Análisis Noticiosos
Venezuela engrasa su locomotora económica
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12 años agoon
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LA REDACCIÓNLa República Bolivariana de Venezuela despidió el 2012 con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 5,5 % que clasifica entre los más altos a nivel mundial y se espera que en 2013 alcance cifra similares o superiores con la reciente entrada del país en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
Contra los pronósticos de las fuerzas opositoras y de los medios de comunicación que anunciaban “desastres económicos” para la nación sudamericana, resultó sumamente satisfactoria los adelantos obtenidos a través del recién concluido año, pese a los embates que representaba la profunda crisis económica que padecen Estados Unidos, Europa y Japón.
Además, el aumento del PIB venezolano va en constante correspondencia con el crecimiento del bienestar de vida de su población debido a los programas sociales que se han puesto en acción desde la llegada al poder en 1999 del presidente Hugo Chávez.
En contraposición, en varios países de la región se incrementa el PIB pero las ganancias son extraídas por las grandes transnacionales o van a parar las arcas de las minoritarias personas ricas, mientras que la población sufre hambre, miseria e insalubridades.
Por nueve trimestres consecutivos la economía de la República Bolivariana se expandió lo cual permitió un incremento significativo de la demanda agregada interna, el consumo y las inversiones, en los sectores público y privado.
Para acallar a los opositores y críticos que señalan como uno de los grandes problemas del gobierno venezolano que solo su poderío se basa en los ricos yacimientos petrolíferos del país, los datos han sido aleccionadores: la actividad económica no petrolera creció 5,7% con una incidencia de 4,4 puntos en el aumento total del PIB.
Mientras, el sector petrolero experimentó un aumento de 1,4 %, que según explicó el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, ese desempeño se mantiene dentro de las tendencias históricas de una rama de la economía sujeta a cuotas de producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Merentes significó en rueda de prensa que la meta era de 5 % en PIB, y en 2011 fue de 4,2 %. “Los número negativos quedaron atrás, ahora Venezuela entra en una fase de desarrollo y se ubica entre los cinco países con mayor crecimiento en Latinoamérica”, agregó.
El titular del BCV explicó que el aumento económico fue impulsado por los sectores de la construcción (16,8%), comercio (9,2%), actividades no petroleras y privado, y sobre todo de una serie de de proyectos e inversiones dirigidos a la inclusión social de la población.
Este aspecto ha sido fundamental pues al darles mayor participación a los numerosos habitantes (cerca del 70 %) que antes de 1999 vivían en estado de pobreza, el poder adquisitivo de los ciudadanos aumentó y la economía interna se retroalimenta constantemente.
Uno de los índices a destacar ha sido la disminución de la tasa de desocupación que cerró en 2012 con solo 6,4%, debido a las políticas económicas y sociales que se han desarrollo en el país.
El presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE), Elías Eljuri informó recientemente que en agosto el desempleo alcanzó 7,9 % mientras septiembre y octubre fue de 7,3 %. La disminución ha sido progresiva, pues añadió, desde 1999 hasta 2012 se han generado 4 millones de empleos formales en el país.
Datos estadísticos señalan que el empleo formal ha crecido de 48,3 % a 57,5 %, alrededor de 9,2 puntos porcentuales, y la informalidad descendió de 51,7 % a 42,5 %.
Si los dividendos que antes se obtenían por las ventas de petróleo y derivados se extraían del país por las empresas trasnacionales ahora estan destinados al bienestar del pueblo lo que ha permitido que en 2011 la pobreza por hogar se ubicó en alrededor del 21,2 % y la extrema en 6,5 %.
Antes de 1999 la primera se situaba en cerca del 70 % y la segunda en 25 %.
En la mejoría del nivel de vida ha influido la construcción de nuevas viviendas con amplias facilidades que ofrece el gobierno (en ocasiones en forma gratuita) para que los ciudadanos puedan adquirirlas. En Caracas y en las principales ciudades venezolanas comienzan a desaparecer los miles de tugurios levantados por la población de escasos recursos en épocas anteriores.
Entre mediados de 2011 y finales de 2012 se construyeron en el país 346 718 casas lo que posibilitó cumplir el plan trazado al 99 % de la meta establecida para la Gran Misión Vivienda de 350 000 unidades.
En 2012 se erigieron 200 080 inmuebles, 147 642 fabricadas por el sector público (74 %) mientras el sector privado construyó 52 438 (26 %). Este sector creció un 16,8 % el pasado año.
Para la Gran Misión Vivienda se destinaron en los dos últimos años 98 mil millones de bolívares y para 2013 la cifra prevista es de 56 mil millones de bolívares, en un proyecto que estipula 380 000 nuevas unidades.
A la par se han puesto en funcionamiento otras 20 empresas para la fabricación de insumos para la construcción por lo cual se aseguran la mayoría de los materiales destinados a esas obras como cemento, servicios sanitarios, cables eléctricos, sin la necesidad de importarlos a altos costos.
Con la reciente entrada de Venezuela en el MERCOSUR, este país tendrá asegurado otro gran mercado donde colocar sus cada vez más diversificadas producciones lo que augura una mayor estabilidad económica para los próximos años.
Análisis Noticiosos
Los ahorros de los bolivianos podrían estar financiando la deforestación
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2 semanas agoon
noviembre 5, 2024Un estudio revela que el 10,8% de las inversiones de los fondos de pensiones -2.500 millones de dólares- respaldan al sector de la soja, del azúcar y el ganadero a través de préstamos a bajo interés
Bogotá.-Cuando habla de deforestación en Bolivia, Matthew Hansen, científico y docente especializado en el mapeo del cambio de cobertura terrestre, define al país como “el lejano oeste” y los datos lo corroboran. Desde 2001 hasta 2022, Bolivia perdió 3,73 millones de hectáreas de bosque primario húmedo, lo que representa 51% de su pérdida total de cobertura arbórea. A pesar de que es uno de los países con mayor superficie de bosques primarios, también es el tercero de la región que más rápido la está perdiendo. Desde la pandemia, cada año ha ido rompiendo el lamentable récord del desmantelamiento. Y sólo en 2023, el país había perdido un 27% más de bosque que en 2022. La creciente presencia ganadera, los monocultivos y las políticas del Gobierno parecen subrayar lo que para muchos es ya una realidad: la deforestación vino para quedarse. Con todas estas cifras en mente, Stasiek Czaplicki Cabezas, periodista de datos y economista ambiental, se hizo una pregunta: ¿Quién financia esta devastación ambiental? Tres años de investigación después revelaron una parte de la respuesta: los ahorros de los bolivianos.
“Si América Latina fuera un salón de clase, los peores alumnos serían Bolivia y Brasil, la diferencia es que Brasil sí tiene políticas públicas. En Bolivia, el Gobierno está aprobando medidas que apoyan el sector agropecuario”, explica Czaplicki, el autor del estudio Las finanzas grises del agronegocio en Bolivia y su rol en la deforestación, realizado en colaboración con Alianza por la Solidaridad / Actionaid Bolivia y publicado a finales de agosto. Este informe revela que el 10,8% de las inversiones de los fondos de pensiones bolivianos, una suma de 2.569 millones de dólares, están financiando los sectores de la soja, el azúcar y la ganadería, los principales responsables de la deforestación en el país. Este monto equivale a casi el triple de la inversión realizada en 2024 a las universidades públicas del país.
Esta cifra, según cuenta el autor, es el resultado de una compleja red de inversiones directas e indirectas a través de la banca y fondos de inversión cerrados (FICs) que terminan financiando los principales sectores que generan la destrucción ecosistémica. “Estos préstamos que les dan no consideran el destino de esos fondos y sus implicaciones socio-ecológicas”, lamenta por teléfono.
Hace años que a Czaplicki le llamaban la atención las supuestas crisis del sector de la soja, así que decidió hacerle seguimiento a esas cuentas. “Hice lo que se conoce como ‘follow de money’ (seguir el dinero). Empecé a encontrar cosas sospechosas, pagos de impuestos muy bajos, utilidades casi inexistentes… ¿Entonces dónde está el negocio?”, se preguntó. “Me di cuenta de que hay dos mecanismos para hacer dinero en el agronegocio. El primero es la especulación comercial de la tierra en la que desmontas el terreno y lo revendes, pero no es tan común. Y la segunda, la especulación financiera. Tener tierras activas para conseguir préstamos. De ahí sale la principal ganancia del agro en Bolivia”.
En la última década, la participación de estos préstamos en la cartera bancaria nacional ha escalado del 11,7% al 18,2%, en un contexto donde el volumen total de créditos se ha cuadruplicado. Paralelamente, los fondos de pensiones han experimentado un crecimiento similar, con la obligación de invertir mayoritariamente en el sector formal boliviano, que representa apenas el 18% de la economía del país. “En otras palabras, a medida que los créditos bancarios e inversiones de los fondos de pensiones aumentaron, también creció la proporción y el volumen destinado al agronegocio”, dice.
Hay tres cosas que le preocupan seriamente al respecto. “Por un lado, lo ético. Ya que los fondos de pensión, siendo ahorros para el futuro, están siendo usados para destrozar los ecosistemas del futuro. Después, está el ámbito económico porque promueven la inequidad. Y por último, es que los fondos de pensiones sirven para alimentar la banca y el sector. Lo peor es que la gente ni lo imagina”, reconoce. De acuerdo con encuestas de WWF que coordinó el autor del estudio, entre el 45 y 55% de la poblacion entre los 18 y los 45 años de La Paz y Santa Cruz no concibe que la ganadería pueda generar deforestación.
Para Czaplicki, economista ambiental, otro de los puntos clave de la investigación es la concentración del capital. En el sector soyero, por ejemplo, sólo ocho empresas reciben el 63% de los créditos bancarios, mayoritariamente en pesos bolivianos y a tasas de interés anual máximas de 6% y, en general, mucho menores. “Esta concentración genera un endeudamiento cuestionable e incrementa el riesgo del sistema bancario y de nuestras pensiones”, critica.
Pese a estas facilidades de financiación, estos sectores son intervenidos y apoyados a menudo, según el estudio. El ejemplo más reciente fue la creación de un fondo público de unos 300 millones de dólares de apoyo a los productores de soja y palma a un 0,5% de interés anual. “Estas condiciones en comparación con las de los préstamos sociales son muy diferentes. Para la vivienda social, el interés anual está entre el 5,5 y el 6,5%”.
La deforestación no la generan (sólo) los incendios
El experto lamenta que siga existiendo una fuerte estigmatización alrededor de las comunidades indígenas y campesinas vinculada a la deforestación. Estas comunidades suelen usar quemas controladas para sus cosechas. Si bien algunas de ellas se han descontrolado y han causado daños en los ecosistemas, al ser estos muy visibles, la percepción boliviana es que son los principales responsables del desmantelamiento. Sin embargo, el 88% de la conversión de bosques es producto de una deforestación planificada y ejecutada, en gran medida, con maquinaria pesada, sin incendios.
Es por ello que el economista cree que hay que informar más y mejor a la población. “Como sociedad tenemos que exigir una mayor transparencia y empujar la desinversión de actividades de sectores extractivos de las pensiones”, dice. “El problema es que no hay muchos otros sectores donde invertir, tenemos que replantear el presente y el futuro. Estamos hipotecando nuestro futuro y el de las generaciones venideras”.
elpais.com
Análisis Noticiosos
México con crédito por 35.000 millones de dólares con FMI.
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2 semanas agoon
noviembre 1, 2024Las autoridades mexicanas reconocen que han ratificado esta herramienta de financiamiento en un entorno de incertidumbre e inestabilidad de los mercados financieros
México .-El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ratificado su línea de crédito flexible a México por 35.000 millones de dólares. El financiamiento, a dos años, fue otorgado al país en 2023 y, ahora, es su evaluación a medio término, el organismo multilateral ha resaltado que el país mantiene los requisitos necesarios para acceder, en caso de que lo requiera a este fondeo. Las autoridades mexicanas han explicado que ante un entorno de riesgos externos y volatilidad han decidido mantener esta herramienta de financiamiento activa. “El entorno externo sigue presentando incertidumbre y riesgos. Entre ellos destacan los derivados de la dinámica de la economía global y de la volatilidad en los mercados financieros. Esta medida refuerza la posición del país frente a escenarios de volatilidad internacional”, indicaron por escrito. La Línea de Crédito Flexible es un instrumento disponible a algunos países del mundo que les permite fortalecer sus reservas y atender choques inesperados.
La Comisión de Cambios, integrada por el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, han informado este viernes que México continúa cumpliendo con todos los criterios de habilitación necesarios para acceder a los recursos disponibles a través de este instrumento, en caso de requerirlo y sin condicionalidad por parte del FMI. “Las autoridades refrendan su compromiso con políticas macroeconómicas prudentes que contribuyan a la estabilidad financiera y al crecimiento económico sostenible e incluyente”, añaden.
El organismo admite que México tiene un historial sostenido en la implementación de políticas macroeconómicas sólidas y sigue contando con fundamentos económicos y marcos de política institucional muy fuertes; un nivel de reservas internacionales adecuado; un historial de acceso a los mercados de capitales en condiciones favorables y finanzas públicas sanas. Además, de un marco de política monetaria y cambiario sólido y un sistema financiero bien capitalizado que se mantiene sólido frente a los riesgos sistémicos del sector financiero.
Entre los riesgos y desafíos, el FMI, advierte de que se espera que el crecimiento económico del país se modere aún más en 2025, debido a la retirada del estímulo fiscal de este año y a la continua restricción monetaria. Se necesita una consolidación fiscal anticipada, respaldada por medidas creíbles y bien identificadas, para reducir la deuda pública a lo largo del tiempo y proporcionar un margen de maniobra en caso de shocks negativos. “Existe una necesidad crítica de fortalecer la gobernanza, combatir la corrupción y el delito, mejorar la infraestructura física y movilizar el ahorro privado para financiar inversiones privadas”, sugiere.
El monto del financiamiento renovado en esta ocasión es igual al de 2023, sin embargo, desde 2018, México ha venido reduciendo la línea de crédito con el FMI. En 2018, México decidió recortar la línea de 88.000 millones de dólares a 74.000 millones de dólares. Esta línea de crédito internacional es un instrumento de carácter precautorio frente a condiciones externas adversas que refuerza la reserva de activos internacionales y complementa las herramientas de las autoridades mexicanas para preservar la estabilidad económica y financiera.
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Análisis Noticiosos
Estudio asegura que jardines Suizos esconden toneladas de oro de sus propietarios
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3 semanas agoon
octubre 24, 2024Agencia Efe
Ginebra.- Las familias suizas acumulan en total, a modo de inversión segura, unas 200 toneladas de oro valoradas en 15,000 millones de francos (16,000 millones de euros), y una parte de ellas han sido enterradas en los jardines de sus propiedades, revela un estudio publicado por la Universidad de San Galo (este del país).
A esta conclusión han llegado los autores del estudio del que se hace eco este jueves la televisión nacional RTS, realizado mediante encuestas a unos 3,000 residentes en el país, a los que se les preguntó si poseían reservas de oro y dónde las guardaban, lo que dio resultados inesperados.
Un 15 % indicaron que guardaban su oro en un lugar secreto de la vivienda y un 5 % enterrado en el jardín, lo que en este último caso equivaldría a 10 toneladas del metal precioso valoradas en 750 millones de francos (800 millones de euros).
El estudio se refiere únicamente al oro en lingotes o en monedas y excluye el utilizado en joyas y otros objetos.
Aunque dos tercios de los encuestados en el estudio consideran que el oro es un valor seguro para la inversión, son más los ciudadanos del país que invierten en el sector inmobiliario o en el bancario.
Los encuestados con reservas de oro aseguraron que no venderían estas peculiares fortunas más que en caso de absoluta necesidad, pese a que actualmente el precio del oro se encuentra en valores récord que se aproximan ya a los 2.800 dólares (2.600 euros) por onza (medida de peso de metales preciosos equivalente a unos 31 gramos).