Un acuerdo extrajudicial le ofreció al periodista estadounidense que acepte los cargos y una pena de dos años de libertad condicional, pero Adam Mueller se niega a aceptarlo porque «no puedo ir en contra de mis principios» y «reconocer mis acciones como erróneas o ilegales».
Una organización humanitaria ha documentado unos mil casos de brutalidad policial en Estados Unidos. (Foto: Archivo)
Un periodista estadounidense, creador de un portal que difunde información sobre abusos cometidos por agentes del orden que no aparecen en los medios de comunicación, podría enfrentarse a 21 años de prisión por publicar las conversaciones con un policía y empleados de una escuela mientras investigaba un caso en el estado de New Hampshire, Estados Unidos.
La prensa internacional informó que Adam Mueller está en espera de un juicio tras ser acusado de tres cargos de espionaje telefónico y de publicarlos sin permiso. De ser declarado culpable, podría ser condenado a siete años de cárcel por cada uno de los delitos.
El comunicador fue acusado tras publicar un reportaje donde denuncia un incidente ocurrido en un instituto de New Hampshire en 2011, cuando Frak W. Harrington, un joven de 17 años de edad, fue arrestado por mala conducta.
Según los medios, Mueller recibió unas imágenes de video en las que se observa a un policía agrediendo al adolescente. El periodista decidió continuar con la investigación por su cuenta, por lo que entrevistó a un alto cargo de la Policía, al director del instituto y a una secretaria.
Algunas partes de las entrevistas telefónicas fueron utilizadas por Mueller en un video reportaje que publicó en su sitio web: www.copblock.org.
La prensa explicó que como parte de un acuerdo extrajudicial, al periodista se le ha ofrecido que acepte una pena de dos años de libertad condicional. Sin embargo, Mueller se niega rotundamente a aceptar dicha sentencia.
«Así es como veo la oferta: se trataría de un gran acuerdo si realmente creyese que lo que había hecho estaba mal», expresó el periodista en un sitio web.
«En primer lugar, no puedo ir en contra de mis principios y firmar un acuerdo que dice que yo reconozco mis acciones como erróneas o ilegales. En segundo lugar, yo no soy un hipócrita” y “en tercer lugar, estoy seguro de que puedo demostrar ante un jurado, con hechos y lógica, que no debería ser encarcelado por mis acciones. ¡Que comience el circo!», manifestó.
Organizaciones de Derechos Humanos publicaron recientemente los abusos por parte de uniformados en 14 ciudades de Estados Unidos. Vidas Robadas, un proyecto conjunto del Gremio Nacional de Abogados y la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, ha documentado mil casos de asesinatos policiales en la nación norteamericana.
«La brutalidad policial en Estados Unidos es extensa, persistente y sistemática», aseguran las organizaciones humanitarias.