Cinco variables sociales impactan de manera determinante el comportamiento electoral: etnia-raza, género, clase social, edad y religión. Utilizo aquí los datos de la cadena ABC News para ilustrar.
La mayoría de la población blanca votó por el Partido Republicano y la mayoría en los otros grupos étnico-raciales por el Partido Demócrata. Por el Partido Republicano votó el 57% de los blancos, el 12% de los negros, el 32% de los latinos, el 31% de los asiáticos, y el 40% de los demás grupos. Por el Partido Demócrata votó el 42% de los blancos, el 87% de los negros, el 66% de los latinos, el 63% de los asiáticos y el 58% de los otros grupos.
Las mujeres se inclinaron más que los hombres a votar por el Partido Demócrata. Los datos muestran que, entre los hombres, el 49% dijo haber votado por el Partido Republicano y el 48% por el Partido Demócrata, mientras el 56% de las mujeres votó por el Partido Demócrata y 43% por el Republicano.
Cuando se combinan raza y género se encuentra que el voto republicano es mucho mayor entre los hombres blancos y el voto demócrata entre las mujeres no blancas.
La clase social puede analizarse con distintos indicadores, pero el nivel educativo es el dato más confiable en encuestas. Las personas con nivel universitario avanzado votaron mucho más por el Partido Demócrata (62%) que quienes nunca asistieron a la universidad (48%). Cuando se combina la raza con la educación, el grupo que más votó republicano fue el de blancos que no asistieron a la universidad (64%).
Los datos muestran una fuerte correlación entre edad y voto: los electores más jóvenes tienden a votar más por el Partido Demócrata. Por ejemplo, mientras el 67% de las personas de 18 a 24 de edad dijeron haber votado demócrata, solo lo hizo el 48% de las personas con 50 años o más.
El otro factor que incide de manera importante en el voto es la religión. Los cristianos no católicos constituyen el principal bastión electoral del Partido Republicano: 62% de ellos dijo haber votado republicano, comparado con 47% de los católicos o 30% de los que no profesan ninguna religión. Y cuando se incorporan raza y religión simultáneamente, se encuentra que el apoyo electoral al Partido Republicano fue aún mayor entre los blancos cristianos (73%) que entre los blancos católicos (56%) o los que no profesan ninguna religión (33%).
Esas características sociales y los patrones de votación se manifiestan en el espacio geográfico. Las grandes ciudades son habitadas por una diversidad de personas que se inclinan por el Partido Demócrata, mientras en los suburbios y pueblos pequeños se concentra la población blanca que se inclina más por el Partido Republicano.
Aunque siempre se producen algunas diferencias que determinan el ganador, el impacto de la estructura sociodemográfica en las elecciones de 2020 fue similar a la de 2016 y años anteriores.
Ahora ayudó al triunfo del Partido Demócrata, la mayor participación electoral de los jóvenes, el voto de las mujeres negras y latinas, y de los hombres blancos de mayor nivel educativo. El detonante fue el mal manejo de la pandemia de Trump que realineó el voto en estados claves.