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Opinión

DEL PARTIDO DEMÓCRATA-PD Y SUS GLOBALISTAS AL TRUMPISMO CON MUSK Y LOS SUYOS

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Por  Narciso Isa Conde

La alianza Trump-Musk ha colocado en una situación difícil a los Soros, Rockefeller, Morgan y hasta el propio Bill Gates.

El imperialismo occidental, tutelado por EEUU, es un imperialismo decadente y en descomposición, que en tiempos recientes ha venido desplegando sus odios y su agresividad guerrerista en loco empeño por recuperar supremacía absoluta.

La guerra global infinita, autocalificada de anti-terrorista, que decretó George W Bush a principio de este siglo, a raíz de derribamiento de las torres gemelas, no es la clásica guerra de rapiña o inter-imperialista por conquista de mercados, con culpas repartidas.

Ella fue diseñada como una multi guerra permanente contra los avances de la autodeterminación y los procesos soberanos que erosionan su supremacía y amenazan su existencia.

Es una multi guerra, en la que la combinación del propósito de recuperar su reinado unipolar (frente a la Federación Rusa y a China) con el gran negocio de las armas de su complejo militar-industrial-financiero e informático -sumada además la desmedida voracidad y el enorme afán de opulencia y dominio mundial de los mega-capitalistas del sistema- la convirtieron en una guerra contra la humanidad y en un gran ecocidio contra la vida en el planeta.

Así, sin proponérselo, agravaron la decadencia y la descomposición del imperialismo occidental en general y de EEUU en particular.

El ascenso en volumen e intensidad destructiva de dos nuevos y peligrosos capítulos, el de la ejecución de la guerra de la OTAN contra la Federación Rusa, iniciada en territorio ucraniano, y del holocausto palestino a cargo de Israel, respaldado por EEUU y la UE, ha resultado un boomerang para ambos componentes de sistema; agravando sus respectivas crisis a niveles insostenibles con sus actuales políticas públicas y fracturado profundamente alianzas y poderes establecidos.

Está realidad ha llevado a sectores de poder en EEUU, a intentar un repliegue negociado y una recomposición de su estrategia de dominación, de sus blancos de ataques y sus alianzas, incluido mayores estímulos al neofascismo integral.

Esa línea fue compartida – por la vía interestatal y vía OTAN- por EEUU y la Unión Europea; y desde el poder estadounidense, por sucesivos gobiernos republicanos y demócratas.

DEL CONSENSO IMPERIALISTA INICIAL A LA RUPTURA

Esto transcurrió así hasta que los reveses e impactos negativos derivados de esas guerras devastadoras en Europa Oriental y Medio Oriente, provocaron una fractura mucho más profunda del poder estadounidense y el consiguiente re-acenso al gobierno estadounidense de Donald Trump.

Trump y el “trumpismo” arroparon al Partido Republicano-PR, con el respaldo activo de Elon Musk y de un gran número de mili-multimillonario, decididos a arrasar en las elecciones, ejercer gobierno, controlar el Estado y convertirse en un instrumento de la “conversión” trumpista del PR.

Musk es el Iceberg de una facción poderosa de las élites multimillonarias, que antes nutrieron al Partido Demócrata (PD) y que recientemente se trasladaron al “trumpismo”, para violentar y relegar una legalidad agotada y tratar de reemplazarla por un Estado esencialmente neofascista.

A Musk, a las claras, les acompañan, sin tener cargos en el gobierno, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg. Otros están tras bambalinas.

La imposición de esa facción en entidades del poder permanente (USAID-CIA-FBI, PENTÁGONO, TESORO, DEA, en nombre de la eficiencia, se está llevando a cabo sin reparar en el respeto a sus propias leyes y a la institucionalidad tradicional.

La otra facción -cobijada todavía en el PD y en ciertas áreas del PR y entidades afines- ha sido debilitada y situada a la defensiva, aunque conserva no poca capacidad de resistencia y la está empleando; lo que agrava la división y, junto a numerosos factores (crisis económica, migratoria, ambiental política y social), genera una peligrosa tendencia a la implosión de esa sociedad.

La alianza Trump-Musk ha colocado en una situación difícil a los Soros, Rockefeller, Morgan y hasta el propio Bill Gates.

Todo este fenómeno tiende a fortalecer la ruta hacia la dictadura institucional neofascista y el expansionismo internacional con ínfulas anexionistas; en fin, mezcolanza de proteccionismo con globalismo de vanguardia, en medio de las dificultades del retorno pleno a un desarrollo hacia dentro.

Claro, ni la táctica del parcial repliegue guerrerista implica descartar la ambición de recuperar a EEUU en la primacía mundial, ni las intervenciones de Musk y el trumpismo en los organismos mencionados, implican su disolución; sino el desplazamiento de sus viejos dueños y el control neofascistas de esos instrumentos, con esos o con otros nombres, y otras políticas imperialistas más afines a los designios de la nueva Administración y sus planes continuistas.

IMPLICACIONES DEL AVANCE TRUMP-MUSK.

De avanzar la asociación MUSK-TRUMP y sus respectivos entornos, tanto en el poder interno, como en el poder supranacional de EEUU, las implicaciones más a la vista son:

· La profundización de fractura del poder estadounidense ante el plan de asalto a todas las instituciones y poderes no electivos.

· La reestructuración geopolítica, ruptura de compromisos financieros anteriores y de otras índoles en los organismos supranacionales existentes: OTAN, ONU, alianza EEUU-UE, OMS…

· El énfasis en la recuperación de EEUU como un gran imperio supranacional, en detrimento del ya dividido sistema imperialista occidental.

· La recurrencia a una guerra de aranceles con efectos contradictorios y dudosa efectividad para sus fines particulares de fortalecimiento económico.

· El reconocimiento de Rusia como gran potencia aceptable, coexistencia tolerada y eventual reparto de Ucrania

· La opción por una Europa no protegida militarmente por EEUU y preferiblemente dividida; lo que está generado una incierta bloquificación independiente de Europa Occidental anti-Putin, anti-Rusia; a favor también de un incierto fortalecimiento militar europeo y la continuación de la guerra y del régimen de Zelensky en Ucrania, en medio de la crisis de la OTAN y de los graves problemas políticos y económicos que afectan a sus principales potencias.

· El cese de la guerra en el escenario ucraniano, pactando con Rusia y procurando apoderarse de una parte de sus riquezas; relegando y humillando al Zelensky (prácticamente derrotado) y a las potencias y países europeos que insisten en continuar la guerra.

· En lugar de Rusia, China pasa a ser el gran adversario, con la determinación de contrarrestar su ascenso por todos los medios posibles.

· La intensificación del monroísmo extremo contra el bolivarianismo y de la visión imperial que la considera patio trasero de EEUU a nuestra América, actualmente sujeta a sus contraofensivas fascistoides o ultra conservadoras, a sus injerencias divisionistas, y a sus nuevas intenciones y declaraciones anexionistas (México, Golfo de México y Canal de Panamá, y hacia otros territorios Canadá y Groenlandia).

· La avalancha migratoria es valorada como el gran enemigo y es criminalizada.

· El incremento del rechazo a los BRICS.

· La tendencia amistosa hacia la India, procurando dividir los BRIC.

· Una débil definición política del trumpismo respecto al continente africano.- África todavía no aparece como prioridad, porque al parecer su rebeldía afecta sobre todo a Europa.

· Alianza carnal con el Israel sionista… considerado como “el pequeño EU” en el Oriente Medio

· Irán y alianza islámica considerados como principales enemigos a agredir y contener en el Medio Oriente.

· Preferencia por un orden geopolítico mundial capitalista-imperialista dividido en varios imperialismos de grandes potencias y apoyados en sus propios estados nacionales; sin auspiciar bloques regionales ni mecanismos supraestatales globales bajo su dependencia. En fin, globalización mucho más fracturada: el gran capital transnacionalizado con diversos sellos chauvinistas de gran potencia.

· La pretensión de ser el más poderoso de todos.

· Activa promoción de la Internacional neofascista y/o ultraconservadora, y las nuevas derechas.

REALIDADES Y FANTASÍAS DEL TRUMPISMO.

EEUU está estremecido por una profunda y prolongada crisis, desigualdades brutales, carencias, procesos de empobrecimiento de los sectores más vulnerables de su sociedad, fuertes pugnas internas, descrédito del establecimiento político tradicional y declinación global, difíciles de revertir.

· Significativa debilidad de los Estado Nación incluido el propio, dado el alto grado de Internacionalización de los capitales más allá de su matriz nacional, y la conformación de poderosas redes empresariales transnacionales entremezcladas.

· Conformación de un poder transnacional resistente a desmontar estructuras supranacionales.

· Tendencia, aún con muchas dificultades, a la formación nuevos bloques regionales con cierta autonomía: en Europa, nuestra América y África.

· La Unión Europea, aún muy debilitada por su subordinación fallida a EEUU, y ahora despreciada y empantanada en una guerra fracasada, se resiste a dispersarse frente al abandono de EEUU, que la usó y el trumpismo la sacrificó.

· Existencia de los BRICS como fuerte polo fuera de su control.

· Incierto todavía el reparto de Ucrania. Trump pretende arbitrar la paz con reparto favorable a su favor, sin contar con todo el poder necesario para imponer una fórmula favorable a su plan y a su estrategia, e incluso con enormes dificultades para lograrlo.

· Rusia sigue avanzando militarmente en Ucrania frente a un adversario cada vez más débil y, en general, se ha fortalecido relativamente frente al PENTÁGONO y la OTAN en medio del conflicto.

· China sigue avanzando integralmente como súper potencia difícil de contener y tiende a ocupar la cima en un mundo cada vez más multipolar y multilateral.

· TRUMP-MUSK dan señales de encabezar un poder alucinado y en pos de una grandeza y una superioridad fantasiosas.

CONFLUENCIA CONTRA UN SISTEMA IMPERIALISTA OCCIDENTAL EN CRISIS, EN DECADENCIA Y FRACTURADO.

Así se ha venido conformando una confluencia de contradicciones y actores político-sociales con un denominador común: autodeterminación y luchas por la soberanía desde una gran diversidad política-ideológica y variadas cosmovisiones.

Eso no implica necesariamente subordinarse las izquierdas transformadoras a CHINA o al FEDERACIÓN RUSA, ni identificarse con sus propósitos de grandes potencias, ni defender las bases capitalistas en que se sustentan los regímenes económico-sociales de ambas súper naciones, Rusia totalmente (aunque con la tradición soviética detrás de las orejas) y China parcialmente (con sus dos sistemas en coexistencia y en disputa).

Putin es una especie de Zar Moderno, con un paquete de ideas conservadoras, pero con el valioso mérito, el talento, las convicciones y el hábil accionar que le ha posibilitado, desde el nacionalismo de gran potencia, conducir las fuerzas que le han permitido a Rusia derrotar el intento del sistema imperialista occidental, encabezado por EEUU, de dominarla (post derrumbe del socialismo estatal) y enfrentar exitosamente sus pretensiones de cercarla, asaltarla y desintegrarla.

Incluso Putin fue de los dirigentes que optó contra la URSS y respaldó la restauración capitalista en las repúblicas que la integraron. Putin no es socialista, no es comunista, no es de izquierda,

Su postura no es para hacerse ilusiones revolucionarias, pero tampoco para no entender que esa gran potencia, coyunturalmente, ha sido –y puede seguir siendo- un factor para vencer o debilitar sustancialmente el dominio centenario del imperialismo occidental y su decadente civilización burguesa; algo de extraordinaria importancia para abrirle nuevos cauces a lucha por la soberanía, la libertad y el socialismo

Vale también la cautela frente al curso del proceso en China y su rol como superpotencia mundial, exportadora de capital y con tendencia a la primacía en el mercado mundial. Pero procede la solidaridad mutua frente a la agresividad imperialista estadounidense y sus nefastos designios a escala mundial, antes de Trump y ahora con Trump.

También vale la cautela respeto al régimen de Irán, sin dejar de valorar su papel antiimperialista de primer orden en el Oriente Medio y en el mundo islámico, y sin dejar de saludar su inmenso respaldo a la causa Palestina, a Venezuela, a Cuba…

Atentos a sus reacciones ante a las maniobras de la Administración Trump, de frente al neofascismo y sin tirar la toalla a la cruel conducta de la cúpula del PD estadounidense y sus globalistas.

En esta situación mundial es necesario confluir tácticamente con ese arcoíris político social diverso, con todo el torrente contrario al sistema imperialista que por siglos ha dominado a África, Asia y Nuestra América. Pero hacerlo sin aceptar centros hegemónicos, sin seguidismos, sin dependencias. !Con autodeterminación de las fuerzas revolucionarias (anticapitalistas, socialistas, comunistas e incluso de la teología de la liberación y los pueblos que también libramos esta lucha trascendente

Reitero: lo que acontece no es una guerra inter imperialista, es una reacción brutal de un sistema imperialista agónico a cargo de su decadente potencia hegemónica. Son los más diversos zarpazos de un monstruo herido de muerte.

Ni Rusia, ni China, ni Irán han desatado esta multi-guerra.

Rusia se ha visto forzada a librarla, después de iniciada por Occidente en Ucrania en el 2014 y de confirmarse el plan de la OTAN, dominada por el Pentágono y la enorme hostilidad de Europa Occidental contra Rusia, y la determinación de cercarla y usar a Ucrania, con el nazi-fascista Zelenski al frente, como escenario y factor de guerra en su contra.

La decisión de desplazar tropas rusas bajo el mando de Putin a Ucrania fue eminentemente defensiva.

Irán, por igual, se ha visto forzada como nación a respaldar militarmente a la resistencia palestina, algo de extraordinario valor antiimperialista, amén de las agresiones sufridas.

En esta confrontación, ni China, ni Irán, ni Rusia son equiparables a EEUU y a la Unión Europea.

Ni la intervención militar de Rusia en Ucrania debe compararse con la intervención militar soviética y del Pacto de Varsovia contra la renovación del socialismo en Checoslovaquia.

Todas las guerras son dolorosas, toda invasión a otro país debería evitarse. Pero no siempre es posible evadir, sin costos mayores, ciertas guerras desatadas por otros o evitar respuestas militares provocadas por agresiones mayores de los adversarios, como es el plan instrumentado desde la OTAN contra Rusia.

Putin es a mi entender lo que sinceramente he dicho, pero en esta confrontación es incomparable con Zelensky y con el propio TRUMP.

Rusia merece triunfar en esa pelea y está triunfando. Eso es lo justo y lo necesario.

El régimen de Zelensky y la agresión de la OTAN, primero con el concurso de EEUU y ahora sin él, casi derrotado, merecen ser derrotados – y lo están siendo- en ese capítulo fallido de la ya debilitada guerra global infinita emprendida por EEUU con el concurso de la Unión Europea, Israel y todos los miembros de la OTAN.

Eso favorece a las izquierdas continentales y mundiales, en tanto tiende a establecer con más firmeza una multipolaridad mundial con un imperialismo occidental semi derrotado y EEUU más debilitado.

Eso lo digo de corazón y por convicción, porque me parece necesario hacerlo de cara al país y al mundo; pero también porque entiendo inoportuno y erróneo el enfoque de este tema expuesto por el compañero Manuel Salazar, Secretario General del Partido Comunista del trabajo-PCT en su artículo titulado: NO DEBE HABER CONFUSIÓN: NI TRUMP, NI ZELENSKY, NI PUTIN.

Posiciones no idénticas, pero parecidas han sido también lamentablemente asumidas por varios grupos de filiación trotskistas aquí y en el exterior.

Es importante reflexionar a fondo sobre estos, corregir equívocos y valorar la trascendencia de ese torrente diverso que ya está debilitando un sistema de dominación que le ha acarreado tantos males a una gran parte de la humanidad y a nuestro planeta, hasta poner en riesgo su existencia.

El déficit de esa gran avalancha, que en los hechos ha actuado como contrapartida que debilita persistentemente el imperialismo occidental, está en la evidente ausencia o acentuadas debilidades de las nuevas vanguardias y de sus propuestas transformadoras; todavía carentes de energías, fuerza y definiciones necesarias para construir alternativas anticapitalistas y pro-socialistas.

Hay amplitud y diversidad en el polo que tiende a desarrollarse como avalancha contra un imperialismo en decadencia. Pero le falta profundidad anti sistémica. El necesario proceso de creación de las nuevas vanguardias revolucionarias se ha dilatado demasiado.

Estas luchas, desde actores tan disimiles, son reacciones importantes, pero todavía insuficientes, frente los efectos desgarradores de la enfermedad senil de esta dominación, que platea retos de gran envergadura, todavía no debidamente asumidos por el conjunto agredido.

Urge superar, a los compases de las rebeldías creadoras, esas carencias.

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Opinión

Trump ordena, Abinader se arrodilla y el Pentágono invade

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Por Narciso Isa Conde

Santo Domingo.– Al aceptar la determinación de Trump y del Pentágono, de intervenir militarmente los aeropuertos de San Isidro y Las Américas, el espacio aéreo y aguas territoriales de nuestro país, para agredir militarmente a Venezuela y a otros países de la región, Luis Abinader ha cometido el delito de traición a la patria dominicana y la peligrosa afrenta de sumarse al plan de guerra e intervención de EE.UU. en esta región.

¿Qué implica la intervención militar en bases dominicanas?

La base militar de San Isidro es la más grande del país, concentra el mayor poder de fuego (aviación, cuerpo de paracaidistas, infantería y blindados) y pasa a ser intervenida por el Comando Sur del Pentágono.

No se había visto una cosa parecida luego de la intervención militar de abril de 1965: en los últimos 60 años la intervención militar de EE.UU. se mantuvo camuflada como «asesorías», «visitas», «ejercicios» y «operaciones» puntuales; pero ahora la intervención se asume directa, invasiva, indefinida y con tropas especializadas.

La Constitución vigente -a pesar de lo conservador, autoritario y neoliberal de su contenido- obliga a Abinader a rechazar cualquier agresión a nuestra soberanía y cualquier intervención en los asuntos internos de otros países.

¿Cuál es el contexto político y regional de esta acción?

En verdad, no se trató de un «acuerdo», sino de una orden de Trump y el Pentágono, fielmente cumplida por Abinader, en medio de un despliegue naval en el Caribe y áreas del Pacífico; apuntando contra Venezuela y Cuba, en primer lugar y sucesivamente.

Pero también contra los gobiernos de México y Colombia (Colombia ya invadida por 10 bases militares), sin descartar Nicaragua, ni a otros países que no se le dobleguen a un imperio furioso por su decadencia, empecinado en saquear petróleo, gas, minerales estratégicos, biodiversidad y fuentes de agua en Nuestra América.

Su apelación al combate del «narcotráfico«, calificándolo de «narco-terrorismo», es un «narco-pretexto«, propio de la era de la posverdad y de los gobernantes lacayos, para instrumentar agresiones militares y guerras por razones políticas y de saqueo de recursos naturales.

El cartel mayor del Hemisferio Occidental es Wall Street y el mercado más grande es el Norte Revuelto y Brutal, mientras aquí abundan las narco-complicidades en altas instancias del Estado.

Este es un narco-estado y si no lo creen, examinen los largos años de impunidad de altos funcionarios civiles, militares y empresarios protectores de los capos Quirino, Figueroa Agosto, Toño Leña, Cesar El Abusador, Arturo del Tiempo, Nelson Solano, Miguel Gutiérrez, Miki López, Yamil Abreu y los capos del Cartel del Cibao, que primero financió al PLD y luego al PRM.

Examinen la narco-política del PRM y por qué las conexiones del narco con sus jefes políticos en funciones gubernamentales no se atacan ni se sancionan.

Tampoco se develan informaciones en poder de la DEA y del Ministerio Público estadounidense, ofrecidas por los extraditados en «delaciones premiadas«.
Está claro: ordenan y mandan… y obligan a los cobardes y pusilánimes a aceptar servilmente la orden. ¡Vergüenza ajena da Abinader y toda la cáfila política del PLD y FP… y comparsas, previamente avisados!

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Opinión

Educación y carácter: deuda que RD no puede posponer

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Por Isaías Ramos

Santiago nos golpeó con dos tragedias que el país no puede normalizar. Noelvin Jeremías Cabrera, de 14 años, murió tras un conflicto vinculado al entorno escolar luego de salir del Politécnico Simón Antonio Luciano Castillo; otro adolescente guarda prisión preventiva mientras se conoce el proceso.

Días después, Stephora Anne‑Mircie Joseph, de 11 años, falleció por ahogamiento durante una excursión escolar del Colegio Leonardo Da Vinci. Según informó el Ministerio Público, el caso se investiga como homicidio involuntario y se detuvo a cuatro personas, alegando presuntas fallas graves de supervisión y seguridad.

Estos episodios no son accidentes desconectados. Son síntomas de un deterioro profundo: en demasiados entornos escolares se ha debilitado la fuerza formativa, la autoridad moral y la coherencia institucional. Durante casi treinta años, la formación moral y cívica ha sido relegada y, al mismo tiempo, la disciplina ha sido malinterpretada como autoritarismo, dejando un vacío que hoy se expresa en conductas violentas, negligencia, irrespeto y una cultura escolar sin límites claros.

El Gobierno reaccionó anunciando una mesa interinstitucional “permanente” entre el Ministerio de Educación y la Procuraduría, enfocada en prevención, monitoreo y protocolos de actuación. Es un paso necesario. Pero debemos ser honestos: la República Dominicana está cansada de anuncios que no pasan de la rueda de prensa. La ciudadanía exige resultados medibles, responsables identificables y continuidad real. Lo que no se supervisa se pierde; lo que no se mide se diluye.

El problema de fondo excede cualquier mesa técnica. La Constitución es clara: el artículo 63, numeral 13, ordena como obligatoria en todas las escuelas —públicas y privadas— la formación social, cívica y ética, la enseñanza de la Constitución, los derechos fundamentales y la convivencia pacífica. La Ley 66‑97 insiste en principios como el respeto a la vida, la democracia, la solidaridad, la verdad y los valores que sostienen la dignidad humana. Sin embargo, entre la teoría legal y la práctica cotidiana hay un abismo que seguimos pagando con vidas jóvenes.

Hay, sin embargo, una señal alentadora: la Ordenanza 02‑2025 del Ministerio de Educación, que establece la implantación formal de la asignatura Educación Moral, Cívica y Ética Ciudadana en todos los niveles a partir del año escolar 2025‑2026. Es un avance importante, pero no será suficiente si no se acompaña de tres elementos indispensables: formación docente rigurosa, coherencia institucional y supervisión real. Una asignatura sin cultura institucional es como sembrar sin preparar la tierra.

En el Frente Cívico y Social entendemos que volver a educar el carácter implica recuperar la disciplina como virtud cívica, no como castigo. Disciplina significa dar estructura, sostener límites razonables y construir hábitos que fortalezcan la voluntad. Significa ser coherente —los adultos primero—, persistente —todos los días— y consistente —consecuencias claras, justas y previsibles—. La disciplina bien aplicada protege al alumno, dignifica la convivencia y devuelve a la escuela su papel como taller de ciudadanía.

Esta visión ha sido afirmada desde perspectivas distintas pero convergentes. Elena G. de White advirtió que la verdadera educación desarrolla la facultad de pensar y hacer, evitando que los jóvenes sean “simples reflectores del pensamiento de otros”. Y Camila Henríquez Ureña alertó contra reducir la educación a instrucción técnica, recordándonos que formar el ser es más decisivo que enseñar destrezas.

Hoy, en plena era de la inteligencia artificial, esta verdad es más urgente: la información se obtiene en segundos; el carácter se forma con esfuerzo cotidiano y con entornos que sostengan lo correcto cuando haya presión.

En medio de tanta preocupación, pude ver una señal de esperanza. Recientemente compartí con el personal docente y administrativo del Colegio Adventista Salvador Álvarez de Jababa, Moca: la escuela donde estudié de niño, fundada en 1925 y portadora de cien años de legado educativo y cristiano. Allí, en una actividad anual organizada por la familia Álvarez‑Piantini‑Schliemann, reafirmamos un compromiso: trabajar juntos para que este colegio rural se convierta en un referente nacional de educación integral y disciplina con propósito. En tiempos de crisis, los ejemplos valen más que los discursos.

Si queremos honrar a Noelvin y a Stephora, debemos transformar el duelo en acción verificable. Necesitamos un protocolo nacional obligatorio para excursiones escolares y actividades de riesgo, con auditoría anual y sanciones claras cuando se incumpla. Necesitamos indicadores públicos de convivencia —con estricta protección de identidad— y, más importante aún, que se publiquen de forma trimestral por distrito educativo: incidentes reportados, tiempos de respuesta, medidas aplicadas y avances en prevención. Y necesitamos la ejecución seria, no decorativa, de la formación moral y cívica, con acompañamiento docente, supervisión independiente y continuidad sostenida.

Porque una sociedad que educa el carácter reduce la violencia. Y una que renuncia a esa tarea termina llorando a sus hijos.

Despierta, RD!

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El derecho de las víctimas a la notificación

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Por Rommel Santos Diaz

Otro de los derechos accesorios al derecho a la participación es el derecho a la notificación. Una vez que las víctimas sean reconocidas como tales frente a la Corte Penal Internacional, en una situación o en un caso, directamente o a través de sus representantes legales, las víctimas tienen derecho a ser notificadas  e informadas de los avances del procedimiento, de las decisiones de la Sala correspondiente, de las fechas de las audiencias, de la interposición de recursos por las partes , entre otras diligencias.

Tanto la publicidad de los procedimientos como la notificación a las víctimas son claves para garantizar  que esta pueda ejercer su derecho a la participación.

Esta importancia es reconocida por algunas disposiciones que hacen expresa la necesidad de que las víctimas tengan conocimiento  del estado de los procedimientos; por ejemplo la norma 87 establece la obligación explícita del Fiscal de notificar a las víctimas de acuerdo a la regla  50(1) y la regla 92(2). Igualmente, derivado  del artículo  15 del Estatuto de Roma, la Secretaría podrá asistir en esta notificación si así es requerida por la Fiscalía.

Igualmente, existe la obligación de notificar y dar adecuada publicidad de las actuaciones por medios generales de acuerdo a las reglas 92(8) y 96(1).

Esta función se encuentra regulada en el Reglamento de la Secretaría de la Corte Penal Internacional en donde se reconoce la importancia de que esta información sea accesible a las víctimas para facilitar el ejercicio de sus derechos.

Finalmente es importante mencionar que los jueces al ser los garantes  del debido proceso  y el  ejercicio de las víctimas,  tienen la facultad de rechazar una solicitud de participación si consideran que en  ella no se ha acreditado la calidad de víctima frente a la Corte Penal Internacional.

Sin embargo, las víctimas podrán presentar otra solicitud en una etapa ulterior de acuerdo a la regla 89(2).Finalmente las víctimas si así lo desean, podrán retirar su solicitud  de participación en cualquier momento si  así conviniere a sus intereses.

rommelsantosdiaz@gmail.com

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Edificio La República: Restauración No. 138, cuarta planta, Santiago, República Dominicana. Teléfono: 809-247-3606. Fax: 809-581-0030.
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