Opinión
Domínguez Brito hizo lo que se esperaba
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11 años agoon
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José CabralPor José Cabral
El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, hizo lo que todo el que tiene dos dedos de frente sabía, rechazar la denuncia presentada en contra del ex-presidente Leonel Fernández, Félix Bautista y Víctor de la Rúa por malversación de fondos públicos y otras irregularidades que provocaron el déficit fiscal de 187 mil millones de pesos.
De un funcionario público que se autodefine como un hombre de Fernández no se podía esperar que le diera curso a la denuncia presentada en contra de éste por Alianza País, que preside Guillermo Moreno.
E incluso cualquiera se resiste a creer que el propio Moreno aspirara a que el procurador le diera curso a su queja.
El propio líder de Alianza País hizo la denuncia a sabiendas de que sólo obtendría algún capital político para él y su organización y nada más, porque la pregunta que se impone es si en un país con tan bajo nivel de institucionalidad podría prosperar, no una querella, sino una denuncia cuya figura jurídica está consignada en el Código Procesal Penal y la misma deja en manos del ministerio público la investigación correspondiente.
Naturalmente, el recurso interpuesto por Alianza País no deja de tener una gran importancia en el orden político, social, moral y ético, sobre todo porque permite que la gente haga conciencia de quiénes son sus verdugos y la causa de sus sufrimientos, así como del mal uso de los recursos públicos.
Leonel Fernández está hoy en medio de una hoguera moral que ya le ha causado mucho daño político para sus aspiraciones de regresar al poder en el 2016.
El deseo de la gran mayoría de los dominicanos es que Leonel pague por sus descaros y falta de vergüenza y no señalamos otros que jugaron papales importantes en su gobierno como Félix Bautista, porque éste no es más que una extensión del ex-mandatario, a quien incluso se le atribuye ser un testaferro.
La verdad es que no paran, poco les importa a Leonel, su mujer Margarita Cedeño, Félix Bautista y otros saqueadores de las arcas nacionales lo que piense la gente.
A ellos les sirve de estímulo que a pesar de la forma inescrupulosa como manejaron y aún manejan los fondos públicos fueron reelectos en el gobierno y quizás por ello continúan con sus tropelías como la distribución entre los suyos de los apartamentos de la torre El Progreso, construida con una inversión multi-millonaria de dinero proveniente del Estado.
Por la misma razón a Leonel muy poco le importa rentar una oficina en la exclusiva Park Avenue de Nueva York por más de 70 mil dólares mensuales, donde opera la Fundación Global, la cual es considerada por muchos como el cuerpo del delito.
De cualquier modo, la República Dominicana ha entrado en un proceso de criticidad hacia los personeros del gobierno peledeísta que no deja de ser interesante, porque de ahí podría surgir la respuesta que se necesita para poner en su puesto a los ladrones de las arcas nacionales, quienes hoy se pasean por las calles y avenidas del país en lujosos automóviles adquiridos con dinero del pueblo, mientras las grandes mayorías nacionales sufren hasta más no poder por carecer hasta de algunos centavos para llevar a sus mesas una simple libra de arroz.
Ojalá que todos los responsables del saqueo público puedan por lo menos sufrir la consecuencia de esa hoguera moral en que hoy está Leonel Fernández, a fin de por lo menos contar con algún mecanismo para sancionar a los que van al Estado a perpetuar el hambre y la miseria de nuestra gente.
Por José Cabral
Nadie niega que en la República Dominicana los partidos políticos han perdido toda su credibilidad precisamente por su falta de ética e irrespeto por el patrimonio público.
Sin embargo, en medio de la gran incertidumbre con la política partidista surge la pregunta de si existen reales posibilidades de cambiar ese cuadro.
Y la respuesta no puede ser otra que decir que el comportamiento de los partidos políticos es una expresión de cómo anda la misma sociedad en su conjunto.
Por esta razón parece una quimera querer cambiar una realidad que golpea muy duro al dominicano, porque además se observa que aquellos que son críticos de lo que ocurre tienen un comportamiento igual que a los que ellos critican.
El problema parece ser más complejo de lo que se ve a simple vista, ya que los dirigentes y militantes de los partidos que han causado tanto daño a la sociedad y al Estado, no tienen mucha preocupación con el tema porque el que les hace oposición mantiene una conducta parecida, con la única diferencia de que busca el poder que tiene otro.
Esta situación hace que surjan muchos proyectos muy personales, inventado por una sola persona, que muchas veces busca construir un liderazgo sobre la base de una serie de tremendismos.
Pero este fenómeno no ocurre sólo en la República Dominicana, sino que se puede observar en otras naciones donde los proyectos políticos nuevos descansan en una o dos personas, como el caso de Argentina con Javier Miley, cuyo único acompañamiento que tenía era el de su hermana.
Así con un proyecto político muy individual logró imponerse con el soporte de las redes sociales en las elecciones de ese país, lo cual no quiere decir que se trató de algo bien pensado para sacar la Argentina del atolladero en que se encuentra.
Exactamente así está la República Dominicana, pero no parece tan fácil lograr articular una propuesta política partidista a partir de una serie de valores, sobre todo éticos, porque cada persona en el país es un mundo aparte y cuando se le invita a ser parte de un proyecto nuevo éste lleva en su cabeza que las cosas se hagan sólo como él piensa y ahí mismo surge la retranca, pero también está demostrado que ser muy democrático sirve para poco.
Será que los intereses particulares, la codicia y la avaricia, se apropiaron de la gente para evitar que el ciudadano le busque la salida más idónea a sociedades que se desgarran por el amor al dinero sin importar el precio.
El asunto ha llegado a niveles que aquel que no habla de repartir, de corrupción desde las instancias públicas, no tiene ninguna posibilidad de tener éxito en la política partidista.
Es un asunto profundamente cultural, integral y transversal a toda la vida nacional, lo cual indica que es un problema tan complejo que su solución no sólo está en la voluntad ciudadana, sino en la creación de conciencia del problema para combatirlo con eficiencia y producir los cambios que necesita la nación.
Opinión
“Sobrepasando los Límites: El Asalto a la Embajada Mexicana y el Desafío a la Inmunidad Diplomática»
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6 días agoon
abril 11, 2024Por Isaías Ramos
Hace aproximadamente 26 años, tuve la oportunidad de participar en un evento académico que se llevó a cabo en el Palacio de Najas, sede de la Cancillería de la República del Ecuador. Esta experiencia me permitió apreciar el alto valor que este país otorga al protocolo diplomático y al respeto por ese universo de rituales y formalidades, incluyendo a las naciones indígenas dentro de su demografía nacional.
Sin embargo, un incidente reciente ha puesto en jaque estos principios fundamentales. La policía ecuatoriana, en un acto sin precedentes, irrumpió por la fuerza en la embajada de México en Quito con el objetivo de detener al exvicepresidente del país, quien se encontraba en solicitud de asilo político. Este hecho no solo viola las normas diplomáticas internacionalmente reconocidas, sino que también amenaza con deteriorar gravemente las relaciones internacionales.
La controversia giró en torno a la embajada mexicana en Ecuador, a raíz de la petición de asilo del exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas. Aunque el gobierno ecuatoriano sostuvo que Glas, siendo un delincuente convicto, no era elegible para asilo político, la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas establece de manera inequívoca la plena inmunidad y extraterritorialidad de las misiones diplomáticas, lo que significa que el gobierno anfitrión no puede intervenir sin consentimiento explícito.
La decisión de Ecuador de enviar a la policía para invadir la embajada mexicana constituye una transgresión flagrante de estas normas diplomáticas, sentando un precedente peligroso para futuras solicitudes de asilo político y comprometiendo la estabilidad y seguridad a nivel tanto nacional como internacional.
Es imperativo preservar el respeto por las convenciones internacionales que rigen las misiones diplomáticas, para evitar conflictos y fomentar un ambiente propicio para las relaciones bilaterales entre los países implicados.
A lo largo de la historia, hemos sido testigos de actos atroces como los ataques a la embajada española en Guatemala o la incursión militar uruguaya en la embajada venezolana. Es vital recordar y condenar estos actos, que han sido repudiados por la comunidad internacional como manifestaciones de regímenes autoritarios y despreciativos de las normas internacionales.
No obstante, resulta alarmante observar cómo algunos países han fallado en enviar un mensaje contundente de repulsión ante estos actos cobardes y despreciables. En un contexto global cada vez más complejo y desafiante, las embajadas y sus representantes juegan un papel crucial en la promoción del diálogo y la cooperación entre naciones.
Si permitimos que la protección básica de los recintos diplomáticos se vea socavada por conveniencias políticas momentáneas, estaremos erosionando los cimientos de la diplomacia internacional. Esto no solo entorpecerá las relaciones entre países, sino que también obstaculizará nuestra capacidad colectiva para enfrentar los problemas urgentes que aquejan a nuestro mundo.
Desde el Frente Cívico y Social, insistimos en la importancia de recordar y reflexionar sobre estos acontecimientos, tanto pasados como presentes, debido a su impacto trascendental. La integridad de nuestras instituciones diplomáticas es vital para asegurar un orden mundial basado en el respeto mutuo y la colaboración efectiva.
En estos tiempos de incertidumbre, es nuestra responsabilidad mantenernos inquebrantables en la defensa de las normas internacionales e impulsar un diálogo constructivo. Solo así podremos enfrentar unidos y con determinación los desafíos globales. ¡Despierta,RD!
Opinión
La Asamblea de los Estados Partes de la Corte Penal Internacional
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6 días agoon
abril 11, 2024Por Rommel Santos Díaz
Asamblea de los Estados Partes será el administrador de la Corte Penal Internacional, tal y como lo es la Asamblea de las Naciones Unidas. Estará compuesta por los representantes de todos los Estados Partes, los cuales se reunirán regularmente para asegurar el funcionamiento eficiente de la CPI.
Los Estados No Parte que hayan firmado el Acta Final de la Conferencia de Roma , y- o el Estatuto de Roma, podrán participar como observadores ante la Asamblea de Estados Partes , pero no tendrán derecho al voto.
La disposición principal del Estatuto de Roma con respecto a la Asamblea de los Estados Partes es el artículo 112. Cada Estado Parte tendrá un representante ante la Asamblea.
Sin embargo, los Estados podrán hacerse acompañar de asesores y otro personal de apoyo para las reuniones de la Asamblea de los Estados Partes del Estatuto de Roma. Cada Estado tendrá un voto.
Cualquier decisión sobre cuestiones de fondo serán aprobadas por mayoría de dos tercios de los presentes y votantes, las decisiones sobre cuestiones de procedimiento se tomarán por mayoría simple de los Estados Partes presentes y votantes. La Asamblea hará todo lo posible por adoptar sus decisiones por consenso.
El artículo 112 (8) del Estatuto de Roma estipula que el Estado Parte que este en mora en el pago de sus contribuciones financieras a los gastos de la CPI, adeudadas por los dos años anteriores completos, no tendrá derecho al voto, salvo que la Asamblea llegare a la conclusión de que la mora se debe a circunstancias ajenas a la voluntad del Estado Parte.
El párrafo 2 del artículo 112 del Estatuto de Roma enumera algunas de las funciones generales de la Asamblea de Estados Partes, incluyendo la decisión del presupuesto de la CPI. El párrafo 3 del mismo artículo 112 describe la estructura administrativa de la Asamblea, compuesta por una Mesa, con un Presidente, dos Vicepresidentes y 18 miembros elegidos por la Asamblea por periodo de tres años, teniendo en cuenta el principio de la distribución geográfica equitativa y la representación adecuada de los principales sistemas jurídicos del mundo.
El párrafo 4 del artículo 112 otorga potestades adicionales a la Asamblea de Estados Partes, tal como la potestad de crear órganos subsidiarios que se consideren necesarios.El párrafo 5 del referido artículo 112 dispone que el Presidente de la CPI, el Fiscal y el Secretario podrán participar en las reuniones de la Asamblea y de la Mesa. El párrafo 6 describe el calendario y frecuencia de las reuniones de la Asamblea.
Existen varias referencias adicionales a lo largo del Estatuto de Roma que detallan el papel y la responsabilidad de la Asamblea de los Estados Partes. Por ejemplo, los artículos 2 y 3 prevén que la Asamblea deberá aprobar los acuerdos que se lleven a cabo entre la CPI y la ONU, y entre la CPI y el Estado anfitrión.
Según el artículo 44 del Estatuto de Roma, la Asamblea de los Estados Partes deberá establecer las directrices para el nombramiento de personal ¨ proporcionado gratuitamente por los Estados Partes, Organizaciones No Gubernamentales y Organizaciones Intergubernamentales¨.
Una de las funciones principales de la Asamblea será el nombramiento de los Magistrados y demás personal de la CPI. La mayoría de las disposiciones al respecto se encuentran en la Parte 4, Composición y Administración de la CPI.
La Asamblea de los Estados Partes también tomará la decisión de separar del cargo a magistrados y fiscales cuando sea necesario y también decidirá el sueldo de todo el personal superior de la Corte Penal Internacional.
Tal y como se mencionó anteriormente, la Asamblea de los Estados Partes deberá también adoptar los Elementos de los Crímenes y las Reglas de Procedimiento y Prueba que actualmente ya son una realidad en la dinámica de la CPI.
La Asamblea también tendrá un papel disciplinario, si esto alguna vez es necesario. Según el artículo 87 del Estatuto de Roma, si la CPI llega a la conclusión de que un Estado Parte esta actuando de manera inconsistente con sus obligaciones de conformidad con el Estatuto de Roma, esta podrá referir el asunto a la Asamblea de los Estados Partes.
El Estatuto de Roma no menciona las obligaciones de la Asamblea de los Estados Partes una vez que se le refiera el asunto. Pero posiblemente esta deberá considerar la gravedad del asunto y lograr una solución política favorable. La Asamblea también deberá tomar un papel moderador en caso de cualquier conflicto entre Estados Partes.
Finalmente, la Asamblea de los Estados Partes deberá establecer y administrar el Fondo Fiduciario en Beneficio de las Víctimas de crimen de la competencia de la Corte Penal Internacional y de sus familias ̈. La Asamblea determinará los criterios para administrar el Fondo Fiduciario.