Por Rosario Espinal
El peor escenario de alianzas para la FP: si varios pequeños partidos de ultraderecha abandonan a Leonel Fernández para apoyar el Gobierno.
Hace un tiempo señalé las dificultades que podría enfrentar la Fuerza del Pueblo (FP) cuando llegara la hora de definir alianzas para las elecciones de 2024.
Vayamos primero hacia atrás. En las elecciones de 2020 fue relativamente fácil para la FP como partido nuevo armar una exitosa estrategia electoral: 1) su objetivo era sacar al PLD del poder y en esa dirección soplaba el viento, 2) el PRM buscaba aliados en cualquier condición, y 3) Leonel Fernández conservaba intacto el apoyo de los pequeños partidos de ultraderecha.
Así, en el 2020 Fernández encabezó la boleta presidencial de seis pequeños partidos: la recién formada FP, el PRSC, la FNP, el PQDC, el PUN y el BIS. Hizo además alianzas a otros niveles de elección con el PRM y su bloque de aliados. Y para coronar la estrategia de beneficios electorales, seguidores de Fernández que se habían quedado en el PLD para asegurar victoria electoral, pasaron a la FP después de ganar.
Para el 2024, el contexto político es distinto y eso impacta a todos los partidos, incluida la FP. Cuatro factores sobresalen.
Primero, el Gobierno del PRM ha buscado consistentemente el apoyo de los pequeños partidos de ultraderecha con el discurso antiinmigrante haitiano que es parte esencial de su ADN político. El Gobierno sabe perfectamente que no tiene soluciones para la migración haitiana porque ella sustenta sectores claves de la economía dominicana, pero ha mantenido vivo el tema del peligro haitiano con objetivos electorales. Por tanto, ahora, algunos pequeños partidos de ultraderecha parecen acercarse a una alianza con el Gobierno.
Segundo, desde el Gobierno, el PRM no tiene incentivos para aliarse a nivel municipal y legislativo con partidos como la FP que no llevan de candidato presidencial a Luis Abinader.
Tercero, para avanzar electoralmente, la FP tiene que hacerle oposición al Gobierno y, por tanto, no puede aliarse al PRM. O sea, para el 2024, ni al PRM le conviene aliarse con la FP, ni a la FP con el PRM.
Cuarto, en el PLD hay posiciones encontradas sobre una alianza con la FP. Saben que aliarse es importante para ganar más posiciones municipales y legislativas contra el PRM, pero también saben que libran una lucha mortal con la FP, ya que, eventualmente, uno tendrá que desplazar al otro porque comparten la misma base electoral, a menos que ambos opten por estar fuera del poder mucho tiempo.
He aquí entonces el peor escenario de alianzas para la FP: si varios pequeños partidos de ultraderecha abandonan a Leonel Fernández para apoyar el Gobierno, y si el PLD no hace alianza con la FP o solo muy limitada, la FP iría a las elecciones municipales de febrero 2024 en situación precaria, ya que no cuenta con una estructura partidaria fuerte a nivel nacional que pueda sostener muchas candidaturas triunfantes en una competencia dividida en tres.
Y un mal desempeño en las municipales de febrero proyectaría debilidad para las elecciones legislativas y presidenciales de mayo 2024, aunque Leonel Fernández sea una marca política muy conocida.