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Opinión

Reinaldo y el abuso del Estado

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Por Juan Bolívar Díaz

Hay que expresar solidaridad con Reinaldo Pared Pérez, Carlos Amarante Baret y Manuel Crespo, tres de los once altos dirigentes que han pretendido la  candidatura presidencial de su Partido de la Libración Dominicana (PLD) y que se declaran heridos en su dignidad por una inaceptable desigualdad y abusos del Estado en la precampaña electoral. Especialmente porque involucran al presidente de la República, Danilo Medina, constitucional, legal y moralmente responsable de hacer prevalecer la equidad dentro y fuera de su partido. 

Merecen compasión Pared y Almarante, miembros del Comité Político del PLD, porque  fueron incentivados por el mandatario hace más de un año para que persiguieran la candidatura presidencial, bajo el compromiso de acatar su propio precepto constitucional de dos períodos presidenciales y “nunca más”, pero quedaron sin autonomía de vuelo cuando Medina se mantuvo  acariciando la posibilidad de burlar sus promesas y juramentos, para reformar la Constitución y prolongarse en el poder, hasta que tuvo que resignarse el 22 de julio pasado.

Una semana después su ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, lanzó su precandidatura y de inmediato ha sido proyectado como el delfín del mandatario, con evidentes muestras de aprovechamiento de  recursos públicos y desproporcionada inversión publicitaria, que supera al conjunto de los otros competidores.

Danilo Medina ni siquiera ha tenido el rubor de aceptarle la renuncia al cargo de ministro, más de un mes después, aunque sí lo hizo de inmediato y hace meses con otros, como Andrés Navarro, Francisco Domínguez Brito y Carlos Amarante, quienes declinaron sus cargos de ministros por razones éticas, legales y de equidad, para dedicarse a su promoción electoral.

Los indicios de aprovechamiento del Estado por parte del no relevado ministro de Obras Públicas son más que visibles, incluyendo la percepción de que su enorme despliegue de recursos está vinculado al cargo, al tráfico de influencia con contratistas y suplidores, al igual que con la mayoría de los alcaldes que le apoyaron tan pronto anunció su precandidatura, amarrados por el asfaltado de las vías públicas y otras gestiones ministeriales.

Carlos Amarante Baret, exministro de Educación y exministro de Interior y Policía. después de invertir decenas de millones de pesos, hasta ahora de origen desconocido, fue el primero en abandonar la competencia, aduciendo que “se ha generado una desigualdad que no estoy dispuesto a tolerar, pues se están utilizando influencias políticas desde sectores ligados al Estado, hasta el último minuto, sin pruritos”, agregando que “no estoy dispuesto a transar”.

Unos días después, es Reinaldo Pared, nada menos que el secretario general del PLD y presidente del Senado, quien se retira de la competencia, pagando un comunicado de página entera en todos los diarios, evidencia de su abundancia de recursos, donde denuncia que un nuevo actor, que no es otro que Gonzalo Castillo, ha montado su proyecto político “utilizando como plataforma uno de los ministerios más importantes del Estado”. Y agrega que en su campaña “se han violentado todas las normas de equidad y de justicia; se observa una clara intervención de una gran parte del gobierno, lo cual provoca un desequilibrio en el proceso que llevamos a cabo, que como a nosotros, afecta en lo más hondo nuestra dignidad”.

El tercero, Manuel Crespo, Miembro del Comité Central del PLD, no se ha retirado de la contienda, pero eleva un recurso ante la JCE ratificando los privilegios, desigualdad  y abusos del Estado, y fundándose en la Constitución y las leyes del régimen electoral, solicita la inhabilitación del precandidato Castillo, señalado como delfín del presidente.

Después de estas denuncias sobre abuso del Estado en la democracia debe esperarse que los opositores al PLD se levanten con la misma valentía y provoquen una crisis política de envergadura cuando en la próxima campaña para las elecciones municipales,  congresuales y presidenciales se produzca la irrupción del Estado, infinitamente superior como en los últimos procesos electorales, con todos los ministros y altos funcionarios en campaña, decenas de miles de activistas como empleados temporeros, todos los organismos del Estado pagando publicidad sobre sus “grandes realizaciones”, incremento del déficit fiscal y derroche de fondos públicos.

Mientras tanto debe esperarse que el presidente del Senado y secretario general del PLD, Reinaldo Pared Pérez, haya asimilado la ignominia, la inequidad y la iniquidad de abusar del poder en las campañas electorales, incluyendo los “barrilitos para programas sociales” que a él mismo le han aportado más de 150 millones de pesos del presupuesto nacional, con los que ha competido ventajosamente para mantenerse como senador desde el 2006.-

Hay que expresar solidaridad con Reinaldo Pared Pérez, Carlos Amarante Baret y Manuel Crespo, tres de los once altos dirigentes que han pretendido la  candidatura presidencial de su Partido de la Libración Dominicana (PLD) y que se declaran heridos en su dignidad por una inaceptable desigualdad y abusos del Estado en la precampaña electoral. Especialmente porque involucran al presidente de la República, Danilo Medina, constitucional, legal y moralmente responsable de hacer prevalecer la equidad dentro y fuera de su partido. 

Merecen compasión Pared y Almarante, miembros del Comité Político del PLD, porque  fueron incentivados por el mandatario hace más de un año para que persiguieran la candidatura presidencial, bajo el compromiso de acatar su propio precepto constitucional de dos períodos presidenciales y “nunca más”, pero quedaron sin autonomía de vuelo cuando Medina se mantuvo  acariciando la posibilidad de burlar sus promesas y juramentos, para reformar la Constitución y prolongarse en el poder, hasta que tuvo que resignarse el 22 de julio pasado.

Una semana después su ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, lanzó su precandidatura y de inmediato ha sido proyectado como el delfín del mandatario, con evidentes muestras de aprovechamiento de  recursos públicos y desproporcionada inversión publicitaria, que supera al conjunto de los otros competidores.

Danilo Medina ni siquiera ha tenido el rubor de aceptarle la renuncia al cargo de ministro, más de un mes después, aunque sí lo hizo de inmediato y hace meses con otros, como Andrés Navarro, Francisco Domínguez Brito y Carlos Amarante, quienes declinaron sus cargos de ministros por razones éticas, legales y de equidad, para dedicarse a su promoción electoral.

Los indicios de aprovechamiento del Estado por parte del no relevado ministro de Obras Públicas son más que visibles, incluyendo la percepción de que su enorme despliegue de recursos está vinculado al cargo, al tráfico de influencia con contratistas y suplidores, al igual que con la mayoría de los alcaldes que le apoyaron tan pronto anunció su precandidatura, amarrados por el asfaltado de las vías públicas y otras gestiones ministeriales.

Carlos Amarante Baret, exministro de Educación y exministro de Interior y Policía. después de invertir decenas de millones de pesos, hasta ahora de origen desconocido, fue el primero en abandonar la competencia, aduciendo que “se ha generado una desigualdad que no estoy dispuesto a tolerar, pues se están utilizando influencias políticas desde sectores ligados al Estado, hasta el último minuto, sin pruritos”, agregando que “no estoy dispuesto a transar”.

Unos días después, es Reinaldo Pared, nada menos que el secretario general del PLD y presidente del Senado, quien se retira de la competencia, pagando un comunicado de página entera en todos los diarios, evidencia de su abundancia de recursos, donde denuncia que un nuevo actor, que no es otro que Gonzalo Castillo, ha montado su proyecto político “utilizando como plataforma uno de los ministerios más importantes del Estado”. Y agrega que en su campaña “se han violentado todas las normas de equidad y de justicia; se observa una clara intervención de una gran parte del gobierno, lo cual provoca un desequilibrio en el proceso que llevamos a cabo, que como a nosotros, afecta en lo más hondo nuestra dignidad”.

El tercero, Manuel Crespo, Miembro del Comité Central del PLD, no se ha retirado de la contienda, pero eleva un recurso ante la JCE ratificando los privilegios, desigualdad  y abusos del Estado, y fundándose en la Constitución y las leyes del régimen electoral, solicita la inhabilitación del precandidato Castillo, señalado como delfín del presidente.

Después de estas denuncias sobre abuso del Estado en la democracia debe esperarse que los opositores al PLD se levanten con la misma valentía y provoquen una crisis política de envergadura cuando en la próxima campaña para las elecciones municipales,  congresuales y presidenciales se produzca la irrupción del Estado, infinitamente superior como en los últimos procesos electorales, con todos los ministros y altos funcionarios en campaña, decenas de miles de activistas como empleados temporeros, todos los organismos del Estado pagando publicidad sobre sus “grandes realizaciones”, incremento del déficit fiscal y derroche de fondos públicos.

Mientras tanto debe esperarse que el presidente del Senado y secretario general del PLD, Reinaldo Pared Pérez, haya asimilado la ignominia, la inequidad y la iniquidad de abusar del poder en las campañas electorales, incluyendo los “barrilitos para programas sociales” que a él mismo le han aportado más de 150 millones de pesos del presupuesto nacional, con los que ha competido ventajosamente para mantenerse como senador desde el 2006.-

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Opinión

Impugnación de la competencia  de la Corte Penal Internacional

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Por Rommel Santos Díaz

La Corte Penal Internacional se cerciorará de ser  competente  en todas las causas que le sean sometidas. La CPI podrá determinar de oficio la admisibilidad de una causa de conformidad con el artículo 17 del Estatuto de Roma.

De acuerdo  con el Estatuto de Roma podrán impugnar la admisibilidad de la causa, por uno de los motivos mencionados en el artículo 17, o impugnar la competencia de la Corte Penal Internacional:

  1. a)El acusado o la persona contra la cual se haya dictado una orden de detención o una orden de comparecencia con arreglo al artículo 58;
  2. b)Un Estado que tenga jurisdicción en la causa porque esta investigando o enjuiciando o lo ha hecho antes; o
  3. c)Un Estado  cuya aceptación se requiera de conformidad con el artículo 12.

El Fiscal podrá pedir a la Corte Penal Internacional que se pronuncie sobre una cuestión de competencia o de admisibilidad. En las actuaciones relativas a la competencia o la admisibilidad, podrán presentar asimismo observaciones a la Corte quienes hayan remitido la situación de conformidad con el artículo 13 del Estatuto de Roma y las víctimas

.

La admisibilidad de una causa o la competencia de la CPI sólo podrán ser impugnadas una sola vez por cualquiera de las personas o los Estados a que se hace referencia en el párrafo 2. La impugnación se hará antes del juicio o a su inicio.

En circunstancias excepcionales la Corte Penal Internacional podrá autorizar que la impugnación se haga más de una vez o en una fase ulterior del juicio. Las impugnaciones a la admisibilidad de una causa hechas al inicio del juicio, o posteriormente con la autorización de la Corte, sólo podrán fundarse en el párrafo 1 c) del artículo 17 del Estatuto de Roma.

Antes de la confirmación de los cargos, la impugnación de la admisibilidad de una causa o de la competencia de la CPI será asignada a la Sala de Cuestiones Preliminares. Después de confirmados los cargos, será asignada a la Sala de Primera Instancia. Las decisiones relativas a la competencia  o la admisibilidad podrán ser recurridas ante la Sala de Apelaciones de conformidad con el artículo 82 del Estatuto de Roma.

Hasta antes de que la Corte Penal Internacional se pronuncie, el Fiscal podrá pedirle autorización para:

  1. a)Practicar las indagaciones necesarias de la índole mencionadas en el  párrafo 6 del articulo 18 del Estatuto de Roma;
  2. b)Tomar declaración a un testigo o recibir su testimonio, o completar la recolección y el examen de las pruebas que hubiere iniciado antes de la impugnación; y
  3. c)Impedir, en cooperación con los Estados que corresponda, que eludan la acción de la justicia personas respecto de las cuales el Fiscal haya pedido ya una orden de detención en virtud del artículo 58 del Estatuto de la Corte.

La impugnación no afectará a la validez de ningún acto realizado por el Fiscal, ni de ninguna orden o mandamiento dictado por la CPI, antes de ella.

Si la CPI hubiere declarado inadmisible una causa de conformidad con el artículo 17 del Estatuto de Roma, el Fiscal podrá pedir que se revise esa decisión cuando se haya cerciorado cabalmente de que han aparecido nuevos hechos que invalidan los motivos por los cuales la causa había sido considerada inadmisible de conformidad con dicho artículo.

Finalmente, el Fiscal, si habida cuenta de las cuestiones a que se refiere el artículo 17 del Estatuto de Roma suspende una investigación, podrá pedir que el Estado de que se trate ponga a su disposición información sobre las actuaciones. A petición de ese Estado, dicha información será confidencial. El Fiscal, si decide posteriormente abrir una investigación, notificará su decisión al Estado cuyas actuaciones  hayan dado origen a la suspensión.

Rommelsantosdiaz@gmailcom

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Opinión

Ante un inveterado simulador

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Por Nelson Encarnación

Son muchos los dominicanos que no se reponen del shock que les provocaron las diversas manipulaciones y mentiras vertidas por el expresidente Danilo Medina durante su comparecencia de la semana pasada en un importante medio radial de nuestro país.

Cuando se anunció días antes que el líder del Partido de la Liberación Dominicana aparecería en un medio público, hubo la apreciación generalizada de que aprovecharía el alcance de este para al menos desvestir su alma y bajar al terreno de la humildad para pedir algún tipo de perdón—aun fuese en voz baja—por las muchas culpas que necesitan urgentemente su expiación.

Sin embargo, es evidente que Danilo está convencido de que todas sus actuaciones en el Gobierno estuvieron ajustadas a la decencia más absoluta, cuando la realidad apunta precisamente en otra dirección.

Para él, los expedientes que involucran a familiares y entorno político más estrecho, son simples majaderías urdidas para molestarle, o una manifestación de la llamada judicialización de la política o politización de la justicia, mediante la cual han sido quitados del camino potenciales competidores de la corriente predominante.

Con ese convencimiento resulta improbable que el expresidente se humanice y entienda que admitir los errores hace grandes a las personas, y que, por el contrario, encerrarse en una convicción pueril las reduce.

Hay más de una evidencia que Danilo fue advertido por cercanos acerca del comportamiento depredador de algunos de sus íntimos, pero obvió tomar las medidas aconsejables, para dejar campo abierto a la continuación de los desmanes, muchos de los cuales se han reflejado en los casos que actualmente se ventilan en justicia, y que él los atribuye a “persecución política”.

En el campo de la lucha propiamente política, Medina trata de convencernos de que su laborantismo encaminado a propiciar el escenario para una segunda reelección en 2020 es un espejismo o un invento de sus adversarios.

Eso de que no tenía votos para modificar la Constitución es un ardid y una expresión fehaciente de su condición de simulador, pues todos vivimos aquel trance que mantuvo en vilo a la nación hasta que la administración Trump—en una intromisión inaceptable, eso sí—le apeó del carro reeleccionista que pudo haberse descarrilado hacia una situación de manejo muy complejo.

Danilo podrá decir lo que quiera, pero la historia no se puede borrar.

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Opinión

Sobre Miriam, Berenice y Camacho

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Por Narciso Isa Conde

Una PGR manipulada por la EMBAJADA-EU, Leonel y Abinader y un Poder Judicial maleado y muy influido por el PLD, están descalificados para ponerle fin a la impunidad.

La que debe ser emplazada NO ES MIRIAM, es Yeni Berenice, acompañada de Camacho, el del PEPCA y ahora ascendido, ambos con fuertes vínculos con la Embajada, FBI, DEA…Leonel, Abinader…Ahora la PGR cae bajo control absoluto de esa tríada, vía los ascensos de Berenice y Camacho.

Miriam German ha sido víctima de su entorno, de un acorralamiento programado en medio de una gran soledad y de su propio institucionalismo (excesivo respeto a la separación de funciones dentro de la PGR). Además, la amenaza del cártel del Cibao y del tal J, fue manipulada para amarrarla más. Hicieron un gran bulto desde la DNCD y dejaron todo igual: el cartel sigue impune. Abinader, Cabrera-DNCD y la DEA dirigieron esa operación.

Berenice y el PEPCA han bloqueado muchos expedientes, incluso los presentados por nosotros. El caso de ANTENA LATINA es emblemático y yo lo entregué personalmente, y muchas veces demandé respuesta y nada. A esos encargados de investigar y perseguir los delitos, se le entregaron numerosas denuncias del Archivo Abierto de Marcha Verde y no hicieron nada: siguen abundando las vacas sagradas oligárquicas y transnacionales denunciadas; y estas abundan junto a la impunidad del leonelismo, de políticos ladrones y generales asesinos.

Una PGR manipulada por la EMBAJADA-EU, Leonel y Abinader y un Poder Judicial maleado y muy influido por el PLD, están descalificados para ponerle fin a la impunidad.

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