Nueva York. “Algo está pasando”, con esas palabras premonitorias nos asaltó un joven dominicano, corte de pelo a lo “in”, pantalón moda a medio caer, “tshirt” negro con el rostro de Romeo Santos impreso en letra dorada, y aferrado a la mano de una joven piel canela, pelo rizado y autoproclamándose la “esposa” del intérprete bachatero que minutos después escribiría una nueva página en la historia musical latinoaméricana.
Ella, según sus palabras es “romeista”, él, fanático de la bachata, se confesó admirador de Romeo, porque “mi novia lo adora”- aseguró. Y así de surrealista fue lo vivido las noches de viernes y sábado en el Yankee Stadium, donde el intérprete bachatero de origen dominicano convocó alrededor de 100 mil fanáticos en dos días y siete horas de pura bachata moderna.
Y a eso se refería el joven que se identificó oriundo de la barriada de Los Minas, sorprendentemente dos noches históricas para la música dominicana, en la que The King of Bachata, como también se conoce a Romeo Santos, reiteró su supremacía como líder indiscutible de la música latina, implantando un récord que todavía sorprende a los principales dirigentes de la casa de Los Mulos del Bronx. Por eso lo de “algo está pasando”.
“Inocente”, tema con el que Santos permanece en los primeros lugares de los principales listados de éxitos musicales en la radio del mundo, marcó el inicio de las noches de viernes y sábado pasados en las que dejó establecido que es el máximo exponente de este género musical dominicano que desde el pasado fin de semana ocupa una página importante en el libro de récords del Yankee Stadium.
“Me siento orgulloso de ser latino, me siento orgulloso de ser boricua, me siento orgulloso de ser dominicano”, fueron las primeras palabras expresadas el viernes por el intérprete de “La Diabla”, con las cuales provocó la histeria colectiva de los fanáticos de distintas edades que se dieron cita en el primero de los dos conciertos pautados aquí.
Dirigiendo una excelente banda de músicos Romeo interpretó un repertorio basado en los éxitos de su primera producción discográfica en solitario junto a los más recientes, hasta ofrecer, la noche del viernes, un “old school” de su paso por el grupo Aventura, integrado por “No lo perdona Dios”, “Amor de madre”, “Hermanita”, “Alexandra”, “Novelita 1?, “Un chichí” y “La boda”, mientras las cinco pantallas centrales hacían un recorrido gráfico del cuarteto que revolucionó la bachata.
Pero el sábado, al interpretar este popurrí la historia cambió, una de las sorpresas de más impacto sin duda fue la presencia de sus ex compañeros en la revolucionaria agrupación: Lenny, Heny y Mikey, cuya aparición en escena mantuvo al público de pies y convirtiendo este “reencuentro” en el clímax de esta segunda entrega. La noche anterior Tego Calderón fue el primer invitado, quien con “Trust”, tema incluído en el nuevo álbum de Romeo “Fórmula Vol. 2?” que da nombre al tour, paró de sus asientos a los miles de fanáticos que hicieron sentir emocionado al Abayarde, como se conoce el reguetonero boricua.
“Tengo que decir que este señor (Tego) fue el artista que me hizo fans del reguetón”, con estas palabras el bachatero abrió la puerta al repertorio de Calderón, quien entregó tres de sus populares canciones: “Pa’ que te lo goces”, “El abayarde” y “Dominicana”. Romeo Santos, conocedor del embrujo que despierta en las féminas, ofrece show que está cargado de insinuaciones, loas a la mujer y provocaciones que las motivan a lanzar toda suerte de frases y “piropos” subidos de tono al cantante y compositor, hijo de padre dominicano y madre boricua.
“Amigo”, “Por un segundo”, “Loco”, “Mi corazoncito”, “Cancioncitas de amor”, “Su veneno”,”Odio”, “Mi santa”, “Promise”, “Eres mía” y otras, forman parte del repertorio hasta que llegó a uno de los momentos más altos del concierto cuando, la noche del sábado, comenzó a sonar “Debate de 4?, tema en el que Romeo Santos se atrevió a reunir a los veteranos Luis Vargas, Anthony Santos y Raulín Rodríguez, éste último ausente “porque está enfermito”, lo excusó Romeo, pero Luis Vargas aprovechó para lanzar a los cuatro vientos “eso es lo que él siempre dice, ahora tiene la chicungunya”, provocando la risa de todos.
Tras el tema Romeo explicó que su papá en la bachata es Anthony Santos y su tío Luis Vargas. “Estos bachateros fueron los que me enseñaron a querer la bachata, por ellos me hice bachatero y esta noche quiero que nos remontemos a ese tiempo cuando yo los escuchaba” y allí se armó el verdadero debate con el medley de bachata clásica (La mesa del rincón, Pégame tu vicio, La traicionera, Dónde estará, Loco de amor, Corazón culpable, Ceniza fría, Linda y difícil, Veneno, Por mi timidez, El dolor y Voy pa’ llá).
Y cuando se pensaba que este sería el momento cumbre del “Tour Fórmula Vol. 2?, el merengue típico se dejó sentir y Romeo dio paso a otra de las sorpresas de la noche cuando al sonido de “Vamo’ hablar inglés”, hizo su entrada al escenario Fefita la Grande y desde entonces aquella masa humana se puso de pies para tributar aplausos y vítores a una de las más importantes intérpretes de la música de “campo adentro”.