Opinión
La delincuencia y la sociedad
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11 años agoon
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LA REDACCIÓNPor Silvano A. Rodríguez
En nuestro país, la República Dominicana, la queja que más emiten los ciudadanos es la de que: «la delincuencia le está ganando la guerra a las autoridades;» pero la verdad es que quien está realmente perdiendo la guerra es la sociedad. Y lo más lamentable aún es que muchos de los que conforman la sociedad a todos los niveles, son miembros de los más perjudiciales grupos de delincuentes.
En casi todos los estamentos de la sociedad los delincuentes forman parte de ellos. Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que hasta en la Iglesia Católica los delincuentes han penetrado, o por lo menos van a misa.
La realidad es que delincuentes no son sólo esos desalmados, aunque ahora actúan fuertemente armados, que te acechan en las calles y te quitan una cadena de oro, tu cartera, o tu teléfono celular. Estos simplemente son los más populares; y tal vez ni siquiera son la mayoría, pues por cada delincuente que te arrebata una prenda de tu cuerpo, hay más de mil delincuentes que se la quieren comprar. Por cada dos o tres
delincuentes que se roban un automóvil, hay miles de delincuentes que hoy son distribuidores de repuestos usados de automóviles que se suplen de las partes que estos ladrones les venden a precios de vaca muerta.
También mucho se habla de que en nuestras fuerzas militares y policiales han penetrado indeterminada cantidad de delincuentes, y que hoy día forman parte de las mismas. Se les acusa como los principales protagonistas de numerosos actos de delincuencia, y muchos analistas pretenden justificar la conducta inapropiada de estos miembros de nuestras autoridades encargadas del orden y la seguridad ciudadana como causadas por los bajos salarios que perciben.
Quisiéramos dejar claro que, aunque no compartimos la política gubernamental de salarios, pues entendemos que es un error de las autoridades querer justificar la aplicación de paupérrimos salarios para los miembros de nuestros organismos militares y policiales, como consecuencia de nuestras limitaciones en la disponibilidad de recursos que beneficien a los empleados públicos con salarios adecuados, no es menos cierto que cometer o no actos de delincuencia depende más de la formación moral del ser humano y la influencia que se recibe como parte del conjunto de miembros que conforman el ente social al que pertenecemos. En las calles hay muchos policías y militares con bajos salarios, y miles de ciudadanos desempleados que jamás serían capaces de cometer un acto delincuencial.
Un punto que no debemos dejar pasar, si nos enfocamos en la relación salario-delincuencia-moral, es que como país no somos los únicos que enfrentamos este problema a nivel mundial. Para citar sólo algunos casos vamos a iniciar con las tantas historias de delincuentes enganchados a policías en los Estados Unidos, y de otros corrompidos ya dentro de la organización. Algunas de estas historias han sido llevadas al cine y la
televisión y sus ediciones en libros han sido «best sellers.» En la actualidad frecuentemente se presentan casos de oficiales de la policía de Nueva York, algunos de origen dominicano, involucrados en acciones ligadas al narcotráfico callejero, a pesar de que sus salarios superan los ingresos que reciben la mayoría de los policías en todo el mundo.
Recientemente se informó que las fuerzas especiales de la policía de Rio de Janeiro, en Brazil, al penetrar a las favelas para combatir la delincuencia y el narcotráfico, arrestaron a trece policías, quienes fuertemente armados hasta con granadas, se desempeñaban como guarda espaldas del principal jefe de los delincuentes y narcotraficantes en una de estas favelas.
También la corrupción es un acto delincuencial que repercute en los medios de comunicación como simple acción de los políticos que ejercen el poder en determinados períodos de tiempo; pero nadie habla de la corrupción que cometen y practican los llamados sectores poderosos de la economía dominicana que aprueban o desaprueban las políticas fiscales que el gobierno de turno solo puede aplicar luego de hacer un pacto
con ellos, o de los contrabandos que se detectan pero nunca se dice quien o quienes lo intentaron introducir. Estos actos de delincuencia son poderosamente dañinos para el desarrollo social del país y los que los cometen forman parte de la sociedad.
La delincuencia nos arropa en todos los estamentos de la sociedad. Combatirla no es tarea particular de ninguna autoridad. Cada uno de nosotros, como miembros de la sociedad, tenemos la responsabilidad de enfrentarla. Así como se castiga el lavado de recursos provenientes del narcotráfico, así también hay que penalizar fuertemente el lavado de recursos y bienes provenientes de la delincuencia, incluyendo la corrupción.
Opinión
Hacen alianza con quien sea, contar de recibir el dinero de la JCE y otras cosas más.
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23 horas agoon
junio 7, 2023Por: Edgard Paniagua Miguel
El sistema político partidario y sus dirigentes, propietarios de esos partidos, carece de una ética y una moral que le permita ser serios e íntegros, honorables y respetables.
Y la muestra es la facilidad con que se alían y se asocian con el que más han combatido fuera de los procesos electorales, y cuando estos procesos se aproximan, ahí están unidos haciéndose apología unos del otro.
No hay vergüenza, no tienen vergüenza, la sombrilla de ellos es el pragmatismo, subsistir como sea con tal de mantenerse en la nómina de la JCE, en la nómina de un gobierno o recibir prebendas.
No valen si quiera las creencias religiosas que algunos profesan para mantenerse íntegros, permanecer aparte del político corrupto y objetable.
Qué puede mover a un hombre, ser tan ciego y servil, estar tan hipnotizado para seguir a un hombre o partido corrupto?
El argumento: “no han sido condenados por ningún tribunal” es infantil, manipulador y hasta tonto. Pues esos objetables dominan por jerarquía partidaria, jueces, fiscales y altas cortes.
En tales condiciones quien saldrá condenado?
Hay que aliarse obligatoriamente con el mal?
Hay que votar obligadamente por el menos malo?
Hay que votar, aliarse o hacer apología del corrupto y mentiroso solo porque odio al contrario que posee iguales características?
A veces sería mejor, retirarse y ver lo qué pasa; votar por alguien que, aunque sea minoría pueda representar algo mejor o diferente.
O no votar y mantener una conciencia integra y honesta.
Usted no jaya??
Opinión
Un Llamado a la Transformación y al Despertar Cívico!
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23 horas agoon
junio 7, 2023Por Isaías Ramos
La actual predominancia de una élite política, se ha tornado alarmante para nuestro país. Esta élite ha monopolizado el sistema político, en lugar de fomentar la diversidad de opiniones y el enriquecedor debate democrático. Se ha permitido que un reducido círculo de figuras políticas desfalquen y endeuden al país, pervertiendo así nuestra nación y traicionando nuestra amada patria.
Los informes de corrupción y desfalco se han vuelto cotidianos, y el endeudamiento público ha alcanzado niveles sin precedentes. Este panorama no solo lastima nuestra economía, sino que además perjudica a la población, generando más miseria, hambre y pobreza. Simultáneamente, van agotando los recursos esenciales para el desarrollo de infraestructuras y servicios esenciales.
Entretanto, la nación dominicana se ve envilecida por este sistema. El clima político desmoraliza a nuestra población, minando los valores y principios que sustentan nuestra identidad. La corrupción y el nepotismo han generado una sensación de desesperanza y desilusión, alejando a muchos ciudadanos de la participación cívica y política.
Quizás lo más grave de todo, es la sensación de traición a la patria. Nuestro hogar, ese lugar que llevamos en el corazón, se siente traicionado por aquellos que juraron protegerlo.
Desde el Frente Cívico y Social, reconocemos la importancia de comprender que la situación actual es insostenible. Nuestro país necesita un cambio radical en su sistema político para romper con este ciclo vicioso de engaño y corrupción. Necesitamos un sistema que promueva un ciclo virtuoso que traiga paz y prosperidad.
Es vital implementar medidas que fomenten una cultura de integridad y responsabilidad en nuestra sociedad. Esto se puede lograr a través de la educación, de los medios de comunicación, y promoviendo los valores cívicos.
Este país tiene un gran potencial para ser líder en la región. Nos distinguen nuestro ingenio y amabilidad, y nuestra ubicación geográfica nos sitúa en una posición estratégica para el comercio y el turismo.
Contamos con un vasto potencial agrícola, con fértiles llanuras, valles y montañas capaces de producir una gran variedad de cultivos. Una inversión más fuerte y sostenible en la agricultura, podría convertirnos en una potencia agroindustrial. La producción y exportación de productos agrícolas orgánicos y de alta calidad podrían ser la clave para un crecimiento económico sostenible.
Además, estamos bendecidos con maravillosas bellezas naturales. Las playas de arena blanca, las montañas verdes y nuestra única biodiversidad. La inversión en turismo sostenible y ecológico puede generar ingresos significativos y empleo, a la vez que preserva y destaca la belleza natural de nuestro país.
En nuestro nación el potencial humano se manifiesta de manera notable en aquellos individuos que destacan por su especial sentido común. No obstante, ese potencial a menudo queda eclipsado por la falta de capacitación y educación adecuadas. Poseemos una población joven y dinámica que, con la preparación y formación necesarias, podría convertirse en el motor propulsor del futuro. La inversión en una educación de calidad, enfocada en campos como la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, puede preparar a la próxima generación de dominicanos para afrontar con garantías las economías del futuro. Así, nuestro país podría erigirse como un auténtico centro de innovación y desarrollo tecnológico en la región.
Además, la consolidación de un sistema político más transparente y democrático, y el fomento de una cultura basada en la integridad y la responsabilidad, se tornan elementos indispensables para estimular el desarrollo y el progreso.
Desde el FCS, visualizamos que el camino hacia un futuro más próspero debe trazarse aprovechando al máximo nuestros recursos: el potencial agrícola, turístico, humano y empresarial. Todo esto sin descuidar la construcción de un sistema político más justo y democrático. Aunque los desafíos son enormes, la capacidad y la fortaleza de los dominicanos son aún mayores. Con el esfuerzo y la dedicación de todos, el país puede convertirse en un verdadero modelo de desarrollo y democracia para toda la región.
¡Despierta, RD!
Opinión
El financiamiento ilícito de las Organizaciones de la Sociedad Civil
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23 horas agoon
junio 7, 2023Por Rommel Santos Díaz
La responsabilidad estatal de reglamentar actividades financieras ilícitas debe cumplirse en conformidad con las obligaciones establecidas en la Convención Americana, incluyendo la libertad de asociación. Las restricciones impuestas a las Organizaciones de la Sociedad Civil para contrarrestar el financiamiento del terrorismo deberán ser fundamentadas en evidencia de riesgo y focalizadas en organizaciones identificadas de ser de alto riesgo por sus características o actividades.
Las restricciones aplicadas a las Organizaciones de la Sociedad Civil deben ser proporcionales al riesgo identificado; implementadas conforme al artículo 16 de la Convención Americana de Derechos Humanos; e implementadas sin limitar el trabajo legítimo del sector.
Los estándares globales en materia de la lucha contra el financiamiento del terrorismo y el lavado de activos emitidos por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) han sido citados para justificar controles legales intensificados de aplicación generalizada a toda o gran parte del sector sin fines de lucro. Esta clase de requisito desproporcional, sin una base en evidencia de riesgo de una violación de un interés estatal, está en conflicto no solo con los estándares de la liberta de asociación, sino también con los estándares del GAFI, y con consecuencias negativas no intencionadas por dicho mecanismo.
Estamos de acuerdo en que se puede fomentar el control apropiado del financiamiento ilícito a través de la correcta implementación de los estándares del GAFI, con normas proporcionales a evidencias de riesgo de la mala utilización de las Organizaciones de la Sociedad Civil para crímenes financieros, incluyendo evidencias de mitigación de riesgo proporcionadas por el sector.
En el estándar ilustrativo interamericano, en el caso de las organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos, invocando la seguridad nacional no es legítimo que la legislación en materia de seguridad o de lucha contra el terrorismo se utilice para reprimir actividades orientadas a la promoción y a la protección de los derechos humanos.
En el marco del estándar ilustrativo global se establece que las restricciones indebidas a los recursos de que disponen las asociaciones inciden en el disfrute del derecho a la libertad de asociación y también socavan los derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales en su conjunto.
En otro orden, si bien los Estados tienen la responsabilidad de combatir el blanqueo de dinero y el terrorismo, nunca debe invocarse esa obligación como fundamento para socavar la credibilidad de una organización, ni para obstaculizar arbitrariamente a sus actividades legitimas.
Finalmente, en el estándar ilustrativo regional se plantea que las medidas para proteger a las organizaciones sin fines de lucro u OSFL del potencial abuso para financiamiento del terrorismo deberán estar focalizadas y en línea con el enfoque basado en riesgo. También es importante que dichas medidas sean establecidas de manera que respeten las obligaciones de los países con base en la Carta de las Naciones Unidas y los derechos humanos internacionales.