Estamos apenas a muy pocos días para que se inicie un nuevo año, doce nuevos meses que podrían implicar cambios importantes en la vida de los dominicanos.
El 2013 a pesar de las cábalas que siempre han existido en la sociedad dominicana, lo cierto es que esa suerte no está asociada a ningún número, sino a como todos y cada uno de los ciudadanos asuman los retos que tienen por delante.
Por sólo mencionar algúnos elementos que no necesariamente están asociados al número 13, sino a la falta de institucionalidad y la impunidad reinante en el país, hablamos naturalmente de la violencia y de la delincuencia.
E incluso la mejor forma de combatir este flagelo es con una mejor distribución de las riquezas nacionales y con la refundación del Estado, a fin de que no sea el principal promotor de la violencia y en consecuencia rescabrajador del estado de derecho, elemento fundamental de cualquier sociedad que vive en democracia.
Y eso sólo podrá ser posible, nos referimos a la refundación del Estado, con un mayor empoderamiento ciudadano, que implique contrarrestar la forma, la visión que se tiene de manejarlo , cuya responsabilidad recae en los partidos políticos tradicionales, los cuales no son más que corporaciones económicas mafiosas que provocan su inhabilitación para cumplir con su delicada función social.
El nuevo año 2013, que se inicia en unos seis días, es un reto mayúsculo para los protagonistas de la vida social que en la medida en que asuman sus derechos ciudadanos para producir cambios importantes en la sociedad, tendremos una mejor República Dominicana.
Con suerte o sin suerte, no importa que esté de por medio el número 13, si en la República Dominicana se fortalece la conciencia ciudadana habrá un mejor porvenir, donde los jóvenes contarán con trabajo de calidad y fenómenos como la violencia, la delincuencia y el narcotráfico se verán disminuidos a su mínima expresión y entonces habrá finalmente luz al final del túnel.
El ciudadano dominicano si quiere una mejor suerte colectiva debe abandonar la cábala del número 13 y asumir sus derechos ciudadanos para construir un mejor país.
Sólo así, no de otra manera, se combate el caos, el desorden, la carencia de institucionalidad, la impunidad, el hambre y la miseria del pueblo dominicano.
Ejemplos hay demás, como Finlandia, Suecia, Alemania y otras naciones del norte de Europa, donde no sólo ha habido un alto desarrollo de las fuerzas productivas, sino también de la conciencia social.
Esas naciones cuentan con Estados fuertes y saludables.
Sólo así se perpetúa una sociedad que se fundamenta en la igualdad de oportunidades y el bien común.
El reto está echado para los dominicanos en este 2013 que está a punto de comenzar.
Construye tu bienestar y combate la deficiencia pública con una mayor militancia ciudadana.
El poder de cambio está en tus manos.