Opinión
Repatriación de haitianos por mecanización
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2 meses agoon
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LA REDACCIÓNPor Oscar López Reyes
¡Albricia!
¡Qué pena!
Superiorizando la rentabilidad económica particular, desdeñando la protección del territorio nacional y poniéndose de espaldas a la mecanización espoleada valerosamente por el Gobierno para disminuir la intervención laboral foránea, portavoces de la construcción y la agropecuaria están solicitando que regularicen a 115 mil vecinos geográficos, lo que recrudecerá la haitianización. La experiencia testifica que una amplia porción se traslada a otras actividades, como el transporte público, el motoconcho y la venta de frutas y cocos.
Con su muy pronunciada actitud de no querer hacer el más mínimo sacrificio pro-Nación, ni reemplazar la fuerza humana por equipos y herramientas automatizadas, empresarios agrícolas y de la construcción inducen a interpretar que están montando una resistencia tenaz a la iniciativa presidencial para disminuir la mano de obra extranjera bruta, barata e indocumentada. ¡La contratación de haitianos es imprescindible e insustituible!, encapsula como su invariable consigna.
En línea contraria ha marchado el Gobierno, facilitando recursos para la reconversión en aras de aumentar la producción y la competitividad, y eludir más quebrantamiento a las leyes migratorias y laborales. Con ese propósito, tres instituciones oficiales les está ofertando en créditos más de 10 mil millones de pesos. Pero los acomodados no escuchan el rechazo colectivo por la masiva presencia de esos nacionales, y para que la seguridad alimentaria no siga en manos de adversarios ocultos.
Sin argumentos excusativos, y como ejemplo de una nueva visión y buena disposición para el cambio, el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) ya ha mecanizado el 85% del corte de la caña que, en San Pedro de Macorís, procesa el Ingenio Porvenir, el único que regentea el Estado, lo que ha reducido la mano de obra haitiana. Repatrió a 250 trabajadores haitianos que zajaban los tallos en los juncos, y próximamente otros serán devueltos a su país, para completar el 100%.
No es una, sino que son tres las fuentes de financiamiento para ayudar, cual si fuera un bastón en su mendigo e infortunado derrotero, a los citados patronos a que incorporen novedosas técnicas en la producción, vía la mecanización:
1.- El 6 de noviembre de 2023, el presidente Luis Rodolfo Abinader Corona anunció, en la Semanal, el programa de mecanización de los sectores agrícola y construcción, con la disposición de 3,000 millones de pesos a través del Banco de Desarrollo y Exportaciones (Bandex). Y el 14 de mayo de 2025 esta institución reveló que había prestado la citada cantidad de pesos, incluidos estos dos sectores de la economía, con una tasa preferencial de 9.5% anual, y realzó que en el área del arroz se han registrado hasta 70% de reducción en el uso de mano de obra y una subida de 20% en la productividad.
2.- El 25 de marzo de 2025, el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) informó que tiene en reserva 60 millones de pesos para un novedoso proceso de mecanización de los cultivos en el campo, mediante la autogestión productiva.
3.- El 29 de mayo de 2025, el Banco Agrícola anunció una línea de crédito por más de 120 millones de dólares para la mecanización agrícola, especialmente para la compra de equipos tecnológicos.
Los constructores piden 87 mil “permisos” o regularización, indicando que están en el rango del 20% de la mano extranjera que establece el Código de Trabajo, en tanto que los agrícolas son más modestos: quieren 28 mil haitianos que, sumados a los 280 mil migrantes en la producción y cosecha de alimentos, serían 308 mil.
Por lo visto, la mecanización agrícola cumple por lo menos tres objetivos: 1) Achica la mano de obra, como ha ocurrido en la producción de arroz y en el Ingenio Porvenir, 2) Eficientiza el cultivo y la producción, menguando la pérdida de alimentos, y 3) Acorta las emisiones de gases de efecto invernadero.
Compilando, la República Dominicana está girando en un péndulo: seguir cerrando (mecanización y repatriación) o abrise (regularización o permisos), teniendo como telón de fondo un peligroso trance de múltiples vertientes (Haití), que se agudiza en cada soplo; y un flujo masivo humano hacia el territorio dominicano que se traduce en una sangría en los gastos del presupuesto nacional y un choque socio-cultural, que empeoraría con una eclosión de violencia.
Abrirse acarrea reconocer a personas sin tener documentos identificativos, o sea, sin saber de quién se trata. Sería contraproducente repetir el fracasado Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, en el cual el gobierno de Danilo Medina Sánchez auspició, pérfidamente, la Ley 169-2014, buscando sepultar la sentencia 168 del Tribunal Constitucional, que establece con claridad que sólo son dominicanos los nacidos en suelo nacional de padres dominicanos o residentes legales. En el 2015, ese mandatario tiró al zafacón más de dos mil millones de pesos, ya que de 288 mil 466 que se inscribieron para obtener el estatus migratorio legal, apenas calificaron 239.
Y cerrar implica continuar deshaitianizando a la República Dominicana. En los primeros cinco meses del 2025, el Gobierno del presidente Abinader Corona repatrió a 153 mil ilegales, fecundando sosiego en un alargado segmento poblacional. Si se le arrincona para soltar la válvula o llave, con la llegada o legitimación de indocumentados -un grupo ahora y otro más tarde- el suelo de la patria se calentará aún más.
En ese enfervorizar en el calenturón -rememorando a Antonio Duvergé, Juan Bautista Cambiaso, José María Imbert, Fernando Valerio y otros héroes de las batallas contra los haitianos, pedazos de esa tierra saltarían como la irrupción de un volcán y más adelante, en su devota crispación, coetáneos contemplarían de reojo a emprendedores y desarrollados con la imagen del Dios Mercurio, y en esas miradas furtivas y acusatorias tumbarían muros y ventanas, arados y espigas, fuentes bautismales, púlpitos y otros mobiliarios sagrados. Pluguiera a Dios que no tengamos que ducharnos en esa lluvia.
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El autor: Miembro de número del Instituto Duartiano.
Opinión
La Carta de las Naciones Unidas y los Juicios de Nuremberg y Tokio
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5 días agoon
noviembre 5, 2025Por Rommel Santos Díaz
El 24 de octubre de 1945 entró en vigor la Carta de Naciones Unidas, con lo que se estableció un sistema de seguridad colectiva. El párrafo 4 del artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas prohíbe ´´recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones unidas´´
.
La Carta de las Naciones Unidas permite el uso de la fuerza solamente con el propósito de legítima defensa individual o colectiva con la autorización del Consejo de Seguridad.
Sin embargo, la Carta de las Naciones Unidas insta al Consejo de Seguridad a responder a las amenazas a la paz, los quebrantamientos de la paz o actos de agresión. No obstante, no define al concepto de agresión ni la responsabilidad penal individual en los casos de agresión.
Las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial llevaron a cabo los juicios de Nuremberg (1945-1946) y Tokio (194666-1948) para enjuiciar a los responsables de crímenes contra la paz, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
En el Estatuto de Nuremberg se definen los crímenes contra la paz como ´´planificar, preparar, iniciar o librar guerras de agresión, o una guerra que constituya una violación de tratados, cuerdos o garantías internacionales, o participar en planes comunes o en una conspiración algunos de los objetivos anteriormente indicados´´.
No obstante, el Estatuto de Nuremberg no especifica con mayor detalle lo que se entiende por ´´agresión´´. Tras los juicios de Nuremberg y Tokio, la Asamblea General de las Naciones Unidas confirmó los principios de la Carta de Nuremberg y de la sentencia del Tribunal de Nuremberg en la Resolución 95.
Después de décadas de negociaciones, en diciembre de 1974 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 3314. El propósito de la definición de la agresión anexa a la Resolución era orientar al Consejo de Seguridad en su determinación de la existencia de un acto de agresión.
Cabe destacar, que la definición concierne al acto de agresión de Estado, no el acto de un individuo que pudiera conllevar la responsabilidad del Estado.
La definición del acto de agresión refleja básicamente la noción del uso legal de la fuerza contenida en el párrafo 4 del artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas y enumera ejemplos específicos de los actos de agresión, tales como la invasión o el ataque por las fuerzas armadas de un Estado al territorio de otro Estado incluida la ocupación militar relacionada con dicho ataque o invasión, el bombardeo de las fuerzas armadas del Estado contra el territorio de otro Estado.
Finalmente, las disposiciones fundamentales de la definición de crimen de agresión de 1974 (artículos 1 y 31) fueron incorporadas posteriormente a parte de la definición del crimen de agresión en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
Por Isaías Ramos
Juana se levanta cada día antes del amanecer en un barrio de La Vega.
Hervir agua y engañar al estómago de sus tres hijos se ha vuelto un ritual.
A veces el arroz no alcanza; otras veces, simplemente no hay nada.
José, en San Cristóbal, pasa el día entero en su motor buscando pasajeros, pero al final apenas le alcanza para el gas y un pan.
Doña Mercedes, jubilada de 68 años, cuenta los medicamentos que ya no puede comprar.
Esas tres vidas —y millones más— componen la estadística más cruel de la República Dominicana: “el 60 % de los dominicanos no tuvo dinero para comprar comida el último mes”, según la encuesta de CID Gallup.
Sesenta por ciento.
Esa cifra debería estremecer las conciencias, pero nuestra clase política parece incapaz de sentir.
Carece de simpatía moral, de empatía humana.
Mientras el pueblo sufre, ellos sonríen.
Mientras el hambre avanza, ellos viajan, posan y celebran.
Han convertido la política en un ejercicio de vanidad y mentira, donde el poder se usa para distraer, no para servir.
Esta semana, mientras el país real sobrevive a base de deudas y rezos, un grupo de funcionarios dominicanos celebraba en Madrid la llamada “Semana Dominicana en España”.
Entre luces, discursos y copas de vino, se habló de “una nación moderna, resiliente y llena de oportunidades”.
El ministro de Industria y Comercio describió al país como “una economía estable y competitiva”.
A miles de kilómetros, Juana seguía mirando su olla vacía.
Esa es la brecha que nos divide: “la República de los discursos y la República del hambre”.
Esta misma semana, el Banco de Reservas anunció que su feria automotriz rompió récords con “más de 8,600 millones de pesos en financiamientos”.
Un logro, dicen.
Pero, ¿de qué sirve ese “crecimiento” en un país donde la mayoría no puede costear la comida?
Nos quieren convencer de que el progreso se mide en autos nuevos, cuando la realidad es que el pueblo se endeuda para sobrevivir.
Y como si el cinismo no tuviera límites, Leonel Fernández, el mismo que en 1996 inició el abandono del campo con su modelo neoliberal, ahora pretende posar de defensor de los productores agrícolas.
Durante su gobierno se desmanteló la soberanía alimentaria, se marginó al campo y se sustituyó la producción nacional por dependencia externa.
Hoy, con su neolenguaje habitual, vuelve a vender ilusiones, como si el pueblo hubiese olvidado quién abrió la puerta a esta crisis.
Mientras ellos gastan millones en propaganda, viajes y banquetes, el pueblo hace milagros para sobrevivir.
Los recursos que malgastan en vanidad deberían servir para matar el hambre del pueblo, pero no lo harán.
Porque no están dispuestos a sacrificar la avaricia ni el lujo en que viven.
Han demostrado que no gobiernan por amor al país, sino por adicción al poder.
Desde el Frente Cívico y Social (FCS) advertimos al pueblo:
no sigamos siendo indiferentes ante esta ruta que nos conduce al precipicio.
Negar al pueblo su derecho a una vida digna es un acto de opresión y perversidad.
Empujarlo al hambre, a la enfermedad y a la muerte es un asesinato efectivo del alma nacional.
Promocionar sectores como zonas francas y turismo —que poco aportan al fisco y explotan la mano de obra sin garantizar ni siquiera el valor de la canasta básica— no es propio de un Estado social de derecho: es propio de un Estado de opresión.
Si hoy callamos, mañana viviremos de rodillas ante los mismos que nos han traicionado una y otra vez.
Pero si despertamos, si el pueblo recobra la memoria y la dignidad, podremos reconstruir una patria donde nadie tenga que hervir agua para engañar al hambre.
En el FCS trabajamos cada día concientizando y organizando los núcleos cívicos en todo el territorio nacional.
Sabemos que solo el empoderamiento del pueblo hará posible cumplir nuestra Constitución y recuperar el verdadero Estado Social y Democrático de Derecho.
Recuperar nuestros campos y apoyar la producción local no es una simple idea: es un deber nacional y una obligación moral del Estado.
Sesenta por ciento.
Esa es la cifra de la vergüenza.
Pero también puede ser el punto de partida de nuestra redención.
Porque el hambre no se tapa con discursos: se combate con justicia.
Y la patria no se vende, se defiende con pan, con verdad y con dignidad.
¡Despierta, RD!
Opinión
Libros de periodista dominicano son acogidos en universidades de EE.UU., Europa y Asia
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5 días agoon
noviembre 5, 2025Por Oscar López Reyes
NUEVA YORK.- Libros sobre comunicación, Barahona, biografía, literatura, superación y trágicos, publicados por el periodista y escritor dominicano Oscar López Reyes, han sido colocados en anaqueles y catalogados en bibliotecas de las principales universidades de Estados Unidos, así como de Canadá, Alemania, Londres y Taiwán, que los han adquirido por cuenta propia para ponerlos a disposición de sus estudiantes, profesores e investigadores.
Además de los formatos físicos, obras del actual director de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Dominicana OyM están siendo incluidas en WorldCat, el catálogo bibliográfico en línea de acceso público más grande a nivel global, que representa un reconocimiento significativo y aumenta la visibilidad y accesibilidad de sus producciones para investigadores, académicos y bibliotecas del universo.
Libros del profesor López Reyes, que suman 23, han sido colocados en bibliotecas de las universidades norteamericanas Harvard, Yale, Columbia, Princeton, City College de la Ciudad de Nueva York (Cuny), Cambridge, Michigan State, Illinois, Carolina, Brighman Young Provo, Arizona, California, Florida, Chicago, Massachusetts Amherst, Texas, Connectitucut, Motre Dame du Lac, Georgia, Georgetown, Pittsburgh, Cornell, Duke, Wisconsin, Madison, Kansas, Tulane y Puerto Rico.
También, por el Grupo de la Universidad de Toronto (Canadá), la Universidad de Londres, el Instituto Ibero-Americano de Patrimonio Cultural Prusiana de Berlín (Alemania) y la Universidad Wenzao Ursuline de Idiomas (Taiwán), así como por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, la más grande del mundo con sede en Washington, y Biblioteca Pública de Nueva York, situada en la Quinta avenida con calle 42, otra de la más nutrida del planeta.
Las obras físicas del expresidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y la Asociación Dominicana de Escuelas de Comunicación Social (AdecomRD) fueron adquiridas por las bibliotecas universitarias en Ferias de Libros y en librerías de República Dominicana, y el levantamiento bibliográfico citado fue hecho por el Instituto de Estudios Dominicanos de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (Cuny).
Las obras colocadas en las bibliotecas de los centros de estudios universitarios citados son Poblada y Matanza (1984): tres días de protestas y otros relatos; Crímenes contra la prensa: atentados y censuras en República Dominicana 1844-2007; Casandra Damirón: vida y canto, y No estaba en el avión: crónica sobre la caída del vuelo 587.
Igualmente, Biobibliografía de la Comunicación: Inventarios de Investigaciones Dominicanas 1888-2006; El Otro Periodismo, el de Provincias; Historia del Desarrollo de Barahona; Narración e Interpretación; Historia de los Medios de Comunicación Social de Barahona y Tesoros de Barahona: Educación, Religión y Deporte, que representan un compromiso con la promoción del conocimiento y la cultura dominicana.
Los otros libros publicados por López Reyes son El Miedo Escénico: ¿Qué es y cómo superarlo?, Relaciones Públicas: saber decir. Conceptos y programas para la acción; La Ética en el periodismo (los cinco factores que interactúan en la deontología profesional), El Periodismo en 6 Dimensiones, Comunicación global: Teorías, Usos y Poder, El Periodista: Titulación y ejercicio, Los oligopolios en la Comunicación y Narcisazo: ¿Homicidio o suicidio? -Las dos caras de una ausencia misteriosa- y Persevere y Triunfe. Relato de un viacrucis gremial.
Asimismo, el actual presidente de la Asociación Dominicana de Profesionales de Relaciones Públicas (Asodoprep) ha escrito y editado los libros Estragos de la Infidelidad. Una Novela Recostada en un Asesinato Espantoso, Soplos sin Chimeneas. Cuentos divertidos y poemas verdes; Venas de Secretos Abiertas (poemas) y Brujas en el Jardín (cuentos).
También es co-autor de libros-memorias, como Diversidad tecnológica y comunicación. Una mirada a nuestra América, Universidad Iberoamericana, México; V Congreso de Sexualidad Humana Mujer y Sida, Instituto Apec de Educación Sexual (INSAPEC), Comunicación al Servicio de la Promoción Humana, II Feria de la Comunicación; Antología Concurso de Poesía 1984, Casa de Teatro, y El Libro Blanco del Periodismo Dominicano, Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE).
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2 de noviembre de 2025.
