Opinión
Gold Quest-SJM: Hacia una tragedia advertida
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7 años agoon
POR: NARCISO ISA CONDE
La advertencia se hizo al inicio de segunda mitad del 2016: la explotación del yacimiento del oro de Romero, ubicado en la Provincia de San Juan de la Maguana, en la parte alta de la Cordillera Central, próximo a la Presa Sabaneta y en la cercanía del Río San Juan, afluente del Yaque del Sur, sería en sí misma una catástrofe ambiental.
Ese paso está concebido como la puerta entrada a una cadena de explotaciones cordilleranas llamadas a provocar una gran tragedia humana bajo la impronta de la transformación del fértil Suroeste agrícola en una región minera, con la consiguiente destrucción y contaminación de las fuentes de agua, la ruina de la agropecuaria y la afectación de la vida humana y animal.
Contenido por la indignación y movilización popular un intento parecido en el lado Norte (justo en Loma Miranda), se optó por tratar de hacerlo vía San Juan, sin desistir del proyecto original y de otros tantos que se le agregan, especialmente el de la UNI-GOLD en Dajabón.
· LA CORDILLERA CENTRAL: PRESA CODICIADA MAYOR.
La meta no es solo Miranda (hueso duro de roer), o solo Romero, o solo Miranda y Romero. La gran meta es la Cordillera Central, principal reservorio y fuente de agua de la isla, preñada a la vez de valiosos yacimientos de oro y otros minerales apetecidos por la voraces transnacionales mineras.
La aprobación por el Ministerio de Energía y Mina del proyecto de explotación a cargo de Gold Quest – ahora solo sujeto al permiso ambiental del mismo gobierno que trata de imponerlo a cualquier precio y a una licencia social que pretenden falsificar- ha sido otro paso funesto en la ruta hacia la ominosa meta denunciada.
· LA VERDAD QUE PROCURAN OCULTAR.
Tal aprobación ha sido argumentada faltando a la verdad, ocultando el carácter destructivo de ese proyecto, aceptando la trampa tendida por la Gold Quest y anunciado el ingreso en siete años de 224 millones de dólares (que tampoco es la gran cosa, menos aun comparados con los grandes daños que provocaría); millones que irían a parar a las alcancías de un gobierno ladrón.
La formula está clarita. Al pueblo dominicano le reservan la escoria envenenada, la escasez del agua, el empobrecimiento y las enfermedades (ver lo acontecido en Pedernales, Bonao, La Vega y Cotuí). La mayor parte del oro saldría camino a Canadá para ser disfrutado por los magnates mineros y el resto de las ganancias para alimentar las mafias políticas locales.
La verdad es que el presidente Danilo Medina, en medio de los graves déficits que aquejan a su Administración, procura adelantos e ingresos extras aprobando esos contratos mineros destructivos.
Y con esos fines está empeñado en ejecutar un programa extractivo subordinado a las corporaciones transnacionales (2018-2020 y más allá), sin reparar en sus terribles estragos a las fuentes de agua y al medio ambiente. Su alusión a la defensa del agua potable en este período es una manera habilidosa manera de encubrir el crimen ecológico en marcha.
En realidad la presencia de la Gold Quest en San Juan de la Maguana, en disposición de extraer el oro del Distrito de Romero es, repito, una presencia ominosa. Ni hablar de los demás planes de explotación minera en otras zonas de las alturas y el nivel medio de la Cordillera Central, principal reservorio de agua de esta pequeña isla.
Esa disposición cuenta con el apoyo de los magnates de la Cámara Minera y la predisposición favorable del Gobierno y el Estado, cuyos asesores coordinados por el Ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, coinciden por distintas razones en el saqueo del subsuelo y la depredación del suelo y sobresuelo del país; favoreciendo en lo inmediato que se le conceda licencia de explotación a Gold Quest sobre la base del supuesto engañoso de que la tecnología a emplear (explotación por túneles) no ocasionará los graves daños denunciados por quienes sostenemos que en ese nivel de la Cordillera Central la contradicción entre preservar las fuentes de agua y obtener oro, es irreconciliable.
· PRIMERO LOS TUNELES, LUEGO MINERÍA A CIELO ABIERTO.
Si bien los daños iniciales de ese tipo de explotación serían menores que “a cielo abierto”, que sería la modalidad a emplear después de agotado el “oro nativo”, situado por debajo de los óxidos y sulfuros (localizados cerca de la superficie y explotables solo a ras de suelo); yacimientos, por demás, imprescindibles para garantizar la rentabilidad durante los siete años de explotación.
La Gold Quest ha ocultado maliciosamente esas perspectivas, así como el conjunto de impactos negativos que a lo largo de la extracción del mineral se traducirían en serios daños a las fuentes y correntías de agua: fraccionamiento del curso de los ríos, afectando la demanda de agua en detrimento de agropecuaria y la alimentación, arrasando con las labores agrícolas y pecuarias, y con la vida humana y animal); contaminación de aguas subterráneas y superficiales; exposición de la región a los peligrosos riesgos de las “presas de cola”, al impacto negativo de la carretera de acceso y a los nocivos estímulos a otras concesiones mineras destructivas, que ya tienen permisos de exploración en esa zona.
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El Ministro de Energía y Mina terminó plegándose a esos malvados designios del poder constituido, a un gobierno subordinado a la lumpen burguesía transnacional.
Y esa ruta hacia la muerte solo puede ser derrotada siguiendo los ejemplos de Los Haitisis y de Loma Miranda, y multiplicándolos por mucho más. No hay de otra.
Por Elba García Hernández
En los últimos días del presente año 2024 he tenido la obligación y el deber de defender derechos fundamentales ante el Tribunal Superior Administrativo y he podido comprobar lo mal que está el país en materia de justicia.
Los abusos de poder se observan en esta jurisdicción de Derecho Administrativo en cualquiera de las salas que conocen las litis que se presentan entre la administración y los administrados.
Es penoso ver como los abogados repiten como papagayos los mismos argumentos en los diferentes casos que en esta instancia se conocen. Pero peor aún el nivel de los jueces que manejan los casos.
En esta jurisdicción hay un nivel de razonabilidad que sonroja a cualquier profesional del derecho, pero las cosas se complican cuando se examinan las sentencias que emiten los juzgadores de una jurisdicción que está estrechamente vinculada con el Derecho Constitucional.
Es tanto así, que muchos de los jueces están más interesados en penalizar a las partes sobre la base de disposiciones arbitrarias e ilegales de comisionar un alguacil de estrado para que haga nuevas notificaciones y cobrarles a los litigantes por ese concepto hasta 20 mil pesos cuando se trata de conflictos legales que provienen del interior del país.
Cualquiera se forja la impresión de que existe una sociedad para hacer dinero mediante las notificaciones entre los alguaciles de estrados y los magistrados que presiden salas en el Tribunal Superior Administrativo.
Lo preocupante de este asunto es que cuando no se satisface el deseo del juez o del alguacil de estrado, ese disgusto se refleja en la sentencia que emite el tribunal.
Otro detalle importante de lo mal que se manejan algunas salas del Tribunal Superior Administrativo es que se agarran de cualquier detalle insignificante para justificar una sentencia en contra del que no se acoge a la comisión de un alguacil para fines de nueva notificación.
Impresiona, además, el poco nivel de razonabilidad de los que participan de las audiencias que se celebraran en el Tribunal Superior Administrativo.
En realidad, parece un juego de niños, lo cual desmiente los supuestos avances en Derecho Administrativo, porque la verdad es que lo ocurre en esta jurisdicción de la justicia deja mucho que desear.
Por José Cabral
El panorama que se observa en el país lleva a cualquier persona, por optimista que sea, a sentir que todo se derrumba y que nada tiene solución. No hay un solo estamento estatal que indique que el país transita por un buen camino.
Esto así, porque si al azar se escoge cualquier instancia, pública o privada, fácilmente se llega a la conclusión de que prácticamente todo está perdido. Son prácticamente nulos los referentes que indican que en el futuro se alcanzaría una mejor nación.
El principal fracaso de la sociedad dominicana tiene que ver con el fiasco que representa el Ministerio Público y la judicatura nacional, donde uno apoya la ilegalidad del otro. Es un asunto para mantenerse seriamente preocupado.
En realidad, no se sabe cuál si el fiscal o juez anda peor, pero de lo que sí se puede estar seguro es de que ambos transitan por un camino que solo garantiza el abismo de la nación.
En el país no hay proceso penal que termine de buena manera, pero tanto el Ministerio Público como los jueces recurren permanentemente a decisiones al margen de las leyes que les sirven de sustento.
El Ministerio Público sólo parece ser bueno para manejar casos de importancia mediática, mientras que los jueces se han especialistas en emitir sentencias al margen de las normas y de los derechos, deberes y principios fundamentales.
Es una verdadera vergüenza lo que ocurre en el país, ya que tribunales como el Superior Administrativo, donde el administrado busca liberarse de los abusos de la administración, tiene un nivel similar al de un juzgado de paz. Sus jueces carecen de razonabilidad y muchas veces hasta de sentido común.
En el sistema de justicia nacional se produce una verdadera negación de derechos, pero el hecho de que los jueces no puedan ser procesados por muchos de los casos que fallan, ya que hasta las acciones de amparo no pueden ser interpuestas en contra de los tribunales nacionales, habla claro de la trampa en que está envuelto el ciudadano.
Es decir, que, aunque existe la querella disciplinaria, la recusación e incluso la prevaricación, es una batalla como aquella siempre citada entre el huevo y la piedra, porque la complicidad se extiende de un lado a otro sin excluir a prácticamente la totalidad de los actores del sistema de justicia.
Adentrarse en el comportamiento de la justicia y del Ministerio Público es una razón determinante para frustrarse o resentirse, aunque, naturalmente, este mal debe combatirse con herramientas que tal vez algún día surtan efecto.
Por Nelson Encarnación
Algunas personas han llegado a afirmar que el juego de béisbol no es un deporte, sino un pasatiempo que sirve de entretenimiento a toda la familia, la que puede tener un importante consumo mientras transcurre un partido de nueve entradas, por lo general lento.
Sin embargo, somos más los que sostenemos lo contrario, no porque seamos fanáticos o seguidores, sino porque una contienda en la que medie la aplicación de estrategias no puede ser un simple pasatiempo.
Las estrategias son fundamentales en el juego de pelota, sin las cuales el resultado no puede ser el esperado, aunque no siempre estas funcionen. Como en toda actividad humana, inclusive en la guerra.
Hechas estas disquisiciones, pasamos a no entender qué ha provocado el impresionante descalabro, el resbalón sin final que ha abatido a los Leones del Escogido.
No se explica que un equipo que en los primeros 20 juegos del presente campeonato obtuvo quince victorias, haya caído a un abismo, tan profundo que, al día de hoy, está en la peligrosa ruta de quedar fuera de la siguiente ronda.
Es como estar con respiración asistida, mantenerse vivo gracias a la buena fortaleza física que se acumuló—15 victorias contra 5 derrotas—, pero no suficiente como para rebasar de manera exitosa un estado comatoso.
¿Qué hará la gerencia del equipo capitalino para tratar de revertir la ruta hacia el fondo? No preveo una opción, sobre todo, al recordar lo declarado hace un par de años por uno de los dueños del “Duro de matar”.
¿Qué dijo ese ejecutivo? Que al equipo le es económicamente más rentable quedar fuera en la serie regular que pasar a las siguientes. Algo así o algo peor, según recuerdo.
Cuando leí aquello tuve que remontarme a los pleitos con mi difunto padre—liceísta furibundo—que no asimilaba derrota frente al “eterno rival”, y yo, como escogidista, le daba la cuerda, corriendo riesgo de unos correazos por irreverente. De este tamaño ha sido mi escogidismo.
¿Hay escasez de cartera en la gerencia del equipo rojo? No lo creo. ¿Falta estrategia para la ofensiva? Lo creo un poco. ¿Cayó por un barranco irrecuperable el pitcheo de los Leones? Me quedo con esta.
Frente al despeñadero actual, los rojos no tenemos muchas esperanzas. Y por favor, no echemos la culpa al mánager Pujols.