Opinión
Mentiras del Presidente dominicano
Published
1 año agoon
Por Narciso Isa Conde
Abinader, en la Rueda de Prensa con los medios de comunicación del poderoso Grupo Corripio, repitió hasta el cansancio la palabra “robusta” para referirse al estado de la economía y del empleo en relación con su gestión de gobierno; asumiendo en firme y ya abiertamente su re-postulación (sin licencia presidencial), frente a una oposición también conservadora y sumamente desacreditada por su neo-liberalismo y su larga corruptela.
El término “robusto-a” está de moda en la voz de los “económologo” del país, sobre todo en aquellos que les encanta el crecimiento sin desarrollo humano, las Alianzas Público-Privadas (APP), Fideicomisos, las ADMINISTRADORAS DE RIESGO DE SALID (ARS) y de FONDOS DE PENSIONES (AFP) privadas y todas las modalidades de privatizaciones para apropiarse del patrimonio público y natural del país (incluida el agua).
El término también les encanta a quienes consideran “desarrollo” convertir la salud en negocio lucrativo para los bancos privados y para impulsar un modelo turístico controlado por el gran capital transnacional y sus socios locales; tolerando de paso la depredación y contaminación ambiental y cualquier tipo de atraco o estafa a los contribuyentes, si es para beneficio de las elites capitalistas.
Tantas fueron las mentiras y medias verdades expresadas por Luis Abinader en esa comparecencia que lució inseguro, repetitivo y hasta torpe…en contraste con los enlatados que le preparan muy a menudo sus asesores de imagen para escenificar las recurrentes pasarelas y shows mediáticos presidenciales.
Comenzó con el cuentecito de sus largas reflexiones sobre el intenso conflicto interno entre el volver a su vida y negocios privados o re postularse, entre el decidirse por la tranquilidad familiar o por el deber de “servirle a patria”; optando al final por “sacrificarse” y “sacrificar” a su familia.
En ese tenor tele-novelesco se arriesgó a afirmar que era el único precandidato a la presidencia que no había hecho actividad política electoral, ni desplegado la publicidad y propaganda correspondiente; prometiendo seguir sujetándose a las leyes y normas establecidas por la JCE.
Así habló después de pasarse tres años haciendo campaña encubierta y abierta desde su gestión gubernamental y empleando abundantes fondos asignados a la presidencia, a la publicidad gubernamental y a determinados ministerios.
Evasiones y ocultamientos
Aunque no se lo crea él mismo y sea realmente una falacia, Abinader afirmó que aquí el desempleo abierto no pasa del 5 % y que el empobrecimiento ha disminuido significativamente.
Dejó a un lado que la pobreza calculada en función de los ingresos familiares afecta al 45% de la población y si se calcula por el salario individual supera el 50%; mientras la pobreza extrema afecta a 22 % de la población, la economía informal representa el 53% y el salario mensual promedio real se ubica menos de 200 dólares (10, 695 pesos), entre los bajos del continente.
Con todo eso, el Banco Mundial, en tanto Abinader es uno de sus niños bonitos, acaba de declarar que la República Dominicana puede convertirse en pocos años en un país del “primer mundo”
En esa comparecencia el Presidente dominicano admitió que ha sido el “vocero” de la invasión a Haití y negó recibir presiones para involucrarse más aún en ese acto de subordinación a los propósitos del Comando Sur del Pentágono, pero sí en lo de ofrecerle “ayuda humanitaria” al pueblo vecino.
Sobre la visita de la Fuerza Aérea de EEUU y la mercancía desembarcada, nadie se atrevió a preguntarle.
Tampoco sobre los ejercicios militares en Najayo (playa de la costa caribeña del país), los pactos con el Comando Sur a nivel de la frontera terrestre y de la seguridad imperial en nuestro Continente, la entrega del puerto cívico-militar de Manzanillo al Comando Sur, la USAID y la oligarquía norteña (ubicado en la costa atlántica, apuntando contra Cuba) y el acuerdo de exploración de tierras raras con el Ejército estadounidense.
Y menos aún, sobre las relaciones de él y la cúpula del PRM (partido de gobierno) con la narco-familia López Pilarte y con el narco-diputado Miguel Gutiérrez.
Por demás, -conocido el trato bestial que brinda su gobierno y la oligarquía capitalista dominicana a los/as inmigrantes y descendientes en territorio dominicano- hay que suponer lo que significa ser humanitario para un presidente que ejerce esa función como cualquier gobernador de colonia, hasta el extremo de confesarse vocero de la anunciada nueva intervención militar en Haití.
Igual justificó el grosero pedido de intervención que solicitará el Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de EEUU, Michael McCaull, respecto al sistema penal y a las prisiones preventivas en este país.
Obvió cuán robustas están las estafas de las ADMINISTRADORAS DE RIESGO DE SALID (ARS) y las ADMINISTRADORAS DE FONDOS DE PENSIONES (AFP) y los bancos privados a que pertenecen, se silenció la tragedia de las escolares embarazadas, su decisión de no influir para que el Congreso aprobara las tres causales relacionadass con el aborto terapéutico, las depredaciones mineras de FALCONDO y BARRICK GOLD, y el empobrecimiento de la mitad de la población.
No se mencionó nada de la relación de su partido, el PRM, con la narco-política.
Tampoco de la corrupción y grandes delitos empresariales, tema sobre el cual los medios propiedad de la oligarquía capitalista se empeñan en imponer mordazas.
Abundaron los silencios sobre temas muy espinosos para un presidente-empresario montado sobre un partido con una cúpula corrupta y parte de una elite capitalista corrupta, corruptora y voraz.
A todo esto, se agregan los silencios en esa rueda de prensa sobre el agravamiento de la crisis ambiental y sobre los recientes daños ecológicos provocados con la construcción del muro fronterizo.
Se suma la continuidad de los estragos ecológicos de las industrias de agregados de la construcción, las violaciones a áreas protegidas y las riesgosas agresiones producidas al ambiente marítimo fruto del funcionamiento de la planta eléctrica turca instalada en la Costa Sur del país, en Los Negros de Azua-Pueblo Viejo; acompañado todo esto de fuertes delitos de corrupción, incluido un intenso tráfico de influencia a nivel de las alturas del poder.
Situaciones parecidas se repiten en el mapa política de Nuestra América en países bajo control de EEUU.
El patrón de dominación es el mismo y reproduce Estados y gobiernos privatizados y privatizadores, que actúan como gobernaciones neocoloniales; con instituciones, jefes políticos, policiales y militares, y sobre todo grandes empresarios metidos a políticos, empapados de corrupción. Y a quienes ejercen la insumisión junto a sus pueblos e intentan independizarse, le declaran diferentes modalidades de las guerras imperialistas, modernas y postmodernas.
jpm-am
Por Elba García Hernández
En los últimos días del presente año 2024 he tenido la obligación y el deber de defender derechos fundamentales ante el Tribunal Superior Administrativo y he podido comprobar lo mal que está el país en materia de justicia.
Los abusos de poder se observan en esta jurisdicción de Derecho Administrativo en cualquiera de las salas que conocen las litis que se presentan entre la administración y los administrados.
Es penoso ver como los abogados repiten como papagayos los mismos argumentos en los diferentes casos que en esta instancia se conocen. Pero peor aún el nivel de los jueces que manejan los casos.
En esta jurisdicción hay un nivel de razonabilidad que sonroja a cualquier profesional del derecho, pero las cosas se complican cuando se examinan las sentencias que emiten los juzgadores de una jurisdicción que está estrechamente vinculada con el Derecho Constitucional.
Es tanto así, que muchos de los jueces están más interesados en penalizar a las partes sobre la base de disposiciones arbitrarias e ilegales de comisionar un alguacil de estrado para que haga nuevas notificaciones y cobrarles a los litigantes por ese concepto hasta 20 mil pesos cuando se trata de conflictos legales que provienen del interior del país.
Cualquiera se forja la impresión de que existe una sociedad para hacer dinero mediante las notificaciones entre los alguaciles de estrados y los magistrados que presiden salas en el Tribunal Superior Administrativo.
Lo preocupante de este asunto es que cuando no se satisface el deseo del juez o del alguacil de estrado, ese disgusto se refleja en la sentencia que emite el tribunal.
Otro detalle importante de lo mal que se manejan algunas salas del Tribunal Superior Administrativo es que se agarran de cualquier detalle insignificante para justificar una sentencia en contra del que no se acoge a la comisión de un alguacil para fines de nueva notificación.
Impresiona, además, el poco nivel de razonabilidad de los que participan de las audiencias que se celebraran en el Tribunal Superior Administrativo.
En realidad, parece un juego de niños, lo cual desmiente los supuestos avances en Derecho Administrativo, porque la verdad es que lo ocurre en esta jurisdicción de la justicia deja mucho que desear.
Por José Cabral
El panorama que se observa en el país lleva a cualquier persona, por optimista que sea, a sentir que todo se derrumba y que nada tiene solución. No hay un solo estamento estatal que indique que el país transita por un buen camino.
Esto así, porque si al azar se escoge cualquier instancia, pública o privada, fácilmente se llega a la conclusión de que prácticamente todo está perdido. Son prácticamente nulos los referentes que indican que en el futuro se alcanzaría una mejor nación.
El principal fracaso de la sociedad dominicana tiene que ver con el fiasco que representa el Ministerio Público y la judicatura nacional, donde uno apoya la ilegalidad del otro. Es un asunto para mantenerse seriamente preocupado.
En realidad, no se sabe cuál si el fiscal o juez anda peor, pero de lo que sí se puede estar seguro es de que ambos transitan por un camino que solo garantiza el abismo de la nación.
En el país no hay proceso penal que termine de buena manera, pero tanto el Ministerio Público como los jueces recurren permanentemente a decisiones al margen de las leyes que les sirven de sustento.
El Ministerio Público sólo parece ser bueno para manejar casos de importancia mediática, mientras que los jueces se han especialistas en emitir sentencias al margen de las normas y de los derechos, deberes y principios fundamentales.
Es una verdadera vergüenza lo que ocurre en el país, ya que tribunales como el Superior Administrativo, donde el administrado busca liberarse de los abusos de la administración, tiene un nivel similar al de un juzgado de paz. Sus jueces carecen de razonabilidad y muchas veces hasta de sentido común.
En el sistema de justicia nacional se produce una verdadera negación de derechos, pero el hecho de que los jueces no puedan ser procesados por muchos de los casos que fallan, ya que hasta las acciones de amparo no pueden ser interpuestas en contra de los tribunales nacionales, habla claro de la trampa en que está envuelto el ciudadano.
Es decir, que, aunque existe la querella disciplinaria, la recusación e incluso la prevaricación, es una batalla como aquella siempre citada entre el huevo y la piedra, porque la complicidad se extiende de un lado a otro sin excluir a prácticamente la totalidad de los actores del sistema de justicia.
Adentrarse en el comportamiento de la justicia y del Ministerio Público es una razón determinante para frustrarse o resentirse, aunque, naturalmente, este mal debe combatirse con herramientas que tal vez algún día surtan efecto.
Por Nelson Encarnación
Algunas personas han llegado a afirmar que el juego de béisbol no es un deporte, sino un pasatiempo que sirve de entretenimiento a toda la familia, la que puede tener un importante consumo mientras transcurre un partido de nueve entradas, por lo general lento.
Sin embargo, somos más los que sostenemos lo contrario, no porque seamos fanáticos o seguidores, sino porque una contienda en la que medie la aplicación de estrategias no puede ser un simple pasatiempo.
Las estrategias son fundamentales en el juego de pelota, sin las cuales el resultado no puede ser el esperado, aunque no siempre estas funcionen. Como en toda actividad humana, inclusive en la guerra.
Hechas estas disquisiciones, pasamos a no entender qué ha provocado el impresionante descalabro, el resbalón sin final que ha abatido a los Leones del Escogido.
No se explica que un equipo que en los primeros 20 juegos del presente campeonato obtuvo quince victorias, haya caído a un abismo, tan profundo que, al día de hoy, está en la peligrosa ruta de quedar fuera de la siguiente ronda.
Es como estar con respiración asistida, mantenerse vivo gracias a la buena fortaleza física que se acumuló—15 victorias contra 5 derrotas—, pero no suficiente como para rebasar de manera exitosa un estado comatoso.
¿Qué hará la gerencia del equipo capitalino para tratar de revertir la ruta hacia el fondo? No preveo una opción, sobre todo, al recordar lo declarado hace un par de años por uno de los dueños del “Duro de matar”.
¿Qué dijo ese ejecutivo? Que al equipo le es económicamente más rentable quedar fuera en la serie regular que pasar a las siguientes. Algo así o algo peor, según recuerdo.
Cuando leí aquello tuve que remontarme a los pleitos con mi difunto padre—liceísta furibundo—que no asimilaba derrota frente al “eterno rival”, y yo, como escogidista, le daba la cuerda, corriendo riesgo de unos correazos por irreverente. De este tamaño ha sido mi escogidismo.
¿Hay escasez de cartera en la gerencia del equipo rojo? No lo creo. ¿Falta estrategia para la ofensiva? Lo creo un poco. ¿Cayó por un barranco irrecuperable el pitcheo de los Leones? Me quedo con esta.
Frente al despeñadero actual, los rojos no tenemos muchas esperanzas. Y por favor, no echemos la culpa al mánager Pujols.