Conecta con nosotros

Opinión

Un nuevo concepto de proletariado

Published

on

Por Narciso Isa conde

Hoy voy a teorizar un poco, acompañado de un camarada y amigo muy apreciado, Jorge Beinstein*, sobre unos de los temas cruciales para las izquierdas anticapitalistas y las fuerzas transformadoras de esto tiempos.

Debo recordar que desde hace unas tres décadas vengo insistiendo en la necesidad de reformular a escala internacional, y muy particularmente en nuestra América, lo del sujeto social de las transformaciones revolucionarias en estas sociedades y a la luz de los cambios acaecidos el interior del sistema capitalista-imperialista mundial.

Este idea, compartida en aquellos tiempo con otro gran camarada, Kiva Maidanik** -un historiador y latinoamericanista soviético excepcionalmente anti-dogmático (ya fallecido)- la entendí mucho más imperiosa de abordar y enriquecer al compás de las restructuraciones económicas, sociales y culturales impuestas por la estrategia global neo-conservadora o neoliberal impuesta por las cúpulas del capital transnacional y sus grandes potencias, y en el marco de las mutaciones del capitalismo imperialista a modalidades mucho más parasitarias, especulativas, saqueadoras, excluyentes, militarizadas y destructivas.

En el herético  Partido Comunista Dominicano-PCD, y luego en la Fuerza de la Revolución-FR, hicimos enormes esfuerzos para desarrollar esas ideas, siempre con un significativo nivel de resistencia generada por la visión tradicional enraizada en el “disco duro” de no pocos cuadros y militantes forjados bajo interpretaciones dogmáticas del marxismo, del leninismo y del trotskismo euro-céntricos y de las derivadas maoístas en el contexto de los capitalismos e imperialismos entonces vigentes.

En el inicio y despliegue, primero de la crisis estructural del capitalismo de finales del siglo XX, con su consiguiente recetario neoliberal, y luego en el marco del impacto de la caótica y progresiva decadencia de la civilización capitalista generada por esa voraz impronta de las elites capitalistas en lo que va del siglo XXI, este tema exige más que antes respuestas conceptuales urgentes en vista de las impetuosas y reiteradas resistencias relativamente espontaneas de un gran abanico social a las atrocidades generadas por el afán de sobrevivencia y perpetuidad caótica del gran capital; siempre a contracorriente de los intereses de la humanidad y de la vida planetaria, apuntando a la conformación de ese nuevo concepto de proletariado y exigiendo nuevas definiciones sobre el rol de la organización y la conciencia transformadora en el curso de sus combates .

  • ¡ATENCIÓN A JORGE BEINSTEIN!

Jorge Beinstein nos habla en estos términos de este problema crucial:

“ Necesitamos ahora un concepto de proletariado que identifique al sujeto potencial del proceso de superación del capitalismo en su etapa decadente y globalizada donde el parasitismo es el centro del proceso de reproducción (la etapa de la hegemonía industrial y productiva en general ha quedado enterrada en el pasado), donde dicha reproducción despliega fuerzas destructivas que amenazan a la existencia humana (el capitalismo del siglo XXI entendido como sistema de autodestrucción a escala planetaria). Ya a mediados de los años 1980 Ernest Mandel pronosticaba la nueva disyuntiva sucesora de la formulación realizada por Rosa Luxemburgo a comienzos del siglo XX, “el dilema ya no es – señalaba Mandel- socialismo o barbarie sino socialismo o muerte.

“Dicho concepto debe servir para señalar a la masa social universal que para sobrevivir, para superar la acumulación de desastres en curso necesita destruir al capitalismo, a la que la dinámica del sistema empuja a convertirse en negadora absoluta de la civilización burguesa o en caso contrario pasar a ser una masa multiforme, gelatinosa de subhumanos.

“Se trata de un espacio plural abarcando a diversas categorías sociales: obreros industriales, trabajadores de la agricultura y el comercio, pequeños campesinos, artesanos, pequeños comerciantes, microempresarios industriales, etc., a pobres e indigentes en general como por ejemplo la población de aproximadamente mil millones de personas clasificada por la OIT como la que sobrevivía en 2012 con un ingreso de 1,90 dólares diarios o menos (medido a paridad de poder adquisitivo – PPA- del año 2011), a la que es necesario agregar la franja siguiente sobreviviendo con un techo de 3,10 dólares diarios medido de igual manera.”

“Evidentemente el concepto de proletariado no cubre a la totalidad de los asalariados ya que es necesario excluir a los asalariados de clase alta y media-alta como los gerentes de bancos, de empresas de diverso tipo, técnicos de alto nivel, altos funcionarios del Estado, etc. que tanto en los países centrales como en los periféricos integran el área de las elites dominantes y sus círculos de servidores privilegiados.”

Quedan entonces excluidas diversas capas de asalariados y deben ser incluidas otras de no asalariados. A estos cortes según niveles de ingresos y localización en el sistema se agregan numerosas especificidades regionales, nacionales y locales, étnicas, etc. Se trata entonces de la “masa sufriente“ que señalaba el joven Marx pero en la condiciones del siglo XXI y que comienza a pensar en la medida en que pelea por su dignidad, desde su lugar concreto, desde sus herencias e innovaciones culturales, buscando afirmar su identidad solo posible si se embarca en la tarea de destrucción del infierno capitalista.”

“ Masa sufriente-pensante que puede ser potenciada en su proceso auto-emancipador con el ingreso a sus filas de la masa pensante que sufre, se rebela contra la injusticia, masa pensante-sufriente que se humaniza realmente a condición de no reivindicar la letra del discurso demagógico democrático del sistema para contraponerlo con su práctica siniestra (“desgarramiento” inútil) sino que rechaza de manera absoluta a esa alternativa civilizatoria buscando destruirla mediante la lucha revolucionaria, fusionándose con la autopráxis liberadora del proletariado. Dialogar y combatir, todo al mismo tiempo.”

“De todos modos no existe una frontera prolija, perfectamente delimitada entre el proletariado y el resto, aparecen más bien fronteras borrosas que van siendo atravesadas de manera desordenada al ritmo de la decadencia sistémica por estratos superiores que se empobrecen. Esto ocurre hoy en los países centrales pero también en los periféricos donde las clases medias son acorraladas por los programas de ajuste.”

“La insurgencia global se presenta entonces como una posibilidad concreta derivada de la necesidad de sobrevivir al desastre en curso y de la existencia del sujeto proletario. El comunismo renovado, desprovisto de sus viejas trabas castradoras constituye el horizonte pos-capitalista accesible recorriendo los caminos de las transiciones socialistas: revolución de la pluralidad creadora, conquista de la libertad, desborde multicultural de miles de millones de seres humanos destruyendo la cárceles del capitalismo.” (¿Por qué socialismo? -Libro publicado en Venezuela y Euskal Herria con ensayos de Iñaki Gil de San Vicente, Jorge Beinstein y Chris Gilbert  Y Albert Einstein por las editoriales Trinchera y Botxe/2016).

  • EN EL PATIO CRIOLLO HAY SEÑALES DE QUE POR AHÍ ANDAN LAS COSAS.

Nuestro país -pequeño eslabón de un sistema en el que se gesta y expande ese sujeto social, o amalgama de sujetos sociales con potencialidad revolucionaria- no deja de ser un mini-laboratorio de esa realidad global que precisa de nuevas conceptualizaciones con sus especificidades en este territorio colonizado y constantemente recolonizado por el poder transnacional del capitalismo-imperialismo de estos tiempos.

Aquí, en los procesos de indignación-movilización de las últimos años, no han sido extrañas las confluencias de la “masa sufriente pensante” y la “masa pensante que sufre”, de la diversidad popular y sectores de capas medias que combinan asalariados/as industriales, agrícolas, de empresas de servicios públicos y privados, semi-proletarios,  sin trabajo, chiriperos, trabajadores por cuenta propia, pequeños  empresarios, profesionistas, jóvenes y mujeres del pueblo, excluidos/as sociales por causas diversas, poblaciones directamente afectadas por la degradación o amenaza de degradación ambiental, sectores sociales diversos asqueados por la gansterización del Estado y por las elites capitalistas, y empresarios medios ahogados por la usura y la ofensiva neoliberal.

Algo que ha tenido singulares, aunque variadas, expresiones en las luchas medio-ambientales, en los movimientos anti-corrupción y en diversas modalidades protestas sociales (Mina de Blanco en Bonao, Cementera de los Haitises, FALCONDO, BARRICK GOLD…Loma Miranda-Parque Nacional, 4% para la educación, paros territoriales, cadenas humanas, Justicia Global…) y que ahora convergen con el reclamo común del fin de la impunidad y variadas demandas negadas por el poder constituido en el espectacular torrente de MARCHA VERDE, donde ese nuevo sujeto social-popular y otros que concurren o coinciden temporalmente conforman un nueva fase de indignación-movilización de una gran parte del pueblo dominicano.

Esto indica que la transformación posible depende de la conciencia y organización que progresivamente alcance ese conglomerado en ascenso, y muy especialmente el bloque popular que integran “la masa sufriente pensante” acompañada de “la masa pensante que sufre”, junto a las redes de activistas y militantes anticapitalistas llamados/as a jugar, a partir de la asunción de todas las liberaciones enfrentadas al sistema de dominación, un rol significativo que articule pensamiento transformador y acción capaz de desbordar las murallas o cárceles del sistema.

Esto siempre impregnado del desafío de la rebelión global de los/as excluidos/as oprimidos/as, discriminados/as y echados/as a menos… en un mundo bajo el mando de un poder elitista altamente parasitario y destructivo.

Tal tema resulta, pues, un reto insoslayable para los marxistas-revolucionarios que seguimos considerando al socialismo científico -junto a todo lo nuevo que lo enriquece y complementa- como teoría matriz imprescindible para conocer el mundo actual, articular todas las rebeldías anti-sistema y transformarlo en una dirección  que le permita a la humanidad liberarse de esas lacras y sobrevivir dignamente. ¡Que seguimos comprometido a renovarlo, enriquecerlo y desarrollarlo como guía para la acción subversiva y creadora!

*JORGE BEINSTEIN: economista argentino, investigador, experto en prospectiva, militante marxista revolucionario.

**Kiva Maidanik, miembro de la Academia de Ciencias de la URSS, estudioso de la guerra civil española, del proceso latino-caribeño y la revolución china

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Opinión

La Misma Falsa en Todos los Escenarios.

Published

on

Por José Cabral

Por doquier se escucha la misma queja de que la sociedad dominicana ha desarrollado una cultura del engaño y el fraude.

Este problema tiene necesariamente que generar mucha preocupación y angustia, porque lo que ocurre nadie se atreve a negar que es una amenaza latente en contra de todos y cada uno de los dominicanos.

El país está atrapado por los cuatro puntos cardinales, cuyas consecuencias impactan a los de abajo, los del medio y los de arriba social y económicamente hablando.

Y esto hay que traerlo a colación porque si vamos a los tribunales en busca de justicia es el mismo escenario de la negación de derechos y justificación y estimulación de lo mal hecho.

No importa el circulo en que uno se mueva, el lenguaje es el mismo, la justificación de lo injustificable.

Es una cultura que no es fácil de erradicar, ya que los principales promotores del robo, el fraude e incluso de los asesinatos porque estimulan la vía de hecho, son los tribunales penales.

Son escenarios con un nivel de solemnidad que engañan al más inteligente y bonito, como el debate presidencial, cuyos participantes y aspirantes a dirigir el país, quienes  debían estar presos en vez de aparecer por televisión para justificar sus aspiraciones, son los mejores exponentes de la «decencia nacional».

Es “cogío# que estamos, no parece haber escapatorias porque esas conductas los primeros en legitimarlas y justificarlas son los propios ciudadanos, los votantes, los perjudicados con unas acciones que dañan toda la nación.

La verdad que no se ve clara la salida a esta situación que genera una gran incertidumbre, ya que es muy poco lo que sirve.

Haga una reflexión y escoja el escenario que le parezca y comprobará que cualquiera se llena de pesimismo si es que usted ama el aspecto humano de la vida, de lo contrario tal vez no se alarme.

Continue Reading

Opinión

Es hora de frenar el monstruo…

Published

on

Por Isaías Ramos

El 14 de enero de este año, nuestra nación fue víctima de una de las peores ignominias que puede sufrir nuestra frágil democracia: la ruptura de nuestra Carta Magna. Con la promulgación de la Ley 1-24, que pretende instaurar la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), se busca intimidar a la población y consolidar una tiranía que creíamos superada hace más de seis décadas.

Esta ley desafía abiertamente la Constitución que nos rige. Según el artículo 261, el sistema de inteligencia debe estar subordinado a instituciones independientes, como las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, asegurando así su supervisión y alineación con el interés nacional. No obstante, el artículo 8 de la Ley 1-24 coloca la DNI directamente bajo el presidente, otorgándole un poder ilimitado que es tanto peligroso como inestable.

La historia nos ofrece lecciones claras sobre los peligros de un poder sin restricciones. Tácito, el historiador romano, advirtió: «El poder nunca es estable cuando es ilimitado». Este poder concentrado en una sola figura no solo va en contra de nuestras leyes fundamentales, sino que es una receta para el abuso y la corrupción.

Esta ley se levanta como un monstruo de múltiples cabezas que, de no ser detenido, destruirá los cimientos de esta débil democracia, llevándose consigo nuestra libertad y nuestros derechos más preciados: nuestra dignidad.

La implementación de esta ley podría llevarnos por un camino oscuro, similar al sufrido por ciudadanos en países como Nicaragua, Venezuela y Cuba, donde los servicios de inteligencia se han utilizado como herramientas para reprimir la disidencia y mantener a los líderes autoritarios en el poder.

La historia reciente de la activista de derechos humanos Rocío San Miguel, detenida arbitrariamente, y de algunos dirigentes de la líder opositora María Corina Machado en un país bajo un régimen con leyes similares, nos sirve como un presagio sombrío de lo que podría suceder aquí. Sus experiencias de miedo, represión y violencia son un claro recordatorio de lo que está en juego.

Es imperativo que reconsideremos esta legislación y evaluemos sus impactos potenciales no solo en nuestra seguridad, sino en nuestra libertad.

El Frente Cívico y Social (FCS) comprende profundamente estas consecuencias y, por eso, instamos a la población a tomar una postura firme. Si esta ley no es derogada o modificada para alinearse con nuestros principios constitucionales antes de las elecciones del 19 de mayo, llamamos a la ciudadanía a abstenerse de votar o emitir un voto nulo. Esta acción de desobediencia civil no es solo un derecho, sino un deber cívico.

El sistema actual nos desmoraliza, nos lleva a vivir en un estado de desestabilización y crisis, causando miedo y terror que nos quitan el poder de razonar y pensar en lo verdaderamente importante.

De continuar indiferentes ante este enorme desafío, visualizamos un futuro donde el miedo y la represión se convertirán en la norma, y donde las libertades que tanto costaron conquistar serán solo un recuerdo lejano. Frente a este escenario, debemos recordar que aún tenemos la oportunidad de redirigir el rumbo de nuestra nación.

Defender nuestra libertad es ahora. No podemos permitir que las sombras de un pasado autoritario oscurezcan nuestro presente y nuestro futuro. Alcémonos con valor y compromiso, preparados para actuar y proteger lo que más valoramos. Solo así podremos superar las adversidades y fortalecer los pilares de nuestra democracia.

En el FCS estamos muy claros de que el futuro está en nuestras manos, y el momento de actuar es ahora. No esperemos más para defender nuestro sistema democrático y asegurar un mañana más prometedor y justo para todos. ¡Despierta, RD!

Continue Reading

Opinión

La condena de cadena perpetua  impuesta por la Corte Penal Internacional

Published

on

Por Rommel Santos Díaz

El artículo 77 del Estatuto de Roma faculta a la CPI para imponer la condena de cadena perpetua, pero solo en aquellos casos en que se justifique debido a la extrema gravedad  del crimen y las circunstancias individuales del condenado.

De otra manera, la pena máxima para los delitos del Estatuto de Roma es de 30 años  de prisión. Algunas constituciones prohíben la cadena perpetua  o el término de 30 años de prisión  por considerar que estas penas  no prevén una oportunidad  para la rehabilitación, o que no son proporcionales  con la naturaleza del crimen.

Sería difícil argumentar que los largos periodos de prisión son desproporcionados  respecto a la mayoría de los crímenes de la competencia de la CPI, particularmente cuando la cadena perpetua  debe ser justificada  por la ̈extrema gravedad  del crimen ̈. Tal condena solo se impondrá a aquellos que tengan el más alto nivel de responsabilidad  en la comisión de los mas graves  crímenes, tales como  el genocidio.

Adicionalmente, el Estatuto de Roma prevé la posibilidad de la rehabilitación. Según el artículo 110, la Corte deberá  revisar todas las condenas de prisión cuando el recluso  haya cumplido las dos terceras partes  de la pena o 25 años de prisión en caso de cadena perpetua para determinar si esta puede reducirse.

En el punto anterior la CPI  considera estos aspectos como si la persona hubiese asistido  a la Corte con la localización de cualquier bien objeto de una multa, decomiso u órdenes de reparación que pudiesen beneficiar a la víctima.

La CPI también podrá tomar en consideración  ¨otros factores indicados en las Reglas de Procedimientos y Prueba, que permitan determinar un cambio en las circunstancias suficientemente claro  e importante como para justificar la reducción de la pena¨

Por consiguiente una cadena perpetua  podría reducirse  a 25 años de prisión en algunos casos. Si la CPI decide no reducir la sentencia de la persona después de la primera revisión, volverá a examinar la cuestión con la periodicidad y con arreglo  a los criterios indicados en las Reglas de Procedimientos y Prueba.

Durante las negociaciones sobre las penas de la CPI, muchos Estados estuvieron a favor de la aplicación de la pena de muerte en los casos extremos. El numero de Estados con pena de muerte  es poco menor que el de aquellos que no tienen pena de muerte.

No existe la oportunidad  para rehabilitación alguna cuando se impone la pena de muerte. Por ende la cadena perpetua con la posibilidad de reducirla a 25 años, es un compromiso  razonable entre la pena de muerte y la prisión máxima de 30 años.

Los Estados deberán recordar que el artículo 80 del Estatuto de Roma expresamente establece que el Estatuto no afecta la aplicación por parte de los Estados de aquellas penas prescritas por su propio derecho interno , ni afecta la ley de aquellos Estados  que no impongan las penas prescritas en el Estatuto de Roma.

Los Estados Partes no deben imponer las mismas penas por los mismos delitos en su jurisdicción, ni deberán aplicar las condenas de prisión  a no ser que voluntariamente lo quieran hacer. En este caso, los Estados podrán también especificar las condiciones bajo las cuales  aceptarían a las personas condenadas, inclusive la condición de no aplicar la cadena perpetua.

Por consiguiente, los Estados Partes que cuenten con las disposiciones constitucionales que prohíban la imposición de la cadena perpetua  solo necesitaran permitir la excepción de entregar a la persona a la CPI, pese a que tal persona pueda ser condenada a cadena perpetua.

Los Estados Partes del Estatuto de Roma deberán entregar a la persona acusada a la CPI cuando ésta así lo solicite, aún si existe la posibilidad de que dicha persona sea condenada a cadena perpetua.

En el caso de muchos Estados, la potestad de la CPI para imponer la cadena perpetua no necesitará la aplicación de medidas legislativas particulares. Sin embargo, en algunos Estados la constitución explícitamente prohíbe la extradición de una persona a un Estado  donde se aplica esta pena , o que declara la cadena perpetua como un castigo cruel. Estos Estados cuentan con dos opciones:

  1. a)Establecer claramente, en la norma que implemente el Estatuto, la distinción entre la extradición de una persona a otro Estado y la  entrega de una persona a la Corte Penal Internacional.

Algunos Estados podrán realizar esta distinción en su legislación, lo cual les permitiría entregar personas a la CPI aunque existan una restricción  a la ¨extradicion¨de personas a tribunales que impongan la pena de cadena perpetua. Esto les permitiría mantenerla prohibición de extraditar una persona a un tribunal extranjero, sin interferir con la habilidad de cooperar plenamente con la CPI.

  1. b)La reforma a la Constitución podría ser mínima, dirigida solo a la introducción de una excepción al principio. Podría especificarse que la cadena perpetua impuesta por la CPI de conformidad con el Estatuto de Roma para algunos de los crímenes allí enumerados no viola la Constitución.

Debería también mencionarse  que el Estado puede entregar a la persona acusada a la CPI a pesar de que exista la posibilidad de la cadena perpetua. La enmienda constitucional  podría también mencionar que la CPI puede reducir la condena  después de 25 años, existiendo así la posibilidad de la rehabilitación.

Finalmente, la ventaja de una  reforma constitucional que elimina cualquier posibilidad de un conflicto normativo, garantiza que los tribunales nacionales dicten sus fallos de conformidad con sus obligaciones legales establecidas en el Estatuto de Roma.

Rommelsntosdiaz@gmail.com

Continue Reading

Edificio La República: Restauración No. 138, cuarta planta, Santiago, República Dominicana. Teléfono: 809-247-3606. Fax: 809-581-0030.
www.larepublicaonline.com  / Email: periodico@larepublicaonline.com
Copyright © 2021 Blue National Group