Estaciones del metro de Atenas vacías ante paro de trabajadores del transporte público. (Foto: EFE)
Los empleados de los medios de transporte de Atenas, capital de Grecia, realizan una huelga de 24 horas en protesta contra los planes de reducción de sus salarios y el aumento de las tarifas del servicio público. Los principales sindicatos del país han convocado a un paro general para octubre próximo.
El presidente del sindicato de metro, Andonis Stamatópulos, manifestó a una radio local que el aumento de las tarifas del transporte público «es la mayor exigencia de los empleados en estos momentos».
«Si (Kostis) Jatzidakis (ministro de Transporte) promete reducir el precio del billete a 1 euro (1,29 dólares) nosotros cesaremos inmediatamente nuestro movimiento», aseguró el líder sindical.
Tras una subida del 40 por ciento en 2010, el boleto del metro cuesta actualmente 1,40 euros (1,81 dólares). El Gobierno del conservador Andonis Samarás prevé aplicar un nuevo incremento del 25 por ciento a partir de marzo de 2013.
Andonis Stamatópulos también hizo referencia al descontento de los empleados por el salario que actualmente es de 900 euros mensuales (mil 164 dólares).
Los médicos de los hospitales públicos también decidieron paralizarse este jueves para reinvindicar el pago de las horas extras ya trabajadas en los últimos meses, y en protesta por los nuevos recortes previstos por el Gobierno de Samarás.
Los jueces por su parte no trabajaran hasta este viernes y los empleados en los puertos efectúan un paro de mediodía para protestar contra la privatización de los servicios portuarios.
Por su parte, los empleados de las oficinas de cobro de impuesto han convocado a una huelga para este viernes con el objetivo de manifestar su rechazo a los ajustes económicos, mientras los sindicatos de los sectores público y privado han llamado a un paro general de 24 horas para el próximo 26 de septiembre.
La jornada de huelgas en Grecia coincide con las negociaciones en el seno del Gobierno heleno y de éste con la troika de acreedores externos (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) para cerrar un nuevo ajuste por 11 mil 500 millones de euros (14 mil 879 millones de dólares) con el objetivo de «rescatar» a la nación de su crisis económica.
Según el compromiso inicial, Atenas tiene que finalizar los recortes de gastos en los próximos dos años y de cumplir con esta exigencia de Europa el país recibirá el siguiente tramo de crédito por el orden de 33 mil 500 millones de euros (casi 44 mil millones de dólares), del plan de rescate de 130 mil millones de euros (170 mil 500 millones de dólares).
Antonis Samaras reiteró el pasado lunes su solicitud a la llamada troika a extender a cuatro años el plazo otorgado a su país para cumplir el pago de la deuda y la implementación de las nuevas medidas de ajustes. Sin embargo, los principales representantes de la troika han afirmado que podrían otorgar a Grecia sólo “unas semanas más” para cumplir con los términos de su «rescate» internacional, pero «no más dinero».