Por José Cabral
Por doquier aparece la figura de la sin razón o en derecho la irrazonabilidad, lo cual explica con lujos de detalles en qué consiste el argumento de que somos una sociedad gravemente enferma.
En esta materia uno se encuentra con la sin razón o irrazonabilidad a nivel de todas las instancias sociales, profesionales, empresariales, médicas y en la propia profesión de abogado.
Pero el fenómeno es también encontrado en todas y cada una de las actividades diarias del ciudadano, cuya justificación también se hace en el marco de un gran despropósito.
Este tipo de situación regularmente se produce cuando se maneja en cualquier calle del territorio nacional y aparece un conductor que se le mete por la izquierda y cuando se le llama a la atención lo menos que dice es que le pagará un tiro a quien rechaza su proceder, lo cual ha ocurrido una gran cantidad de veces.
Otra conducta que entra en el campo de la sin razón o irracionabilidad es cuando se compra una propiedad y el abogado del vendedor prepara dos contratos, uno que tiene la cantidad que involucra la transacción y otro por una suma menor, como una forma de beneficiarse de una evasión fiscal.
Sin innumerables las conductas que revelan la figura de la sin razón o la irracionabilidad en derecho, pero habría que escribir bastante para sólo citar una parte de ellas.
Sin embargo, hay una que ha tomado fuerza por las redes sociales y aunque no se ha podido saber la causa de esta sin razón o irracionabilidad, lo cierto es que hay personas, incluidos supuestos comunicadores, que califican la denuncia hecha en contra del señor Roque Espaillat, quien es acusado de incesto por supuestamente haber violado a su propio hijo, a una campaña del gobierno para desacreditarlo.
Esta es una sin razón que revela hasta dónde muchos dominicanos parecen estar locos, porque un hecho que se produjo en el año 2008 y que nadie puede negar que ocurrió, el cual debe ser denunciado no importa por quién, porque probablemente se está frente a un depredador que busca tener poder público para no se sabe si incurrir en la comisión de cualquier otra diablura o en vicios peores y más aberrantes.
Cuando digo que no importa quién haga la denuncia es porque toda persona lo primero que debe determinar es si la misma es verdad o mentira y en este caso es su propio hijo que se presenta en los medios para ratificar lo que está en poder del Ministerio Público.
Aunque debo aclarar que el Gobierno de Luis Abinader es tan torpe que es capaz de cometer cualquier irracionabilidad para buscar neutralizar a cualquiera que represente una amenaza para las autoridades, pero evidentemente que este no es el caso.
Incluso, el Ministerio Público si no fuera controlado por un gobierno torpe debió hacer una investigación profunda sobre la quema de un autobús del referido personaje, porque evidentemente que se trata de un montaje para ganar capital político.
Esta sin razón, que evidentemente tiene que ver con el personaje involucrado, indica qué tanto una buena parte del país está gravemente enfermo, al punto que se busca justificar lo injustificable.
En este caso nadie puede poner en dudas de que el incesto ocurrió y que independientemente de que quien haga la denuncia tenga diferencias políticas o de otras índoles con el imputado, la realidad es que el órgano competente del Estado confirma que ciertamente es así, lo que resulta una pena que haya personas que quieran tapar el sol con un dedo, todo como resultado de la falta de razonabilidad o de la sin razón.
Evidentemente que quienes apoyan semejante desviación no parece que son padres ni madres, sino unos irracionales por recibir alguna paga, pero que más temprano que tarde entrarán en conflicto con su conciencia.