Opinión
¿Y tu abuela dónde está?
Published
11 años agoon
Por Juan Bolívar Díaz
El reconocido antropólogo e historiador dominicano Carlos Esteban Deive tomó prestado el nombre de un poema del poeta puertorriqueño Luis Palés Matos, popularizado por el declamador anfroantillano Luis Carbonel, “¿ Y tu abuela dónde está?” para titular uno de los más valiosos compendios sobre los conflictos étnicos culturales que se han anidado históricamente en el alma de la nacionalidad dominicana.
Es un libro de 400 páginas, publicado en junio pasado por la Editora Nacional, tras ser galardonado en el 2012 con el Premio Nacional de Ensayo Sociopolítico Pedro Henríquez Ureña. De prosa fluida, fácil lectura y ameno, ha cautivado la atención de los lectores, que lo hemos recomendado enfáticamente a quienes quieren entender y superar los conflictos que han separado a los haitianos y dominicanos, magnificados por los intereses políticos de los sectores dominantes en las dos naciones que comparten la isla de Santo Domingo.
Desde la introducción, el autor describe “un claro y definido objetivo, reivindicar la participación del negro en la historia y la cultura dominicanas como sujeto protagónico de ellas”, protagonismo que les ha sido sistemáticamente negado por los historiadores de tendencia conservadora y racista. Y sostiene que los negros desempeñaron un papel relevante en los acontecimientos más trascendente del país, contribuyeron en gran medida a la fundación de la nación y padecieron los efectos de los prejuicios y discriminaciones a que fueron sometidos por la clase dominante.
Deive logra reconstruir los componentes africanos de la cultura dominicana, a partir del tráfico de esclavos que se extendería hasta el siglo 18, dejando su impronta en la música, el baile, en las creencias mágico-religiosas, ritos funerarios, en las relaciones de ayuda mutua, cocina, léxico y literatura oral. Particularmente en la alimentación, que incluye productos traídos directamente de Africa como el guandul y el ñame.
La obra sostiene la existencia de racismo y prejuicios raciales desde la colonización de la isla hasta nuestros días y muestra cómo los sectores dominantes, de origen español, inocularon complejos de inferioridad en negros y mulatos “Aunque los prejuicios raciales de los dominicanos tienen su origen en el período colonial, la rebelión de los esclavos de Saint-Domingue, al trastocar de arriba a abajo el orden que hasta ese momento se creía establecido por la naturaleza, lo acrecentó”.
Es la introversión de los complejos de inferioridad que aún padece una alta proporción de la población dominicana lo que explica el esfuerzo por blanquearse, y esa gama de expresiones raciales con que se auto designa: indio claro y oscuro, trigueño, jabado, desteñido, jojoto, lavado. Los prejuicios de los blancos se expresan en que el negro es malagradecido, ingrato, haragán, bruto, ladrón, indecente, comida de puerco, tiene el pelo malo, los labios bembudos, la nariz chata y huele a berrenchín de chivato.
El análisis de Deive conduce a través de historiadores, intelectuales y gobernantes, mostrando como han reproducido el racismo, pretendiendo que este es el pueblo de más raigambre hispánica del continente, como forma de negar los ingredientes culturales africanos y por contraposición de Haití, ya que este el único país del continente que no se independizó del colonizador, lo que generaría el antihaitianismo. Para ello hubo que descontextualizar la historia, ocultando que fueron Toussant y Boyer quienes proscribieron dos veces la esclavitud en la parte oriental de la isla, magnificando los encontronazos de la guerra de independencia, y ocultando que los haitianos luego apoyaron a los restauradores de la República.
Vale recordar que Carlos Esteban Deive es español, naturalizado dominicano para que no lo hagan sospechoso de haitianofilia ni acomplejado porque sostiene que los viejos prejuicios raciales de la época colonial se han perpetuado en muchos nacionales, aún en aquellos cuya fisonomía delata su raigambre negroafricana.
Este libro es una invitación a un viaje de introspección para espantar los maleficios racistas que acomplejan a tantos dominicanos, que nos confunden como pueblo, y nos restan capacidades para superar el atraso y la pobreza. Un pueblo que no se reconoce difícilmente pueda desarrollarse.-
Opinión
Impugnación de la competencia de la Corte Penal Internacional
Published
24 horas agoon
marzo 13, 2025Por Rommel Santos Díaz
La Corte Penal Internacional se cerciorará de ser competente en todas las causas que le sean sometidas. La CPI podrá determinar de oficio la admisibilidad de una causa de conformidad con el artículo 17 del Estatuto de Roma.
De acuerdo con el Estatuto de Roma podrán impugnar la admisibilidad de la causa, por uno de los motivos mencionados en el artículo 17, o impugnar la competencia de la Corte Penal Internacional:
- a)El acusado o la persona contra la cual se haya dictado una orden de detención o una orden de comparecencia con arreglo al artículo 58;
- b)Un Estado que tenga jurisdicción en la causa porque esta investigando o enjuiciando o lo ha hecho antes; o
- c)Un Estado cuya aceptación se requiera de conformidad con el artículo 12.
El Fiscal podrá pedir a la Corte Penal Internacional que se pronuncie sobre una cuestión de competencia o de admisibilidad. En las actuaciones relativas a la competencia o la admisibilidad, podrán presentar asimismo observaciones a la Corte quienes hayan remitido la situación de conformidad con el artículo 13 del Estatuto de Roma y las víctimas
.
La admisibilidad de una causa o la competencia de la CPI sólo podrán ser impugnadas una sola vez por cualquiera de las personas o los Estados a que se hace referencia en el párrafo 2. La impugnación se hará antes del juicio o a su inicio.
En circunstancias excepcionales la Corte Penal Internacional podrá autorizar que la impugnación se haga más de una vez o en una fase ulterior del juicio. Las impugnaciones a la admisibilidad de una causa hechas al inicio del juicio, o posteriormente con la autorización de la Corte, sólo podrán fundarse en el párrafo 1 c) del artículo 17 del Estatuto de Roma.
Antes de la confirmación de los cargos, la impugnación de la admisibilidad de una causa o de la competencia de la CPI será asignada a la Sala de Cuestiones Preliminares. Después de confirmados los cargos, será asignada a la Sala de Primera Instancia. Las decisiones relativas a la competencia o la admisibilidad podrán ser recurridas ante la Sala de Apelaciones de conformidad con el artículo 82 del Estatuto de Roma.
Hasta antes de que la Corte Penal Internacional se pronuncie, el Fiscal podrá pedirle autorización para:
- a)Practicar las indagaciones necesarias de la índole mencionadas en el párrafo 6 del articulo 18 del Estatuto de Roma;
- b)Tomar declaración a un testigo o recibir su testimonio, o completar la recolección y el examen de las pruebas que hubiere iniciado antes de la impugnación; y
- c)Impedir, en cooperación con los Estados que corresponda, que eludan la acción de la justicia personas respecto de las cuales el Fiscal haya pedido ya una orden de detención en virtud del artículo 58 del Estatuto de la Corte.
La impugnación no afectará a la validez de ningún acto realizado por el Fiscal, ni de ninguna orden o mandamiento dictado por la CPI, antes de ella.
Si la CPI hubiere declarado inadmisible una causa de conformidad con el artículo 17 del Estatuto de Roma, el Fiscal podrá pedir que se revise esa decisión cuando se haya cerciorado cabalmente de que han aparecido nuevos hechos que invalidan los motivos por los cuales la causa había sido considerada inadmisible de conformidad con dicho artículo.
Finalmente, el Fiscal, si habida cuenta de las cuestiones a que se refiere el artículo 17 del Estatuto de Roma suspende una investigación, podrá pedir que el Estado de que se trate ponga a su disposición información sobre las actuaciones. A petición de ese Estado, dicha información será confidencial. El Fiscal, si decide posteriormente abrir una investigación, notificará su decisión al Estado cuyas actuaciones hayan dado origen a la suspensión.
Rommelsantosdiaz@gmailcom
Por Nelson Encarnación
Son muchos los dominicanos que no se reponen del shock que les provocaron las diversas manipulaciones y mentiras vertidas por el expresidente Danilo Medina durante su comparecencia de la semana pasada en un importante medio radial de nuestro país.
Cuando se anunció días antes que el líder del Partido de la Liberación Dominicana aparecería en un medio público, hubo la apreciación generalizada de que aprovecharía el alcance de este para al menos desvestir su alma y bajar al terreno de la humildad para pedir algún tipo de perdón—aun fuese en voz baja—por las muchas culpas que necesitan urgentemente su expiación.
Sin embargo, es evidente que Danilo está convencido de que todas sus actuaciones en el Gobierno estuvieron ajustadas a la decencia más absoluta, cuando la realidad apunta precisamente en otra dirección.
Para él, los expedientes que involucran a familiares y entorno político más estrecho, son simples majaderías urdidas para molestarle, o una manifestación de la llamada judicialización de la política o politización de la justicia, mediante la cual han sido quitados del camino potenciales competidores de la corriente predominante.
Con ese convencimiento resulta improbable que el expresidente se humanice y entienda que admitir los errores hace grandes a las personas, y que, por el contrario, encerrarse en una convicción pueril las reduce.
Hay más de una evidencia que Danilo fue advertido por cercanos acerca del comportamiento depredador de algunos de sus íntimos, pero obvió tomar las medidas aconsejables, para dejar campo abierto a la continuación de los desmanes, muchos de los cuales se han reflejado en los casos que actualmente se ventilan en justicia, y que él los atribuye a “persecución política”.
En el campo de la lucha propiamente política, Medina trata de convencernos de que su laborantismo encaminado a propiciar el escenario para una segunda reelección en 2020 es un espejismo o un invento de sus adversarios.
Eso de que no tenía votos para modificar la Constitución es un ardid y una expresión fehaciente de su condición de simulador, pues todos vivimos aquel trance que mantuvo en vilo a la nación hasta que la administración Trump—en una intromisión inaceptable, eso sí—le apeó del carro reeleccionista que pudo haberse descarrilado hacia una situación de manejo muy complejo.
Danilo podrá decir lo que quiera, pero la historia no se puede borrar.
Por Narciso Isa Conde
Una PGR manipulada por la EMBAJADA-EU, Leonel y Abinader y un Poder Judicial maleado y muy influido por el PLD, están descalificados para ponerle fin a la impunidad.
La que debe ser emplazada NO ES MIRIAM, es Yeni Berenice, acompañada de Camacho, el del PEPCA y ahora ascendido, ambos con fuertes vínculos con la Embajada, FBI, DEA…Leonel, Abinader…Ahora la PGR cae bajo control absoluto de esa tríada, vía los ascensos de Berenice y Camacho.
Miriam German ha sido víctima de su entorno, de un acorralamiento programado en medio de una gran soledad y de su propio institucionalismo (excesivo respeto a la separación de funciones dentro de la PGR). Además, la amenaza del cártel del Cibao y del tal J, fue manipulada para amarrarla más. Hicieron un gran bulto desde la DNCD y dejaron todo igual: el cartel sigue impune. Abinader, Cabrera-DNCD y la DEA dirigieron esa operación.
Berenice y el PEPCA han bloqueado muchos expedientes, incluso los presentados por nosotros. El caso de ANTENA LATINA es emblemático y yo lo entregué personalmente, y muchas veces demandé respuesta y nada. A esos encargados de investigar y perseguir los delitos, se le entregaron numerosas denuncias del Archivo Abierto de Marcha Verde y no hicieron nada: siguen abundando las vacas sagradas oligárquicas y transnacionales denunciadas; y estas abundan junto a la impunidad del leonelismo, de políticos ladrones y generales asesinos.
Una PGR manipulada por la EMBAJADA-EU, Leonel y Abinader y un Poder Judicial maleado y muy influido por el PLD, están descalificados para ponerle fin a la impunidad.