Opinión
Danilo: sus palabras, su silencios y sus hechos
Published
11 años agoon
Obvio en sus detalles los antecedentes políticos de Danilo Medina como fundador del PLD, armador de la funesta alianza con el PRSC, alto funcionario del primer gobierno del PLD, precandidato y candidato presidencial en dos oportunidades.
Voy directo a su discurso de toma de posesión y a sus primeras medidas.
El discurso
El discurso de Danilo ante la Asamblea Nacional -además de obviar temas claves de la crisis nacional, de reiterar propuestas de pactos sociales que incluyen a los grandes responsables de esta crisis y que nunca han servido para favorecer al pueblo empobrecido y los sectores oprimidos y discriminados- ha sido desmentido en sus partes mas demagógicas por los nombramientos que le siguieron a continuación; mientras la conceptualización empleada a lo largo del mismo luce ajena a su real forma de ser y de pensar pragmático.
- La mega-minería, que implica amenazas tan ominosas contra la vida del país y casos tan siniestros e inminentes como el de Barrick Gold-Pueblo Viejo, Loma Miranda- Falcondo y el chorro de concesiones mediante las cuales se traspasa a precio de vaca muerta a negociantes extranjeros y criollos el patrimonio natural de la república, no fueron merecedoras de mención alguna en su discurso de toma de posesión.
- La insoportable deuda externa, el elevado déficit comercial y el desfonde fiscal, no fueron objeto de reformulaciones de las políticas públicas ni de nuevos lineamientos alternativos al neoliberalismo y a los socialmente costosos ajustes del FMI.
- Los TLCs, que degradan la producción nacional, fueron ignorados en esa intervención.
- El transporte, privatizados y caotizado fue expresamente obviado.
- Las privatizaciones del patrimonio público, fuentes de lucro empresarial, estafas, ineficiencias y tarifas elevadas, también fueron obviadas.
- El rescate de la soberanía del país como el desmonte de los pilares del modelo neoliberal, no fueron abordados en términos concretos; limitándose a ofrecer planes y metas imposibles de cumplir bajo la dependencia y el estado de cosas y de crisis que conlleva la hegemonía de la gran burguesía transnacional, la partidocracia actual, el imperialismo estadounidense y la gran burguesía criolla.
- La tutela militar-policial compartida de EE.UU., Israel y Colombia, fue silenciada, así como sus consecuencias en prácticas de torturas, ejecuciones extra-judiciales y asociaciones con la narco-corrupción. Igual la podredumbre policial-militar (DNCD, la DNI, PN, FFAA…), que gravita en esa misma dirección.
- La educación superior y el 5% del presupuesto para la UASD fueron olvidados, mientras el 4% del PBI para la pre-universitaria no pudo soslayarse dada su peso en la conciencia nacional.
Los primeros hechos
En contraste con sus improvisadas prédicas moralistas, importantes planes sociales asistencialistas fueron puestos en manos de la vice-presidenta, Margarita Cedeño, figura señera del clientelismo, la corrupción, el dispendio y la prepotencia.
Y para colmo las proclamas de Danilo contra la deshonestidad y el oportunismo, así como su promesa de una nueva policía nacional, fueron desmentidas rápidamente con el nombramiento en su gabinete y otros cargos de destacadas figuras de la corrupción y el dispendio leonelista y con la ratificación del anterior jefe de la policía, responsable de innumerables delitos de Estado.
Ridícula la profesión de fe a favor de los derechos de la mujer ratificando a Alejandrina Germán como ministra de una disciplina ajena a sus convicciones, como igual acontece con el nombramiento de Jaime David Fernández Mirabal en el ministerio de Deportes y Bauta Rojas en Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Ligia Amada Melo, pese a quemarse en ambos ministerios de Educación, fue ratificada sin justificación en Educación Superior, mientras igual tratamiento se le dio a unas de las figuras conspicua del enriquecimiento ilícito en el Ministerio de Turismo (Francisco Javier García) y al canciller de la indignidad y la corrupción balaguerista (Carlos Morales Troncoso).
¡Si por los hechos los vamos a conocer, ya lo estamos conociendo más que ayer!
Esos nombramientos son sus primeros hechos en el presente, amén de otros remotos similares en su condición de artífice de la alianza con el balaguerismo y pionero de la corrupción de Estado peledeísta.
Amén, en fin, de sus prolongados silencios cómplices ante los desafueros, fechorías, entregas del patrimonio nacional, abusos de poder y crímenes cometido por la cúpula peledeísta a lo largo de doce años de gobierno.
Opinión
Cuando el conocimiento y el intelecto se diluyen en el estiércol.
Published
4 días agoon
septiembre 27, 2023Por Edgard Paniagua Miguel
Por Isaías Ramos
Nuestro pueblo dominicano se encuentra navegando por un mar de confusiones, atrapado entre el anhelo de “progreso económico” y el imperativo de la integridad moral y social. Mientras la élite política pinta un cuadro de un futuro próspero, nuestros corazones nos dicen que estamos perdiendo nuestros valores y principios fundamentales, aquellos que dan vida a una sociedad justa y equitativa.
El sueño del progreso económico se ha desvanecido en un desierto moral. Soñábamos con una patria donde la justicia y la tranquilidad fueran el pan de cada día, pero hoy nos vemos sumergidos en un ambiente cada vez más violento, hostil y desigual entre los que “tienen” y los que “no tienen”. La insaciable codicia de esta élite ha agrandado la brecha entre ricos y pobres, dando vida a una clase baja que subsiste en la miseria, despojada de servicios esenciales y de su propia dignidad, mientras una pequeña élite se baña en opulencia.
Esta dolorosa realidad es el fruto de gobernantes que, carentes de conciencia social, han elegido favorecer el capital y oprimir al pueblo. Con una crueldad perversa, han hipotecado el futuro de nuestros hijos y nietos para incrementar sus fortunas y las de sus allegados, sacrificando la salud, la educación, las pensiones de nuestros trabajadores y nuestro medio ambiente en el altar del “crecimiento económico”. Han disfrazado la explotación y opresión de la mano de obra con sueldos de miseria como “competitividad”, convirtiéndola en un reclamo para “inversiones”, una forma moderna de vender esclavitud.
El neoliberalismo salvaje ha intensificado estas atrocidades, promoviendo una visión del mundo donde el crecimiento se sustenta en la pérdida de la dignidad humana, dando vida a una sociedad donde el dinero es un “Dios” amoral, donde la riqueza se acumula en pocas manos, ignorando las necesidades de la mayoría. Han transformado nuestras naciones en desiertos sociales, donde el éxito se esconde tras altas vallas y guardianes armados.
La realidad de países vecinos, nos muestra el devastador final de modelos económicos que, prometiendo prosperidad, solo traen destrucción y abandono. Si seguimos este camino, nuestro destino no será diferente.
En el Frente Cívico y Social creemos que, en este panorama desolador, es la ciudadanía quien tiene el poder y la responsabilidad de forjar un nuevo destino. Es crucial exigir integridad y transparencia, revaluar el camino que estamos construyendo y rectificar nuestro rumbo. Reconstruir una sociedad más justa, equitativa y moral es una misión compartida, y el momento de actuar es ahora.
El verdadero progreso no se mide por indicadores económicos, sino por la calidad de vida de nuestras gentes, el bienestar colectivo y la preservación de nuestros valores y principios. Buscar el crecimiento económico no debe ser un fin en sí mismo, sino el medio para edificar una sociedad más justa y equitativa.
En el FCS, sabemos que acostumbrarnos a vivir entre el desierto moral y el progreso vacío podría empujarnos a un abismo sin retorno. Es hora de construir el camino hacia un futuro en el que el éxito se mida no por la riqueza de unos pocos, sino por el bienestar de todos, por la preservación de nuestra humanidad y nuestros recursos naturales, y por el legado que dejemos a las futuras generaciones. Es hora de reflexionar y actuar para construir el futuro que soñamos, un futuro donde el progreso y los valores morales y sociales florezcan en armonía.
¡Despierta, RD!
Opinión
El Estatuto de Roma y la Cooperación de los Estados
Published
4 días agoon
septiembre 27, 2023Por Rommel Santos Díaz
El artículo 86, de la parte 9 del Estatuto de Roma estipula que todos los Estados deberán cooperar plenamente con la Corte Penal Internacional en relación con la investigación y el enjuiciamiento de crímenes de su competencia.
La palabra ¨cooperar plenamente¨ fueron escogidas cuidadosamente por los redactores del Estatuto de Roma, para enfatizar el papel importante que tienen los Estados en el funcionamiento efectivo y eficiente de la Corte.
El artículo 86 del Estatuto de Roma también prevé que los Estados Partes deberán cooperar plenamente ¨de conformidad con lo dispuesto en el Estatuto. Por consiguiente, toda previsión del Estatuto que requiera la participación de un Estado deberá interpretarse como cooperación plena, salvo que se especifique lo contrario.
El mismo artículo 86 estipula que los Estados Partes deberán ¨asegurar que en el derecho interno existan procedimientos aplicables a todas las formas de cooperación especificadas en esta parte del Estatuto de Roma.
En otros términos, se prevé que los Estados utilicen sus leyes nacionales para establecer todos los procedimientos necesarios que les posibiliten asistir a la Corte Penal Internacional. Todos estos procedimientos deberán permitir a los órganos estatales responder tan rápido como sea posible a los requerimientos de la Corte.
Los Estados deben de considerar que si no cumplen con un requerimiento de la cooperación de la Corte Penal Internacional, en contravención a los dispuesto en el Estatuto, impidiéndole ejercer sus funciones y atribuciones de conformidad con el Estatuto, la Corte podrá hacer una constatación en ese sentido y remitir la cuestión a la Asamblea de los Estados Partes o, al Consejo de Seguridad, si este le hubiese remitido el asunto.
El Estatuto de Roma no prevé específicamente ninguna sanción. Sin embargo, un Estado Parte que se niegue a dar curso a una solicitud de cooperación formulada por la Corte, estará incumpliendo con sus obligaciones al tratado en la mayoría de los casos, y podría haber consecuencias políticas perjudiciales contra ese Estado.
Todo lo planteado anteriormente tiene un impacto directo en cuanto a la competencia de la Corte Penal Internacional, en tanto el artículo 12 del Estatuto de Roma establece que un Estado, al aceptar ser parte del Estatuto, se adhiere por ende a la jurisdicción de la Corte respecto a los crímenes estipulados en el articulo 5 (genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y crimen de agresión). Esto significa que una vez que un Estado se convierte en Estado Parte, éste acepta automáticamente la competencia de la Corte, a partir del día en que entre en vigor el Estatuto.
Cabe destacar que los Estados que no sean parte del Estatuto de Roma también podrán aceptar la competencia de la Corte respecto a un crimen en particular, por medio de una declaración de conformidad con el artículo 12.
Finalmente, los Estados que no sean parte deberán cooperar plenamente una vez que acuerden asistir a la Corte Penal Internacional en una investigación en particular. Si incumplen el acuerdo especial realizado con la Corte, esta podrá informar a la Asamblea de los Estados Partes o al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, según sea el caso.