El comercio formal se está distanciando del informal y la brecha es de precios. La diferencia de hasta un 100% en un bien, hace que aumente el número de interesados en la informalidad para comprar.
En el mercado de Pintura, en el sector Herrera, una piña cuesta 25 pesos. A menos de un kilómetro, en cualquiera de los supermercados que operan en la zona, y en todo Santo Domingo, esa fruta se cotiza entre 50 y 60 pesos, un nivel que refleja la gran disparidad que existe en los precios, esencialmente en los productos de origen agrícola.
El costo de la canasta familiar produce dolor de cabeza a las familias dominicanas, y uno de los síntomas se observa en la marcada diferencia entre los precios en los supermercados y mercados populares.
La brecha es más notable en los productos agrícolas, esencialmente víveres, vegetales y frutas.
Según explica el presidente de la Red de Organizadores Agropecuarios, Robin Alcántara, el encarecimiento de los productos se debe a las cadenas de comercialización o número de intermediarios por las que pasan los productos desde que salen de la tierra hasta que llegan al consumidor; y también al bajo financiamiento y rentabilidad que le ofrece el Banco Agrícola a los productores.
“El banco solo financia el 10% y el otro 90% lo financia el sector informal”, dijo.
Alcántara expresó que hasta que no se elimine ese eslabón en las cadenas de comercialización, los productos no llegarán a buen precio a los consumidores.
Llama al Gobierno, al Instituto de Protección al Consumidor (Pro Consumidor) y al Instituto Nacional de Estabilización de Precios (Inespre) a que participen en el proceso de determinación de los precios, para que haya una reducción en los precios y los artículos lleguen más económicos a los consumidores y éstos consuman más productos agrícolas a menor precio.
Explica que el margen de ganancia que debe tener un productor o mayorista no debe pasar de un 5% y estos a veces ganan hasta un 15 y 20% del valor del producto.
Comprobación
Durante un recorrido realizado por un equipo de elCaribe se pudo comprobar que los plátanos en los mercados populares se cotizan entre 5 y 8 pesos, mientras que en los supermercados su precio llega hasta a 15 pesos.
Asimismo, la libra de arroz en los mercados y plazas populares se cotiza desde 15 hasta 25 pesos, dependiendo de la marca, y en los supermercados, durante los días de oferta, la libra cuesta de 18 a 30 pesos. En los días normales los precios fluctúan entre 22 y 35 pesos.
Roberto Familia, presidente de la Asociación de Factorías de Arroz de la Reforma Agraria, aseguró que ellos venden el arroz a los comerciantes entre 1,950 y 2,150 pesos el saco de 125 libras y los vendedores le ganan hasta 600 pesos a un saco vendiéndolo hasta a 2,600 pesos.
En el caso de los huevos y pollos, envueltos en una situación coyuntural por una veda de importación impuesta por el Gobierno haitiano, en el mercado dominicano hay una situación muy particular: están más baratos en los supermercados que en los mercados, en el caso de los huevos.
Estos se cotizan, el cartón de 30 unidades, entre 90 y 125 pesos. Casi todos los supermercados tienen ofertas de huevos. Consumidores entrevistados elCaribe dijeron que prefieren comprar a los mercados populares porque los precios son más asequibles y los productos más frescos”.
“Nosotros los pobre es a los mercados que tenemos que venir, no hay cuarto para ir a los supermercados”, expresó Ana Burgos, una asidua compradora del mercado de Pintura. Ana Bertilia Cabrera, presidente de la Asociación de Amas de Casas, dijo que el Gobierno debe estabilizar los precios.
Dijo que los precios de los productos en los supermercados les están dando en el cuello a los pobres”. Destacó que la diferencia representa un margen de precios que afecta la economía de “nosotros los que compramos “cheliao”.
Alza en impuestos impulsa aumentos
La presidenta de la Asociación de Amas de Casas, Ana Bertilia Cabrera, citó como un factor de encarecimiento en los productos, el impacto de la reforma fiscal que hizo el Gobierno a finales del año pasado y cuya aplicación se completó en enero de este año. “Además, en todos los supermercados nos aplican el 18% del ITBIS cada vez que compramos aunque sea una libra de arroz”, se quejó Cabrera.
Hizo un llamado al Estado para que regule los precios, y afirmó que desde que se aprobó la reforma fiscal hemos estado demandando al presidente Danilo Medina que los productos como el arroz, habichuela, aceite, chocolate, café, pan, los cárnicos, los detergente, azúcar y huevos deben ser excluidos del pago de impuesto , sobre todo tomando en consideración que una tercera parte de los dominicanos no cuenta con ingresos regulares y que viven de lo que el “día a día le dé”.
El Caribe