Por Narciso Isa Conde
Hace una semana el gobierno dominicano alertó sobre la presencia en el país de varios capos del Cartel de Sinaloa, considerada la mayor organización de tráfico de drogas de México.
Sin embargo, días después, el presidente Luis Abinader en persona y el vicealmirante Manuel Cabrera, que dirige la Dirección Nacional Contra la Droga (DNCD), recularon y desmintieron oficialmente lo que se había informado sobre ciertas operaciones de ese cartel en el país.
Pero a pesar de que el Gobierno dominicano de esa manera negó «tajantemente» que el Cártel de Sinaloa tenga grupos o células operativas en la República Dominicana, Tony Velázquez, vocero de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) para la región del Caribe, contradijo la versión gubernamental y ofreció detalles consistentes que avalan su afirmación
Está claro, pues, que es la DEA del régimen de TRUMP la que dirige todas las investigaciones sobre el Cártel de Sinaloa aquí y en El Caribe.
Es evidente que no es la DNCD la que conduce ese proceso, a la cual la DEA le da informaciones y órdenes a conveniencia, y le oculta lo que le interesa ocultar con fines predeterminados.
Pasa esto último con las informaciones sensibles que la DEA y el sistema judicial estadounidense obtiene de las “confesiones premiadas” de delincuentes extraditados o capturados por autoridades gringas.
Ahora bien, hay demasiadas evidencias de que el Cártel de Sinaloa no simplemente tiene aquí una que otra célula operativa integrada por mexicanos, sino que cuenta y controla el cartel más importante de la especie nativa: el Cártel del Cibao.
Es notorio –y el reciente manejo estadounidense del incidente de los capos mexicanos aquí lo confirma- que a la DEA no le ha interesado hasta ahora destruir el Cártel del Cibao, sino más bien encubrir su dimensión, infiltrarlo y usarlo.
Más aún, a la DEA, en general, no le interesa eliminar el narco-tráfico, ni la narco-política, ni el lavado, ni la narco-economía capitalista.
En ninguna parte.
La DEA manipula la oferta y la demanda de droga, protege temporalmente los carteles que le convienen y les da garantías a sus propios carteles en territorio estadounidense.
También manipula a favor de las estrategias de EEUU el lavado de dinero sucio, una parte importante en favor de los grandes bancos de negocios estadounidenses
El Cártel del Cibao hace de puente doble Panamá-Santiago de los Caballeros-EEUU y Sinaloa-Santiago de los Caballeros-EEUU, y ha convertido a nuestro Santiago en una gran plaza del lavado del dinero de ese tráfico.
Es posible sí, que la incursión del Cártel de Sinaloa en el negocio del fentanilo, les esté causando problemas con la Administración Trump, interesada en contener el ingreso de ese tipo de droga en EEUU.
Pero, de todas maneras, es válida la pregunta:
¿Por qué el jefe de la DEA en el Caribe le ha hecho está mala pasada a Abinader y al vicealmirante Cabrera?
En verdad los hizo quedar feos, incluso como mentirosos, aunque reduciendo el grave problema de la asociación de los dos carteles referidos sólo a la presencia de algunas células operativas mexicanas en materia de lavado y sicariato.
· ¿NARCO-CHANTAJE IMPERIAL?
Este luce ser un recurso de presión y una amenaza latente de la DEA, ahora trumpista, para subordinar más aun al Estado neocolonial dominicano bajo la conducción de Abinader, del PRM y su claque oligárquica.
Esto tiene que ver con las huellas de la narco-política en el Cibao y más allá.
Miguel Gutiérrez, capturado en Miami por la DEA, es un prominente capo empresarial del Cartel del Cibao de la República Dominicana.
A través de él, ese cartel financió campañas del PLD y Gutiérrez mismo fue candidato perdedor del PLD en Santiago en el 2016.
En el 2020 los jefes del cartel, entre ellos Miguel Gutiérrez, a tono con la política gringa, cambiaron de partido preferido y decidieron apoyar las candidaturas del PRM.
Gutiérrez fue el intermediario del apoyo financiero al PRM desde el Cartel del Cibao en Santiago y en todo el Cibao Central. Fue postulado por ese partido a diputado por Santiago y resultó ganador.
Recordemos que Miguel Gutiérrez entonces era socio de la narco-familia López Pilarte, vinculada a la red de tráfico de éxtasis, la cual se involucró de igual manera en favor de PRM y de su candidatura presidencial…Vínculos directos, candidaturas, visitas, intercambios fotografiados… muestran esa determinación de ambas partes.
Arrestado en Miami, Miguel Gutiérrez se ha convertido en una fuente de “confesiones premiadas” que les permiten a la DEA y a EEUU darle un uso político en función de la dominación neocolonial, a esas y otras informaciones sensibles.
La alta dirección del PRM en Santiago, en La Vega y a nivel nacional, mordieron el anzuelo del narco-financiamiento electoral.
Ese partido, su gobierno, su Congreso… son entidades “chantajeables” por el poder imperialista estadounidense.
El PRM tiene sobre su cabeza esos y otros casos como los de Yamil Abreu y los diputados involucrados en la Operación Falcón.
El fenómeno no es exclusivo del PRM…los demás partidos tradicionales y sus gobiernos, el sistema de partido y electoral vigentes, han dado muestra de esa narco-contaminación en el marco de un narco-estado y un narco-empresariado de larga data.
En situaciones así la impunidad de partidos y de gobiernos, auspiciada por el padrino imperialista, tiene un precio alto.
Ese precio se llama aceptación sin límites del coloniaje estadounidense y utilización del régimen mientras no entre en crisis mayor, hasta que el desprestigio obligue a su reemplazarlo
Sobran los ejemplos como los casos de los Salinas de Gortari en México y Luis Orlando Hernández en Honduras.
Aquí esa reacción imperialista no ha llegado a ese extremo, pero ya aparecen las primeras señales de chantaje.
Esto, y no otra cosa, puede explicar las reacciones contradictorias de la DEA y de las altas instancias del gobierno en relación con el Cártel de Sinaloa y su presencia aquí.