Opinión
Años atrás fue anunciado el “deterioro irreversible del capitalismo”
Published
5 años agoon
Por Narciso isa Conde
No es simplemente que llegó el COVID 19 a China y de allí se expandió hacia otros países, incluyendo el nuestro, generando de paso una crisis de salud “temporal” a la que se le suma un desplome “episódico” de la economía global que podría ser reparada por los gestores del sistema o sus relevos.
No, no hay peor sordo-ciego que quien no quiso escuchar ni leer.
Esta crisis, en verdad, viene de años atrás y lo que acontece en estos días en las entrañas podridas del capitalismo fue vaticinado con bastante antelación y mucha agudeza.
Miren, por ejemplo, esta cita de una de las obras del inolvidable camarada y pensador argentino, Jorge Beinstein, con quien compartimos militancia común en el Movimiento Continental Bolivariano-MCB.
Beinstein, militante marxista, académico de alto vuelo, estudioso de la cadena de crisis del sistema capitalista y experto en prospectiva (que equivale a emplear el arsenal científico disponible para ver más allá de la curva, para vislumbrar el futuro de un sistema en decadencia), efectivamente captó anticipadamente lo que hoy es mucho más evidente.
¡Miren!:
“La “crisis global” (todavía se la sigue llamando así) sigue su curso, se va profundizando con el correr de los años, deteriora las instituciones de las potencias centrales, quiebra las tramas económicas y culturales que cohesionaban a esas sociedades, queda al descubierto como decadencia; es decir, como proceso de deterioro general irreversible. También va llegando a los denominados “países emergentes” derrumbando el mito del rejuvenecimiento capitalista desde la periferia, de la superación burguesa del neoliberalismo occidental gracias a la intervención del estado.
…….“La despolarización no instaura una suerte de capitalismo global democratizado, con menos imperialismo, con más autonomías nacionales o regionales articuladas expandiendo sus fuerzas productivas, la ilusión de la despolarización progresista no es menos irreal que la de la multipolaridad ordenada. La realidad presenta al sistema marchando hacia convulsiones cada vez mayores, hacia la generalización del desorden, la autodestrucción ambiental, la reproducción ampliada de la economía tendiendo a cero y anunciando convertirse en negativa. Es el capitalismo en vía de agotamiento que al despolarizarse se desarticula presentando horizontes futuros de barbarie pero también de insurgencias portadoras de utopías liberadoras.”
(Annus horribilis (mirabilis) 2013: punto de inflexión en la larga decadencia occidental .COMUNISMO O NADA, Editorial Trinchera, Caracas, marzo 2014).
La crisis no es el COVID 19. El capitalismo es la crisis- Los virus, como los huracanes y terremotos son solo un elemento catalizador de sus lacras acumuladas Y si no lo creen pregúntenselo a Puerto Rico que ha sufrido recientemente estas tres injerencias.
GRAN DEPRESIÓN EN TIEMPO DE DECADENCIA
Ahora estamos en el vórtice de una convulsión mayor que la del 2008 y 2013, camino a una Gran Depresión, superior a la iniciada en 1929, y a los compases de la decadencia progresiva de todo el sistema.
La crisis se profundiza provocando el desplome de economías capitalistas otroras poderosas, “altamente desarrolladas” y aparentemente inexpugnables; entrando en la ruta de la tragedia social y humana más grave en la historia del capitalismo.
Esta caída brutal del imperialismo occidental es consecuencia de un dominio que persistentemente súper-enriquece al 1% de la población y empobrece dramáticamente la naturaleza humana y no humana en gran parte del planeta y en sus propios predios.
Las instituciones de las potencias centrales se deterioran.
Ni hablar las de los países periféricos.
Impera la tendencia al caos como señal de decadencia, sobre todo cuando su “meta-control” desde el Pentágono, la OTAN, el FMI, el Banco Mundial, el Banco Europeo, las Cumbres del Capital…se evidencia como una gran ilusión. Así lo sentenció J.Beinstein:
“ El gigante imperial busca beneficiarse del caos en su priferia, pero termina por introducir el caos entre sus propias filas, la destrucción deseada de la periferia no es otra cosa que la auto-destrucción del capitalismo como sistema global, su pérdida veloz de racionalidad”. (La Ilusión del Meta-control del Caos”.- Jorge Beinstein, Editorial Trinchera, Caracas 2013)
Al perder el capitalismo su propia racionalidad sistémica respecto a la realidad, producto de su enfermedad senil y su miedo a una decadencia inevitable, tiende a degradarse y “alocarse”; y también no solo a ser más brutal, sino también a “ponerse bruto” y embrutecer a sus mandamases.
La culebra imperialista occidental comenzó comiéndose la cola y siguió subiendo en su rapacidad hasta tender a lo imposible: comerse su cabeza. Y esto es cosa de una “locura sistémica” muy especial, determinada por “una descomposición irreversible”, puesta al desnudo más crudamente por el impacto de un nuevo corona virus.
CRISIS TRAS CRISIS, VIRUS TRAS VIRUS EN MEDIO DE LA PANDEMIA CAPITALISTA
Una crisis sigue a la otra, cada vez más profunda y más global la siguiente; superando todas las anteriores, al adoptar la modalidad de multi-mega-crisis crónica y entrar el sistema en una estremecedora fase de descomposición.
Una pandemia sustituye a la otra, cada vez más contagiosa y mortal.
Pero ninguna es tan destructiva como la “pandemia capitalista”, con su usura expoliadora, su deuda eterna, sus burbujas explosivas empobrecedoras, sus híper-bombas financieras, su gansterización, sus nuevas guerras de conquistas, sus depredaciones y sobre-explotación, sus saqueos, sus golpes duros y “blandos”, sus neo-fascismos e invasiones.
La respuesta del gran capital en la nueva fase de su decadencia inevitable, en el mundo y aquí, no será otra que intentar por cualquier medio concentrar más poder y riquezas por la fuerza, cargando los enormes costos de este desastre sobre las espaldas de los pueblos, de las fuerzas del trabajo y la cultura, de los y las excluidos/as y las capas medias en vía de un empobrecimiento significativo.
Y si se derrumba la economía virtual, irreal –como está aconteciendo- y algunas de la facciones del gran capital optan por volver o poner más énfasis a la economía real, a la producción, será para practicar un guerrerismo, una sobre-explotación humana y un saqueo de la naturaleza no humana (suelo y subsuelo, ríos y mares, como nunca antes se había visto.
Pero nada de eso detendrá la tendencia a la quiebra y declive del sistema.
Sus partidocracias corruptas y corruptoras, cada vez más fundidas o asociadas al capital privado, tampoco tienen posibilidad de salirse de ese carril.
La sordera y la ceguera de los responsables de este cuadro estremecedor a escala nacional, continental y mundial, no debe sorprendernos: son propias de quienes sabiendo que su sistema se hunde, siguen aferrados a él y a su disfrute, y les importa hundir al planeta y a la humanidad.
Tal contubernio no les permite a sus mandatarios admitir la gravedad de lo que acontece para el mundo y para ellos mismos.
Es una falsa ceguera y una falsa sordera, mientras su “locura” no alcanza para inducirlo a comerse su cabeza.
No pueden. No le conviene. Se “pusieron brutos”, pero no tanto como para suicidarse.
El capitalismo imperialista va a defender su cabeza, donde se concentra todo lo robado y saqueado, casi toda la plusvalía, la corrupción y las riquezas acumuladas en su dinámica explotadora y expoliadora.
Va a resistir dando zarpazos a diestra y siniestra.
INSURGENCIA GLOBAL TRANSFORMADORA O PROLONGACIÓN DEL CAOS
A esa culebra venenosa hay que aplastarle la cabeza y eso solo puede hacerlo la insurgencia global de los pueblos.
Quiero insistir: el capitalismo, su sistema imperialista, son como el caimito: no caen solos, no importa lo podrido o seco que estén. Hay que tumbarlos desplegando una fuerza multitudinaria muy superior a la suya.
Mientras eso no se produzca, el capitalismo puede sobrevivir en el curso de una crisis tras otra y cada una peor que la anterior. Puede seguir viviendo incluso en medio de un caos incontrolable, si se lo permitimos.
Que el capitalismo y sus portavoces no admitan su crisis de decadencia y nieguen la necesidad y posibilidad de nuevas revoluciones, nuevas democracias y nuevos socialismos; la necesidad, en fin, de una urgente retoma y reactualización del proyecto de sociedad comunista y sus correspondientes fuerzas de vanguardias, es propio de su naturaleza.
Su renovada y singular brutalidad no llega a admitir que para la salvar a la humanidad y al planeta es preciso poner a volar por los aires su poderosa cabeza.
Cretinismo y tontería política difíciles de entender por muchos/as, son las que exhiben políticos que se asumen de izquierda y hasta se consideran socialistas y comunistas, y se niegan a ver lo que está la vista, conmocionando por demás el Planeta Tierra.
Pertenecen a los que en política, por buscar ventajas dentro de la moda “progresista”, piensan y actúan empecinadamente como factores asociados a facciones sostenedoras de un sistema en franca e irreversible descomposición, proponiendo a la vez, para colmar su degradación, una “unidad nacional “ anti-COVID 19, que incluye al gobierno y a todo el bloque social y político dominante, a todos causantes de la crisis.
La verdad es que realmente no son izquierdistas ni nada de eso y más bien se han abrazado, para detentar cuotas institucionales y acomodamientos, a fomentar la falsa idea de que es posible reformar, despojar de “salvajismo” y “humanizar”, un sistema capitalista que ha entrado en una prolongada y peligrosa agonía.
Al parecer ellos/as tienen sus razones “no tan santas” para no ayudar a los pueblos vejados, y cada vez más indignados, a tumbar el caimito.
En sentido inverso a esa línea conciliadora y conservadora, siempre compartí con Beinstein las siguientes apreciaciones:
- Que esta decadencia general del sistema, el comienzo del fin de su hegemonía cultural,” abre un gigantesco espacio a la creatividad de los oprimidos…La insurgencia es históricamente posible, la compleja articulación global del sistema se deteriora no solo en su periferia sino también en su espacio central, el Primer Mundo”. (COMUNISMO DEL SIGLO XXI.- Herencias y posibilidades, Editorial Trinchera COMUNISMO O NADA Pag 110-117. Caracas 2013)
- Que el sujeto universal del anti-capitalismo “podría ser pensado como un sujeto plural que recupera memorias populares de forma de convivencia igualitarias, solidarias, de resistencia (incorporamos nosotras) al patriarcado y toda forma de discriminación, apoyado en la construcción de una economía socialista desde lo comunitario, respetuosa de los derechos de la Madre Tierra y ofreciéndole al Universo una nueva forma de vivir, de vivir bien, el buen vivir. COMUNISMO DEL SIGLO XXI.- Herencias y posibilidades, Editorial Trinchera COMUNISMO O NADA Pag 110-117. Caracas 2013)
- Que ahora se trata “de afirmar en la construcción de la nueva sociedad la lucha por todas las libertades colectivas o individuales no opresivas: de religión, de género, de comunidad, de etnia, de rechazo a la regimentación capitalista y burocrática”. COMUNISMO DEL SIGLO XXI.- Herencias y posibilidades, Editorial Trinchera COMUNISMO O NADA Pag 110-117. Caracas 2013).
A nuestro entender no hay de otra en medio de esta mega-crisis, si en verdad se opta por un cambio que arranque de raíz las causas de la crisis capitalista y su uso contra la vida del planeta y de la humanidad.
Por Narciso Isa Conde
¡Habría que intentar tumbarlas o aplastarlas con armas e invasiones de alto calibre!, y eso no es fácil, porque los invasores corren el riego de empantanarse como le ha pasado en otras partes del planeta.
Esta América es nuestra, la de ellos es la del “Norte Revuelto y Brutal”, destinado a «sembrar de miseria” nuestra América.
No somos “patio trasero” de nadie.
A estas alturas del proceso, consideramos inaceptable una nueva apelación al monroísmo y más aún las demenciales pretensiones del trumpismo y otras variantes del neofascismo.
En esta América…el oro, el litio, las tierras raras, el titanio, la Amazonía, la biodiversidad, las costas, las playas y los ríos, no son de EEUU.
Son nuestros y los vamos a defender.
¡Que lo sepan bien Trump, Elon Musk, Laura Richardson y Marco Rubio!
¡Que lo sepan su CIA, USAID, Comando Sur, el Pentágono y su gabinete de halcones!
Ni su retórica de terror, ni el coloniaje racista, ni sus guerras de variadas intensidades y generaciones, nos asustan.
Carecen de capacidad para intimidar los estados y pueblos que ejercen el derecho a la autodeterminación
Son huesos duros de roer.
Ni Cuba, ni Venezuela, ni Nicaragua se caen con palabras y fantocherías cobardes, tampoco con guerras de baja intensidad.
Eso está requeté demostrado.
¡Habría que intentar tumbarlas o aplastarlas con armas e invasiones de alto calibre!, y eso no es fácil, porque los invasores corren el riego de empantanarse como le ha pasado en otras partes del planeta.
Pero, además, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia no están solas en el mundo, ni en este continente.
Cuba y Venezuela tienen poder militar para devolver. Como pasa, en otras latitudes con Corea del Norte en la cercanía de Corea de Sur y Japón, aliados carnales y sedes de base militares de EEUU.
El odio colonial neofascista incluso apunta contra México, Colombia y Brasil en favor de las ultraderechas de esas naciones, a pesar de la traición de Lula a Venezuela y las recientes inconsecuencias de Petro con la patria de Bolívar y de Chávez.
Hacia México el trumpismo derrama hiel y desde sus entrañas se esgrimen sanciones y amenazas inaceptables para la dignidad de su gobierno y de su pueblo, y no le será fácil al Gobierno de Trump imponer sus designios; como tampoco le será fácil ejecutar su xenofobia brutal, ni cumplir sus promesas racistas contra los flujos migratorios y la inmigración “tercermundista” que las propias potencias neocoloniales han provocado
· LOS DESIGNIOS NEFASTOS DEL TRUMPISMO HAN SIDO CONFESADOS.
Todas esas pretensiones imperiales han sido confesadas por los halcones “electos” o designados, con todo el descaro del mundo.
Sabemos, además, para que pueden dar Trump, Vance, Musk, Laura Richardson y Rubio, para solo dejarlo en ese nefasto quinteto, hermanado en el anticomunismo, el racismo, la xenofobia y la voracidad sobre riquezas naturales ajenas.
Rubio es más rubio que Trump y más colonialista y neofascista que la sombra de los dos nuevos principales inquilinos de la Casa Blanca. Se crio y formó políticamente en la madriguera de Miami, mientras Musk es un producto del apartheid sudafricano, del elitismo capitalista y de su opulenta existencia.
Estamos enterados, por sus propios alardes que sus “panas full” en estos lares son Milei, Noboa, Bukele, Bolsonaro, Kast, Murillo, Uribe, Duque, Marie Corina-González Urrutia … y con ellos y con otros de parecida calaña, se propone construir el bloque regional de neofascismo mundial; que de seguro va ha ser bendecido por Trump, Netanhau, Zelensky, Giorgia Meloni y la Len Pen…
El plan incluye la ampliación de ese bloque, el asalto a otros estados del continente y el programa para intentar revertir por la fuerza todos los procesos que a escala continental EEUU no controla.
A Puerto Rico le esperan las agresiones consabidas del trumpismo y de su envenenada oferta de estadidad, ahora con menos posibilidades de éxitos, dados acontecimientos (electorales y no electorales) que revelan el ascenso de la conciencia independentista del pueblo de Borinquén.
Y a Haití una mayor dosis de violencia, racismo y opresión.
Entre los/as candidatos/as con “méritos” para esa ampliación están Luis Abinader, el nuevo primer ministro de Haití, Alí Dipré Fil Bien Amé, la presidenta Buluarte de Perú, el presidente Santiago Peña Palacios de Paraguay, entre otros y otras.
· CAUSAS DEL REPLIEGUE VIOLENTO HACIA NUESTRA AMÉRICA.
Trump y sus halcones, no lo confiesan así, pero realmente se trata de un repliegue al “patio trasero”, con un fuerte énfasis en desplazar a China, Rusia e Irán de esta región; desestabilizar y tumbar los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua y la determinación de apoderarse por cualquier medio de su patrimonio natural.
La voracidad minera y el nuevo asalto a la naturaleza no humana tiene portavoces.
La Generala Laura Richardson, Jefa del Comando Sur, organismo encargado de preservar militarmente para EEUU esas riquezas ajenas, ha proclamado abiertamente el interés que tiene esa súper potencia en “el triángulo del litio (Argentina, Chile y Bolivia)”, en “las reservas de petróleo (la más grande del mundo), gas natural, cobre y oro de Venezuela”, en “los bosques de la Amazonia (los pulmones del planeta)” y en “el 31 % del agua dulce del mundo”.
Por su parte, Elon Musk confesó su auspicio al golpe de estado contra Evo Morales en Bolivia y declaró que tras el litio y los minerales imprescindibles para las tecnologías de punta estaba en disposición de dar golpe de estado donde fuera necesario.
Corporaciones petroleras, mineras, químicas e informáticas y el Pentágono, su Comando Sur, la CIA y el Departamento de Estado, confluyen en la misma dirección rapaz. Su hambre de combustibles fósiles, litio, titanio, oro, tierras raras, agua y biodiversidad, potencia la voracidad imperial.
La hostilidad contra China ha tenido una matriz bipartidista y un carácter estratégico hasta hace poco, y está claro que Trump y sus halcones estas prestos a subirle el tono.
Pero recientemente la momia de Biden ha sido usada en la transición por una facción del fracturado poder estadounidense, para meterle una piedra en el camino a TRUMP; asumiendo sorpresivamente la actual Administración una actitud conciliadora con China, la cual ha sido aprovechada por el liderazgo del gigante oriental para reiterar y dejar aún más claro lo que esa súper potencia no aceptaría ni de Biden, ni de Trump, ni de nadie.
El repliegue hacia acá, con la contraofensiva anunciada, tiene su razón de ser en la derrota de la OTAN en Ucrania y en el criterio de importantes sectores de poder que auparon al trumpismo, sobre la necesidad de apaciguar ese capítulo desgastante de la guerra global infinita desatada por EEUU, no otros.
A esa negociación, el mismo Biden, ha respondido autorizando a Ucrania a usar de misiles de largo alcance contra Rusia, lo que ha sido rechazado por Francia e Inglaterra; otra evidencia de la creciente fractura de las elites imperialistas europeas y estadounidenses, y de los riesgos que asechan a la humanidad en medio de este tumultuoso proceso de decadencia y descomposición del sistema imperialista occidental.
· TRUMP Y SUS HALCONES NO REPRESENTAN LA PAZ.
No es que Trump y sus halcones son pacifistas, sino que EEUU ha perdido esa guerra y de continuarla le puede ir peor.
El poder político-militar estadounidense está obligado a negociar con Rusia y el ascenso de Trump ofrece esa oportunidad. La condición no la impondrá Trump, sino Putin que controla territorio y podría avanzar más. De todas formas, se trata de una negociación necesaria y a la vez compleja, que puede dilatar.
El complejo militar-industrial-financiero-informático en estos últimos años ha obtenido enormes beneficios y se puede dar el lujo de un receso de guerra en Europa, en favor del alivio a la carga sobre el deficitario presupuesto de EEUU y su colosal endeudamiento. Así opera el poder profundo de ese Coloso decadente.
La carga económica estadounidense en la OTAN es alta y Europa Occidental, sensiblemente diezmada, está bajo la presión de Trump en materia de financiamiento, forzada también a ceder frente a Rusia.
No es el caso de la guerra contra Palestina, ya sensiblemente regionalizada en el Oriente Medio.
Las relaciones carnales con Israel y el lobby estadounidense del gran capital sionista, obligan a continuarla.
Trump no admite la existencia del Estado Palestino e incita a Netanhau a completar el holocausto palestino, para luego intentar colonizar el litoral occidental de Gaza, cesar los combates y concentrar la presión contra IRÁN.
Sigue siendo difícil aplastar a Hamas y más aún derrotar los Huties yemenitas y a Hebollag,
El “pacifismo” de Trump se fue al carajo al referirse a la guerra en esa región, donde, además existe una resistencia palestina que no cree en cuento y con demostrada capacidad ofensiva frente un sionismo cada vez más desacreditado y vulnerable.
Cierto que los jefes del Partido Demócratas-PD y sus enclaves globalistas son terriblemente guerreristas, pero suponer adversidad a las guerras en las entrañas del pacto neofascista que sustenta a Trump, al trumpismo y a su nueva admiración, es más que una tontería, dado que su esencia es la dominación violenta y que el repliegue en Ucrania es fruto de un gran revés militar, como lo fue en Afganistán. Incluso ese pacto contiene fuertes ingredientes del globalismo “demócrata”, traspasado a los “republicanos” leales a Trump.
Del neofascismo como producto de una decadencia agresiva del imperialismo occidental y su súper potencia dominante, en el contexto de un endurecimiento del neoliberalismo neocolonial, en general solo puede esperarse una continuidad de la política con la modalidad de variadas combinaciones de guerras.
Solo la insurgencia global de la humanidad amenazada de extinción. puede derrotar esos designios imperiales y crear lo nuevo, combinando todos los actores de esa gran transformación hacia un mundo justo, diverso, multicultural y solidario.
Por Isaías Ramos
Las recientes declaraciones del gobierno dominicano sobre el llamado “abastecimiento navideño” han generado indignación y descontento en un sector importante de la población. Con anuncios de 10 millones de raciones de alimentos cocidos y productos festivos como manzanas y dulces, se nos presenta un espectáculo que oculta la dura realidad de miles de familias que enfrentan hambre y pobreza durante todo el año.
El director de comedores económicos afirmó que personas hacen filas desde las 11:00 p. m. del día anterior para recibir su ración navideña. Esto no es motivo de celebración; es una muestra alarmante de la humillación y la dependencia extrema que este modelo asistencialista perpetúa. Que miles tengan que someterse a estas condiciones para acceder a lo más básico evidencia el fracaso de un sistema que prioriza lo mediático sobre lo estructural.
En lugar de atacar las raíces del hambre y la pobreza, el gobierno opta por paliativos temporales. La pregunta es inevitable: ¿por qué esperar hasta diciembre para responder a una crisis alimentaria constante? Estas acciones parecen diseñadas más para apaciguar críticas y desviar la atención pública que para ofrecer soluciones reales. Mientras tanto, el campo dominicano continúa en abandono, con agricultores que trabajan arduamente sin el apoyo necesario del Estado.
Hablar de “multiplicar lo que se da al pueblo”, como mencionó el presidente, es irónico cuando ese mismo pueblo ha sido despojado de oportunidades dignas y sostenibles. El acceso a alimentos no debería depender de campañas temporales, sino ser el resultado de políticas agrarias efectivas que fortalezcan la producción nacional, garanticen la seguridad alimentaria y promuevan el desarrollo rural.
La dependencia del clientelismo o asistencialismo crea un ciclo vicioso: cada diciembre, las familias esperan con resignación una mano tendida, mientras el resto del año se ignoran sus necesidades. Esto no solo perpetúa la pobreza, sino que se convierte en una forma de control social, diseñada para mantener el poder en lugar de empoderar al pueblo.
Más preocupante aún es cómo estas medidas superficiales distraen de los problemas estructurales: falta de empleo digno, educación adecuada y sistemas de salud funcionales. Ofrecer comida en épocas festivas es insuficiente e inaceptable. La solución pasa por un cambio profundo en la gestión de los recursos y en la priorización de las necesidades del pueblo.
El “abastecimiento navideño” debería ser un recordatorio de lo que está mal con nuestro sistema actual. No podemos permitir que nuestras autoridades sigan utilizando estas medidas como herramientas para maquillar el hambre y la pobreza. Es hora de exigir políticas públicas basadas en justicia social, que aseguren salarios justos, inviertan en infraestructura rural y fortalezcan a los agricultores locales.
En el Frente Cívico y Social hacemos un llamado al pueblo dominicano: despertemos ante esta realidad. Cada vez que hacemos fila por un plato de comida, aceptamos la normalización del hambre y la precariedad. Debemos rechazar este sistema que perpetúa ciclos de pobreza y vulnerabilidad.
Movilicémonos por nuestros derechos. Exijamos transparencia, rendición de cuentas y acciones concretas que prioricen las necesidades del pueblo. Las festividades no deberían ser un recordatorio de nuestro fracaso institucional, sino una celebración de logros fruto del esfuerzo colectivo entre el gobierno y su gente.
En el FCS creemos que llegó el momento de construir un país donde la dignidad, la justicia y la igualdad sean accesibles para todos. La lucha por un futuro mejor comienza aquí y ahora.
¡Despierta, RD!
Por Nelson Encarnación
El plan de seguridad vial anunciado el lunes por el presidente Luis Abinader y varios funcionarios es una iniciativa que si se llevara a la práctica debería tener un impacto significativo en la reducción de la siniestralidad en el tránsito, un renglón negativo en el cual nuestro país ocupa uno de los primeros lugares en la región como principal causa de muerte.
Lo delineado apunta a una relevancia si se implementa en su plenitud, aunque se generan interrogantes que deben ser despejadas. Una de ellas—probablemente la más trascendental—es qué hacer con los 3.7 millones de motocicletas que circulan sin ningún control por toda la República Dominicana, que representan el factor determinante para que el país tenga tan elevado sitial en las mediciones sobre siniestralidad vial.
La preocupación no es solo eso, sino que se fundamenta en las estadísticas disponibles—que son muy pobres, por cierto—sobre el impacto de los motores en el flagelo de los accidentes y en el papel que estos juegan como causantes de fallecimientos y lesiones permanentes.
Las únicas estadísticas disponibles las recibimos luego de ocasiones especiales, como Semana Santa, Navidad y festividades que incrementan la movilidad vial, cuando las autoridades montan los llamados operativos. Al pasar balance de esos operativos puntuales nos enteramos de que, en promedio, el 70% de los eventos viales, las muertes y las lesiones es aportado por las motocicletas, un medio de transporte que se ha masificado de manera inimaginable y sin controles efectivos.
Es decir, que al desagregar el factor motocicletas, las estadísticas relacionadas a accidentes viales tenderían a una reducción significativa, y, por consiguiente, nuestro país bajaría a los lugares menos punteros en cuanto a muertes, heridos y discapacidades permanentes que se derivan de ellos.
Esta dramática circunstancia nos lleva a ser escépticos respecto del resultado a obtener del importante plan que se ejecutará, pero también representa una decisión retadora para las autoridades.
¿Qué se contempla frente al desafío de millones motocicletas conducidas por desaprensivos para quienes no existen normas?
Y lo más relevante todavía: ¿Cuál será la conducta de los agentes encargados de hacer cumplir las leyes, y para quienes—frente a motoristas y “padres de familia” que conducen “conchos” y voladoras—las disposiciones son nulas? Esta es una cuestión determinante para que el plan vial alcance el éxito que todos esperamos.