De portada
Una trabajadora de Unicef a su vuelta de Gaza: “Nadie debería elegir entre jugarse la vida por comer o morir de hambre”
Published
6 meses agoon
By
LA REDACCIÓNCada día, una media de 80 niños mueren o resultan heridos en los ataques israelíes contra la Franja. Esta agencia de la ONU condena que no se permita la entrada de material médico indispensable para salvar las vidas de bebés prematuros y de menores malnutridos y enfermos
Rosalía Bollen insiste, sin lograr contener la emoción, que los más de 15.000 niños muertos y los 50.000 heridos en los ataques israelíes contra Gaza desde octubre de 2023 “no cuentan toda la historia” de lo que está sufriendo la infancia en la Franja. “En esas cifras, no están incluidos, por ejemplo, los niños prematuros que mueren a los dos o tres días de nacer porque no hay una incubadora o un respirador en el hospital, si es que aún podemos seguir llamando hospitales a los centros médicos de Gaza”, dice esta portavoz de Unicef, que ha pasado varios meses en la Franja en el último año.
La portavoz de Unicef explica incluso que ha visto heridas terribles en niños y adultos de Gaza, que le han hecho pensar en los llamados gueules cassées de la Primera Guerra Mundial, una expresión francesa que se traduciría como “caras rotas” y que se usaba para referirse a los soldados que habían sufrido heridas muy graves en el rostro.
Hablo de niños y niñas que han perdido las piernas, tienen metralla en el cuerpo, están ciegos o paralizados en una cama. Niños que vivirán toda la vida con las consecuencias de estas heridasRosalia Bollen, Unicef
Cumpleaños entre las ruinas
A las heridas visibles se suman las invisibles. De todos, pero especialmente de los niños. “Viven un ambiente de estrés permanente. No hay respiro”, insiste Bollen, citando los drones israelíes sobrevolando sin descanso la Franja, las explosiones, los gritos, el miedo y el hambre.
Frente a eso, explica la portavoz, los padres intentan crear un ambiente de ficticia normalidad con el que proteger a sus hijos. “He conocido a madres que intentan organizar una fiesta de cumpleaños para sus hijos entre las ruinas o en los campos de desplazados. Una de ellas me pidió por favor que la ayudara a encontrar un poco de harina y unos huevos para hacer un bizcocho para su hija, que cumplía siete años”, recuerda.
Bollen ha hablado con numerosos padres que le suplican ayuda para sus hijos y admite que en primer momento pensó que le estaban pidiendo comida o dinero. “Pero no, se referían a la educación. Querían que sus hijos volvieran a la escuela, están preocupados por su futuro”, explica. “Por eso estamos intentando habilitar centros provisionales de aprendizaje donde los niños reconectan con la educación, pero sobre todo vuelven a ser niños”, agrega.
La portavoz explica que desde que Israel bloqueó la entrada de toda la ayuda humanitaria a principios de marzo, Unicef y otras agencias de la ONU han seguido repartiendo lo que pudieron almacenar durante las semanas de alto el fuego en enero y febrero, y desde mediados de mayo han logrado hacer entrar a cuentagotas algunas decenas de camiones de ayuda humanitaria. Los repartos se hacen de forma paralela a los organizados por la llamada Fundación Humanitaria de Gaza, en cuyos puntos de distribución ya han fallecido en tres semanas unos 400 palestinos y otros 3.000 han resultado heridos.
“Nadie debería elegir entre jugarse la vida por comer o morir de hambre”, lamenta Bollen. Pero “hay muchas maneras de morir en Gaza hoy”, suspira la responsable. Al menos 55.000 palestinos han muerto en los ataques israelíes contra la Franja desde octubre de 2023, según cifras del ministerio de Salud local, controlado por el movimiento islamista Hamás.
La portavoz de Unicef califica estas distribuciones de comida de “inseguras, injustas e insuficientes”. Los repartos, organizados en cuatro puntos de la Franja, dejan fuera a los más vulnerables, como ancianos y enfermos, que no se pueden desplazar hasta esos lugares, lo cual contraviene las reglas humanitarias.
“Por ejemplo, una persona que venga del norte tiene que caminar unos 25 kilómetros al sol, sin agua ni alimentos y con el riesgo de ser tiroteado, para llegar a uno de sus puntos y conseguir comida”, cita.
Una “crisis política”
Según la ONU, solo el 20% de los 365 km² de la Franja son zonas desmilitarizadas en este momento, aunque eso no las convierta tampoco en áreas seguras, insiste Bollen. “Las agencias de la ONU llevamos décadas trabajando en Gaza, sabemos qué se necesita, conocemos el territorio, a la población, tenemos experiencia en cómo hacer las cosas”, insiste.
Pero según Bollen, Israel solo ha permitido que entren en Gaza menos de 1.000 de los camiones de la ONU desde el 19 de mayo, cuando se reanudó la ayuda humanitaria. Como dato, antes del inicio de la guerra, llegaban a Gaza 500 camiones de ayuda humanitaria al día.
Es iluso pensar que la ayuda humanitaria puede bastar en medio de semejante destrucción y con el colapso de todos los servicios. Esto es una crisis política
En el caso de Unicef, en esos cargamentos se ha autorizado la entrada de vacunas, material para purificar el agua y complementos alimenticios para paliar la desnutrición infantil. “A modo de ejemplo, tenemos acumulado en almacenes de la región material para llenar otros 1.000 camiones de ayuda humanitaria. Solo estamos esperando que se pueda entrar“, subraya.
En este momento, Unicef sigue vacunando niños, distribuyendo agua, incluso en las zonas del norte de la Franja, gracias a camiones cisterna, y apoyando a los centros médicos, sobre todo a las unidades de pediatría, con incubadoras y respiradores que lograron hacer entrar durante el alto el fuego a principios de año.
“Las mujeres siguen dando a luz en condiciones terribles, sin cuidados, sin controles… Y hay niños que nacen necesitando ese respirador. Sin él, no tienen ninguna oportunidad de sobrevivir”, insiste.
Pero para que gran parte de esta ayuda sea transportada y utilizada, se necesita combustible, muy escaso en estos momentos, alerta Bollen que describe un territorio realmente al límite del colapso total. “La ayuda humanitaria solo mantiene a las personas con vida, pero lo que las familias de Gaza necesitan va más allá. Es iluso pensar que la ayuda humanitaria puede bastar en medio de semejante destrucción y con el colapso de todos los servicios. Esto es una crisis política”, recalca.
Y como es una crisis provocada por el hombre, la solución, para Bollen, está clara: “Abran los pasos fronterizos, todos los pasos, permitan a los trabajadores humanitarios hacer su trabajo, paren de bombardear y liberen sin condiciones a los rehenes israelíes en Gaza”,
elpais.com
De portada
La justicia atrapada en la ineficacia y las malas artes de la partidocracia y de los vicios del poder que dañan la democracia.
Published
5 días agoon
diciembre 9, 2025Por Elba García
Desde el Tribunal Constitucional, que tiene la misión de mantener el control de la constitucionalidad, hasta el de menor jerarquía como son los juzgados de paz interpretan la ley generalmente al margen del espíritu de la misma y sobre la base de un criterio que no contribuye en nada con el Estado Social Democrático de Derecho, aspecto central del constitucionalismo moderno.
Esta conducta de quienes tienen la responsabilidad de promover seguridad jurídica en el país es una de las principales preocupaciones de los sectores más pensantes de la sociedad dominicana, donde es parte del diario vivir la emisión de sentencias al margen del respeto que se debe observar de los derechos fundamentales en virtud de las normas internas y de las externas que son de obligatorio cumplimiento.
El fenómeno dominicano en materia de justicia preconiza un comportamiento de los jueces y de los fiscales que se fundamenta en un tema que se ha establecido a partir de una cultura de lo mal hecho sin ni siquiera pensar en las consecuencias sociales de sus acciones.
El problema reviste tanta gravedad que, aunque no hay estadísticas al respecto, la vía de hecho toma cuerpo en el país, cuya expresión más contundente son los crímenes a través del sicariato y de otros acontecimientos que se caracterizan por la violencia extrema.
La eficacia en la aplicación de la ley por parte de los tribunales de las diferentes jurisdicciones del sistema de justicia se ha vuelto más salvaje entre los dominicanos para darle salida a los conflictos sociales.
La falencia de la justicia en lo que respecta a emitir sentencias que fortalezcan el estado de derecho, no es exclusiva de los tribunales ubicados en la escala más baja del sistema, sino que lo peor se produce en las altas cortes como la Suprema Corte de Justicia y el Tribunal Constitucional, en cuyo último los recursos de revisión de las acciones de amparo y las decisiones jurisdiccionales duran años para ser fallados en violación de su propia ley orgánica, la 137-11.
La llamada mora judicial es un cáncer que le ha matado la credibilidad al sistema de justicia nacional, pese a los discursos de sus actores que hablan de unos logros que nadie puede ver,
El cuadro luce tan amargo que los tribunales de instrucción del Distrito Judicial de Santiago no fijan audiencia para conocer recursos de apelación en violación del articulo 149 de la Constitución que dispone el doble grado.
De igual modo ocurre con las cortes de apelación civil donde un recurso de oposición es fallado hasta dos y tres años después de haber sido sometido por la parte que ha sucumbido en un proceso mediante la aplicación de la figura del defecto.
Asimismo, hay jueces de la jurisdicción civil ordinario que emiten sentencias extrapetitas, es decir, al margen de los pedidos de las partes en litis y además en franca violación de su competencia, sin que para mejorar haya un control de los fallos jurisdiccionales y cuya única opción es recurrir en apelación o casación que implica esperar años para el fallo, lo cual muchas veces ocurre cuando una de las partes ya ha muerto.
Sin embargo, pese a estas graves debilidades del sistema de justicia nacional en el país hay un discurso repetitivo de que hay una importante mejoría del estado de derecho y de la democracia.
Otro de los problemas del sistema de justicia es que los partidos mantienen su control, ya que su escogencia se produce a través del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), el cual es un diseño de la partidocracia para evitar que aquellos actores de la vida política nacional no estén expuestos a sanciones judiciales de los jueces que son escogidos por ellos.
Este panorama desmejora la llamada democracia representativa que hoy por hoy ha dejado resultados que dejan mucho que desear y cuyo descredito no augura para los pueblos que la padecen un futuro promisorio, lo que incluso ya la coloca en un punto de total falta de legitimidad.
De portada
Abandono de investigación y bajo nivel académico impacta universidades que operan sin supervisión.
Published
3 semanas agoon
noviembre 25, 2025Por Elba García
Las universidades de la República Dominicana prácticamente han abandonado su cumplimiento con su misión de desarrollar investigaciones científicas y de igual modo preservar o implementar programas educativos para mejorar el bajo índice académico que les afecta.
El problema no constituye un asunto aislado, sino que forma parte de la deficiencia y debilidades institucionales del país, cuyos centros de altos estudios no son sometidos a la fiscalización que dispone la Ley Orgánica del Ministerio de Educación Superior ( MESCyT ), porque pesa más la politiquería que tener un país mejor.
El asunto genera que muchos estudiantes egresen de las diferentes carreras que se imparten en la gran diversidad de las universidades nacionales con un nivel de formación que puede definirse de muy precario, muy pobre, que no pasan de ser analfabetos funcionales.
Sin embargo, la deficiencia importa tan poco en un país donde el Estado no tiene capacidad de regulación, ni de fiscalización y mucho menos de supervisión, que las universidades no pasan de ser una buena industria para producir dinero y nada más.
La gravedad de la cuestión llega tan lejos que incluso los propios docentes de las casas de altos estudios dejan mucho que desear porque no tienen la formación académica e intelectual requerida para proporcionar una buena educación superior.
Las universidades del país, naturalmente no todas, no pasan de ser un gran negocio manejado por familias muy concretas y específicas que tampoco cumplen con el mandato de la norma que la regula y delimita y define lo que son instituciones sin fines de lucro.
Pero la falta de control del sistema educativo nacional ha convertido a las universidades en centros para egresar a personas que luego no tienen espacio en el mercado laboral, en virtud de que no tienen la preparación que reclama la industria nacional.
Es una pena observar el sendero escogido por las universidades, el cual no tiene nada que ver con su misión de desarrollar las ciencias y las tecnologías, así como el nivel intelectual de la sociedad.
Naturalmente, no se trata de un fenómeno exclusivo de la educación superior, intermedia y primaria, sino de todo el andamiaje público, donde la capacidad importa poco, sino la politiquería y el amiguismo, ya que incluso hasta el otorgamiento de una licencia de operación en este sector está fundamentado en un criterio desviado de los estándares que deben prevalecer al respecto.
No hay ningún tipo de evaluación que pueda arrojar buenos resultados en la República Dominicana, porque más que un instrumento para lograr un verdadero desarrollo nacional, la educación superior ha pasado a ser un negocio vulgar de “vivos” y de personas que se dedican al tráfico de influencia.
El problema de la educación superior se suma a la imposibilidad que afronta la sociedad dominicana de promover reforma en instituciones y órganos del Estado que no hay forma de que den pie con bola, como el Ministerio Público y la Policía Nacional, por sólo citar algunos.
La población estudiantil dominicano es bastante grande, pero ello no ha servido para que el sector se menaje con criterios de excelencia académica para construir una mejor nación, cuyos estándares sean comparables con otros países del hemisferio y de otros continentes.
Lo peor del problema es que el país no cuenta con una agenda nacional para enfrentar la deficiencia e insertar la nación en los mejores estándares educativos de Latinoamérica, el Caribe y el mundo.
De portada
Santiago es parte de un fenómeno general que impacta al país en el que las instituciones sin fines de lucro son un botín personal.
Published
1 mes agoon
noviembre 12, 2025Por Elba Rosa García
El fenómeno de la apropiación de las instituciones sin fines de lucro y muchas otras que juegan un papel social y político importante que se debaten entre una serie de intereses individuales de personajes de la sociedad dominicana que sólo se mueven para perjudicar a las grandes mayorías nacionales.
Es una preocupación que tiene su base de sustentación en una herencia histórico-cultural que se apoya en una serie de antivalores que promueven el individualismo como estilo de vida.
El escenario es ahora el Patronato Cibao contra el Cáncer, donde convergen algunos sectores que buscan utilizar esta institución para fines que no se corresponden con sus objetivos.
En los últimos días allí ha explotado un escándalo que habla de serios actos de corrupción que ahora se ventilan en los tribunales del Distrito Judicial de Santiago, cuya irregularidad también se observa en otras entidades de igual carácter como las cooperativas de ahorros y préstamos, las cuales también han tenido un notable éxito en el manejo de fondos de las comunidades.
La Corte de Apelación Civil de Santiago tiene en fase de fallo una demanda civil para buscar la nulidad de una asamblea que permitió escoger una nueva directiva en medio de serios escándalos de corrupción, que incluye una supuesta deuda de más de ochocientos millones de pesos.
Recientemente, tras la celebración de la referida asamblea, hubo que sacar a los que ostentaban la dirección del Patronato con la fuerza pública, drama que prevalece de forma genelizada en el país porque los que llegan a este tipo de organizaciones se llegan a creer dueño del patrimonio de la misma como si se tratara de una herencia familiar.
Este tipo de problema es un asunto que debe enfrentar la sociedad dominicana, porque el mismo se agrava en razón de que los propios tribunales se manejan con una actitud muy complaciente con los que incurren en semejante travesura.
La demanda civil que busca la nulidad de la asamblea general extraordinaria en la que se eligió una nueva directiva en el Patronato Cibao contra el Cáncer, quedó en fase de fallo en la Corte Civil y Comercial de Santiago tras los jueces reservarse la decisión.
La acción legal proviene del destituido presidente del Patronato Cibao contra el Cáncer, quien solicita que se deje sin efecto dicha asamblea, bajo el alegato de supuestas irregularidades en el proceso y violaciones al debido procedimiento. Los abogados del demandante también pidieron la designación de un administrador judicial, argumentando que la reunión estuvo “plagada de vicios”.
La decisión podría ser emitida en un plazo de 48 horas, cuyo acto de la demanda es el número 534, el cual fue depositado el 23 de octubre de 2025 ante la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación de Santiago, a requerimiento de Héctor Antonio Lora Cruceta y otras partes interesadas, representadas legalmente por los licenciados Jhon Starling Fulgencio Frías, Erick R. Germán Mena y María Antonia Vargas del bufete Veras & Veras, con sede en Santiago de los Caballeros.
La situación del Patronato Cibao Contra el Cáncer es propia de una gran cantidad de organizaciones sin fines de lucro, incluido los partidos políticos, entre muchas otras que quedan atrapadas en medio de grupos que las controlan y malversan sus fondos para fines que distorsionan la razón de su existencia.
El problema en esta materia es una plaga que prácticamente se come a la sociedad dominicana, sin que haya a la vista una solución, dado que el motivo de la misma tiene que ver con razones profundamente culturales que hoy día son parte de un problema integral de la sociedad dominicana.
