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El “talón de Aquiles” del TC es la revisión de acciones de amparo, vía para reponer derechos fundamentales.
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11 meses agoon
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Elba GarcíaPor Elba García
El Tribunal Constitucional decide con celeridad algunos casos que, si bien envían el mensaje de una cierta fortaleza del Estado de Derecho, hay otros que son manejados mediante lo que se conoce como denegación de justicia.
Es evidente que todos aquellos procesos que tienen una mayor importancia política, el TC los falla en un tiempo relativamente corto, mientras que los recursos de revisión de las acciones de amparo de extrema urgencia duermen el sueño eterno sin que se determine claramente la razón de ello.
Resulta inconcebible que un recurso de revisión de una acción de amparo sea fallado por el Tribunal Constitucional hasta dos años después de haber sido sometido en violación de su propia legalidad, cuya Ley 137-11 habla de 30 días para que se produzca una decisión, pero, además, es como que, si se tratara de la violación del principio de igualdad, el cual ha sido el más trabajado por la referida alta corte.
El criterio con que el TC maneja estos casos deja la impresión de que sus decisiones son retrasadas cuando se trata de examinar jurídicamente la conducta de los partidos políticos, cuyas sentencias no surten el efecto esperado.
No se sabe con claridad cuál es el criterio que la Presidencia del Tribunal Constitucional aplica en los casos que son depositados en su secretaria, pero se entiende que el lugar de mayor preponderancia debía tenerla la revisión de los recursos de amparo porque son asuntos que se refieren a los derechos fundamentales, los cuales son sumarios y se caracterizan por la celeridad.
El tema parece ser una de las principales razones para que mucha gente entienda que el TC tiene la tendencia a no priorizar aquellos casos que tienen que ver con los derechos fundamentales, sobre todo cuando están involucrados los partidos políticos.
La explicación que muchos ciudadanos ven es que los obstáculos para conocer los recursos de revisión de las acciones de amparo electorales provienen de que los partidos políticos juegan un papel fundamental para que se tome una decisión al respecto porque son los que controlan el Consejo Nacional de la Magistratura, órgano que tiene la responsabilidad de escoger a los jueces, incluidos a los del Tribunal Constitucional.
Y ciertamente no parece haber otra razón para que el TC viole en estos casos el articulo 102 de su propia ley orgánica, la 137-11, que manda que los recursos de revisión de amparo sean fallados en un plazo de 30 días.
El Tribunal Constitucional con la facultad que le otorga la Constitución de la Republica y su ley orgánica, la 137-11, debía cuidar su imagen para que no se contamine como ocurre con todo el sistema de justicia, el Congreso Nacional y el propio Poder Ejecutivo.
El desbalance temporal que se observa en el conocimiento de casos que no tienen la misma prioridad que la violación de un derecho fundamental, que generalmente es planteado a través de una acción de amparo, causa preocupación de que el TC caiga en la misma deficiencia que se observa en prácticamente todo el sistema de justicia dominicano.
En los últimos días se ha observado que el Tribunal Constitucional le da prioridad a la acción directa de inconstitucionalidad frente a los recursos de amparo, pese que éste último trata cuestiones que tienen mayor urgencia.
En los actuales momentos hay recursos de revisión de acciones de amparo que tienen depositados en el TC hasta dos años y que no han sido fallados, lo cual pone en tela de juicio en el principal tribunal del país el principio que dice que sentencias tardías es denegación de justicia.
El problema con relación a los recursos de revisión de las acciones de amparo puede ser una causa para el sometimiento de los casos en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo cual puede derivar en comprometer civil y penalmente al Estado dominicano.
Pese a que juristas y otros doctrinarios del país no conciben lo ocurrido con el TC en lo que respecta a los recursos de revisión de las acciones de amparo falladas por jurisdicciones especializadas, como el Tribunal Superior Electoral, lo cierto es que parece que todavía pesa mucho la escogencia de los primeros jueces de la alta corte a través del llamado pacto de las corbatas azules.
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Triunfo de inmigrante y musulmán retorna a Nueva York a su razón de ser como ciudad de ensueño mundial.
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14 horas agoon
noviembre 6, 2025
La ciudad de Nueva York, sede de la bolsa de valores y de otras riquezas inmedibles, es el hogar de muchos que prefieren las fortunas económicas e incluso a su propia tranquilidad, ha devenido en un lugar en el que luce no haber cabida para los que sueñan en los diferentes continentes del mundo con arribar de alguna manera allí. Este poder económico de la llamada ciudad de los rascacielos todavía alberga en su seno a millones de inmigrantes que tienen que dormir en subterráneos en malas condiciones y otros muchos desamparados que mal olientes se mezclan con los potentados económicos de las grandes multinacionales.
Vivir en Nueva York, pero principalmente en Manhattan, su centro financiero y cultural, no es fácil, sobre todo para el que busca sobreponerse a unos altos costos de la comida y de la renta, pero a cuya realidad generalmente tienen entrada los pobres que emigran en busca de una mejoría de vida a la también llamada babel de hierro.
La cuestión es que esa mezcla de grandes riquezas e igualmente de grandes pobrezas crean un contraste que no es tan fácil de manejar y controlar en esa gran urbe, pero las circunstancias políticas son las únicas que pueden marcar el un mejor destino de uno de los estados de toda la unión americana con los estándares más caros para vivir en él.
Este martes 4 de noviembre Nueva York ha dejado claro que sigue siendo ese lugar donde las grandes esperanzas nunca se pierden y que, si bien un multimillonario puede tenerlo todo, máxime el control político del estado y de la ciudad, igual puede ocurrir con gente que viene del subsuelo económico y de los lugares más lejanos del planeta, no importa quién lo quiera detener en sus propósitos.
El mejor espejo de este fenómeno es el triunfo de Zohran Mandami, un inmigrante musulmán, nacido en Uganda, pero de ascendencia india, que ha enviado un mensaje muy contundente al ganar cómodamente la alcaldía de esta gran ciudad, cuyo presupuesto supera a todos los países latinoamericanos juntos.
Este nuevo actor de la política newyorquina ha dejado claro que allí nada es imposible, porque su hazaña es propia de hombres muy grandes, pero que sólo necesitan ese espíritu que caracteriza al inmigrante, dado que éste adquiere la ciudadanía de los Estados Unidos en el 2018, es decir, hace sólo 7 años y primero, luego de haberse graduado en la universidad, se convierte en asambleísta del estado y ahora entra a las puertas anchas de Grand Mansion como alcalde de Nueva York.
Este joven que profesa la religión musulmana se impuso en la contienda electoral frente a grandes contrincantes como Mario Cuomo, exgobernador del estado y con una ascendencia política que parte del papel jugado por su padre del mismo nombre, cuyas raíces están asociadas a la comunidad italiana de Nueva York.
Este joven de apenas 34 años no ha dejado dudas de su triunfo, pero ahora vienen grandes retos en virtud de que el presidente Donald Trump lo ha elegido como su principal frente para evitar que logre lo que ya ha prometido a la gente, sobre todo a los pobres de la ciudad que nunca duerme, que alberga en su seno a grandes multinacionales y fortunas judías, así como inmigrantes pobres de todo el planeta.
Este detalle demuestra hasta dónde Nueva York es un lugar en el que se puede dar las cosas más inverosímiles, como convivir judíos, musulmanes y cristianos en sus barrios emblemáticos, donde prevalece un respeto entre sí que no ha sido posible en ningún otro lugar del mundo donde estos grupos religiosos son enemigos mortales.
Y entre la gran misión del nuevo alcalde de Nueva York está, no sólo contrarrestar la oposición de un magnate y presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien lo ha amenazado si ganaba con deportarlo, sino además de conciliar grandes intereses económicos y financieros que hacen a esta gran urbe diferente y con grandes potencialidades de más crecimiento y de ser una ventana para muchos hombres y hombres de todo el planeta que sueñan con visitarla y vivir allí.
Hay prácticamente una guerra avisada entre Trump y este joven musulmán, ahora alcalde de la llamada capital del mundo, por cuya potencialidad comercial le va muy bien el nombre, lo cual luce ser una medición de fuerzas entre los intereses ultraconservadores de un mandatario con una marcada vocación dictatorial que persigue borrar la historia de un estado que ha sido el refugio de millones de latinoamericanos e inmigrantes de todo el mundo a quienes el nuevo funcionario que les ha permitido mejorar la situación de vida de sus familias.
Zohran Mandani es una inspiración para fortalecer la democracia en cualquier lugar del planeta, porque hoy representa un símbolo de lo que puede ocurrir cuando en una ciudad las reglas del juego están claramente definidas, lo que permite que los menos pudientes tengan respuestas a las dictaduras y al poder inmedible de las multinacionales.
Este triunfo del nuevo alcalde de Nueva York sienta la base para que los sectores más liberales de la llamada babel de hierro jueguen su papel histórico en una democracia que, a pesar de sus debilidades y peligros, ha dado ejemplo de fortaleza y de que no depende de la voluntad personal de un individuo.
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R.D. en medio de percepción de falsa verdad que se apoya en mentira que a la postre impacta negativamente a todos.
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7 días agoon
octubre 31, 2025Por Elba García
La cultura de la apariencia que caracteriza a la República Dominicana cada día se empodera en el discurrir no sólo de la vida personal de la gente, sino también que se ha convertido en la principal arma para que los que tienen el control del Estado creen una imagen de bonanza que realmente no existe.
Los indicadores económicos siempre se utilizan como un arma de doble filo para proyectar una realidad nacional que no tiene nada que ver con lo que efectivamente ocurre en barrios y campos del territorio nacional, donde la pobreza y las limitaciones económicas campean por doquier.
Sin embargo, los niveles de alienación de la sociedad dominicana han surtido un efecto que lleva al ciudadano a valorar mucho más las migajas que los grandes cambios que necesita el país para que se produzca una transformación nacional que debe promover el Estado, ya que es el único que puede ponerse en capacidad de generarlo.
La narrativa diaria de los políticos e incluso de muchos supuestos empresarios es que la República Dominicana tiene un crecimiento sostenido que sólo se observa en un muy reducido sector de la vida nacional, que no es otro que el que juega con la corrupción en el contexto de la macroeconomía.
El cuento de la reducción de la pobreza y los avances institucionales sólo lo creen los que viven de la informalidad y que se ven compelidos a buscar al precio que sea el pan de cada día, mientras se entretienen con el principal lastre nacional, que no es otro que el festival de corrupción que abarca toda la estructura estatal.
Los efectos de esta realidad no han hecho colapsar al país porque hay mucho de circo a través de una mentira que una buena parte de los dominicanos siempre se la han creído de unos avances en la sociedad que no se traducen en un verdadero desarrollo humano.
Lo cierto de la historia de los que cada día engrosan a las filas de nuevos millonarios, porque tienen la habilidad para insertarse en los desacreditados partidos políticos nacionales que tienen reales posibilidades de llegar al poder y que son fuentes de buscar riquezas mal habidas sobre la base de alzarse con una gran fortuna económica que proviene de las arcas nacionales en detrimento de la salud y la educación del pueblo dominicano, que todo se trata de una mentira muy bien articulada.
Si realmente la cultura de la percepción se midiera a través del engaño en que está sumergido el dominicano, entonces no habría otra conclusión de que el país está peligrosamente amenazado por lo que alimentan la cultura de la apariencia y de una percepción divorciada totalmente de la realidad nacional.
El problema del país es tan grave que el mismo no sólo estriba en los gobernantes, sino también en los gobernados, que al final de la jornada terminan embaucados por los vividores de la política y de una actividad empresarial con una profunda vocación mafiosa.
Si en algo se diferencia la República Dominicana con sus pares latinoamericanas es que mientras en otros países del hemisferio los políticos se conforman con robarse del patrimonio público 10 ó 20 millones en la nación el criollo no se satisface con esas mínimas cantidades, sino con miles de millones de pesos.
Pero el asunto no se detiene en ese detalle, sino que la gente está atrapada en el concepto de que, si alguien roba mucho, pero da algo, entonces es menos malo, lo cual lleva a los que buscan recursos mal habidos a crear fundaciones para traficar con la pobreza de sus propias víctimas.
La situación de la República Dominicana prácticamente toca fondo, porque las instituciones que se supone le sirven de soporte, como por ejemplo los partidos políticos, ya no tienen la fuerza que otorga la credibilidad para que el país se mantenga en pie con perspectiva de un real crecimiento y desarrollo nacionales.
Pero mientras todo se deteriora por la agresividad del dominicano cuando se trata de buscar fortunas a cualquier precio, la mentira toma cuerpo y todo aquel que debía estar recluido en una cárcel nacional es el prototipo de candidato presidencial o aspirante a controlar el Estado para que continúe la fiesta de la corrupción generalizada que arropa a toda la sociedad.
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Río Yaque del Norte muere lentamente ante mirada negligente de autoridades, pese a promesas que nunca se cumplen.
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2 semanas agoon
octubre 21, 2025Por Elba García
La inversión en corrupción es la principal prioridad de los gobiernos de la República Dominicana, cuya última ha sido en el Seguro Nacional de Salud (SENASA) del que se sustrajeron cantidades asombrosas del patrimonio público.
Se calcula que el robo en la ARS del Estado supera los 100 mil millones de pesos y todo parece indicar que las acciones del Ministerio Público al respecto son prácticamente nulas.
Sin embargo, vienen y pasan años y la recuperación del Yaque del Norte no pasa de una promesa incumplida, mientras perdura una grave amenaza en contra de la sociedad dominicana de no tener para el año 2030 agua dulce ni para tomar y mucho menos para bañarse.
El problema descansa en que este tipo de obra oficial se vuelve prácticamente imposible porque en la sociedad dominicana muy difícilmente este tipo de acciones se realizan sobre la base de un detalle que es vital para que tenga éxito y se trata de una buena planificación y donde todo termina contaminado con la corrupción y la politiquería.
En los actuales momentos el país atraviesa por una de sus peores crisis en términos de suministro de agua potable, lo cual es resultado de los altos niveles de contaminación de todos los recursos acuíferos como ríos superficiales y subterráneos, así como los lagos y arroyos de todo el territorio nacional.
La realidad es que la crisis que afecta a todos los servicios públicos del país tiene su explicación en el hecho de que las autoridades sufren del síndrome de la falta de planificación y su guía principal es la improvisación.
Resulta prácticamente imposible que los gobiernos dominicanos por un asunto cultural desarrollen planes estratégicos a cortos, medianos y largos plazos para evitar lo que ocurre ahora, no sólo con el Yaque del Norte, sino también con los demás recursos acuíferos del país.
Otro detalle importante con este tema es que sectores privados que generalmente son los que captan los recursos económicos para los fines indicados manejan la inversión que se impone de forma antojadiza y caprichosa.
La causa de la prácticamente muerte del Yaque del Norte es una combinación de la contaminación y del abandono de quienes tienen que velar por preservarlo, pero además que este importante recurso acuífero también ha sido impactado por la irresponsabilidad y la impunidad que promueve el propio Gobierno.
El problema del Yaque del Norte confronta serios obstáculos que van desde lo ecológico hasta una grave amenaza a su biodiversidad, lo que pone en peligro a toda la comunidad que depende de él.
Asociaciones empresariales muy tradicionales de Santiago hablan de posibles soluciones, pero que las mismas si se ve el alcance del problema no parecen realmente viables.
Ya se ha comprobado que el problema del Yaque del Norte no se limita a Santiago, sino que se extiende desde el lugar de su nacimiento en el Parque Nacional Armando Bermúdez hasta su desembocadura en Montecristi.
Hasta el momento muchos de los proyectos de saneamiento anunciados no han pasado de promesas incumplidas y lo cual es parte del gran problema nacional de que las autoridades carecen de planes reales para enfrentar el problema en cuestión.
Hay quienes estiman que la inversión de la recuperación del Yaque del Norte supera los 30 mil millones de pesos, pero hay otros que consideran que la suma es sumamente más alta.
A pesar de los supuestos avances de los sectores involucrados en la recuperación del Yaque del Norte mediante iniciativas, principalmente privadas, lo cierto es que los logros al respecto son totalmente nulos, cuyas actuales autoridades no han sido capaces de articular una buen programa de reforestación.
También se ha mencionó un programa municipal en Santiago orientado a la gestión de residuos sólidos con participación comunitaria, pero los resultados nunca llegan.
Pese a los esfuerzos para el saneamiento del Yaque del Norte, el impacto sigue siendo limitado y la recuperación del mismo requiere un plan integral, coordinación y continuidad a largo plazo.
Por su parte, ex-funcionarios del sector agua, como Coraasan, consideran que las inversiones para el saneamiento del río han sido insuficientes frente a la magnitud del problema.
Explican que, aunque durante su los acuerdos de reforestación con el Plan Sierra, han dejado resultados muy precarios o pobres.
Plantearon que un saneamiento integral del Yaque del Norte requeriría una inversión bastante alta, cifra que nadie sabe de dónde va a salir.
Se habla que el Ministerio de Medio Ambiente, la EGHID, así como Coraasan han hecho inversiones en el Yaque del Norte que supuestamente supera los 17 mil millones de pesos, pero las mismas no se observan por ningún lado.
Entre las prioridades para salvar del Yaque del Norte se requiere un trabajo planificado y bien concebido de reforestación en la cuenta alta del rio y de programa de conservación y de igual modo de otro plan de educación ciudadana para evitar que ese recurso acuífero termine en las mismas condiciones en que se encuentra ahora.
En este plan el gobierno muy bien puede involucrar a las instituciones de intermediación financieras y organizaciones internacionales que no tendrán problemas en hacerlo, pero siempre y cuando se elabora un muy bien concebido proyecto para salvar la muerte total del Yaque del Norte.
