Opinión
Paren la vaina
Published
12 años agoon
Por Víctor Víctor
Siempre pensé que los capitalistas criollos poco conocen del capitalismo y su desarrollo histórico. Incluyo a empresarios propietarios de grandes industrias, cuyos hijos, en la primera oportunidad, salen a vender los negocios de sus padres al primero que aparezca, así destruyen piezas del inventario de objetos, usos y productos que nos identifican en el universo.
Los otros capitalistas, los pequeños, los nuevos, los que buscan ascenso social, los que pelean por ocupar un lugar entre los grandes, la mayoría de ellos desconoce las tensiones de ese sistema cuyo ejercicio crea y mantiene un ejército de pobres.
Ellos tampoco saben de las históricas crisis y peores remedios. Toda su ignorancia ronda su práctica para obtener la mayor cantidad de riqueza posible con poca mano de obra o al menor costo posible. Además, actúan como si no supieran que el latrocinio legalizado es consustancial al desarrollo del capitalismo, y hasta van a misa los domingos y comulgan, otros visitan el templo los sábados y hablan de valores perdidos.
Todos se auxilian de una llamada democracia que nos llena de asesinatos políticos, de terrorismo de estado, de encarcelamientos y exilio de opositores con posibilidades de ‘dañar la vaina’. También están los grandes centros del capitalism, que crean guerras como método de crecimiento.
En su desarrollo histórico, el capitalismo de estos tiempos ha convenido montar dictaduras financieras suaves. La parte política del ‘capitalismo último modelo’ ha integrado a su democracia ideas como la mal entendida competitividad, que sirve para justificar mano de obra barata y negociar ilimitados estímulos con los gobiernos bajo la excusa de mejorar la calidad de los productos y de “crear empleos”. Y publican las cuentas a través del cada día más desprestigiado Producto Interno Bruto, PIB, una foto de la acumulación sectorial, y prueba de que su gobierno hace el trabajo.
“Cosa más linda la democracia, llena de gracia,
demagógica falacia,
vacíate la idea que te enseña la gente,
no importa el que compra si el que manda es el que vende”
(Canción: La Democracia, V.Victor).
A consecuencia de esa formidable condición que nos enseña la democracia, en versión capitalista, escucho a los sabios economistas de esquinas repetir las palabras de los ‘especialistas de CNN’ que hablan de crisis económica y no se imaginan la magnitud de ésta.
La matriz noticiosa de los centros capitalistas se repite para minimizar las consecuencias de los recortes en todos los países de Europa y en Norteamérica. Y mientras se incendia el escenario internacional, aquí se discute el salario mínimo en una mesa de suicidas.
Unos negados a aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores y otros que prefieren el lenguaje empresarial y niegan la toma de calles como acción sindical.
Nuestros capitalistas toman prestado inteligencia ajena y convierten en ‘supermarket de oportunidades’ las identidades que aportaron sus marcas, sus historias.
Así cualquier maleante adquiere oro a precio de caña. Los hijos de los hijos se cansan de las marcas y venden la cerveza nacional a ritmo de zamba; Sosúa pierde el encanto del batey y suena un corrido mejicano en su sinagoga, Barceló se conforma con un estruendoso olé, Brugal con un circunspecto Hello y por ahí va.
El más reciente despojo de identidad nacional es la venta de nuestro simbólico canal 7, primer canal de capital privado, antes Rahintel, hoy Antena Latina.
Lo ofrecen a un mejicano cuya diversión parece ser comprar emisoras por toda América Latina.
¿Se habrán detenido a pensar los propietarios de Antena Latina y los funcionarios del Estado responsables de avalar esa operación el valor histórico de esa pieza?
Ese intangible forma parte de nuestra cultura. ¿Se habrá preguntado alguien cuánto vale ese pedazo de tierra en la otrora Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre”, hoy Cetro de los Héroes, donde funciona el 7? ¿Cuánto valen el edificio, las antenas, los transmisores, las repetidoras, cámaras, equipos? ¿Regalarán de ñapa el canal 21? Sería bueno saber ¿cuánto valdrá esa marca llamada canal 7, que es uno de los 6 canales VHF que tenemos, con cuya venta se entrega a un extranjero el valor de la historia que guardan sus paredes?
La Dirección de Patrimonio Cultural ha luchado con tesón para mantener frentes de construcciones, monumentos y sitios históricos como aseguramiento de la identidad nacional. ¿Por qué no interviene en este caso? ¿Todavía seguiremos abonados al fracasado Libre Mercado?
Sería una inmoralidad más del capitalismo criollo seguir vendiendo nuestras marcas, es un ejercicio de ignorancia que conduce a la sociedad por el camino equivocado de la disolución de nuestros intangibles. Si los pseudo capitalistas nuestros no se detienen en esa práctica oprobiosa, que sea el gobierno quien pare la vaina.
Por Narciso Isa Conde
El gobierno montó un operativo policial-militar en favor de la vida y su preservación, con motivo de Navidad y Año Nuevo. Esto se relaciona con las oleadas de delincuencia que siempre se expresan -y cada vez más- en estas fiestas.
Sin embargo, la vida individual y colectiva es algo de largo aliento, relacionada con una gestación adecuada y bien atendida, con la reducción al mínimo de la mortalidad materno-infantil, con una alimentación sana (libre de tóxico); con la prevención de las enfermedades, el derecho a la salud y la superación de un sistema que ha convertido los servicios de salud en negocios sumamente lucrativo.
La defensa de la vida y la calidad de la existencia humana están indisolublemente combinadas con la convivencia pacífica y respetuosa entre los seres que integran las sociedades; con la erradicación de un sistema de dominación basado en diversas formas de violencia física y psicológicas, y con la calidad del derecho a vivir sin sufrir.
La vida prolongada y segura no es compatible con escasez de agua, minería destructiva, contaminación de ríos y cañadas, y destrucción de áreas protegidas; exige superación de hacinamientos, contaminaciones, casuchas miserables ubicadas en zonas de alto riesgo, del caos urbano y la ignorancia.
Tampoco es alcanzable mientras perduran la explotación, el racismo, el machismo, la violencia de género, la violencia policial, desigualdades agobiantes, la criminalización del aborto terapéutico, la xenofobia, el odio clasista y otras formas de opresión-
La violencia en esta sociedad y en el sistema mundial en que ella está inserta, no es una cuestión momentánea o coyuntural, no es un asunto exclusivamente de lo que pueda acontecer en el frenesí de una fiesta, un fin de semana unas vacaciones, una navidad, un año nuevo o una semana santa “bonchera”.
La violencia impune que afecta la vida de esta sociedad, permanece, se reproduce y prolifera en el marco de un Estado delincuente, del auge de la narco-economía y la estrategia neoliberal empobrecedora que azotan esta isla.
De los medios escritos, radiales, televisivos, digitales… de las denominadas redes sociales emana permanentemente y predominantemente demasiada violencia.
En las coyunturas festivas la violencia puede tornarse más aguda, o puede ser una mejor oportunidad para el despliegue de la delincuencia acumulada, pero el fenómeno se hace permanente cuando no se descubren sus causas ni sus raíces permanentes, y no se les ataca eficazmente para superarlas.
¡De cara al nuevo año es válido reflexionar sobre la necesidad de transformar este mundo y esta sociedad!
Opinión
Solicitudes concurrente de la Corte Penal Internacional
Published
3 horas agoon
enero 2, 2025Por Rommel Santos Diaz
El artículo 90 del Estatuto de Roma señala el procedimiento a seguir cuando un Estado Parte recibe solicitudes, tanto de la CPI como de otros Estado , para la entrega de la misma persona por la misma conducta.
En términos generales, los Estados deberán notificar a las partes concurrentes y dar prioridad a las solicitudes de la CPI, cuando la Corte haya decidido sobre la admisibilidad del caso. Si la Corte aún no ha determinado sobre la admisibilidad del caso, deberá ser expedita en su decisión.
Si el Estado Parte está sujeto a obligaciones internacionales existentes en otros Estados que no son partes, podrá normalmente decidir si quiere entregar la persona a la Corte o extraditar al Estado que la solicita.
Sin embargo, el artículo 90 determina que el Estado requerido deberá tomar en cuenta aspectos tales como las fechas de las solicitudes, la nacionalidad del sospechoso y las víctimas, y la posibilidad de una entrega posterior a la Corte.
En el contexto de las obligaciones de los Estados Partes del Estatuto de Roma en este aspecto específico al recibir una solicitud, tanto de la Corte Penal Internacional como de otro Estado para la entrega de una misma persona con relación a una misma conducta, según el artículo 89 el Estado Parte deberá notificarlo a la Corte y al Estado que solicita.
Cuando el Estado que solicita es también un Estado Parte; y la Corte ya ha solicitado sobre la admisibilidad, tomando en cuenta la investigación o el enjuiciamiento que lleva a cabo el Estado requerente; entonces el Estado solicitado deberá dar prioridad a la solicitud de la CPI.
Si la CPI aún está considerando la cuestión de admisibilidad, el Estado no deberá extraditar a la persona al Estado requirente hasta que la CPI decida la admisibilidad del caso. Sin embargo , el Estado requerido podrá dar curso a la solicitud de extradición en cualquier otro extremo.
Cuando el Estado requirente no sea un Estado Parte; y el Estado requerido no esta obligado por alguna norma internacional a conceder la extradición al Estado requirente; y la Corte ha decidido sobre su admisibilidad, entonces el Estado requerido deberá dar prioridad a la solicitud de entrega de la CPI.
Si la CPI no ha determinado aún la admisibilidad de la causa, el Estado requerido podrá discrecionalmente dar curso a la solicitud de extradición, pero no deberá extraditar a la persona al Estado requirente.
Cuando el Estado requirente no sea un Estado Parte; y el Estado requerido esté obligado por alguna norma internacional a extraditar la persona al Estado requirente; y la Corte ya haya decidido sobre la admisibilidad de la causa; el Estado requerido deberá decidir si hace la entrega a la Corte o concede la extradición al Estado requirente.
Para tomar esta decisión, el Estado requerido tendrá en cuento al menos estos factores pertinentes: a) las fechas respectivas de la solicitud; b) los intereses del Estado requirente, tales como si el crimen se cometió den su territorio o fue cometido contra sus nacionales; y c) la posibilidad de que la Corte y el Estado requirente lleguen a un acuerdo respecto de la entrega.
Cuando el Estado requirente sea o no un Estado Parte; y la CPI haya determinado la inadmisibilidad de la causa, tras la notificación de varias solicitudes concurrentes y la posterior decisión de admisibilidad; y posteriormente el Estado requerido deniegue la extradición al Estado requirente; entonces el Estado requerido notificará su decisión a la Corte, en caso de que la decisión sobre la admisibilidad de la Corte se haya tomado basándose en la habilidad de enjuiciamiento del Estado requirente.
Cuando la conducta que constituye el supuesto crimen de la misma persona sea distinta en la solicitud de la Corte y la solicitud del Estado; y el Estado requirente sea o no un Estado Parte; y el Estado no se encuentra obligado por una norma internacional a extraditar la persona al Estado requirente; entonces el Estado requerido deberá dar preferencia a la solicitud de la CPI.
Cuando todos estos factores se den, excepto que el Estado requerido si está obligado por una norma internacional a conceder la extradición al Estado requirente, entonces el Estado decidirá si entrega la persona a la Corte o la extradita al Estado requirente. Cuando tomé esta decisión deberá tomar en cuenta todos los factores enumerados en el artículo 90, y tendrá especialmente en cuenta la naturaleza y la gravedad relativas de la conducta de que se trate.
Los Estados Partes deberán asegurarse de contar con las leyes y procedimientos para tratar todas estas obligaciones de conformidad con el Estatuto. Cualquier legislación o directriz política deberá determinar claramente cuál solicitud es prioritaria en cada situación. La única excepción se da cuando el Estado deba tomar la decisión.
En cada uno de estos casos, la legislación o directriz política deberá requerir que la persona que decida considere todos los factores relevantes, especialmente, aquellos enumerados en el artículo 90.
Finalmente, los Estados Partes deberán también asegurarse de mantener comunicación con la Corte Penal Internacional a lo largo del proceso con el fin de que la Corte tome una decisión con base a cuestiones de admisibilidad, y así estar al tanto del desarrollo de las decisiones de admisibilidad de la CPI.
Por Isaías Ramos
El primer día de un nuevo año llega cargado de promesas y posibilidades. Es un momento para dejar atrás el peso del pasado y mirar hacia adelante con esperanza renovada. Pero este día no puede ser solo un ejercicio de reflexión individual; debe convertirse en un llamado al compromiso colectivo. Así como cada uno de nosotros anhela un cambio personal, nuestra nación necesita, ahora más que nunca, un propósito común: reconstruirse desde sus cimientos, redescubrir su esencia y avanzar hacia un futuro de verdadera justicia, dignidad y unidad.
Esta Navidad y Año Nuevo quedarán marcados como un momento histórico en el que resurge una luz en medio de la oscuridad, gracias a la sentencia 0788/24 del Tribunal Constitucional. Esta decisión brinda al pueblo dominicano la oportunidad de liberarse del yugo de una partidocracia corrupta. Durante demasiado tiempo, una élite política y económica, desprovista de humanidad y patriotismo, ha traicionado los principios de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho. Su codicia y desprecio por los ciudadanos han condenado a la mayoría a la ignorancia, la miseria y el desamparo.
Pero hoy, esta sentencia se erige como un faro de esperanza, iluminando el camino hacia un 2025 que puede ser el Año del Cambio, el Año del Renacer.
El año que dejamos atrás nos mostró con crudeza las raíces de nuestra crisis: la corrupción que destruye nuestras instituciones, la desigualdad que nos divide y la indiferencia que nos paraliza. Sin embargo, el nuevo año nos ofrece algo invaluable: la oportunidad de ser protagonistas de un cambio histórico.
Desde el Frente Cívico y Social (FCS) entendemos que soñar con un mejor país no es suficiente: debemos construirlo. La transformación de una nación se inicia cuando su gente dice “basta” a la injusticia, la mentira, la ineptitud, la incapacidad y la mediocridad.
Si deseamos que este 2025 marque un verdadero punto de inflexión, debemos comprometernos con una revolución cultural que transforme nuestra manera de pensar, sentir y actuar como sociedad. Este es el momento para:
- Romper la apatía. No podemos seguir siendo espectadores de un sistema que no nos representa. Este es el año para alzar la voz, exigir transparencia y resultados.
- Educar en valores. La transformación comienza en nuestras familias y escuelas. Honestidad, solidaridad, respeto y amor por la patria deben convertirse en el norte de nuestra educación.
- Exigir un liderazgo í Ya no hay espacio para tolerar la corrupción. Hagamos de la ética, la transparencia y el compromiso social condiciones innegociables para quienes aspiren a liderar la nación.
Este es el momento de unirnos como nación y sellar un pacto colectivo: un pacto para superar los errores del pasado, rescatar los valores que nos definieron y trabajar juntos en la construcción de un país que podamos legar con orgullo a las futuras generaciones.
Este año puede ser el inicio del cambio que tanto anhelamos. Pero el cambio no ocurrirá solo: depende de ti, de mí, de todos nosotros. No es un llamado a esperar milagros, sino a construirlos con nuestras acciones. Es el momento de ser ejemplo, de construir comunidad, de exigir un país justo y digno.
En el FCS sabemos que el verdadero cambio no empieza en los otros; comienza en nosotros mismos. Este 2025 puede ser recordado como el año en que despertamos, el año en que elegimos construir el país que merecemos.
Hoy no te pedimos soñar; te pedimos actuar. Porque nuestra revolución cultural no es solo un ideal: es una responsabilidad. Es el legado que dejaremos a las generaciones futuras.
¡Feliz y próspero Año Nuevo, pueblo dominicano!
¡Despierta, RD!