Santo Domingo.-Pedro Domínguez Brito, hermano de Francisco Domínguez Brito, miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), informó este lunes su renuncia a la organización política, alegando que el exquisito vino producto de la cosecha de don Juan Bosch, terminó convertido en vinagre.
Mediante una misiva, dirigida al expresidente de la República y actual presidente del partido morado, Danilo Medina, Domínguez Brito sostuvo que los buenos peledeístas carecen de espacio para avanzar y desarrollar sus potencialidades.
«En la moral política no todo se vale para ganar y no todo se debe tolerar. La palabra «dignidad» debe estar tatuada en nuestra frente», indicó en la carta.
La renuncia de Pedro se produce a ocho días de la consulta nacional del PLD, donde participaba su hermano Francisco Domínguez Brito como candidato por la nominación presidencial.
Carta íntegra
Te conocí en el año 2008 y tu discurso de inmediato me impactó positivamente, Me hablabas de tus planes con el país y yo complacido.
Reflexionábamos y compartiamos con frecuencia, varias veces en mi hogar, en Santiago; te acompañaba a los medios de comunicación; era de tu equipo de estrategia que se reunía todos los jueves en la casa de Antonio Isa Conde; te presentaba en los actos; almorzábamos juntos prácticamente todas las semanas.
Estuve firme a tu lado, como amigo leal. En ese entonces no eras opción de poder, andabas casi solo, apenas acompañado por quienes creíamos en tu proyecto, siendo nosotros objeto de burlas de muchos de los que luego te acompañaron cuando llegaste a la presidencia de la República.
En el año 2012 me pediste y lo asumí con pasión y convicción— que organizara y dirigiera, a nivel nacional, a todos los abogados del PLD y que fuera parte esencial de tu Sector Externo en el Cibao; en ambas misiones los resultados fueron extraordinarios, al igual que en el año 2016. No pedí nada a cambio: es mi naturaleza.
Defendí tu obra de gobierno, sin dudas, con más luces que sombras; pero al final esas sombras se agigantaron, afectando tus gestiones al frente del Estado y debilitando en la médula al PLD.
Las consecuencias son: un PLD donde lo económico se impone a los principios, una vocación de servicio en ruinas y una mística agonizante.
Los buenos peledeístas carecen de espacio para avanzar y desarrollar sus potencialidades; compadezco a los muchos que conozco, porque son compañeros y compañeras con grandes valores humanos y políticos.
“¿Qué hacemos aquí todavía?”, imagino que cada noche se preguntan en silencio y con la conciencia atormentada.
¡Triste el escenario donde sea un sacrilegio pensar y actuar teniendo como meta el Bien Común!
De un nacimiento con identidad liberadora, al final recorremos esclavizados el camino con el mismo comportamiento que combatimos en nuestros sanos orígenes.
En la moral política no todo se vale para ganar y no todo se debe tolerar. La palabra «dignidad» debe estar tatuada en nuestra frente.
El exquisito vino, producto de la cosecha de don Juan Bosch, terminó convertido en vinagre.
En el actual PLD me siento extraño, tenemos diferentes idiomas y distinta visión de la política.
Quienes me conocen saben que soy persona de ideales y de acción a la vez, de intentar hacer lo correcto en favor del prójimo y de la sociedad, con mis virtudes y defectos, como todo hijo de Dios.
La política es uno de los mejores escenarios para lograr una nación. mejor; además de que me gusta y de que en cierta medida fui preparado desde joven para ser parte activa en esa ciencia.
No me quedaré aislado, participaré en un ambiente donde al menos respeten las condiciones y la trayectoria de cada quien, donde se resalte más el “ser” que el “tener”, el “aportar” que el “buscársela” y el “servirle a los demás” que el “servirse a sí mismo”.
Ser útil a la patria es una noble aspiración que engrandece el espíritu. Hacerla realidad es una responsabilidad.
Por ello, con una mezcla de dolor y de esperanza en el porvenir de la República Dominicana, te comunico que, a partir de esta fecha, renunció como miembro del Partido de la Liberación Dominicana y de su comité central.
Te agradezco de corazón los momentos compartidos contigo hace tiempo, donde el centro de nuestras conversaciones era trabajar con honestidad y eficiencia por el bienestar de nuestro pueblo, en especial de los más necesitados.
Atentamente,
Pedro Domínguez Brito