Conecta con nosotros

Análisis Noticiosos

Ultraderecha aspira a ganar las siete elecciones presidenciales en Latinoamérica

Published

on

Por Efe

Este año y el próximo buscarán entrar en los palacios presidenciales de Bolivia, Honduras Chile, Costa Rica, Colombia, Perú y Brasil con planes de gobierno que repudien a la «derecha blanda», a la que acusan de pretener «gestionar lo que la izquierda construyó», evitar el conflicto y no ofrecer resistencia.

Los miembros del Foro Madrid, una alianza internacional de partidos, líderes y organizaciones conservadoras y de derecha y ultraderecha de España e Iberoamérica, manifestaron hoy que su objetivo es ganar las siete elecciones generales previstas en la región para este año y el que viene, según proclamaron en la clausura del encuentro celebrado ayer y hoy en Asunción.

Los participantes en el IV Encuentro Regional del Foro Madrid, que fue ianugurado este jueves por el presidente paraguayo, Santiago Peña, aseguraron que las opciones conservadoras y ultraconservadoras tienen una gran oportunidad de ganar las elecciones que tendrán lugar de aquí a finales de 2026.

«Por primera vez en muchas décadas existe una posibilidad real de abrir una nueva era de libertad y prosperidad con la derrota del socialismo en la región y en todo Occidente», dijo la coordinadora de proyectos de Foro Madrid, Edmaly Maucó, al leer la declaración aprobada al final de la cita celebrada este jueves y viernes en Asunción.

Este año habrá elecciones generales en agosto en Bolivia, y en Honduras y Chile en noviembre, mientras que en 2026 se celebrarán comicios en Costa Rica, Colombia, Perú y Brasil.

Según la declaración final del encuentro, los países de la región han sufrido «en carne propia los estragos» de gobiernos de izquierda, y «han comprendido que el socialismo corrompe las sociedades, destruye la economía, arrasa con las libertades».

«Desde Asunción enviamos a toda la región y al mundo un mensaje de optimismo y esperanza: el triunfo de las libertades, la democracia y el Estado de derecho en Iberoamérica es posible y está al alcance de todos nuestros pueblos», señala el texto.

Santiago Abascal y el presidente de Paraguay

El Foro Madrid es promovido por la Fundación Disenso, el laboratorio de ideas del partido español de ultraderecha Vox, cuyo líder, Santiago Abascal, participó ayer jueves en la inauguración de la reunión, junto con el presidente de Paraguay, Santiago Peña.

El director de Foro Madrid, Eduardo Cader, afirmó este viernes que las fuerzas de derecha pueden volver al poder a menos que, según él, «la izquierda recurra al fraude» o las inhabilitaciones de las candidaturas adversarias.

«Cada elección será una batalla, y cada victoria requerirá coraje, estrategia y, sobre todo, unidad», enfatizó.

Cader cargó contra la que llamó «derecha blanda», a la que atribuyó la pretensión de «gestionar lo que la izquierda construyó», evitar el conflicto y no ofrecer resistencia.

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Análisis Noticiosos

Un nuevo atlas expande el debate de la justicia climática y social en la Amazonia brasileña

Published

on

São Paulo.-A menos de cinco meses de la Cumbre de Cambio Climático de Naciones Unidas (COP30), el aumento del crimen organizado y la destrucción ambiental corroe el frágil ecosistema de la Amazonia brasileña. La degradación forestal en esta densa región del país sudamericano ha llegado, en lo que va de año, a los 33.807 kilómetros cuadrados, un aumento del 482% en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando el área degradada fue de 5.805 kilómetros cuadrados, según indican los datos del sistema de alerta de deforestación de la ONG Imazon. Esto ocurre a pesar de la caída de la deforestación en todos los biomas del país.

En este contexto, explicar la frenética realidad que compone a una región tan diversa se vuelve esencial. Y eso es lo que ha intentado hacer la Fundación Heinrich Böll, que reunió a 58 autoras y autores amazónicos de diferentes perfiles y vivencias para producir el recién publicado Atlas de la Amazonia Brasileña. Se trata de una compilación inédita de 32 artículos que buscan desmoronar arquetipos sobre esta parte de la mayor selva tropical del planeta, que aborda los desafíos, saberes y las oportunidades que encapsula.

Río Tefe, en el Amazonas, Brasil, el 23 de octubre de 2024.

“Existen muchos estereotipos y prejuicios formados sobre esta región, y por eso mismo el Atlas es un material riquísimo y valioso”, dice Angela Mendes, destacada ambientalista brasileña. “La Amazonia es un bioma de gran extensión y complejidad, además de tener una gigantesca importancia ecosistémica, pero las amenazas, las violencias y la degradación de sus ecosistemas son proporcionales a su grandeza”.

Para Mendes, más que un registro, se trata de una poderosa herramienta para los movimientos sociales en un año de gran importancia para el liderazgo ambiental de Brasil. “El Atlas puede ser una excelente y fidedigna fuente para la implementación o consolidación de políticas públicas para esta región que tiene los peores IDH (índices de desarrollo humano) del país”, afirma.

Aunque el 75% de la población de la Amazonia brasileña es urbana, la mirada de comunidades que la componen es profundamente diversa y su relación con la naturaleza está especialmente conectada con la conservación de la misma.

El protagonismo del debate, sin embargo, se centra desde hace décadas lejos de quienes vive en la región. Para Aiala Colares Couto, geógrafo e investigador de la Universidad de Pará, que también hizo parte de la coordinación del proyecto, el Atlas busca cambiar este foco, poniendo el debate en las manos de quienes piensan la región, garantizando “que sus voces fueran escuchadas a partir de sus experiencias en la defensa de la región o como observadores de los desafíos que enfrenta la Amazonia”.

Puerto de Leticia, en el Amazonas, Colombia, el 13 de diciembre del 2024.

El proyecto aborda una amplia gama de materias, como los conflictos por la tierra, la necesidad de regulación territorial, cuestiones ambientales, violencia en la región y crimen organizado. Son, dice Couto, “temas centrales para pensar en alternativas económicas basadas en modelos de desarrollo sostenible”. Además, “presenta discusiones sobre agroecología, saberes ancestrales y la importancia de los conocimientos indígenas y quilombolas en la preservación del bosque y la biodiversidad”. El experto considera que el Atlas es “una especie de manual que describe los enfrentamientos cotidianos de las poblaciones locales, pero también señala caminos para la construcción de un modelo justo, equilibrado y sostenible”.

Para la Fundación Heinrich Böll, uno de los datos más preocupantes en los últimos años fue el récord de deforestación entre 2019 y 2022, durante el Gobierno del expresidente Jair Bolsonaro. También señalan el crecimiento del 90% de la minería ilegal en áreas protegidas y tierras indígenas, y el aumento del 1.020% del número de personas con registro de armas en la Amazonia Occidental.

La crisis climática, la lucha de las comunidades y la violencia contra ambientalistas son otras preocupaciones constantes para los autores, que incluyen a 19 indígenas, cinco quilombolas y dos ribereños. El Atlas también tiene artículos que muestran, según Couto, modelos exitosos basados en la agroecología, el trabajo colectivo, la preservación de la biodiversidad y el respeto a la naturaleza.

La representación de personas de comunidades que tradicionalmente han sido apartadas del debate sobre sus propias vidas en la Amazonia tendrá un gran peso en la COP30, que se celebrará en Belém de Pará, mientras Brasil busca protagonismo climático en un complejo contexto.

elpais.com

Continue Reading

Análisis Noticiosos

América Latina frente a la inteligencia artificial: ¿motor de productividad o generadora de desigualdad?

Published

on

Las nuevas tecnologías prometen aumentar la productividad y transformar millones de empleos en América Latina, pero la región aún enfrenta barreras estructurales. Un reciente informe del Banco Mundial para la región advierte: el impacto ya es real, y el costo de no actuar podría ser alto

Contento pero escéptico. Así se siente Alfredo Sasso, empresario del sector inmobiliario en Costa Rica, ante el avance de las herramientas de inteligencia artificial generativa en el día a día de su inmobiliaria, ubicada en la ciudad de San José. “Este es un negocio muy difícil de automatizar”, precisa ante la consulta, y enfatiza en la importancia que el cliente le da a la atención personal y humana de quien le asiste en la operación. “Eso no lo puede reemplazar ninguna máquina”, sentencia.

Estas dudas contrastan con la adopción de la inteligencia artificial generativa (GenAI), como ChatGPT, Copilot o Gemini, entre muchas otras plataformas que se extienden con rapidez en el continente. Un reciente informe del Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo destaca que hasta un 14% de los empleos podrían volverse más productivos cambiando las reglas de juego para miles de empresas, como la de Alfredo. De hecho, Costa Rica, junto con República Dominicana, México y Colombia, se posiciona como uno de los países de la región con mayores oportunidades económicas al introducir estas tecnologías.

Sasso equilibra su incredulidad inicial con algunas ayudas que ya utiliza para promocionar su negocio: “Tareas como las descripciones de los hogares antes demoraban 15 minutos y ahora lo hago en segundos”. Para él, el ahorro de tiempo es “considerable”, aunque enfatiza en la necesidad del control y la revisión humana para cualquier material generado por la IA.

Pawel Gmyrek, Hernan Winkler y Santiago Garganta, los tres autores del estudio, señalan que los trabajadores asalariados y autónomos —como peluqueros, vendedores, arquitectos y también agentes inmobiliarios— son algunos de los que tienen más probabilidades de beneficiarse del impacto de la GenAI.

La transformación de las actividades, como las que menciona Sasso, se enfrenta con desafíos persistentes que desde hace tiempo lastran el crecimiento económico de América Latina y el Caribe. Por ejemplo, los autores señalan que hasta la mitad de los trabajos que podrían ser más productivos gracias a la GenAI —alrededor de 17 millones de empleos— se ven obstaculizados por brechas en el acceso digital y la infraestructura. Esto significa que millones de personas podrían quedar fuera de los beneficios de esta revolución tecnológica, no por falta de capacidad, sino por falta de infraestructura básica.

“El impacto final de estas herramientas dependerá de múltiples variables difíciles de pronosticar, como por ejemplo el ritmo de adopción de la IA y el desarrollo de habilidades complementarias a esta tecnología”, precisa Hernan Winkler, economista sénior del Banco Mundial y uno de los expertos a cargo del reporte. Este especialista insiste en la relación directa entre la solidez del mercado laboral y el combate contra la pobreza y la reducción de la desigualdad, pese a lo prematuro de los debates.

América Latina, claramente, no está sola frente a este avance tecnológico. Las herramientas digitales como GenAI son cruciales para generar nuevas oportunidades económicas y mejorar servicios como la educación y la salud en todo el mundo. Su avance a un ritmo nunca antes visto hace que el costo de no actuar crezca cada día. Para la región, esta puede ser una llave que desbloquee todo su potencial tras décadas de bajo crecimiento económico.

¿Delegar o automatizar?

Aunque la inteligencia artificial podría ser una vía crucial para aumentar la productividad en los mercados emergentes, también podría agravar las brechas existentes entre los trabajadores. Pese a la progresiva acumulación de capital humano, las economías locales no han logrado avanzar en materia de productividad, quedando rezagadas frente a otras regiones.

Entre el 26 % y el 38 % de los empleos en América Latina y el Caribe podría verse expuesto a la GenAI, señala el informe, lo que pone más presión al mercado laboral. En particular, entre el 2 % al 5 % de los trabajos corren el riesgo de ser automatizados por completo. Los servicios de banca, finanzas y seguros, seguidos por la administración pública, son algunos de los sectores con mayor exposición a la automatización.

No se trata solo de simulaciones teóricas, sino que son procesos que ya están impactando en las firmas de la región. Lo sabe bien Darío Romero Vázquez, un joven ingeniero mexicano: “Ciertas tareas se han vuelto más fáciles: ya no tienes que buscar cómo hacer ciertas tareas, sino que la tecnología las realiza por sí sola”. Esto da lugar, asegura, a que los empleados se enfoquen más en cuestiones de estrategia y de negocios. “Esto no significa que vas a trabajar menos, sino que se triplica la carga en el día a día con cada vez más tareas”, afirma.

Este tipo de beneficios está limitado a ciertos sectores: solo entre el 7% y el 14% de los trabajadores de la región pueden beneficiarse del uso de la GenAI delegando tareas en esta tecnología.

Para Romero Vázquez, que trabaja desde hace tres años en instituciones financieras de primer nivel, el uso de estas tecnologías tendrá sin dudas un impacto en el mercado laboral. “Las empresas de tecnología grandes ya están recortando su plantilla a la espera de recibir beneficios del uso de la GenIA”, subraya. Las consecuencias de los nuevos estándares lo sufrirán más quienes menos experiencia tienen: “Los requisitos para un puesto junior (con menor experiencia) han aumentado: ahora se espera que sepas más antes de incorporarte”, comenta este ingeniero. Esta posibilidad puede amenazar la caída del desempleo juvenil, que se ha reducido en un 5% desde 2016 en la región.

Además, la automatización puede agigantar más las desigualdades de género. Si bien las mujeres latinoamericanas se adjudicaron el 54% de los nuevos trabajos creados en los últimos nueve años, las diferencias de sueldos se mantienen y, en promedio, ellas ganan un 22 % menos que sus contrapartes masculinas.

“Una proporción significativa de los empleos en riesgo de ser reemplazados por la IA corresponde a trabajos administrativos: precisamente uno de los sectores que impulsó el avance de las mujeres en el mercado laboral durante las últimas décadas, pero que ahora enfrenta una grave amenaza de automatización”, agrega Winkler.

La inteligencia artificial no es un destino inevitable, sino una herramienta que puede ampliar o reducir desigualdades. En América Latina, el desafío no es solo tecnológico, sino profundamente humano: decidir para qué, para quién y cómo se usa esta transformación. ¿Cómo prepararse, entonces? La receta no es nueva, y las mismas herramientas de GenAI responden con claridad: se necesita de una apuesta por la educación, el desarrollo económico y una red de protección social que acompañe la transformación.

elpais.com

Continue Reading

Análisis Noticiosos

Empieza una temporada de huracanes más activa que el promedio y con la amenaza de los recortes de Estados Unidos

Published

on

A los despidos en la NOAA, se suma la suspensión de varios programas de USAID dirigidos a la gestión del riesgo de desastres

Bogotá.-La temporada de huracanes en al Atlántico acaba de empezar cuando el sinsabor que dejaron tormentas como Milton, Beryl o Helene en 2024 aún no se ha ido. Con un pronóstico de entre 13 y 19 tormentas tropicales, de las cuales entre seis y diez se pueden convertir en huracanes, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos ha dicho que, a pesar de esperar una temporada menos activa que la del año pasado, lo que viene en 2025 sigue por encima del promedio normal.

Monitorear huracanes con una NOAA minimizada

Las cifras no son claras, pero lo cierto es que la NOAA, encargada de hacer investigación y monitoreo de las tormentas a lo largo de todo el continente, ha sido víctima del tijeretazo de Trump. Medios como la BBC reportan despidos de casi 800 trabajadores, mientras que expertos cercanos al sector han escuchado que a uno de cada cinco trabajadores les han terminado su contrato.

Esto, asegura Mario Salgado, oficial para Conocimiento del Riesgo de la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Riegos de Desastres (UNDRR) de las Américas y el Caribe, se podría traducir en menos datos y de menor calidad. “Es un trabajo que se hace con casi 120 radares Doppler, 16 satélites ambientales y lo que se conoce como cazadores de huracanes”, recuerda. Y, aunque hasta el momento no hay cómo saber si todo este sistema se está viendo golpeado, las señales serán evidentes cuando se rastree la primera tormenta de 2025.

“Hasta ese momento, podremos medir qué tan grande es el impacto”, agrega el doctor Rafael Méndez Tejeda, profesor de la Universidad de Puerto Rico en Carolina y miembro del Comité de Cambio Climático del Gobierno de la isla. “No hay que olvidar que la NOAA está dentro del Departamento de Comercio de Estados Unidos porque, precisamente, los pronósticos sirven para informar las decisiones de los cruceros, de los buques petroleros, de los aviones”. Así que, si el cambio climático no le preocupa a Trump, quizá sí lo haga el comercio.

Michael McAlister recoge datos meteorológicos en el Centro de Operaciones de Aeronaves de la NOAA, el 6 de mayo en Lakeland, Florida.

Prepararse sin USAID

Si una posible falta de información inquieta, el desasosiego es aún mayor sobre cómo se vivirá la primera temporada de huracanes tras la pausa de las ayudas de USAID a lo largo de América Latina y el Caribe. Cálculos realizados por el Centro del Desarrollo Global (CGD) a partir de los últimos documentos compartidos por el Congreso en marzo, estiman que 265.038.208 dólares fueron cortados para la preparación ante catástrofes a nivel mundial.

“USAID ha sido una fuente muy confiable de financiamiento para diferentes actividades de reducción, preparación y respuesta de desastres”, insiste Salgado. “En la región, una de las iniciativas que se ha visto altamente afectada es la de sistemas de alerta temprana para todas las personas que, es, además, una iniciativa encomendada por el secretario General de las Naciones Unidas”. Un aviso de 24 horas, recuerda, puede reducir las pérdidas económicas y de subsistencia en hasta un 30%.

Toda esa cadena, desde la alerta temprana hasta poder recuperarse tras un huracán, se ha tambaleado en la región. Saber hasta qué punto es difícil por la poca transparencia del Gobierno de Estados Unidos, pero hay casos específicos. La periodista de ciencia Justine Calma reveló en The Verge que el Programa Regional de Asistencia en Casos de Desastre (RDAP) que USAID financiaba desde 1989 fue terminado en América Latina y el Caribe. Este incluía actividades como realizar simulacros, comprar insumos para los refugios de evacuación o garantizar acceso a recursos para personas en condición de discapacidad.

Pescadores jalan un bote dañado por el paso del huracán Beryl, en Barbados, el 1 de julio de 2024.

En una carta pública, la Red Mundial de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Reducción del Riesgo de Catástrofes (GNDR) también denunció que un proyecto dirigido a Honduras, Colombia y Guatemala para aumentar la resiliencia de las comunidades en riesgo de catástrofes, incluyendo las relacionadas con el cambio climático, fue cancelado.

Desde Honduras, Juan José Reyes, jefe del Sistema de Alerta Temprana, confirma ambas cosas: que no se ha “percibido una baja en la información técnica de la NOAA” hasta el momento y que la ausencia de USAID sí ha limitado ciertas acciones de gestión del riesgo. En el valle de Sula, en concreto, se hacían ejercicios de alerta temprana de inundaciones junto a la agencia estadunidense. De todas formas, Reyes prefiere quedarse con un parte de esperanza. “Se va a cubrir el hueco”, dice, comentando que hay otros cooperantes, como Alemania e Irlanda, que ya los apoyan.

La sensación es similar en el Caribe. La semana pasada, ante la temporada de huracanes, Elizabeth Riley, directora de la Agencia Caribeña para el Manejo de Emergencias por Desastres (CDEMA), explicó que los recortes de USAID no han perjudicado a la agencia directamente, ya que no recibe financiación de Estados Unidos. Sin embargo, confirmó que los países bajo esta sombrilla, incluyendo los 15 miembros de la Comunidad del Caribe, Caricom, han visto algunos frentes desprotegidos con la suspensión de los programas de asistencia.

Otros Estados, sin embargo, ya están llenando un rompecabezas que veían desmoronarse. CDEMA y el Reino Unido, por ejemplo, firmaron un memorando para garantizar el apoyo financiero para la respuesta rápida ante emergencias como las que se podrían dar con las venideras tormentas. Cada país miembro puede recibir hasta 375.000 dólares de apoyo por esta alianza.

La temporada de huracanes será una de las primeras pruebas de realidad para medir el nuevo orden mundial que quiere instaurar Trump. “Personalmente, creo que lo que vamos a ver no es una falta de información, sino una privatización de esta”, lanza con cierto miedo Salgado. Los datos científicos, del clima, de los huracanes, se necesitan para los seguros y para los bonos catastróficos que emiten los países para cubrir los riesgos soberanos. “Nadie se puede dar el lujo de desaparecer esa información, pero la duda es si su acceso seguirá siendo gratis”, se pregunta. Como concluye Tejeda, ahora mismo “se puede dar un pronóstico del tiempo, pero no un pronóstico de Trump”.

elpais.com

Continue Reading

Edificio La República: Restauración No. 138, cuarta planta, Santiago, República Dominicana. Teléfono: 809-247-3606. Fax: 809-581-0030.
www.larepublicaonline.com  / Email: periodico@larepublicaonline.com
Copyright © 2021 Blue National Group