TODOS LOS IMPLICADOS QUE HAN DECLARADO NIEGAN QUE COMETIERAN HECHOS DOLOSOS
Santo Domingo.- La orden de detención por parte de la Procuraduría General de la República, de un grupo de funcionarios y legisladores activos, antiguos congresistas y dirigentes políticos causó una conmoción sin precedentes en el país, que todavía no concluye porque el ministro de Industria y Comercio, Temístocles Montás, uno de los encartados, renunció al puesto.
Si bien Montás le dice al presidente Danilo Medina en una carta en la cual se desvincula de cualquier hecho delictivo, que pone a su disposición su cargo, se da por descontado que el gobernante acogerá esa misiva como una renuncia y procederá cuanto antes a nombrar su sustituto, una forma de mantener su distancia del tema judicial.
Se supo que al menos uno de los sometidos trató de ver al presidente Medina, pero se le habría informado que el gobernante estaba muy ocupado. Otra versión dice que el Presidente mandó a decir a sus cercanos colaboradores que no quería involucrarse en asuntos que estaban encaminados en la justicia.
El coletazo dominicano del escándalo de la empresa brasileña Odebrecht, que involucra a dos de los partidos más importantes del país, el gobernante de la Liberación Dominicana y el Revolucionario Moderno, PRM, podría ser una indicación de la urgencia de una ley de partidos, hasta ahora resistida por los políticos.
El procurador general, Jean A. Rodríguez, ofreció una declaración a la prensa en la cual detalló lo que estaba en proceso con la detención de las personalidades de la política y empresas y aseguró que con ello “están todos los que son y todos los que están”, una señal que calmó el pánico que ha cundido entre los señalados por listas y rumores, aunque en los juicios otros podrían ser arrastrados.
Rodríguez, en su condición de fiscal de la Suprema Corte de Justicia, pidió al Congreso Nacional despojar de la inmunidad parlamentaria a los senadores Tommy Galán, de San Cristóbal y Julio César Valentín, de Santiago, así como al diputado del Partido Revolucionario Moderno PRM, Alfredo Pacheco.
Rodríguez informó también que el caso ha sido declarado complejo, lo que le dará a las autoridades judiciales un espacio de hasta 18 meses para la introducción y los juicios, algunos de los cuales llegarían a la Suprema Corte de Justicia, de manera inmediata si abarca a funcionarios privilegiados, o al final del proceso, para los de jurisdicción ordinaria.
Se trata de delitos muy graves por acusaciones sobre lavado de activos, falsedad en la declaración jurada de bienes, soborno y violación de 14 artículos de la Constitución de la República, que conllevarían sanciones de 3 a 18 años de prisión. Todos los funcionarios y exfuncionarios sometidos rechazaron ante la prensa la comisión de delitos.
Procurador cumplió
El procurador Rodríguez cumplió su palabra al remitir ayer a los funcionarios, legisladores y exfuncionarios involucrados en el caso Odebrecht, tal como lo había informado en el sentido de que haría los sometimientos “caiga quien caiga”. En esa forma el funcionario respondió a los críticos que esperaban “un bulto”.
En sus indagatorias el procurador Rodríguez no solamente fue a Brasil y a Estados Unidos para seguir de cerca el expediente de la empresa brasileña, sino que chequeó las auditorías de la Cámara de Cuentas, los informes de la Dirección de Impuestos, DGI y la declaración jurada de bienes de ley del 16 de diciembre de 1979, la que estaba vigente cuando se cometieron los hechos.
Los que terminaron encartados en el caso fueron Juan Temístocles Montás, ministro de Industria; Julio César Valentín, senador de Santiago, y Tommy Galán, senador de San Cristóbal, los tres del PLD. Además Radhamés Segura, Ruddy González, Andrés Bautista y Alfredo Pacheco, dirigente del PRM.
También Ángel Rondón, quien sería el recipiente de los fondos para los sobornos, Víctor Díaz Rúa, exsecretario de Obras Públicas y jefe de recaudación del PLD, César Sánchez y Conrad Pittaluga, empresario. De los once detenidos ayer, cuatro son altos dirigentes del PRM.
Ayer tarde la dirigencia del PRM denunció el caso como político y se dispuso a defender a los llamados por la Procuraduría General de la República. La dirigencia del PLD mantuvo total silencio en las horas siguientes al llamado de la Procuraduría.
Los integrantes de la Marcha Verde contra la corrupción y la impunidad reclamaron victoria y en adición a los sometimientos, que sean cancelados los contratos de la Odebrecht. Ese mismo pedimento lo hizo Participación Ciudadana a comienzos del mes de enero.
Descrédito de partidos
Una consecuencia directa de los sometimientos, por encima de la defensa que el PRM o eventualmente el PLD pudieran hacer de los encartados, es la realidad de que el acontecimiento marca el descrédito total de los partidos políticos, cuyos dirigentes han vivido de los negocios del estado durante mucho tiempo.
Los sometimientos causaron emoción entre muchos dominicanos, aunque algunos que se manifestaron por los medios digitales, la televisión y la radio pidieron más. Se mencionó el destino que dará la Procuraduría General de la República al caso del ingeniero Diandino Peña, exdirector del Metro, quien fue cancelado hace días.
Peña, fue denunciado en un amplio reportaje que hizo la periodista Alicia Ortega en su programa El Informe. Una entrevista posterior a la primera entrega del programa fue la del propio ingeniero Peña, quien negó todos los cargos de poseer empresas a nombres de terceros y en el exterior y dijo que vivía con un sueldo de 150 mil pesos.
Los sometimientos dieron cancha a abogados penalistas dispuestos a ofrecer sus servicios a los personajes encumbrados, que si bien llegaron revestidos de humildad a las remodeladas celdas del palacio de justicia de Ciudad Nueva, sede habitual de los pequeños delincuentes, se les veía tiempo atrás bien aliñados y ocupando las mesas de los mejores restaurantes.
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