El presidente de la República Dominicana creó mediante decreto una comisión para investigar la adjudicación y licitación de la Planta Santa Catalina, la cual está afectada de una serie de cuestionamientos que van desde su presupuesto hasta los supuestos sobornos pagados por la companía beneficiaria.
La Comisión que acaba de rendir su informe sostiene que no hubo ninguna irregularidad en la adjudicación de la obra, cuya empresa beneficiaria fue el Consorcio Estrella, en cuyo consejo de dirección figuraba como vocal, monseñor Agripino Núñez Collado, quien preside la misma.
La Comisión creada por el decreto también incluía como uno de sus miembros al señor César Sánchez, quien acaba de ser sentenciado a cumplir con una medida de coerción de seis meses en la cárcel de Najayo por supuestamente haber recibido sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.
En cualquier país del mundo que se respete frente a los cuestionamientos a la Comisión creada por el presidente Danilo Medina, quien también ha sido seriamente confrontado por lo que parece ser el financiamiento por la misma Odebrecht de su campaña electoral para optar por un segundo mandato presidencial, la misma hubiera quedado disuelta por sospecha legitima.
Sin embargo, la Comisión, presidida por Núñez Collado, quien todo el mundo sabe que mantiene una sociedad con empresarios muy específicos de la ciudad de Santiago, como Manuel Estrella, propietario del Consorcio Estrella, así como con Félix García, quien comparte acciones con el jerarca católico en empresas que manejan una serie de inversiones, como por ejemplo el aeropuerto Cibao, no merece la suficiente credibilidad.
No era de esperarse que una comisión encabezada por Núñez Collado vaya a ofrecer un informe que afecte sus propios intereses en el Consorcio Estrella, empresas que construye conjuntamente con Odebrecht la planta a carbón Santa Catalina.
El diagnostico de la Comisión de Notables deja mucho que desear porque en la misma hay conflictos de intereses y si el Gobierno de Danilo Medina se respetara hubiera disuelto la misma, a fin de no seguir haciendo el ridículo.
Una pregunta que surge ante el informe ofrecido por la Comisión, ¿Cómo es posible que Odebrecht se pase años con una oficina para sobornar funcionarios y legisladores para la adjudicación de obras y que entonces renuncie a esa mala conducta sólo en la planta a carbón San Catalina?.
Es una cuestión que nadie la va a creer, pero además cómo se explica que ODEBRECHT desarrolle todo una cultura de sobornos en la República Dominicana y que luego de una manera inexplicable renuncie a ella para entonces dar precios justos y no pagarle a nadie por la adjudicación de la obra mas importante como lo es Santa Catalina, siempre de acuerdo al informe de la Comisión de Notables, encabezada por Núñez Collado.
Decisiones como las tomadas por el presidente Danilo Medina en lo que respecta a la investigación de la adjudicación y licitación de la planta a carbón Santa Catalina son de las cosas que matan la credibilidad del Gobierno y que además explican la malversación o robo de los dineros del erario sin un régimen de consecuencias.
Con el informe de la Comisión de Notables queda claro que Odebrecht no bien pisó los terrenos donde sería construida Santa Catalina se olvidó de sus métodos corruptos y de compra de legisladores y funcionarios públicos y a partir de ahí se convirtió en una angelita que no rompe un plato y que abandona su política de corrupción.
De igual modo, quién podrá creer que la empresa socia en la República Dominicana de ODEBRECHT, Consorcio Estrella, de la cual forma parte Núñez Collado, se ha manejado limpiamente en medio de tremendo lodazal sin enlodarse.
El informe de la Comisión de Notables debe ser desestimado y crear otro mecanismo con menos conflictos de intereses y con personalidades de la vida académica y social que pueda determinar la realidad de lo ocurrido, no importa quién caiga.