas del Pacífico; apuntando contra Venezuela y Cuba, en primer lugar y sucesivamente.
Pero también contra los gobiernos de México y Colombia (Colombia ya invadida por 10 bases militares), sin descartar Nicaragua, ni a otros países que no se le dobleguen a un imperio furioso por su decadencia, empecinado en saquear petróleo, gas, minerales estratégicos, biodiversidad y fuentes de agua en Nuestra América.
El cartel mayor del Hemisferio Occidental es Wall Street y el mercado más grande es el Norte Revuelto y Brutal, mientras aquí abundan las narco-complicidades en altas instancias del Estado.
Este es un narco-estado y si no lo creen, examinen los largos años de impunidad de altos funcionarios civiles, militares y empresarios protectores de los capos Quirino, Figueroa Agosto, Toño Leña, Cesar El Abusador, Arturo del Tiempo, Nelson Solano, Miguel Gutiérrez, Miki López, Yamil Abreu y los capos del Cartel del Cibao, que primero financió al PLD y luego al PRM.
Examinen la narco-política del PRM y por qué las conexiones del narco con sus jefes políticos en funciones gubernamentales no se atacan ni se sancionan.
Opinión
Educación y carácter: deuda que RD no puede posponer
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3 días agoon
diciembre 11, 2025Por Isaías Ramos
Santiago nos golpeó con dos tragedias que el país no puede normalizar. Noelvin Jeremías Cabrera, de 14 años, murió tras un conflicto vinculado al entorno escolar luego de salir del Politécnico Simón Antonio Luciano Castillo; otro adolescente guarda prisión preventiva mientras se conoce el proceso.
Días después, Stephora Anne‑Mircie Joseph, de 11 años, falleció por ahogamiento durante una excursión escolar del Colegio Leonardo Da Vinci. Según informó el Ministerio Público, el caso se investiga como homicidio involuntario y se detuvo a cuatro personas, alegando presuntas fallas graves de supervisión y seguridad.
Estos episodios no son accidentes desconectados. Son síntomas de un deterioro profundo: en demasiados entornos escolares se ha debilitado la fuerza formativa, la autoridad moral y la coherencia institucional. Durante casi treinta años, la formación moral y cívica ha sido relegada y, al mismo tiempo, la disciplina ha sido malinterpretada como autoritarismo, dejando un vacío que hoy se expresa en conductas violentas, negligencia, irrespeto y una cultura escolar sin límites claros.
El Gobierno reaccionó anunciando una mesa interinstitucional “permanente” entre el Ministerio de Educación y la Procuraduría, enfocada en prevención, monitoreo y protocolos de actuación. Es un paso necesario. Pero debemos ser honestos: la República Dominicana está cansada de anuncios que no pasan de la rueda de prensa. La ciudadanía exige resultados medibles, responsables identificables y continuidad real. Lo que no se supervisa se pierde; lo que no se mide se diluye.
El problema de fondo excede cualquier mesa técnica. La Constitución es clara: el artículo 63, numeral 13, ordena como obligatoria en todas las escuelas —públicas y privadas— la formación social, cívica y ética, la enseñanza de la Constitución, los derechos fundamentales y la convivencia pacífica. La Ley 66‑97 insiste en principios como el respeto a la vida, la democracia, la solidaridad, la verdad y los valores que sostienen la dignidad humana. Sin embargo, entre la teoría legal y la práctica cotidiana hay un abismo que seguimos pagando con vidas jóvenes.
Hay, sin embargo, una señal alentadora: la Ordenanza 02‑2025 del Ministerio de Educación, que establece la implantación formal de la asignatura Educación Moral, Cívica y Ética Ciudadana en todos los niveles a partir del año escolar 2025‑2026. Es un avance importante, pero no será suficiente si no se acompaña de tres elementos indispensables: formación docente rigurosa, coherencia institucional y supervisión real. Una asignatura sin cultura institucional es como sembrar sin preparar la tierra.
En el Frente Cívico y Social entendemos que volver a educar el carácter implica recuperar la disciplina como virtud cívica, no como castigo. Disciplina significa dar estructura, sostener límites razonables y construir hábitos que fortalezcan la voluntad. Significa ser coherente —los adultos primero—, persistente —todos los días— y consistente —consecuencias claras, justas y previsibles—. La disciplina bien aplicada protege al alumno, dignifica la convivencia y devuelve a la escuela su papel como taller de ciudadanía.
Esta visión ha sido afirmada desde perspectivas distintas pero convergentes. Elena G. de White advirtió que la verdadera educación desarrolla la facultad de pensar y hacer, evitando que los jóvenes sean “simples reflectores del pensamiento de otros”. Y Camila Henríquez Ureña alertó contra reducir la educación a instrucción técnica, recordándonos que formar el ser es más decisivo que enseñar destrezas.
Hoy, en plena era de la inteligencia artificial, esta verdad es más urgente: la información se obtiene en segundos; el carácter se forma con esfuerzo cotidiano y con entornos que sostengan lo correcto cuando haya presión.
En medio de tanta preocupación, pude ver una señal de esperanza. Recientemente compartí con el personal docente y administrativo del Colegio Adventista Salvador Álvarez de Jababa, Moca: la escuela donde estudié de niño, fundada en 1925 y portadora de cien años de legado educativo y cristiano. Allí, en una actividad anual organizada por la familia Álvarez‑Piantini‑Schliemann, reafirmamos un compromiso: trabajar juntos para que este colegio rural se convierta en un referente nacional de educación integral y disciplina con propósito. En tiempos de crisis, los ejemplos valen más que los discursos.
Si queremos honrar a Noelvin y a Stephora, debemos transformar el duelo en acción verificable. Necesitamos un protocolo nacional obligatorio para excursiones escolares y actividades de riesgo, con auditoría anual y sanciones claras cuando se incumpla. Necesitamos indicadores públicos de convivencia —con estricta protección de identidad— y, más importante aún, que se publiquen de forma trimestral por distrito educativo: incidentes reportados, tiempos de respuesta, medidas aplicadas y avances en prevención. Y necesitamos la ejecución seria, no decorativa, de la formación moral y cívica, con acompañamiento docente, supervisión independiente y continuidad sostenida.
Porque una sociedad que educa el carácter reduce la violencia. Y una que renuncia a esa tarea termina llorando a sus hijos.
Despierta, RD!
Por Rommel Santos Diaz
Otro de los derechos accesorios al derecho a la participación es el derecho a la notificación. Una vez que las víctimas sean reconocidas como tales frente a la Corte Penal Internacional, en una situación o en un caso, directamente o a través de sus representantes legales, las víctimas tienen derecho a ser notificadas e informadas de los avances del procedimiento, de las decisiones de la Sala correspondiente, de las fechas de las audiencias, de la interposición de recursos por las partes , entre otras diligencias.
Tanto la publicidad de los procedimientos como la notificación a las víctimas son claves para garantizar que esta pueda ejercer su derecho a la participación.
Esta importancia es reconocida por algunas disposiciones que hacen expresa la necesidad de que las víctimas tengan conocimiento del estado de los procedimientos; por ejemplo la norma 87 establece la obligación explícita del Fiscal de notificar a las víctimas de acuerdo a la regla 50(1) y la regla 92(2). Igualmente, derivado del artículo 15 del Estatuto de Roma, la Secretaría podrá asistir en esta notificación si así es requerida por la Fiscalía.
Igualmente, existe la obligación de notificar y dar adecuada publicidad de las actuaciones por medios generales de acuerdo a las reglas 92(8) y 96(1).
Esta función se encuentra regulada en el Reglamento de la Secretaría de la Corte Penal Internacional en donde se reconoce la importancia de que esta información sea accesible a las víctimas para facilitar el ejercicio de sus derechos.
Finalmente es importante mencionar que los jueces al ser los garantes del debido proceso y el ejercicio de las víctimas, tienen la facultad de rechazar una solicitud de participación si consideran que en ella no se ha acreditado la calidad de víctima frente a la Corte Penal Internacional.
Sin embargo, las víctimas podrán presentar otra solicitud en una etapa ulterior de acuerdo a la regla 89(2).Finalmente las víctimas si así lo desean, podrán retirar su solicitud de participación en cualquier momento si así conviniere a sus intereses.
