Baní, provincia Peravia.-Los viajes de indocumentados hacia México, con fines de ingresar a Estados Unidos, que organiza la red de trata de personas en esta demarcación sureña no tienen pausa, pues al día siguiente de la tragedia de Chiapas pasó otro furgón repleto de ilegales con el mismo destino.
Así lo contó a Listín Diario el padre de un joven, de 27 años, que está en México hace unos 15 días. El señor cuyo nombre es ficticio para preservar su identidad, fue entrevistado en medio del duelo que vive la provincia Peravia, ya que 8 de los diez muertos, identificados por sus familiares son banilejos.
Había llegado a México, vía Guatemala, tres días antes del vuelco del furgón que dejó al menos 56 muertes y casi igual número de víctimas entre heridos y desaparecidos.
“Ahora ya solo estamos esperando que lo crucen a Estado Unidos”, cuenta Don César, quien espera que su hijo logre “el sueño americano”.
El susto
Dijo que cuando escuchó del accidente del furgón en México “tiré un brinco hacia arriba con el corazón en la boca y dije ¡carajo mi muchacho!”.
Agregó que la misma noche jueves día 9 de diciembre, cuando ocurrió el accidente llamó al teléfono de su hijo “y gracias a Dios me dijo que él no iba en ese furgón, que él estaba en otro grupo y estaba bien”.
Don César intentó irse en yola 3 veces también
“Me volvió el alma al cuerpo”, dice este padre al respirar hondo, quien también había intentado por tres ocasiones irse en yola a Puerto Rico, hace un par de años, y las tres veces la embarcación naufragó en aguas marítimas en las costas dominicanas.
“La última vez casi me ahogo, suerte que yo sé nadar y pude llegar a la orilla, ya casi desfallecido, pero “cinco de mis compañeros de yola no tuvieron la misma suerte yo”, dice con gran pesar.
Su hijo había pasado por el lugar del accidente
Al día siguiente de la tragedia el furgón que traslada ese grupo, el hijo de Don César pasó justo por el mismo lugar del accidente, donde todavía, asegura, se veían los escombros y el movimiento de lo que pasó en el sitio la noche antes.
La misma ruta para todos
Dijo que en el grupo que salió su hijo desde Republica Dominicana fue en un vuelo comercial hasta Panamá, de ahí a Guatemala y luego a México, antesala destino final que es Estados Unidos-
Ya en México los alojan en una finca, en la que permanecen entre tres y cuatro días (a veces se toman un poco más), donde permanecen incomunicados y “ningún familiar sabe de ellos”, hasta que los sacan de ahí y empiezan a rodar por las rutas que los colocan en la frontera México -Norteamérica.
Otros 100 en ruta con el mismo costo
En este otro tráiler iban unas 100 personas, le contó el joven a su padre, de los cuales 37 son dominicanos y de estos unos diez son de Baní. Todos ya en México esperando turno para ir Estados Unidos.
Este grupo de dominicanos, al igual que los anteriores está pagando sobre los 20 mil dólares y tienen dos formas de pago; una es los que pagan aquí por esfuerzo propio y de familiares que venden e hipotecan todo lo pueden para reunir el monto establecido y la otra es vía un familiar o algún amigo que asume el costo total en dólares y hacen sus amarres desde aquel país con los cabezas de la red a quienes le pagan de forma directa.
Como siempre, este padre tampoco pudo contestar la pregunta del siglo ¿quiénes son los organizadores de este viaje? No sé porque fue un primo que le cubrió todo el costo del viaje desde por allá.