Opinión
Caamaño indivisible y actual
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12 años agoon
Por Narciso Isa Conde
Llega febrero. Mes de la Patria, sobretodo por la hazaña de Duarte y los trinitarios/as; pero también por Caamaño, Abril y Caracoles.
Hay quienes se empeñan en dividir al Héroe Nacional Francisco Alberto Caamaño Deñó por las diferencias registrables entre los dos grandes momentos revolucionarios que protagonizó. Uno con estatura de gesta, la principal del siglo XX; otro con perfil expedicionario de alto riesgo, desde un exilio forzado y una férrea ilusión de encender la chispa en una pradera contrarrevolucionaria bajo férreo control imperial.
Circunstancias distintas para un liderazgo que brotó de la insurgencia cívico-militar masiva y concluye su vida física en intrépido ensayo guerrillero de heroica inspiración “foquista”.
Modalidades distintas de acción con la misma figura central.
Circunstancias y actores políticos y sociales diferentes. Correlaciones de fuerzas distintas e irrupciones en periodos nada parecidos: la primera en fase de auge revolucionario y la segunda en etapa de resistencia y relativo reflujo frente al terrorismo de Estado imperante.
Caamaño, actuando en condiciones y con entornos diferentes. Hechos y circunstancias que es conveniente analizar detenidamente con espíritu crítico, siempre desde la grandeza de sus protagonistas, no importa sus contradicciones y errores; sin hablar de traición donde solo hubo diferencias y errores, aunque mostrando con precisión y pruebas donde pudo estar la mano enemiga.
- Caamaño indivisible, acciones diferenciadas.
Francis fue grande entre los grandes en Abril y en Febrero, por encima de los aciertos y los errores, lo que es obligado reconocer más allá de los enfoques y posicionamientos diferentes en torno la preparación, el emprendimiento y el revés sufrido en la guerrilla de febrero; y, naturalmente, por encima de las comprensibles pasiones que su pérdida ocasiona.
Caamaño es el mismo ser, indivisible en ese intenso trayecto de nuestra historia. Ser trascendente, vivo, mutable, actuante, de carne y hueso, con luces mayores y sombras menores en lo todo lo que le tocó actuar, forjando junto a diferentes colectivos, acontecimientos que hoy son gestas y acciones heroicas; incluso reconocidas –aun hipócritamente- hasta por los opresores del pueblo y portadores de los antivalores reinantes.
Caamaño es Abril-65, en tanto epopeya hacia la revolución democrática y en tanto guerra patria contra el yanqui invasor que bloqueó su curso triunfal. Es, en consecuencia, rebeldía contra la corrupción y el despotismo, patriotismo militar, honestidad, antiimperialismo, poder popular, justicia…
Caamaño es Febrero-Caracoles-73, en tanto expedición revolucionaria desde el salto personal al ideal socialista y a la concepción guerrillera, entorpecida por cuantiosas incomprensiones, divisiones, limitaciones y obstáculos mayores. Es expresión, por tanto, de audacia y desafío heroico; colindante con la inmolación por principios, retos y valores supremos. Es todo esto más allá y por encima de los resultados que concluyen en la pérdida del segundo gran liderazgo nacional (Manolo-Francis), popular y revolucionario de la post-tiranía, que genera tensas y perdurables emociones y controversias fuera de tono.
En Caamaño, abril y febrero, se abrazan para conducirlo y conducir todo lo que encarnó hacia la más sublime inmortalidad, hacia el presente y el futuro; sin dogmas, como ejemplo vivo, actuante, imprescindible e irrenunciable. Con su pasado pre-revolucionario a cuesta, parte de una sola biografía, que lejos de avergonzar enaltece, por su evolución ascendente.
Renunciemos, en consecuencia, tanto al ícono inaccesible como a la visión mezquina que lo minimiza. Humanicémoslo y proyectemos su ejemplo. Derrotemos los esfuerzos para confinarlo del pasado y recuperémoslo para cada presente en todo lo que vale y proyecta. No ensuciemos su memoria ni seccionemos la columna de sus valores -unos mayores, otros menores- que lo ha catapultado a la galería de héroes y heroínas de nuestra patria y nuestra América.
- Tiempos para Caamaño.
Así las cosas, a los 40 años del desembarco de Playa Caracoles, de su captura y vil fusilamiento, al héroe de la abril del 65 y al comandante de la guerrilla del 73, los auténticos revolucionarios de las más diversas generaciones solo podemos rendirle merecido y consecuente tributo, reafirmando -sin dobleces ni simulaciones- la decisión de derrotar la recolonización neoliberal, rescatar la soberanía nacional y popular, construir democracia participativa y desbrozar la ruta hacia la recreación del socialismo, que antes de ser ejecutado abrazó. Solo así podemos identificarnos con su inmensa humanidad convertida en acción transformadora.
Caamaño, héroe nacional y símbolo de soberanía, es de los muertos que no mueren, de los que viven por siempre en el corazón del pueblo oprimido, estimulando todas las indignaciones y todas rebeldías contenidas. Sobretodo si así lo valoramos y lo abrazamos en el proceso de construcción de la nueva mística revolucionaria del siglo XXI.
En realidad él, como todos los grandes próceres, es el pueblo que quiere ser dueño de su país. Que por los desgobiernos padecidos (a cargo del PRSC, PRD y PLD) y por el bloque dominante que lo exprime “no merece el nombre de país, sino de tumba, hueco o sepultura”.
Empobrecida gran parte de la sociedad, convertido nuestro territorio, sus fuentes de agua y hermosas costas en presa de la voracidad de la Barrick Gold, Uni Gold, Gold Corp, Xtrata Nickel-Falcondo…, de las corporaciones hoteleras, de la gran burguesía dependiente y los políticos y generales corruptos, este país de Duarte y Luperón, de Manolo y Gilbert, de los héroes de la Barranquita y los Comandos de Abril, de los combatientes con nombres y sin nombres que resisten a pecho desnudo la embestida neoliberal y la voracidad imperialista; este país, lucha tras luchas, se está percatando de la necesidad de recuperar su naturaleza, su geografía, su memoria, sus héroes y heroínas, su destino…
Y es que no puede haber independencia política sin apropiación pertinente tanto de su historia emancipadora como de los espacios y recursos en que viven los seres humanos de Quisqueya. La revolución en la agenda pendiente, la revolución del siglo XXI, es también por la liberación de la naturaleza maltratada y oprimida junto a la gente que la habita; por el fin de la opresión de la mujer, del ecocidio, de la dictadura contra jóvenes y niños/as, del reino explotador del capital y de la coyunda imperial.
Derrotar la privatización y la extranjerización de las áreas protegidas, convertir al pueblo en contra-poder hacia el poder, crear nueva democracia a través de la Constituyente Popular, garantizar que la libertad y el aire que respire nuestro pueblo, el agua que toma nuestra gente, el alimento que ingiere cada habitante de nuestra patria tenga la calidad y esté en la cantidad necesaria para que la vida sea plena y sea sana, deben ser propósitos que acompañen el grito de unidad en la lucha que recupere el formidable ejemplo del Coronel Caamaño, que decidió estar presente hoy mañana y siempre en todos los combates necesarios.
Por Narciso Isa Conde
¡Habría que intentar tumbarlas o aplastarlas con armas e invasiones de alto calibre!, y eso no es fácil, porque los invasores corren el riego de empantanarse como le ha pasado en otras partes del planeta.
Esta América es nuestra, la de ellos es la del “Norte Revuelto y Brutal”, destinado a «sembrar de miseria” nuestra América.
No somos “patio trasero” de nadie.
A estas alturas del proceso, consideramos inaceptable una nueva apelación al monroísmo y más aún las demenciales pretensiones del trumpismo y otras variantes del neofascismo.
En esta América…el oro, el litio, las tierras raras, el titanio, la Amazonía, la biodiversidad, las costas, las playas y los ríos, no son de EEUU.
Son nuestros y los vamos a defender.
¡Que lo sepan bien Trump, Elon Musk, Laura Richardson y Marco Rubio!
¡Que lo sepan su CIA, USAID, Comando Sur, el Pentágono y su gabinete de halcones!
Ni su retórica de terror, ni el coloniaje racista, ni sus guerras de variadas intensidades y generaciones, nos asustan.
Carecen de capacidad para intimidar los estados y pueblos que ejercen el derecho a la autodeterminación
Son huesos duros de roer.
Ni Cuba, ni Venezuela, ni Nicaragua se caen con palabras y fantocherías cobardes, tampoco con guerras de baja intensidad.
Eso está requeté demostrado.
¡Habría que intentar tumbarlas o aplastarlas con armas e invasiones de alto calibre!, y eso no es fácil, porque los invasores corren el riego de empantanarse como le ha pasado en otras partes del planeta.
Pero, además, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia no están solas en el mundo, ni en este continente.
Cuba y Venezuela tienen poder militar para devolver. Como pasa, en otras latitudes con Corea del Norte en la cercanía de Corea de Sur y Japón, aliados carnales y sedes de base militares de EEUU.
El odio colonial neofascista incluso apunta contra México, Colombia y Brasil en favor de las ultraderechas de esas naciones, a pesar de la traición de Lula a Venezuela y las recientes inconsecuencias de Petro con la patria de Bolívar y de Chávez.
Hacia México el trumpismo derrama hiel y desde sus entrañas se esgrimen sanciones y amenazas inaceptables para la dignidad de su gobierno y de su pueblo, y no le será fácil al Gobierno de Trump imponer sus designios; como tampoco le será fácil ejecutar su xenofobia brutal, ni cumplir sus promesas racistas contra los flujos migratorios y la inmigración “tercermundista” que las propias potencias neocoloniales han provocado
· LOS DESIGNIOS NEFASTOS DEL TRUMPISMO HAN SIDO CONFESADOS.
Todas esas pretensiones imperiales han sido confesadas por los halcones “electos” o designados, con todo el descaro del mundo.
Sabemos, además, para que pueden dar Trump, Vance, Musk, Laura Richardson y Rubio, para solo dejarlo en ese nefasto quinteto, hermanado en el anticomunismo, el racismo, la xenofobia y la voracidad sobre riquezas naturales ajenas.
Rubio es más rubio que Trump y más colonialista y neofascista que la sombra de los dos nuevos principales inquilinos de la Casa Blanca. Se crio y formó políticamente en la madriguera de Miami, mientras Musk es un producto del apartheid sudafricano, del elitismo capitalista y de su opulenta existencia.
Estamos enterados, por sus propios alardes que sus “panas full” en estos lares son Milei, Noboa, Bukele, Bolsonaro, Kast, Murillo, Uribe, Duque, Marie Corina-González Urrutia … y con ellos y con otros de parecida calaña, se propone construir el bloque regional de neofascismo mundial; que de seguro va ha ser bendecido por Trump, Netanhau, Zelensky, Giorgia Meloni y la Len Pen…
El plan incluye la ampliación de ese bloque, el asalto a otros estados del continente y el programa para intentar revertir por la fuerza todos los procesos que a escala continental EEUU no controla.
A Puerto Rico le esperan las agresiones consabidas del trumpismo y de su envenenada oferta de estadidad, ahora con menos posibilidades de éxitos, dados acontecimientos (electorales y no electorales) que revelan el ascenso de la conciencia independentista del pueblo de Borinquén.
Y a Haití una mayor dosis de violencia, racismo y opresión.
Entre los/as candidatos/as con “méritos” para esa ampliación están Luis Abinader, el nuevo primer ministro de Haití, Alí Dipré Fil Bien Amé, la presidenta Buluarte de Perú, el presidente Santiago Peña Palacios de Paraguay, entre otros y otras.
· CAUSAS DEL REPLIEGUE VIOLENTO HACIA NUESTRA AMÉRICA.
Trump y sus halcones, no lo confiesan así, pero realmente se trata de un repliegue al “patio trasero”, con un fuerte énfasis en desplazar a China, Rusia e Irán de esta región; desestabilizar y tumbar los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua y la determinación de apoderarse por cualquier medio de su patrimonio natural.
La voracidad minera y el nuevo asalto a la naturaleza no humana tiene portavoces.
La Generala Laura Richardson, Jefa del Comando Sur, organismo encargado de preservar militarmente para EEUU esas riquezas ajenas, ha proclamado abiertamente el interés que tiene esa súper potencia en “el triángulo del litio (Argentina, Chile y Bolivia)”, en “las reservas de petróleo (la más grande del mundo), gas natural, cobre y oro de Venezuela”, en “los bosques de la Amazonia (los pulmones del planeta)” y en “el 31 % del agua dulce del mundo”.
Por su parte, Elon Musk confesó su auspicio al golpe de estado contra Evo Morales en Bolivia y declaró que tras el litio y los minerales imprescindibles para las tecnologías de punta estaba en disposición de dar golpe de estado donde fuera necesario.
Corporaciones petroleras, mineras, químicas e informáticas y el Pentágono, su Comando Sur, la CIA y el Departamento de Estado, confluyen en la misma dirección rapaz. Su hambre de combustibles fósiles, litio, titanio, oro, tierras raras, agua y biodiversidad, potencia la voracidad imperial.
La hostilidad contra China ha tenido una matriz bipartidista y un carácter estratégico hasta hace poco, y está claro que Trump y sus halcones estas prestos a subirle el tono.
Pero recientemente la momia de Biden ha sido usada en la transición por una facción del fracturado poder estadounidense, para meterle una piedra en el camino a TRUMP; asumiendo sorpresivamente la actual Administración una actitud conciliadora con China, la cual ha sido aprovechada por el liderazgo del gigante oriental para reiterar y dejar aún más claro lo que esa súper potencia no aceptaría ni de Biden, ni de Trump, ni de nadie.
El repliegue hacia acá, con la contraofensiva anunciada, tiene su razón de ser en la derrota de la OTAN en Ucrania y en el criterio de importantes sectores de poder que auparon al trumpismo, sobre la necesidad de apaciguar ese capítulo desgastante de la guerra global infinita desatada por EEUU, no otros.
A esa negociación, el mismo Biden, ha respondido autorizando a Ucrania a usar de misiles de largo alcance contra Rusia, lo que ha sido rechazado por Francia e Inglaterra; otra evidencia de la creciente fractura de las elites imperialistas europeas y estadounidenses, y de los riesgos que asechan a la humanidad en medio de este tumultuoso proceso de decadencia y descomposición del sistema imperialista occidental.
· TRUMP Y SUS HALCONES NO REPRESENTAN LA PAZ.
No es que Trump y sus halcones son pacifistas, sino que EEUU ha perdido esa guerra y de continuarla le puede ir peor.
El poder político-militar estadounidense está obligado a negociar con Rusia y el ascenso de Trump ofrece esa oportunidad. La condición no la impondrá Trump, sino Putin que controla territorio y podría avanzar más. De todas formas, se trata de una negociación necesaria y a la vez compleja, que puede dilatar.
El complejo militar-industrial-financiero-informático en estos últimos años ha obtenido enormes beneficios y se puede dar el lujo de un receso de guerra en Europa, en favor del alivio a la carga sobre el deficitario presupuesto de EEUU y su colosal endeudamiento. Así opera el poder profundo de ese Coloso decadente.
La carga económica estadounidense en la OTAN es alta y Europa Occidental, sensiblemente diezmada, está bajo la presión de Trump en materia de financiamiento, forzada también a ceder frente a Rusia.
No es el caso de la guerra contra Palestina, ya sensiblemente regionalizada en el Oriente Medio.
Las relaciones carnales con Israel y el lobby estadounidense del gran capital sionista, obligan a continuarla.
Trump no admite la existencia del Estado Palestino e incita a Netanhau a completar el holocausto palestino, para luego intentar colonizar el litoral occidental de Gaza, cesar los combates y concentrar la presión contra IRÁN.
Sigue siendo difícil aplastar a Hamas y más aún derrotar los Huties yemenitas y a Hebollag,
El “pacifismo” de Trump se fue al carajo al referirse a la guerra en esa región, donde, además existe una resistencia palestina que no cree en cuento y con demostrada capacidad ofensiva frente un sionismo cada vez más desacreditado y vulnerable.
Cierto que los jefes del Partido Demócratas-PD y sus enclaves globalistas son terriblemente guerreristas, pero suponer adversidad a las guerras en las entrañas del pacto neofascista que sustenta a Trump, al trumpismo y a su nueva admiración, es más que una tontería, dado que su esencia es la dominación violenta y que el repliegue en Ucrania es fruto de un gran revés militar, como lo fue en Afganistán. Incluso ese pacto contiene fuertes ingredientes del globalismo “demócrata”, traspasado a los “republicanos” leales a Trump.
Del neofascismo como producto de una decadencia agresiva del imperialismo occidental y su súper potencia dominante, en el contexto de un endurecimiento del neoliberalismo neocolonial, en general solo puede esperarse una continuidad de la política con la modalidad de variadas combinaciones de guerras.
Solo la insurgencia global de la humanidad amenazada de extinción. puede derrotar esos designios imperiales y crear lo nuevo, combinando todos los actores de esa gran transformación hacia un mundo justo, diverso, multicultural y solidario.
Por Isaías Ramos
Las recientes declaraciones del gobierno dominicano sobre el llamado “abastecimiento navideño” han generado indignación y descontento en un sector importante de la población. Con anuncios de 10 millones de raciones de alimentos cocidos y productos festivos como manzanas y dulces, se nos presenta un espectáculo que oculta la dura realidad de miles de familias que enfrentan hambre y pobreza durante todo el año.
El director de comedores económicos afirmó que personas hacen filas desde las 11:00 p. m. del día anterior para recibir su ración navideña. Esto no es motivo de celebración; es una muestra alarmante de la humillación y la dependencia extrema que este modelo asistencialista perpetúa. Que miles tengan que someterse a estas condiciones para acceder a lo más básico evidencia el fracaso de un sistema que prioriza lo mediático sobre lo estructural.
En lugar de atacar las raíces del hambre y la pobreza, el gobierno opta por paliativos temporales. La pregunta es inevitable: ¿por qué esperar hasta diciembre para responder a una crisis alimentaria constante? Estas acciones parecen diseñadas más para apaciguar críticas y desviar la atención pública que para ofrecer soluciones reales. Mientras tanto, el campo dominicano continúa en abandono, con agricultores que trabajan arduamente sin el apoyo necesario del Estado.
Hablar de “multiplicar lo que se da al pueblo”, como mencionó el presidente, es irónico cuando ese mismo pueblo ha sido despojado de oportunidades dignas y sostenibles. El acceso a alimentos no debería depender de campañas temporales, sino ser el resultado de políticas agrarias efectivas que fortalezcan la producción nacional, garanticen la seguridad alimentaria y promuevan el desarrollo rural.
La dependencia del clientelismo o asistencialismo crea un ciclo vicioso: cada diciembre, las familias esperan con resignación una mano tendida, mientras el resto del año se ignoran sus necesidades. Esto no solo perpetúa la pobreza, sino que se convierte en una forma de control social, diseñada para mantener el poder en lugar de empoderar al pueblo.
Más preocupante aún es cómo estas medidas superficiales distraen de los problemas estructurales: falta de empleo digno, educación adecuada y sistemas de salud funcionales. Ofrecer comida en épocas festivas es insuficiente e inaceptable. La solución pasa por un cambio profundo en la gestión de los recursos y en la priorización de las necesidades del pueblo.
El “abastecimiento navideño” debería ser un recordatorio de lo que está mal con nuestro sistema actual. No podemos permitir que nuestras autoridades sigan utilizando estas medidas como herramientas para maquillar el hambre y la pobreza. Es hora de exigir políticas públicas basadas en justicia social, que aseguren salarios justos, inviertan en infraestructura rural y fortalezcan a los agricultores locales.
En el Frente Cívico y Social hacemos un llamado al pueblo dominicano: despertemos ante esta realidad. Cada vez que hacemos fila por un plato de comida, aceptamos la normalización del hambre y la precariedad. Debemos rechazar este sistema que perpetúa ciclos de pobreza y vulnerabilidad.
Movilicémonos por nuestros derechos. Exijamos transparencia, rendición de cuentas y acciones concretas que prioricen las necesidades del pueblo. Las festividades no deberían ser un recordatorio de nuestro fracaso institucional, sino una celebración de logros fruto del esfuerzo colectivo entre el gobierno y su gente.
En el FCS creemos que llegó el momento de construir un país donde la dignidad, la justicia y la igualdad sean accesibles para todos. La lucha por un futuro mejor comienza aquí y ahora.
¡Despierta, RD!
Por Nelson Encarnación
El plan de seguridad vial anunciado el lunes por el presidente Luis Abinader y varios funcionarios es una iniciativa que si se llevara a la práctica debería tener un impacto significativo en la reducción de la siniestralidad en el tránsito, un renglón negativo en el cual nuestro país ocupa uno de los primeros lugares en la región como principal causa de muerte.
Lo delineado apunta a una relevancia si se implementa en su plenitud, aunque se generan interrogantes que deben ser despejadas. Una de ellas—probablemente la más trascendental—es qué hacer con los 3.7 millones de motocicletas que circulan sin ningún control por toda la República Dominicana, que representan el factor determinante para que el país tenga tan elevado sitial en las mediciones sobre siniestralidad vial.
La preocupación no es solo eso, sino que se fundamenta en las estadísticas disponibles—que son muy pobres, por cierto—sobre el impacto de los motores en el flagelo de los accidentes y en el papel que estos juegan como causantes de fallecimientos y lesiones permanentes.
Las únicas estadísticas disponibles las recibimos luego de ocasiones especiales, como Semana Santa, Navidad y festividades que incrementan la movilidad vial, cuando las autoridades montan los llamados operativos. Al pasar balance de esos operativos puntuales nos enteramos de que, en promedio, el 70% de los eventos viales, las muertes y las lesiones es aportado por las motocicletas, un medio de transporte que se ha masificado de manera inimaginable y sin controles efectivos.
Es decir, que al desagregar el factor motocicletas, las estadísticas relacionadas a accidentes viales tenderían a una reducción significativa, y, por consiguiente, nuestro país bajaría a los lugares menos punteros en cuanto a muertes, heridos y discapacidades permanentes que se derivan de ellos.
Esta dramática circunstancia nos lleva a ser escépticos respecto del resultado a obtener del importante plan que se ejecutará, pero también representa una decisión retadora para las autoridades.
¿Qué se contempla frente al desafío de millones motocicletas conducidas por desaprensivos para quienes no existen normas?
Y lo más relevante todavía: ¿Cuál será la conducta de los agentes encargados de hacer cumplir las leyes, y para quienes—frente a motoristas y “padres de familia” que conducen “conchos” y voladoras—las disposiciones son nulas? Esta es una cuestión determinante para que el plan vial alcance el éxito que todos esperamos.