Conecta con nosotros

Análisis Noticiosos

País por país, cara por cara, voto por voto

Published

on

Por Martín Granovsky

Con la Argentina cerca de las primarias de agosto y las legislativas de octubre, la vuelta de Michelle Bachelet a Chile para competir en las elecciones de noviembre marca el tono de la mayoría de los vecinos: salvo en el caso de Paraguay, el escenario más probable en Su-damérica es un refuerzo de la sintonía entre los procesos de reforma que cada país despliega a su modo y con sus tiempos.

Bachelet asumió en marzo de 2006 y dejó la presidencia en marzo de 2010 como la mandataria más popular de la historia de Chile. Su imagen, sin embargo, no fue acompañada por una iniciativa de la Concertación, entonces en el gobierno desde 1990, de construir una sucesión viable. No hubo internas abiertas que podrían haber incluido a Marco Enríquez-Ominami. El voto de centro y centroizquierda fue dividido y ese vacío, sumado al desgaste de veinte años de gobierno, sirvió como base para la victoria de la derecha y el centroderecha de Sebastián Piñera. Bachelet competirá y asumirá después de haber cumplido los 62. Está en carrera.

En Brasil las elecciones presidenciales serán en octubre de 2014. La fuerza que encabeza la coalición de gobierno, el Partido de los Trabajadores, ya dejó en claro cuál será su estrategia. Va por la reelección de Dilma Rousseff para el mandato que comienza el 1º de enero de 2015. Luiz

Inácio Lula da Silva no será el candidato. No son especulaciones porque el propio Lula fue quien lo dijo. En los actos para celebrar los diez años de gobierno del PT, Lula anunció que encabezará la campaña para la reelección de Dilma. También dijo que, a diferencia de 2002, el PT estaría en condiciones de ganar las elecciones solo. Pero agregó que no lo hará, “porque se trata de gobernar con una base sólida y no solamente de ganar elecciones”. Al momento de elegir los aliados, aclaró que “no se trata de con quién nos vamos a casar sino con quién vamos a hacer alianzas, y hay que tener un criterio amplio”. Fue un modo de marcar el territorio hacia los distintos sectores que integran la coalición de gobierno. Sobre todo fue una manera de indicar que seguirá en vigor la intención de continuar con un lazo sólido entre el PT y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño, en rigor una constelación de fuerzas estaduales. Brasil es más federal y balanceado que la Argentina. Sin Estados en línea con Brasilia es difícil implementar políticas de alcance nacional. Si nada se modifica en el tablero brasileño, la Argentina seguirá teniendo con su principal vecino y aliado las mismas seguridades y los mismos desafíos. Una seguridad: Brasil no da signos de cambio en su política exterior de anillos concéntricos según la cual en el centro está el Mercosur y, dentro de ese centro, la Argentina. Un desafío: desinteligencias como las que llevaron a la suspensión indefinida del proyecto de la minera Vale, seguramente con responsabilidades o fatalidades por ambos lados, pueden erosionar la confianza mutua aunque no la supriman del todo. Si eventualmente eso sucediera, lo cual por cierto no es inevitable, Brasil vería debilitado su proyecto de construcción de un poder regional para terciar en la multipolaridad que busca como ideal para el planeta. Para la Argentina la perspectiva sería aún peor: más allá de la sustitución de importaciones en algunos sectores, no consta la existencia de ningún proyecto de reindustrialización presentado por especialista alguno que plantee un desarrollo sustentable sin el mercado brasileño o la asociación con Brasil.

Uruguay elige presidente cada cinco años. Las elecciones serán el 26 de octubre de 2014. Como no hay reelección y el Frente Amplio no se propone cambiar la Constitución, el ciclo de Pepe Mujica se agotará. En junio de 2014 hay comicios internos para elegir los candidatos de cada fuerza. Aunque no lo dijo oficialmente, el ex presidente 2005-2010 Tabaré Vázquez aparece como uno de los postulantes. Nacido el 17 de enero de 1940, en ese momento tendrá 75 años. Si gana, asumiría la presidencia en 2017 con 76. Médico especialista en oncología, el propio Tabaré suele decir que el futuro depende de su partido, el socialista, del Frente Amplio, del voto de los uruguayos y de la biología. Mujica, de 77 años, no puede ser precandidato, pero sí está en condiciones de jugar su popularidad en favor de una figura. ¿Se inclinará por Raúl Sendic? Sendic es un bebé para los parámetros de la política uruguaya: tiene 50 años. Puede ser un competidor de Tabaré en junio y, si pierde la interna, integrar la fórmula como candidato a vice. Aunque dirige un espacio propio, Compromiso Frenteamplista, no están cerradas las puertas para un acuerdo con el Movimiento de Participación Popular que conducen los ex tupamaros como Mujica y el actual ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro. Sendic tiene un lazo natural con ellos. Es hijo de Raúl Sendic, otro de los fundadores de los Tupamaros a comienzos de la década de 1960. Tras 12 años de cárcel, fue liberado en 1985 y murió en 1989, el mismo año en que el Frente Amplio obtuvo su primer gran triunfo: la intendencia de Montevideo. Genetista recibido en La Habana, Sendic hijo se fogueó en los últimos años como funcionario del Estado. Preside la estatal Ancap, Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland. Quien haya pasado por Uruguay puede haber tomado caña Ancap. Más allá del folklore nostálgico, la empresa quiere convertirse en actora regional. Ya firmó acuerdos con Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima y está en conversaciones con Yacimientos Petrolíferos Fiscales para participar del proceso de explotación de shale gas en Vaca Muerta.

Tabaré sería para la Argentina un desafío mayor que el de Mujica. Con él de presidente uruguayo y con Néstor Kirchner aquí los dos países escalaron el conflicto por la pastera finlandesa. ¿Tabaré fue ingrato a pesar de la ayuda electoral de Kirchner? ¿Kirchner no midió que, aun si la ingratitud fuese cierta, la nacionalización del conflicto no sólo afectaría la relación con Uruguay sino a su propio gobierno, como quedó evidenciado en la destreza para el corte de rutas durante el conflicto agrario de 2008? Lo cierto es que recién Mujica y Cristina Fernández de Kirchner arreglaron el litigio una vez que se hubo producido el fallo de la Corte Internacional de La Haya y la Argentina se mostró dispuesta a perseguir penalmente a quienes cortasen puentes. De todos modos, nada indica que Tabaré no pueda comportarse como un presidente con espíritu práctico que deje el pasado bien lejos.

En 2014 el boliviano Evo Morales cumplirá ocho años en el poder. Ese año también afrontará elecciones presidenciales. Está autorizado a presentarse a su primera reelección luego de la vigencia de la constitución del Estado Plurinacional. El jueves último su partido, el Movimiento al Socialismo, hizo la moción de que Evo vuelva a ser candidato y, si gana, gobierne Bolivia en el período 2015-2020. Si lo consigue cumpliría 14 años en la presidencia, el mismo tiempo que Hugo Chávez entre su asunción y su muerte. Morales nació el 26 de octubre de 1959. Tiene 53 años. Tendría recién 61 cuando en 2020 entregue la banda presidencial a otro presidente. El MAS mocionó que el vicepresidente Alvaro García Linera vuelva a integrar la fórmula con Evo.
El Paraguay del pasado

Paraguay podría ser la gran excepción política del Cono Sur. Tras el derrocamiento de Fernando Lugo en 2012, las elecciones se celebrarán el próximo 21 de abril. El coloradismo, la fuerza más influyente, presentará como candidato a Horacio Cartes. El Frente Guasú de Lugo irá con Aníbal Carrillo a la cabeza. Se desprendió un sector importante, el del periodista Mario Ferreiro. La división del centroizquierda deja como principal desafiante a Efraín Alegre, del Partido Blanco.

De 56 años, Cartes va primero en las encuestas de intención de voto. Gran empresario de licores y tabaco, el ex ministro del Interior Carlos Filizzola dijo sobre él: “Su triunfo significaría el regreso al país del pasado, el de las malas noticias, a la época donde cuando se mencionaba al Paraguay se le vinculaba con el narcotráfico, el lavado de dinero, la piratería, ese país poco creíble y aislado internacionalmente”. Filizzola explicó las dificultades para combatir el narcotráfico en Paraguay incluso cuando, como sucedió con el gobierno de Lugo, el Estado tiene intención de hacerlo. En una entrevista concedida en 2011 a la agencia Nova Paraguay, Filizzola dijo que en su país “los poderes públicos han estado históricamente corroídos fuertemente por el narcotráfico”. Explicó el origen: “Esto viene de la dictadura, donde importantes políticos del régimen stronista (por el dictador Alfredo Stroessner) protegían el tránsito de cocaína. Me refiero puntualmente a pistas clandestinas y demás. Eso continúa, quizás de una manera menos visible. Si uno mira las estadísticas de decomiso de cocaína y marihuana son irrisorias para un país donde se estima circulan entre 60 y 70 toneladas de cocaína al año”. Filizzola se quejaba entonces de que “en zona de fronteras es muy difícil encontrar jueces que condenen narcotraficantes” y confesó que durante su gestión “hemos tenido problemas inmensos con relación a casos vinculados con narcotraficantes”.

Cuando se realicen las elecciones, es previsible que Paraguay vuelva a ser aceptado como miembro activo con plenos derechos en Mercosur. A esta altura ya hay una novedad: pocos días después de la suspensión de sus derechos, Brasil, la Argentina y Uruguay aceptaron la entrada de Venezuela. En ese entonces gobernaba Hugo Chávez. Muy pronto se sabrá si el sucesor de Chávez se llama Nicolás Maduro, actual presidente encargado, o el opositor Henrique Capriles. Las elecciones serán una semana antes que las paraguayas: el 14 de abril. Una encuesta de la empresa Hinterlaces informa sobre una diferencia de 18 puntos en favor de Maduro, mientras que Datanálisis le otorga 14. Aun si los números estuvieran inflados, cosa de la que no hay constancia alguna, practicando un desagio igual queda una diferencia que a Capriles podría serle muy difícil descontar en tan poco tiempo.

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Análisis Noticiosos

Años de investigación de una reserva para salvar al loro carirrojo de la extinción

Published

on

Tras varios años sin avistamientos, se volvió a registrar la presencia de esta especie en peligro de extinción en la recién creada reserva Ridgely, al sur del país andino

La primera expedición fue en 2022. Visitaron casa por casa en un pueblo de la provincia austral de Loja, al sur del Ecuador. Los científicos cargaban un par de fotografías en busca de un loro con brillantes manchas rojas alrededor del pico. “Preguntamos a los habitantes si lo habían visto”, cuenta Patricio Mena, coordinador de especies de la Fundación Jocotoco. Por aquella época había registros de poco más de 20 ejemplares en la zona. “Muchos respondieron que no, sobre todo los más jóvenes”. Pero, mientras avanzaban por el camino, los habitantes mayores de Selva Alegre confirmaron haber visto y hasta escuchado al ave. “Una persona nos dijo: ‘Sí, ese periquito suele estar ahí”, mientras señalaba un parche de árboles. Aquella pista encendió la esperanza de proteger al loro carirrojo (Hapalopsittaca pyrrhops), tanto así que, tres años después, en marzo de este año, crearon la reserva Ridgely, en el mismo Loja, para cuidar a esta especie, cuya población no supera los 2.400 individuos en el mundo.

Tras aquella primera expedición de 2022, emprendieron nuevos recorridos por las montañas y cordilleras cercanas en busca de más ejemplares. Ornitólogos, observadores de aves y personas de la zona trabajaron para confirmar que Selva Alegre era el lugar indicado para cuidar al loro. Es una especie neotropical muy rara, que habita únicamente en los bosques montanos nublados del sur de Ecuador y el norte de Perú. En los últimos años, su población ha disminuido de manera preocupante. Ha sido catalogado como una especie en peligro de extinción por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ya que es muy sensible a las alteraciones en su hábitat. Estudios recientes advierten que su población está experimentando declives rápidos, en gran parte por la pérdida de su entorno.

Recuperar su hábitat

La reserva Ridgely es hoy prácticamente una isla de árboles nativos a más de 2.500 metros de altura. A su alrededor, predominan extensas hectáreas de pino —una especie introducida hace más de un siglo en Ecuador, y que ha desplazado a los árboles y plantas originarias. A esto, se suman actividades ganaderas y agrícolas, que han reducido aún más el hogar del loro, explica David Parra, director de conservación de la Fundación Jocotoco, convirtiendo a la reserva en un sitio clave para la vida de las aves.

José Espinoza es el centinela del loro. Una mochila, unos binoculares y un teléfono son sus herramientas para contabilizarlos y proteger su hábitat. Espinoza fue uno de los primeros en lograr fotografiar al loro carirrojo, pocos meses después de la creación de la reserva. Todos los días patrullaba y abría camino en medio de la maleza. “Trataba de buscarlos y no los encontraba. Ya habían pasado más de dos meses”, dice este joven de 26 años mientras camina por los alrededores de la reserva.

En uno de sus patrullajes, en abril de este año, mientras recorría los senderos, llevaba un parlante que reproducía el canto del loro. “Cuando dejó de sonar, respondieron con el mismo sonido”, relata. Apenas los escuchó, alzó la mirada hacia las copas de los árboles y encontró un grupo de diez ejemplares entre las ramas. “Se quedaron varios minutos perchados, logré tomarles fotos. Estaba muy feliz porque rara vez se los logra ver”, cuenta ilusionado.

El siguiente paso es identificar si anidan o se desplazan en busca de comida en esta zona, explica Leovigildo Cabrera, administrador de las reservas del programa Chocó– Tumbes, una zona que combina las selvas tropicales del Chocó con los bosques secos de Tumbes, entre Ecuador y Perú, y de la que forma parte la reserva Ridgely. “Hay que entender cómo es su comportamiento, sus movimientos” y “para eso son necesarios los recorridos de monitoreo”, agrega. Hay que realizar largas horas de caminatas desde el amanecer, a las seis de la mañana, hasta entrada la tarde. Una tarea que exige paciencia, dedicación y constancia.

Pero el loro carirrojo no es único habitante de estos bosques. A más de 3.600 metros de altura, donde los pajonales y la vegetación de páramo domina el paisaje, vive el colibrí garganta azul (Lampornis clemenciae), en la reserva Cerro de Arcos que, junto con Ridgely, forman un corredor ecológico. “Las especies que habitan esta larga y delgada cordillera son muy móviles”, menciona Parra. Y, añade, estos ecosistemas “se comportan como islas porque guardan a especies únicas”.

Los vigilantes del colibrí son Ángel Macas y Norberto Ordóñez, dedicados a monitorear los nidos de esta especie única. En la aplicación de su celular llevan un registro exacto de cuántos colibríes habitan en la reserva. “Incluso identificamos los nidos con código y placas para diferenciarlos”, comenta Macas. Los recorridos los realizan en solitario por lo sensibles que pueden ser las aves. Pero su trabajo no se termina ahí, también participan en la reforestación con plantas nativas, como la chuquiragua, una especie de arbusto andino, que es el principal alimento del colibrí de garganta azul.

La meta de la nueva reserva Ridgely es aumentar su extensión. “Actualmente, tiene alrededor de 200 hectáreas y en el futuro se espera duplicar el área para crear un hábitat más grande que permita incrementar la población del loro carrirojo”, cuenta Mena. Proteger al loro crea un efecto paraguas: “Al conservar estos bosques, donde habita el loro, protegemos a muchas otras especies. La reserva empieza desde los 2.800 hasta los 3.500 metros, llegando casi el páramo. Al cuidar este ecosistema, preservamos fuentes hídricas y garantizamos la supervivencia de osos y aves, como el tucán andino, las pavas de monte, los colibríes o las ranas”, zanja el investigador.

La historia detrás del loro carirrojo y del colibrí garganta azul en Selva Alegre es también la de las personas que dedican su vida a protegerlos en medio de una región del Ecuador que está cada vez más amenazada por el impacto del cambio climático, además de la nueva presión que ha puesto en jaque a las áreas protegidas del país andino: la minería ilegal. La creación y expansión de la reserva Ridgely no solo busca salvar a una especie, sino preservar un bosque entero, sus ríos, su páramo y la increíble diversidad que habita en este ecosistema único.

ELPAIS.COM

Continue Reading

Análisis Noticiosos

Los desastres son inevitables; las tragedias, no

Published

on

En México, la alerta de las inundaciones recientes llegó “cuando la ola ya estaba encima”, según dijo un testigo. En Haití, el huracán ‘Melissa’ no llegó, pero fue el país del Caribe donde más muertes dejó el potente ciclón. Los desastres se vuelven catástrofes por sistemas que se omiten y presupuestos que se desvían

Podemos hablar del paso de los huracanes y tormentas como si fueran una serie de números y nombres que desfilan: Erin, Gabrielle, Humberto, Imelda, Andrea, Barry, Chantal, Dexter, Fernand, Jerry, Karen, Lorenzo y Melissa. El último de esta temporada 2025 en el Atlántico, Melissa, dejó al 77% de Jamaica sin electricidad, al menos 28 muertos, más de 25.000 personas en refugios de emergencia; a Haití con 40 fallecidos, decenas de desaparecidos y más de 160 viviendas inundadas; a Cuba con 735.000 personas evacuadas.

Y pensamos en esas personas —las afortunadas— que siguen con vida, pero que perdieron sus hogares y que no tienen dinero para reconstruirlas; que con el tiempo terminarán por reconstruir(se) hasta que el paso de un futuro huracán les vuelva a atravesar por la mitad.

Empezamos, entonces, a asimilar mejor el concepto de “injusticia climática” cuando desciframos estas cifras en el periódico y vemos los encabezados que compiten en grandilocuencia: “el más devastador”, “el más fuerte”, “el más destructivo”. Atravesados como rayo por la palabra cambio climático.

Es más difícil pensar en conceptos y cifras cuando estos se viven en carne propia. Es, también, más difícil tomar distancia de estas tragedias para preguntarse qué convirtió estos desastres en catástrofes humanitarias, crisis de salud pública y económicas. ¿Qué tuvo que acontecer para que esto sucediera?

Quisiera hablar de desastres en un sentido más amplio. En México, hace tan solo unas semanas, lluvias torrenciales en cinco estados provocaron la muerte de al menos 70 personas y otras 70 más siguen desaparecidas. Se estima, también, que hay más de 100.000 viviendas afectadas. Cuando nos preguntamos qué pasó, los sobrevivientes hablan: “La alerta llegó cuando la ola ya estaba encima”.

Y entonces, empezamos a entender el tipo de cosas que tienen que acontecer para que lo inevitable suceda.

En su momento, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvo que no se escatimaría en recursos para atender a víctimas y que este año se aprobaron 19.000 millones de pesos mexicanos (unos 1.200 millones de dólares) para la atención de desastres.

Pero la atención no es lo mismo que la prevención. Como no es lo mismo salvar vidas que resarcir daños y enterrar muertos.

Cuando vemos los masivos recortes presupuestales a los sistemas de alerta temprana en México, en beneficio al tren Maya, a PEMEX, entre otros, entendemos por qué, el sistema mexicano de protección civil, que fue único e innovador a nivel global en su momento, sea tan insuficiente hoy en día. Se explica mejor el desmoronamiento de la comunicación de riesgos, la ausencia de convenios de colaboración con las telefonías para que alerten a las poblaciones vulnerables y los fondos de Prevención de Desastres desarticulados.

Este es el tipo de cosas que hacen que lo inevitable suceda.

En junio de este año, la ONU lanzó las alertas en Haití: el 96% de la población estaba en riesgos por desastres y, sin embargo, no existía el financiamiento necesario para activar sistemas de prevención ni material de emergencia post-desastre. Hacía tan solo unos meses, la ONU había decretado que el gobierno no tenía la capacidad de proteger a su población en su entrada a la época más difícil del año, la presente y temible temporada de huracanes. La ONU pedía 908 millones de dólares para apoyar a Haití, a mediados de junio tan solo había logrado reunir el 8%.

Este es el tipo de cosas que hacen que lo inevitable suceda.

En México, como en muchos otros países, la memoria sobre lugares a riesgo se fue gradualmente borrando y la legislación se hizo esquiva: los territorios inundables se volvieron habitables y se convenció a las poblaciones vulnerables de que eran seguros. Se omitieron, también, las estrategias de prevención y adaptación.

Y el problema, después, fue que “la alerta llegó cuando la ola ya estaba encima”.

En Haití, el huracán Melissa no llegó. Pero en las últimas décadas, el país fue paulatinamente acabando con sus bosques y zonas húmedas que permitían las infiltraciones al subsuelo, limitando las inundaciones; transformó sus árboles en energía para electricidad y debilitó los territorios que eran barrera a los deslizamientos de terreno. El huracán Melissa no llegó, pero Haití, que tenía ya a 230.000 haitianos en refugios improvisados, sufrió las consecuencias más mortíferas de la región tras su paso.

Las dinámicas territoriales de las últimas décadas y la degradación de los ecosistemas son ese tipo de cosas que tienen que suceder para que lo inevitable acontezca.

Y así, los desastres se vuelven catástrofes por procesos que se construyen, sistemas que se omiten, presupuestos que se desvían, personas cuyas vidas se juzgan poco importantes. Los escenarios son conocidos, las tragedias son previsibles, pero por falta de capacidad, se vuelven imposibles de evitar.

Estos desastres y tragedias ocurren a tan solo una semana de que se lleve a cabo la COP30, el evento climático más importante a nivel global, en donde se decidirá, entre otros temas, las inversiones que tienen que ser destinadas a la adaptación, la ayuda que recibirán los países más vulnerables a los riesgos climáticos y el rol de esos estados insulares que, a pesar de no ser responsables del cambio climático, terminan siendo los más afectados.

elpais.com

Continue Reading

Análisis Noticiosos

Al menos 64 muertos y decenas de detenidos en una megaoperación contra el crimen organizado en Río de Janeiro

Published

on

El gobernador afirma que “es una guerra que nada tiene que ver con la seguridad urbana” y pide ayuda a las Fuerzas Armadas

Sao Paulo.- Río de Janeiro vive este martes una jornada de caos colosal e intensos tiroteos por una operación policial contra el crimen organizado que ya es la más letal de la historia de la ciudad brasileña. Al menos 64 personas han muerto (incluidos cuatro agentes) y 81 han sido detenidas, según datos oficiales. El despliegue de 2.500 policías en esta megaoperación, que se ha centrado inicialmente en dos grandes barriadas cariocas de favelas, pretende frenar la expansión territorial del Comando Vermelho, el segundo grupo más poderoso del crimen organizado en el país sudamericano. El gobernador del Estado de Río, Claudio Castro, se ha quejado de que “Río está sola en esta guerra”, ha criticado la falta de apoyo del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y ha pedido ayuda a las Fuerzas Armadas.

Río de Janeiro, turística, antigua capital y el hogar de seis millones de vecinos, es simultáneamente una ciudad muy desigual y acostumbrada a la violencia, pero las dosis desplegadas este martes resultan extraordinarias incluso para los locales. El descomunal despliegue policial ha sido respondido con intensos tiroteos por los hombres del Comando Vermelho, que incluso han lanzado granadas desde drones sobre los agentes. Horas después, el grupo criminal ha desplegado a sus miembros, que han cortado avenidas y calles con barricadas por toda la ciudad y por la zona metropolitana.

Las autoridades han elevado el nivel de alerta en Río ciudad y los noticiarios se han llenado de imágenes de avenidas cortadas con autobuses, coches quemados y decenas de hombres sin camiseta a los que los agentes se llevan detenidos. La policía se ha incautado de al menos 75 fusiles.

El baño de sangre en Río se ha producido a las puertas de que Brasil acoja a partir de la semana que viene la cumbre mundial del cambio climático, la COP30, que se celebrará en Belém, en la Amazonia, a más de 3.000 kilómetros de distancia. El presidente Lula será el anfitrión de una cumbre los días 6 y 7.

El principal objetivo de la operación policial es el jefe del Comando Vermelho en una barriada carioca llamada Complexo da Penha, el capo Edgar Alves de Andrade, apodado Doca. Los agentes, que tenían un centenar de órdenes de arresto, también buscan a decenas de sus lugartenientes.

Ya a primera hora de la mañana, las autoridades habían anunciado que los tiroteos entre agentes y criminales obligaron a suspender las clases en 45 colegios y a desviar 12 líneas de autobús. Por la tarde, el CV había logrado cortar el tráfico en al menos una quincena de puntos de la ciudad, incluida la avenida Brasil, una de las principales arterias viarias. “Es un escenario de guerra”, le ha contado la profesora Suellen Gomes al diario Estadão desde el Complexo do Alemão. Según ella, los tiros empezaron al amanecer y nadie fue al colegio. “Ninguna escuela de esta zona abre cuando hay operación”, explica.

Para atrapar a los jefes del negocio, a los contables que les ayudan a blanquear sus ganancias y a los soldados de a pie que con los que mantienen el control absoluto sobre barriadas completas donde dictan la ley, las autoridades han movilizado un despliegue enorme. A los 2.500 agentes de la policía militar y la civil involucrados, se han sumado una treintena de vehículos blindados, dos helicópteros, drones policiales y una docena de vehículos de demolición.

El gobernador Castro, bolsonarista, se ha quejado de que las Fuerzas Armadas rechazaron tres veces sus peticiones para que le enviaran blindados de apoyo. Ha pedido ayuda a los militares con el argumento de que esta “es una guerra que nada tiene que ver con la seguridad urbana” sino que está alimentada “por las armas del narcotráfico internacional”.

El secretario de Seguridad Pública Victor Santos, ha destacado que toda la operación se diseñó y se realiza con apoyo del Gobierno federal. Santos ha lamentado el caos para los vecinos y los heridos, pero ha recalcado que esta acción “era necesaria, estaba planificada, se basa en inteligencia y va a continuar”.

El epicentro de la megaoperación son dos enormes conjuntos de favelas donde viven casi 300.000 personas, el Complexo da Penha y el Complexo do Alemão. El primero es, según la fiscalía de combate a las familias criminales de Río, un centro neurálgico de las actividades del Comando Vermelho. El Complexo da Penha, dice una nota del Grupo Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco), “es un punto estratégico para el flujo de drogas y armas, gracias a que está en las proximidades de varias autopistas, y se ha convertido en una de las principales bases del proyecto expansionista del grupo criminal”.

Uno de cada cuatro brasileños, es decir, 50 millones de personas, viven en barrios dominados por el crimen organizado, según un reciente estudio de la Universidad de Cambridge. El Comando Vermelho, el PCC u otros grupos armados, imponen su ley a sus vecinos y, en ocasiones, impide la acción de las autoridades. Los vecinos directamente afectados, que suelen ser pobres, negros y periféricos, se encuentran atrapados entre dos fuegos, abandonados por las autoridades, blanco fácil y presa de las balas perdidas, además de sometidos a extorsión.

En los últimos tiempos los delincuentes han descubierto las bondades del trabajo en remoto. Un fiscal del Estado amazónico de Rondonia explicaba recientemente en el diario O Globo que los jefes de las franquicias del Comando Vermelho por otros estados, sobre todo los fronterizos con otros países, se están refugiando en Río de Janeiro, que hasta este martes eran la principal guarida del grupo. “Se dieron cuenta de que el jefe ya no necesitaba estar en su estado natal. Podía estar protegido en Río y tomar decisiones por videollamada”, explicaba al diario carioca Anderson Batista de Oliveira, jefe del Gaeco en Rondonia. “El capo está en un lugar de difícil acceso para la policía, y la organización protege así a sus principales activos”, añadía.

Hasta ahora la operación más letal de Río era la de la favela de Jacarezinho, en el centro, donde en 2021 murieron 27 personas. La policía de Brasil es considerada una de las que más mata y más muere del mundo. En torno a un 10% de las muertes violentas suelen ser obra de uniformados. La de Río, tanto de la ciudad como del Estado, ha destacado durante años a nivel nacional por su alto. La creciente incorporación de cámaras en los uniformes ha contribuido a reducir las muertes en enfrentamientos a tiros con criminales.

elpais.com

Continue Reading

Edificio La República: Restauración No. 138, cuarta planta, Santiago, República Dominicana. Teléfono: 809-247-3606. Fax: 809-581-0030.
www.larepublicaonline.com  / Email: periodico@larepublicaonline.com
Copyright © 2021 Blue National Group