Opinión
Perversión capitalista del deporte
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3 meses agoon
Por Narciso Isa Conde
El negocio lucrativo privado es parte de la dinámica capitalista y el capitalismo no tiene como móvil fundamental ni las necesidades ni los derechos humanos, sino su interés de acumular capital, expandir el capital acumulado y obtener el máximo de ganancia.
Esto lo hace con medios lícitos dentro del orden burgués y con medio ilícitos en ese mismo contexto, lo que progresivamente mercantiliza y corrompe todo hasta convertirse en un capitalismo delincuente, en un lumpen capitalismo.
· PRIVATIZACIÓN,” MODELO LIBERTARIO” Y NEOFASCISMO.
Un componente esencial de la estrategia neoliberal o neoconservadora del capitalismo imperialista de estos tiempos es la imposición de la privatización de gran parte de la propiedad pública, los servicios públicos, la propiedad social, las actividades recreativas y el tiempo de ocio, y que intensifica su voracidad sobre el patrimonio natural no humano de las naciones.
Esto se hace también a nombre de un supuesto “modelo libertario”, que a la vez de reducir el Estado en casi todo lo que no son sus aparatos policiales y militares, y en todos sus mecanismos (viejos y nuevos) que tiende a garantizar en mucho mayor escala la acumulación y expansión del gran capital y la maximización de las ganancias de las elites capitalistas mundiales y globales.
Ese modelo apela, además, en nombre de la libertad, a un paquete de concepciones que históricamente ha alimentado diversas modalidades de lo que se ha conocido como fascismo.
Me refiero al racismo, al colonialismo racista, a la xenofobia u odio a los migrantes e inmigrantes, al machismo patriarcal, a la homofobia o condena de la homosexualidad, al lesbianismo y a toda orientación sexual no binaria en materia sexual.
Un modelo de la dominación capitalista que opta por el despotismo y la dictadura de los adultos varones contra niños/as, adolescentes, jóvenes y adultos mayores, e incluye también el desprecio por las personas de todas las edades con determinadas discapacidades.
La confluencia de estos mecanismos de apropiación de lo público y lo social por la vía de las privatizaciones y demás políticas y programas propios del neoliberalismo o neoconservadurismo, y la apelación a las argumentaciones que niegan derechos fundamentales, son muy variadas y abarcan distintas vertientes de la vida en sociedad, que potencian en grados extremo las desigualdades de toda índole e imponen diferentes modalidades de “campos de concentración abiertos” de miles de millones seres humanos azotados por el mal vivir y de centenares de miles al borde de la muerte.
Al mismo tiempo que degradan de esa manera la vida humana… destruyen, contaminan y degradan la naturaleza no humana, poniendo en riesgo a corto y mediano plazo la existencia del planeta como asentamiento de vida humana, vegetal y animal.
· EL DESASTRE SOCIAL.
Los desastres en salud, educación, transporte, sector vivienda…especulación, corrupción, carencias, caos, desigualdades brutales, tragedia, desregulación, ilegalidades, estafas, crímenes en todas esas vertientes de la vida en sociedad, es el resultado del predominio cada vez abrumador del negocio y del ilimitado afán lucro individual y de empresas capitalistas.
Explotan periódicamente los escándalos por hechos conmovedores, se habla de medidas y parches, y luego todo se reproduce para peor.
Entre sus impactos aterradores en nuestro país sobran los ejemplos de daños ocasionados en áreas vitales, por su conversión de esas áreas en negocios altamente lucrativos para una minoría escandalosamente opulenta, y para su persistente dominación destructiva.
-LA SALUD, sus vertientes preventivas y curativas, debe ser un derecho financiado por el presupuesto a cargo de los contribuyentes. Un derecho de tanta calidad científica como la que merece la preservación de la vida humana.
Prevenir la salud y curar las enfermedades no debería ser negocio, no debe ser fuente de enriquecimiento individual ni de grupo capitalistas, cada vez más poderosos, insensibles y deshumanizados.
Pero es negocio en gran escala y la salud pública y la seguridad social son un desastre pobremente financiado por el Estado.
Los profesionales y trabajadores de salud merecen a la vez salarios dignos y vida digna. Pero una gran parte carecen de esas condiciones.
El negocio degrada la salud.
-LA EDUCACIÓN debería ser también un derecho con igual sustentación, apoyada en el desarrollo de la ciencia para garantizar el desarrollo humano. Esto requiere programas y personal docente de alta calidad; y los déficits en esas vertientes resultan insultantes
-EL TRANSPORTE PÚBLICO bien organizado, de calidad, a precio accesible, sin que medie el afán de lucro, es una necesidad nacional. Pero es caro, caótico y altamente peligroso.
-EL PLAN SOCIAL DE VIVIENDAS DIGNAS debe predominar en la política habitacional del país, pero el déficit de viviendas habitables supera el millón.
-MINERAS, GRANCERAS, ASERRADEROS, TURISMO, INDUSTRIAS CONTAMINANTES, VERTEDEROS INSÓLITOS… han creado una crisis ambiental y de agua, con perspectivas de agravarse mediante nuevas iniciativas destructivas, que ponen en riesgo la vida en esta isla.
-TRAFICANTES de personas, armas, drogas han creado una enorme y peligrosa economía de la sombra que se mete en todo y lo pervierte todo en términos delictivos, convirtiendo incluso en mercancía abusada la fuerza de trabajo de migrantes y las adolescentes y mujeres traficadas.
· NEGOCIO Y DEPORTE.
Pero hoy quiero agregar un tema de alta sensibilidad, encubierto por el espectáculo y el éxito engañoso de su manipulación como gran negocio del capitalismo transnacional y local. Me refiero al sector deporte.
Los deportes son medios de diversión sana y vida saludable, pero el negocio los está pervirtiendo progresiva y aceleradamente.
Desgarra el alma la conversión de los deportes en actividades mercantiles moralmente degradadas.
Campos de entrenamientos e instalaciones convertidas en empresas, muchas de ellas inescrupulosas.
Fomento de una cultura que presenta el deporte como vía de enriquecimiento, como fábrica de megamillonarios y medio espectacular de enriquecimiento individual y familiar (a lo lotos y bancas); encubriendo el negociazo empresarias
Niños, niñas y jóvenes de ambos sexos son tratados peor que los animales de carreras y de exhibición.
Uso indiscriminado de drogas y anabólicos.
Empresas no reguladas ensambladas a consorcios locales y mundiales que le sacan millonadas a los deportes comercializados.
Los deportes aficionados convertidos en canteras de las empresas capitalistas del deporte, o en hoja de parra y medio de publicidad del lumpen capitalismo local y mundial.
Niños/as, adolescentes y jóvenes secuestrados, y familias engañadas en su ignorancia.
Solo son súper enriquecidos, súper elogiados y manipulados como medios de publicidad, los pocos que suben al estrellato; ocultando a los tantos que hicieron de conejillos de india, de material de laboratorio y personal descartable; y menospreciando a los muchos que compiten sin llegar al triunfo cimero.
Las estrellas tienen condiciones excepcionales y méritos propios. Es de justicia facilitar compensaciones para que se les garantice una vida decorosa. Pero la publicidad y el tratamiento que le otorga elevados niveles de lucro y fama, los convierte soterradamente en instrumentos de ganancias colosales de los capitalistas dueños del negocio.
Son multimillonarios súper explotados. Una categoría difícil de entender,
El deporte así convive con los grandes negocios y los grandes negociantes del ramo, incluidos corruptos y corruptores que tutelan, comercializan y pervierten esa actividad.
Sobresalen las estrellas que altos beneficios les dejan a los capitalistas del deporte, a la vez que se cometen enormes injusticias dentro de una maquinaria que trata al deportista, no como ser humano, sino como mercancía sometida a la ley de la oferta y la demanda y a la rentabilidad astronómica del gran capital en esa vertiente de la economía de la diversión,
Los descartados del paraíso son ocultados y no faltan los mutilados, los afectados en su salud y hasta los asesinados, como es el caso de los niños fallecidos luego de inyectados con fármacos de caballo y sustancias prohibidas
Urge desechar el tratamiento superficial del tema y meternos en sus podridas entrañas protegidas por el poder dominante.
Casos ejemplares de desarrollo del deporte olímpico y aficionado, sin convertirlos en negocios, merecen ser estudiados: Cuba, la República Democrática Alemana (RDA), URSS, China, Vietnam y no pocos momentos en que, incluso en países netamente capitalista como RD, el deporte aficionado mereció el trato debido.
Opinión
Estados Unidos se queda sin moral para exigir a otros respeto por la ley.
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1 día agoon
febrero 21, 2025Por José Cabral.
Este pasado 5 de noviembre se celebraron elecciones en los Estados Unidos en las que fue escogido como presidente de la nación más poderosa del mundo un criminal convicto.
Donald Trump ha sido condenado por una serie de delitos civiles y penales y todavía tiene otros pendientes, los cuales de seguro serán sobreseídos hasta que ocupe la jefatura del Estado.
Pero poca importa que las cosas ocurran de ese modo, porque ya Trump tiene un sello como un criminal convicto que desde cualquier perspectiva que se vea impacta negativamente a los Estados Unidos.
Es la primera vez que en este país se escoge un presidente condenado por la comisión de delitos comunes, lo cual deja mucho que decir.
Esta elección tiene dos aristas a analizar, la primera es que la alta votación del ciudadano norteamericano en su favor no deja dudas de que este hombre recibe todo el apoyo de su pueblo, lo que quiere decir que aplaude y aprueba sus andanzas.
Lo otro es que, con la elección de un criminal convicto, los Estados Unidos no pueden pedirles a los demás países una conducta diferente a la que ha tenido Trump.
Presionar y exigir que los actores políticos, por ejemplo, de Latinoamérica que usan la corrupción administrativa en el manejo del Estado, sería como pedir lo que no se puede dar, es decir, demandar una conducta moral que difiere de la que ha exhibido el jefe del Poder Ejecutivo en la potencia de norte.
Se puede decir, entonces, que de ahora en adelante no se le puede tolerar a los Estados Unidos que publique informes sobre la corrupción que se produce desde los gobiernos en Latinoamérica y el mundo, porque no tiene la moral para ello.
Cómo pedirle, por ejemplo, a los haitianos que no involucren el Estado con acciones al margen de la ley cuando su presidente está metido hasta los tuétanos en esos asuntos.
Lo otro es que los ciudadanos de los Estados Unidos deben sentirse orgullosos de su presidente electo, pese a sus condenas por la comisión de una serie de actos que riñen con la ley.
Las cosas son así de sencillas, pero también de complejas.
Por Isaías Ramos
En una era marcada por el caos y la desilusión, la fatiga de la indignación se ha infiltrado profundamente en nuestras vidas, amortiguando la llama de la empatía y la acción colectiva.
Nos rodeamos de injusticias que, aunque nos afectan diariamente, a menudo no logran despertar nuestra indignación. Este adormecimiento emocional no solo amenaza nuestra moralidad individual, sino también el tejido de nuestra sociedad democrática.
La indignación, lejos de ser un sentimiento negativo, es un catalizador poderoso para el cambio y una respuesta vital ante la injusticia. En el corazón de cada movimiento significativo que ha cambiado el curso de la historia, ha estado la indignación convertida en acción.
Así fue con nuestro padre de la patria, Juan Pablo Duarte, cuya respuesta a las provocaciones despectivas fue transformar su indignación en una fuerza constructiva que desafió el status quo y forjó un camino hacia la democracia y la justicia social.
Juan Pablo Duarte, enfrentado a desafíos y provocaciones, encarnó la respuesta más fértil a la injusticia. Su experiencia es emblemática; durante una ocasión notable, un capitán español, en un acto de desprecio flagrante, le espetó a Duarte y a sus compatriotas: «Ustedes no tienen nombre, porque ni ustedes ni sus padres merecen tenerlo, porque son cobardes y serviles, inclinan la cabeza bajo el yugo de los esclavos». Estas palabras, lejos de quebrantar el espíritu de Duarte, encendieron una chispa de indignación que se transformó en un impulso revolucionario.
Hoy, nos enfrentamos a una encrucijada crítica: podemos seguir siendo testigos pasivos de la erosión de nuestros principios y valores fundacionales, o podemos optar por reavivar nuestra capacidad de indignarnos.
Cada uno de nosotros posee el poder de efectuar cambios significativos. Las grandes olas de reforma social siempre han comenzado con el despertar de la conciencia colectiva, tal como lo demostró Duarte.
Es hora de rechazar la resignación y la apatía que han calado en nuestras vidas. Debemos conectar con nuestros sentimientos más profundos de justicia y equidad para reclamar un sistema en el que la corrupción y la opresión no sean las normas, sino la excepción; un sistema donde la igualdad de oportunidades no sea un lema vacío, sino una realidad palpable.
Este cambio comienza con la educación y la información. Debemos estar informados sobre las acciones de aquellos en el poder y ser críticos con la información que consumimos. Participar activamente en los procesos cívicos y sociales es crucial. El derecho a elegir y ser elegibles para los cargos, consagrado en nuestra Constitución y reafirmado por sentencias judiciales, es un faro de luz que no debemos desperdiciar.
La pasividad nos convierte en cómplices del deterioro de nuestro entorno. Pero al optar por la indignación activa, nos convertimos en arquitectos de nuestro futuro. Desde el Frente Cívico y Social, te invitamos a indignarte no solo por ti, sino por aquellos que han perdido su voz en el estruendo de la indiferencia. Transformemos esa indignación en un movimiento imparable hacia un futuro donde prevalezca el orden, la justicia y la igualdad de oportunidades bajo un Estado profundamente comprometido con el bienestar de todos sus ciudadanos.
Estamos convencidos de que este es nuestro momento para actuar y redefinir el curso de nuestra historia, tal como hizo Duarte en su tiempo. La fatiga de la indignación puede ser superada; solo requiere que cada uno de nosotros decida despertar y actuar. La esperanza de un mañana mejor está en nuestras manos.
¡Despierta, RD!
Opinión
Derechos de las personas durante la investigación de la Corte Penal Internacional
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2 días agoon
febrero 20, 2025Por Rommel Santos Diaz
En las investigaciones realizadas de conformidad con el Estatuto de la Corte Penal Internacional nadie será obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable.
De acuerdo con el Estatuto de Roma nadie será sometido a forma alguna de coacción, intimidación o amenaza, a torturas ni a otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes.
En el proceso de investigación de la Corte Penal Internacional , quien haya de ser interrogado en un idioma que no sea el que comprende y habla perfectamente contará, sin cargo alguno, con los servicios de un intérprete competente y las traducciones que sean necesarias a los efectos de cumplir el requisito de equidad.
De conformidad con el Estatuto de Roma nadie será sometido a arresto o detención arbitrarios ni será privado de su libertad salvo por los motivos previstos en el Estatuto y de conformidad con los procedimientos establecidos en él.
Cuando haya motivos para creer que una persona ha cometido un crimen de la competencia de la Corte Penal Internacional y esa persona haya de ser interrogada por el Fiscal o por las autoridades nacionales, o en cumplimiento de una solicitud hecha de acuerdo las disposiciones del Estatuto de Roma tendrá el derecho a ser informada.
Dentro de los derechos que tiene una persona en el proceso de investigación de la Corte Penal Internacional el Estatuto de Roma señala el de ser informada de que existen motivos para creer que ha cometido un crimen de la competencia de la Corte.
Antes del interrogatorio la persona también deberá ser informada de que tiene derecho a guardar silencio , sin que ello pueda tenerse en cuenta a los efectos de determinar su culpabilidad o inocencia.
Cabe destacar que en el proceso de investigación de la Corte Penal Internacional la persona tiene derecho a ser asistida por un abogado defensor de su elección o, si no lo tuviere, a que se le asigne un defensor de oficio, siempre fuere necesario en interés de la justicia y , en cualquier caso, sin cargo si careciere de medios suficientes.
Finalmente, la persona tendrá el derecho a ser interrogada en presencia de un abogado, a menos que haya renunciado voluntariamente a su derecho a asistencia letrada de conformidad con lo establecido en el Estatuto de Roma.