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Reconocimiento del partido de nieto Trujillo no implica que él pueda ser candidato presidencial en 2024.
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2 años agoon
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LA REDACCIÓNEn cualquier país del mundo que adolezca de muy bajos niveles de institucionalidad puede ocurrir lo que nadie se pudiera imaginar.
Una las grandes falencias del sistema democrático dominicano es su baja institucionalidad, lo cual representa un peligro para la propia existencia de la nación.
Esa debilidad, que se expresa a todos los niveles, tanto en el sector público como en el privado, es un atentado diario en contra de un país que procura convertirse en un ejemplo, por lo menos entre las naciones del Caribe y de toda Latinoamérica.
Las amenazas son tantas que nadie sabe cuál puede ser más peligrosa para el país, pero la realidad es que no se entienden muchas de las cosas que se producen a diario en el escenario nacional.
Toda esta preocupación parte del hecho de que uno de los Trujillo sea capaz de presentar una propuesta electoral que, aunque habla de democracia, pero sus lemas están en el contexto de una simulada dictadura y con mucho parecido a la de su abuelo, que proyecta mucha bondad, pero que en realidad se trata de un trasfondo para esconder sus verdaderas intenciones, ya que es un personaje que además no tiene muy buena reputación.
Pero esta conceptualización cae en el marco de lo que se puede interpretar desde el punto de la semántica y de la semiótica, pero lo que sí se puede analizar con certeza es el detalle de que la solicitud de reconocimiento fue hecha el 20 de febrero de 2016 y en el año 2021 fue rechazada mediante la resolución 18-20 por alegadamente Ranfis Domínguez Trujillo no renunciar a su ciudadanía de los Estados Unidos y por no haber vivido diez años antes en el país como lo manda la Constitución de la República.
Entonces, lo que no se entiende cómo dos años después reúna las condiciones para ser reconocido como partido político, a menos de que se trate del otorgamiento de una personalidad jurídica sobre la base de lo que dice la Ley 33-18 para fines de reconocimiento de un partido político, lo cual no implica necesariamente que Ranfis Domínguez Trujillo esté habilitado legalmente para ser candidato presidencial en el 2024, ya que se trata de una exigencia que necesariamente no choca con lo que establece la Constitución para que una persona hija de dominicanos, pero nacido en el extranjero, reúna las condiciones para optar por ocupar la más alta posición pública de la nación, lo cual requiere de otra interpretación y decisión.
El debate en esta materia se centra en que habría que leer muy bien e interpretar la resolución 24-2023 de la Junta Central Electoral (JCE), porque una cosa no necesariamente implica la otra.
Cuando se trata de determinar el reconocimiento de un partido político por el Pleno de la Junta Central Electoral (JCE) no implica ponderar al propio tiempo si el candidato presidencial que sea presentado en el futuro reúne las condiciones constitucionales, ya que se trata de dos asuntos muy diferentes.
De cualquiera manera que sea, el reconocimiento de un partido de uno de los miembros de la familia Trujillo, no deja de representar una amenaza para un país que simula tener grandes avances institucionales, pero que cualquiera que lo analice muy bien fácilmente llega a la conclusión de que se trata de un sistema democrático muy vulnerable y que puede caer con cierta facilidad en las garras de una dictadura como la del abuelo del aspirante presidencial de esa familia.
Todo ello es todavía más viable, porque en el país todo está tan corrompido hasta un nivel que da miedo, incluido el sistema de partidos, por lo que todo aquel que tenga la posibilidad de hacer grandes inversiones económicas puede alzarse con el santo y la limosna.
La aprobación del Partido de la Esperanza Democrática (PED), de Trujillo Domínguez, abre la posibilidad de que se presente una opción nueva en la contienda electoral que está a punto de iniciarse, pero ello no significa que pueda ser una candidatura presidencial de éste, porque no encaja o cumple con el mandato de la Carta Magna.
De ser así, tampoco queda disipada la amenaza de que en el país se pueda encamarar en el poder una propuesta electoral con una esencia trujillista y en consecuencia dictatorial.
Se advierte que si el reconocimiento es en función de lo que manda la 33-18, cuyos requerimientos son tener el dos por ciento de las firmas de la votación inmediatamente anterior al otorgamiento de la personalidad jurídica, tener un local en Santo Domingo o en el Distrito Nacional, entre otras exigencias, entonces la decisión no implica que se haya ponderado la parte correspondiente a la Constitución de la República que habla de los requisitos para que un hijo de dominicanos nacido en el extranjero pueda optar por la presidencia de la República.
El periódico Listín Diario ha podido establecer que la residencia en el país fue otorgada a Domínguez Trujillo el 23 de mayo de 1916, lo que indica que si se parte de que en esa misma fecha renunció a su ciudadanía por nacimiento en los Estados Unidos, entonces todavía no reúne las condiciones que establece el articulo 20 de la Constitución para estos casos.
Sin embargo, sin ambas cosas las inició al mismo tiempo entonces se podría hablar de que legalmente tendría el derecho de presentarse como candidato presidencial por su recién reconocido partido a partir del 2028, que es cuando se escogen en el país las nuevas autoridades nacionales, incluido el presidente de la República.
Si el reconocimiento implica darle esa facultad ahora a Domínguez Trujillo, entonces el país está frente a un asunto que debe ser debatido a través del Tribunal Constitucional que tendría la competencia para determinar si con la resolución de la JCE se viola la ley de leyes.
Las acciones para anular una decisión como esa son diversas, pero sí la opción fuera un recurso directo de inconstitucionalidad, la sentencia, a menos que el Tribunal Constitucional no recurra a la facultad que tiene para fallarlo con celeridad, se tarda varios años.
Pero también existe la Acción de Amparo Colectiva, figura jurídica que encaja frente a una decisión de la Junta Central Electoral que violente la Constitución de la República en el tema abordado en este trabajo.
Sólo falta esperar por los detalles de la resolución de la Junta Central Electoral, pero es probable que se trate del reconocimiento de un partido político a partir de lo que dispone la Ley 33-18 y no precisamente del mandato de la Constitución de la República en lo que respecta a los hijos de dominicanos nacidos en otros territorios, los cuales deben seguir los procedimientos preestablecidos y cuyas condiciones no parece reunir Ranfis Domínguez Trujillo.
De cualquier modo, la amenaza de que un Trujillo se presente como candidato presidencial en el país está ahí latente, sino en el 2024, en el 2028, tiempo en que no parece posible que la nación haya superado muchas de sus principales debilidades, como es, por ejemplo, el precario nivel de institucionalidad y la corrupción que ya es integral y transversal a todos los sectores que conforman la vida nacional, lo cual permitiría que la misma cale entre el votante dominicano, sobre todo porque ya sería una generación de jóvenes que no tienen la menor idea de lo que representó la dictadura del abuelo del aspirante para los pobladores de la República Dominicana.
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Abandono de investigación y bajo nivel académico impacta universidades que operan sin supervisión.
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1 semana agoon
noviembre 25, 2025Por Elba García
Las universidades de la República Dominicana prácticamente han abandonado su cumplimiento con su misión de desarrollar investigaciones científicas y de igual modo preservar o implementar programas educativos para mejorar el bajo índice académico que les afecta.
El problema no constituye un asunto aislado, sino que forma parte de la deficiencia y debilidades institucionales del país, cuyos centros de altos estudios no son sometidos a la fiscalización que dispone la Ley Orgánica del Ministerio de Educación Superior ( MESCyT ), porque pesa más la politiquería que tener un país mejor.
El asunto genera que muchos estudiantes egresen de las diferentes carreras que se imparten en la gran diversidad de las universidades nacionales con un nivel de formación que puede definirse de muy precario, muy pobre, que no pasan de ser analfabetos funcionales.
Sin embargo, la deficiencia importa tan poco en un país donde el Estado no tiene capacidad de regulación, ni de fiscalización y mucho menos de supervisión, que las universidades no pasan de ser una buena industria para producir dinero y nada más.
La gravedad de la cuestión llega tan lejos que incluso los propios docentes de las casas de altos estudios dejan mucho que desear porque no tienen la formación académica e intelectual requerida para proporcionar una buena educación superior.
Las universidades del país, naturalmente no todas, no pasan de ser un gran negocio manejado por familias muy concretas y específicas que tampoco cumplen con el mandato de la norma que la regula y delimita y define lo que son instituciones sin fines de lucro.
Pero la falta de control del sistema educativo nacional ha convertido a las universidades en centros para egresar a personas que luego no tienen espacio en el mercado laboral, en virtud de que no tienen la preparación que reclama la industria nacional.
Es una pena observar el sendero escogido por las universidades, el cual no tiene nada que ver con su misión de desarrollar las ciencias y las tecnologías, así como el nivel intelectual de la sociedad.
Naturalmente, no se trata de un fenómeno exclusivo de la educación superior, intermedia y primaria, sino de todo el andamiaje público, donde la capacidad importa poco, sino la politiquería y el amiguismo, ya que incluso hasta el otorgamiento de una licencia de operación en este sector está fundamentado en un criterio desviado de los estándares que deben prevalecer al respecto.
No hay ningún tipo de evaluación que pueda arrojar buenos resultados en la República Dominicana, porque más que un instrumento para lograr un verdadero desarrollo nacional, la educación superior ha pasado a ser un negocio vulgar de “vivos” y de personas que se dedican al tráfico de influencia.
El problema de la educación superior se suma a la imposibilidad que afronta la sociedad dominicana de promover reforma en instituciones y órganos del Estado que no hay forma de que den pie con bola, como el Ministerio Público y la Policía Nacional, por sólo citar algunos.
La población estudiantil dominicano es bastante grande, pero ello no ha servido para que el sector se menaje con criterios de excelencia académica para construir una mejor nación, cuyos estándares sean comparables con otros países del hemisferio y de otros continentes.
Lo peor del problema es que el país no cuenta con una agenda nacional para enfrentar la deficiencia e insertar la nación en los mejores estándares educativos de Latinoamérica, el Caribe y el mundo.
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Santiago es parte de un fenómeno general que impacta al país en el que las instituciones sin fines de lucro son un botín personal.
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3 semanas agoon
noviembre 12, 2025Por Elba Rosa García
El fenómeno de la apropiación de las instituciones sin fines de lucro y muchas otras que juegan un papel social y político importante que se debaten entre una serie de intereses individuales de personajes de la sociedad dominicana que sólo se mueven para perjudicar a las grandes mayorías nacionales.
Es una preocupación que tiene su base de sustentación en una herencia histórico-cultural que se apoya en una serie de antivalores que promueven el individualismo como estilo de vida.
El escenario es ahora el Patronato Cibao contra el Cáncer, donde convergen algunos sectores que buscan utilizar esta institución para fines que no se corresponden con sus objetivos.
En los últimos días allí ha explotado un escándalo que habla de serios actos de corrupción que ahora se ventilan en los tribunales del Distrito Judicial de Santiago, cuya irregularidad también se observa en otras entidades de igual carácter como las cooperativas de ahorros y préstamos, las cuales también han tenido un notable éxito en el manejo de fondos de las comunidades.
La Corte de Apelación Civil de Santiago tiene en fase de fallo una demanda civil para buscar la nulidad de una asamblea que permitió escoger una nueva directiva en medio de serios escándalos de corrupción, que incluye una supuesta deuda de más de ochocientos millones de pesos.
Recientemente, tras la celebración de la referida asamblea, hubo que sacar a los que ostentaban la dirección del Patronato con la fuerza pública, drama que prevalece de forma genelizada en el país porque los que llegan a este tipo de organizaciones se llegan a creer dueño del patrimonio de la misma como si se tratara de una herencia familiar.
Este tipo de problema es un asunto que debe enfrentar la sociedad dominicana, porque el mismo se agrava en razón de que los propios tribunales se manejan con una actitud muy complaciente con los que incurren en semejante travesura.
La demanda civil que busca la nulidad de la asamblea general extraordinaria en la que se eligió una nueva directiva en el Patronato Cibao contra el Cáncer, quedó en fase de fallo en la Corte Civil y Comercial de Santiago tras los jueces reservarse la decisión.
La acción legal proviene del destituido presidente del Patronato Cibao contra el Cáncer, quien solicita que se deje sin efecto dicha asamblea, bajo el alegato de supuestas irregularidades en el proceso y violaciones al debido procedimiento. Los abogados del demandante también pidieron la designación de un administrador judicial, argumentando que la reunión estuvo “plagada de vicios”.
La decisión podría ser emitida en un plazo de 48 horas, cuyo acto de la demanda es el número 534, el cual fue depositado el 23 de octubre de 2025 ante la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación de Santiago, a requerimiento de Héctor Antonio Lora Cruceta y otras partes interesadas, representadas legalmente por los licenciados Jhon Starling Fulgencio Frías, Erick R. Germán Mena y María Antonia Vargas del bufete Veras & Veras, con sede en Santiago de los Caballeros.
La situación del Patronato Cibao Contra el Cáncer es propia de una gran cantidad de organizaciones sin fines de lucro, incluido los partidos políticos, entre muchas otras que quedan atrapadas en medio de grupos que las controlan y malversan sus fondos para fines que distorsionan la razón de su existencia.
El problema en esta materia es una plaga que prácticamente se come a la sociedad dominicana, sin que haya a la vista una solución, dado que el motivo de la misma tiene que ver con razones profundamente culturales que hoy día son parte de un problema integral de la sociedad dominicana.
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Triunfo de inmigrante y musulmán retorna a Nueva York a su razón de ser como ciudad de ensueño mundial.
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4 semanas agoon
noviembre 6, 2025
La ciudad de Nueva York, sede de la bolsa de valores y de otras riquezas inmedibles, es el hogar de muchos que prefieren las fortunas económicas e incluso a su propia tranquilidad, ha devenido en un lugar en el que luce no haber cabida para los que sueñan en los diferentes continentes del mundo con arribar de alguna manera allí. Este poder económico de la llamada ciudad de los rascacielos todavía alberga en su seno a millones de inmigrantes que tienen que dormir en subterráneos en malas condiciones y otros muchos desamparados que mal olientes se mezclan con los potentados económicos de las grandes multinacionales.
Vivir en Nueva York, pero principalmente en Manhattan, su centro financiero y cultural, no es fácil, sobre todo para el que busca sobreponerse a unos altos costos de la comida y de la renta, pero a cuya realidad generalmente tienen entrada los pobres que emigran en busca de una mejoría de vida a la también llamada babel de hierro.
La cuestión es que esa mezcla de grandes riquezas e igualmente de grandes pobrezas crean un contraste que no es tan fácil de manejar y controlar en esa gran urbe, pero las circunstancias políticas son las únicas que pueden marcar un mejor destino de uno de los estados de toda la unión americana con los estándares más caros para vivir en él.
Este martes 4 de noviembre Nueva York ha dejado claro que sigue siendo ese lugar donde las grandes esperanzas nunca se pierden y que, si bien un multimillonario puede tenerlo todo, máxime el control político del estado y de la ciudad, igual puede ocurrir con gente que viene del subsuelo económico y de los lugares más lejanos del planeta, no importa quién lo quiera detener en sus propósitos.
El mejor espejo de este fenómeno es el triunfo de Zohran Mandami, un inmigrante musulmán, nacido en Uganda, pero de ascendencia india, que ha enviado un mensaje muy contundente al ganar cómodamente la alcaldía de esta gran ciudad, cuyo presupuesto supera a todos los países latinoamericanos juntos.
Este nuevo actor de la política newyorquina ha dejado claro que allí nada es imposible, porque su hazaña es propia de hombres muy grandes, pero que sólo necesitan ese espíritu que caracteriza al inmigrante, dado que éste adquiere la ciudadanía de los Estados Unidos en el 2018, es decir, hace sólo 7 años y primero, luego de haberse graduado en la universidad, se convierte en asambleísta del estado y ahora entra a las puertas anchas de Grand Mansion como alcalde de Nueva York.
Este joven que profesa la religión musulmana se impuso en la contienda electoral frente a grandes contrincantes como Mario Cuomo, exgobernador del estado y con una ascendencia política que parte del papel jugado por su padre del mismo nombre, cuyas raíces están asociadas a la comunidad italiana de Nueva York.
Este joven de apenas 34 años no ha dejado dudas de su triunfo, pero ahora vienen grandes retos en virtud de que el presidente Donald Trump lo ha elegido como su principal frente para evitar que logre lo que ya ha prometido a la gente, sobre todo a los pobres de la ciudad que nunca duerme, que alberga en su seno a grandes multinacionales y fortunas judías, así como inmigrantes pobres de todo el planeta.
Este detalle demuestra hasta dónde Nueva York es un lugar en el que se pueden dar las cosas más inverosímiles, como convivir judíos, musulmanes y cristianos en sus barrios emblemáticos, donde prevalece un respeto entre sí que no ha sido posible en ningún otro lugar del mundo donde estos grupos religiosos son enemigos mortales.
Y entre la gran misión del nuevo alcalde de Nueva York está, no sólo contrarrestar la oposición de un magnate y presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien lo ha amenazado si ganaba con deportarlo, sino además de conciliar grandes intereses económicos y financieros que hacen a esta gran urbe diferente y con grandes potencialidades de más crecimiento y de ser una ventana para muchos hombres y hombres de todo el planeta que sueñan con visitarla y vivir allí.
Hay prácticamente una guerra avisada entre Trump y este joven musulmán, ahora alcalde de la llamada capital del mundo, por cuya potencialidad comercial le va muy bien el nombre, lo cual luce ser una medición de fuerzas entre los intereses ultraconservadores de un mandatario con una marcada vocación dictatorial que persigue borrar la historia de un estado que ha sido el refugio de millones de latinoamericanos e inmigrantes de todo el mundo a quienes el nuevo funcionario que les ha prometido mejorar la situación de vida de sus familias.
Zohran Mandani es una inspiración para fortalecer la democracia en cualquier lugar del planeta, porque hoy representa un símbolo de lo que puede ocurrir cuando en una ciudad las reglas del juego están claramente definidas, lo que permite que los menos pudientes tengan respuestas a las dictaduras y al poder inmedible de las multinacionales.
Este triunfo del nuevo alcalde de Nueva York sienta la base para que los sectores más liberales de la llamada babel de hierro jueguen su papel histórico en una democracia que, a pesar de sus debilidades y peligros, ha dado ejemplo de fortaleza y de que no depende de la voluntad personal de un individuo.
