Opinión
¿Por qué al PRM no se le investiga por sus conexiones con Miguel Gutiérrez y Miky López?
Published
5 meses agoon
Por Narciso Isa Conde
Abinader en su SEMANAL montó otro espectáculo mediático sobre el tema corrupción, destacando los dineros recuperados en los procesos abiertos, casi todos correspondiente a la corrupción danilista: 6,5OO millones de pesos.
No precisó cuánto les toca de esa suma a los abogados designados para esos fines, encabezados por el defensor del dueño del JET SET.
Olvidó toda la corrupción leonelista (solo Félix Bautista se robó 25 mil millones, la estafa de los Súper Tucanos sobrepasa los 80 millones de dólares y lo de Diandino no ha sido tocado), la corrupción oligárquica (EDE-HAINA/FONPER, SANSOUCI, ANTENA LATINA, contrato estafa de BARRICK GOLD, pasivos ambientales de FALCONDO, graves delitos ambientales y de todo tipo del empresariado (incluido el negocio turístico), ANTENA LATINA-BONETTI etc, etc, etc…
Olvidó a una gran parte de los ex generales asesinos y ladrones impunes.
Olvidó la narco-política impune.
Nuestro gobernador de colonia en particular se resiste a recordar en el capítulo de la narco-política lo que le corresponde de ese paquete a su PRM.
Y por eso en ese capítulo, que impacta de lleno al sistema tradicional de partidos, me voy a concentrar ahora haciéndome la pregunta y haciéndosela a ustedes:
¿Por qué no se investiga en ese renglón a altos dirigentes PRM y sus conexiones en casos muy relevantes?
VALIDEZ DE LA PREGUNTA
La pregunta es válida para Jenny Berenice y para Camacho, y es válida porque en el caso de Miguel Gutiérrez no se ha movido una paja en esa dirección, salvo la DEA que lo apresó en MIAMI y tiene secuestradas sus “confesiones premiadas”, relacionadas con los financiamientos al PRM en la campaña electoral del 2020.
Es válida también en el caso de Miky Pilarte y su familia porque nada se ha hecho para que el proceso judicial abierto, evidentemente “calimocho” y empantanado, incorpore a la investigación las conexiones con la cúpula del PRM de La Vega y en el nivel central, incluidos reiterados intercambios con Abinader, como candidato presidencial.
Recordemos que la narco-política, en relación con el PRM, hizo su primera escala judicial en la ciudad de La Vega, en los predios de la narco-familia López Pilarte, políticamente conectada con altos dirigentes del Partido de Gobierno.
El Ministerio Público de la Vega, finalizando la campaña electoral del 2020, inició el proceso y más tarde, en el marco del nuevo gobierno y de la nueva Procuraduría General de la República (PGR), la presión desatada forzó a investigaciones adicionales, que fueron alimentadas con la captura, en sucesivos allanamientos, de un voluminoso fardo de documentos muy comprometedores.
Estuvieron presos Miguel Arturo López (Micky), jefe de esa familia, su esposa, la Diputada-PRM Rosa María Pilarte, sus hijos Miguel Arturo y José Miguel López Pilarte (Regidor-PRM), María Pilarte (hermana de Rosa Amalia), Manuel Antonio Ynoa, esposo de esta última, y José Antonio Román empleado y testaferro de la familia. la d
De todos ellos solo fue procesada y condenada, a pena leve, la diputada Pilarte. Los demás siguen “encartados”, pero sueltos e impunes.
Estuvo -y continúa prófugo- Pablo Antonio Martínez Javier-, a quien se le sindica como jefe operativo de una gran red de tráfico de EXTASIS, conectada con las transacciones de lavado de dinero sucio a cargo de la familia López Pilarte.
Específicamente, Miguel López Florentino (Micky), manejó las relaciones directas con Pablo Antonio Martínez Javier.
La referida red fue golpeada a raíz de ser ocupadas 111,722 pastillas de esa variedad de droga, el mayor cargamento decomisado en el país.
La investigación en el caso de los López Pilarte reveló que las transacciones de lavado de activos detectadas, a cargo de las empresas carpetas operadas por la Diputada Pilarte, ascendieron, en un periodo no muy largo, a casi 4,500 millones de pesos.
Su candidatura, como la de su hijo, sustentadas políticamente por el PRM, y la propia campaña nacional de ese partido, recibieron parte de ese botín, protegido al extremo que Miguel Arturo López Florencio y su hijo Miguel Arturo López Pilarte aparecen en la nómina de la Policía Nacional.
Esto último algo muy común en el tratamiento protector que les dan los Estados Delincuentes a ciertos capos de la droga.
No hay que ser genio para deducir que, si este caso explotó una semana antes de las votaciones del 2020, fue porque la mafia política del anterior gobierno del PLD, presidido por Danilo Medina, no le perdonó a esa “familia” su apoyo financiero y su compromiso político con el PRM y con la candidatura presidencial Luis Abinader y optó por usarlo como recurso de campaña.
En aquella ocasión, ni la investigación ni la denuncia, concitaron respaldo en un electorado dominado por la idea de echar abajo el viejo y repudiado régimen del Partido de La Liberación Dominicana (PLD); presente, además, el enorme descrédito de un Ministerio Público al servicio del presidente de un gobierno que se había convertido en una corporación dictatorial mafiosa, impugnada por gran parte de la sociedad.
De todas maneras, después de la avalancha de Marcha Verde contra la corrupción era muy difícil obviar ese caso y optaron entonces por limitar los cargos al conjunto familiar, reducir presión y proteger la alta dirección del PRM.
Los cargos se centraron en “narco-tráfico y lavado de activos” y en la. denuncia se destacó la cantidad de vehículos ultra-lujosos en poder de la familia, dos helicópteros, uno de ellos matricula N130LG con el logo de Auto-Crédito y M. López, que figura en fotos publicadas en espacios digitales de la familia López Pilarte en las que aparece desmontandose de la nave y visitando su residencia el candidato presidencial del PRM.
ENTRADA DE ABINADER EN ESCENA
Está gráficamente confirmado que el Lic. Luis Abinader, siendo candidato a la Presidencia de la República, visitó no solo en esa ocasión la residencia de la referida familia, sino en varias oportunidades.
En las redes sociales aparecen varias fotos, que por la vestimenta que exhiben los participantes, evidencian se trató de visitas y tomas fotográficas en ocasiones diferentes: uso de un helicóptero identificado con los logos señalados, encuentros variados y toma de fotos en espacios físicos diferentes.
Esas visitas no fueron publicadas cuando se produjeron. Pero más tarde la “familia” visitada por el aspirante a Jefe de Estado, colocó las fotos en su Portal.
De todas maneras, en casos así es difícil alegar desconocimiento de las características de la familia López Pilarte, particularmente cuando en la ciudad de La Vega desde hace tiempo se conoce muy bien el origen turbio de su fortuna exhibida con descaro y la propia dirección local del PRM no podía alegar desconocimiento; menos aún después del impacto público de la captura del cargamento de éxtasis.
· Del silencio a una justificación inconsistente.
El presidente Luis Abinader guardó silencio sobre el caso hasta verse forzado a hablar sobre el tema el primero de mayo del 2O24 durante su comparecencia en el programa «La Propuesta de los Candidatos», un espaciodel Grupo de Comunicaciones Corripio.
En esa ocasión, de acuerdo a la reseña del reportero Javier Herrera del periódico HOY, Abinader declaró que en «en ese tiempo no había ningún sometimiento (contra López) y que él “utilizaba un helicóptero de un grupo, ese día se dañó el helicóptero, mandaron ese (el de López), y ese utilicé por ese día. Ahora, esa persona que usted dice, ¿dónde está? Sometida; está sometida a la justicia».
El jefe de Estado puntualizó, además, que «son situaciones que se dan. Como una foto. Tú te puedes tomar una foto con cualquiera. Ahora, el hecho es a quién tú proteges; y aquí no se protege a nadie».
La inconsistencia de esa declaración salta a la vista.
Abinader no tiene méritos en el sometimiento de varios miembros de esa familia.
Ni hizo la denuncia como gobierno, ni aportó pruebas, sino que evadió y ocultó durante dos años sus vínculos con ellos.
Ese proceso se inició en la fiscalía de La Vega y se denunció antes de él ser presidente.
Pero, en plena campaña electoral, el entonces candidato presidencial del PRM, no solo utilizó uno de los helicópteros de las empresas de Miky López, sino que se trasladó en él a la mansión del capo y la visitó y se reunió allí varias veces con él y dos de sus hijos.
Amalia Pilarte fue postulada por el PRM y salió diputada por La Vega y uno de sus hijos, regidor.
La conexión vegana del PRM con esa familia fue tan fuerte que durante la campaña electoral del 2020, la dirección provincial de ese partido, logró conectar directamente a los López Pilarte con su candidato presidencial.
Esa conexión fue obra de Kelvin Cruz, ex alcalde por el PRM y ahora Ministro de Deportes, lo que puede motivar que de parte de los López Pilarte le exijan alguna modalidad de defensa y de detención del proceso judicial en su contra.
Eso, a su vez, podría explicar que, siendo Alcalde de la Vega y vigente el proceso judicial, Kelvin Cruz defendiera a los López Pilarte, afirmando: «Yo soy de La Vega, conozco a esa familia y lo que yo conozco es que ellos no son personas narcotraficantes».
¿Transparencia? ¿Honestidad? ¿Cambio?
Y a pesar de todo esto, siguen sin consecuencias las espurias conexiones del PRM con Miky López y familia, y también con el ex diputado Miguel Gutiérrez y con el capo sureño Yamil Abreu (extraditado a EEUU); mientras adicionalmente siguen blindados los archivos de la DEA y del sistema judicial estadounidense en los casos de ambos camajanes.
Pero más allá de lo específico de los casos, todo esto nos remite al proceso de ganterización del capitalismo y sus Estados, con fuertes expresiones de narco-capitalismo y máxima perversión de la política dominante, convertida en negocio; en constante reciclamiento en nuestro país, gobierno tras gobierno, enclavados todos en un sistema que debe ser arrancado de raíz
(I)
Por Oscar López Reyes
Desde 1950, tres años a posteriori de su creación -1947- la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos comenzó a instrumentalizar a periodistas para manipular y moldear a la opinión pública mundial, en una abominable labor de zapa, en el cenit geopolítico de la Guerra Fría entre dos superpotencias imperiales. Su proyecto primigenio, y el más escalofriante, ha sido la encubierta Operación Mockingbird, mediante la cual se ocultaron y tergiversaron informaciones para influir a favor de los designios norteamericanos, y desde 2019 ejecuta a gran escala una campaña de reclutamiento para difundir noticias y entretenimiento en redes sociales y plataformas streaming.
En estos 78 años, la CIA ha invertido miles de millones de dólares en el enlistamiento de periodistas anti-éticos y anti-democráticos y en infiltración en medios de comunicación para divulgar programas propagandísticos, engendrando el descrédito y la desconfianza ciudadana, así como la animadversión de adversarios en guerras.
La operación Mockingbird, que inicialmente consistió en escuchas telefónicas periodísticas sin orden judicial, fue llevada a cabo por la CIA para identificar fuentes de filtraciones de datos de alta inteligencia. Principió grabando conversaciones privadas de Hanson Baldwin, reportero de seguridad nacional del New York Times, entre el 12 de marzo y el 15 de junio de 1963, desde el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Las grabaciones fueron por iniciativa del presidente de Estados Unidos, Jhon F. Kennedy, luego que se incomodara por un reportaje de primera plana publicado por Baldwin (ganador del Premio Pulitzer en 1943 por su cobertura de la Segunda Guerra Mundial) en la edición del 26 de julio de 1962 del New York Times en el que, amparado en una información clasificada, revelaba el número de misiles nucleares en el arsenal estadounidense. A su vez, comparaba esos depósitos atómicos de Estados Unidos con los de la Unión Soviética, y el afán de esta última superpotencia por resguardar sus emplazamientos de misiles balísticos intercontinentales.
A seguidas, la CIA también intervino los teléfonos residenciales de los columnistas Robert S. Allen y Paul Scott (The Allen-Scott Report, publicada en unos 300 periódicos), tras estos dar a conocer secretos clasificados de Estados Unidos. Más adelante, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) se incorporó a las averiguaciones y vigilancia para detectar quienes desde los organismos de inteligencia estaban infiltrando informaciones a la prensa. También produjo la intercepción telefónica a la periodista de Newsweek, Lloyd Nornam, y el secretario de Estado Dean Rusk presionó para que CBS News no difundiera un reportaje del periodista Daniel Schorr sobre el espectacular escape de ciudadanos de Alemania Oriental a través de un túnel bajo el Muro de Berlín.
Por intermedio del proyecto Mockingbird -según variadas fuentes- para divulgar propaganda proestadounidense y truquear a la opinión pública contra la influencia comunista, aceptaron ser asalariados de la CIA cientos de periodistas de The New York Times, The Washington Post, Newsweek, ABC, CBS, NBC, la revista Time, Louisville Courier Jounal, Copley News Service, la agencia internacional Reuters y otros medios de América Latina, Europa y otras regiones.
Los objetivos bien definidos de la contratación a sueldo de la red de periodistas, publicaciones, televisoras y emisoras tengo que segmentarlos en siete:
1.- Difundir relatos preescritos por la CIA, para tratar de cambiar la percepción global sobre situaciones y personas, siempre favorables a Estados Unidos.
2.- Controlar la política editorial de medios comunicativos, a través de altos ejecutivos y editores, en una novedosa interacción subrepticia gobierno-prensa.
3.- Ocultar informaciones perjudiciales o desfavorables a Estados Unidos, en una intromisión estatal sin precedentes.
4.- Inclinar la balanza para conveniencia estratégica de Estados Unidos en coberturas informativas, artículos de opinión, editoriales y otros géneros periodísticos.
5.- Contrarrestar la propaganda e influencia de la Unión Soviética, con mecanismos sofisticados de persuasión pública.
6.- Suministrar datos de inteligencia, en una típica tarea de espionaje.
7.- Detectar a agentes o empleados de organismos de inteligencia que confidencialmente suministraban informaciones a periodistas.
……………………………………………………..
El autor: Redactor principal del Código de Ética del Periodista Dominicano y autor exclusivo del libro “La Ética en el Periodismo. Los cinco factores que interactúan en la deontología profesional”.
Por Isaías Ramos
En el artículo anterior, “Cuando trabajar no alcanza”, mostramos lo esencial: en nuestro país hay trabajadores a tiempo completo que, aun cumpliendo con todo, no alcanzan el costo de la canasta básica. Hoy toca cerrar el círculo con una pregunta inevitable: si el Estado asegura que no tiene margen para indexar el ISR ni para acercar los salarios a la canasta, ¿cómo sí lo tiene para blindar exenciones y subsidios que ya rondan el medio billón de pesos al año?
La comparación es contundente: alrededor de RD$19 mil millones para cumplir la indexación —lo mínimo para que la inflación no se coma el salario por la vía del impuesto— frente a más de RD$500 mil millones en gasto tributario y subsidios no focalizados. Esa diferencia no es técnica; es moral. Es un impuesto silencioso al trabajo para sostener privilegios que casi nunca rinden cuentas.
No hablamos de milagros, sino de coherencia constitucional.
Primero derechos; después privilegios.
La indexación es justicia básica; que el salario cubra la canasta es dignidad mínima. Cuando eso no ocurre, todo lo demás se convierte en una transferencia regresiva: recursos públicos arriba y salarios de subsistencia abajo.
Lo vemos en historias como la de Marta, cajera en una tienda que abre seis días a la semana. Gana el salario mínimo del tramo superior y aun así no le alcanza para transporte, alimentos y educación básica de sus hijos. Todos conocemos una Marta. Su caso no es la excepción; es el reflejo de un modelo.
Reconocemos, sin ambigüedades, que ciertos sectores han traído inversión y empleo. Pero en un Estado Social y Democrático de Derecho, la prioridad no se discute: derechos primero, incentivos después. Si un sector recibe exenciones millonarias durante décadas, la contrapartida mínima es un salario mediano por encima de la canasta y una reducción verificable de la informalidad. Y si los beneficios se justifican por su aporte, ese aporte debe comprobarse con datos públicos.
Las preguntas son simples, y las respuestas deberían serlo también:
- ¿Cuál es su salario mediano y qué parte de la canasta cubre?
- ¿Cuál es su aporte fiscal neto, descontadas exenciones y transferencias?
- ¿Qué metas salariales y de formalización han cumplido —auditadas y con plazos—?
Si esas respuestas no existen, la falla no está en quien critica, sino en un modelo que evita mirarse al espejo.
Cuando miramos la región, el panorama se vuelve más claro y más crudo. Llevamos décadas creciendo alrededor de 5 % anual, más del doble del promedio latinoamericano. Sin embargo, datos del Banco Mundial muestran que menos de 2 % de los dominicanos ascendió de grupo de ingreso en una década, frente a un 41 % regional. Es una de las movilidades más bajas de América Latina: un motor económico de alta potencia montado sobre una carrocería social demasiado frágil.
A eso se suma un mercado laboral con alrededor de 55 % de informalidad, superando un promedio regional que ya bordea la mitad. Millones de personas trabajan sin contrato, sin protección y sin capacidad de negociación. Mientras tanto, el salario mínimo formal del sector privado no sectorizado —según el tamaño de la empresa— oscila hoy entre unos RD$16,000 en las microempresas y cerca de RD$28,000 en las grandes, y ni siquiera en su tramo superior alcanza el costo de la canasta familiar nacional, que ronda los RD$47,500, ni la canasta del quintil 1, situada en torno a RD$28,400. La mayoría de los trabajadores informales ni siquiera se acerca a esos montos.
Ahí está el nudo del modelo: un PIB que corre por delante del promedio regional, con salarios más bajos, más informalidad y menor movilidad que casi todos. Ahí es donde la retórica del “milagro” deja de coincidir con lo que millones viven cada día: jornadas largas, ingresos insuficientes y un crecimiento que no se traduce en dignidad.
Y, mientras tanto, la indexación —que solo evita que el impuesto castigue el salario— se presenta como inalcanzable. No lo es. Lo inalcanzable es pretender estabilidad congelando la protección del trabajador mientras se blindan privilegios que nadie revisa con lupa desde hace décadas. Eso no es estabilidad; es un subsidio a la precariedad.
La discusión no es “si hay dinero”, sino de dónde es justo que salga.
¿De quienes ya no pueden más, o de exenciones que llevan medio siglo sin evaluación seria?
¿De la nómina de la clase trabajadora, o de regímenes especiales convertidos en vacas sagradas?
En el Frente Cívico y Social entendemos que la guía es simple y está escrita en la Constitución. El artículo 62 establece, entre otras cosas, que es finalidad esencial del Estado fomentar el empleo digno y remunerado y, en su numeral 9, consagra el derecho a un salario justo y suficiente para vivir con dignidad. No es poesía; es mandato. Si el salario mediano de un sector no cubre la canasta, ese sector no cumple con la dignidad mínima. Y si además recibe exenciones, la obligación de rendir cuentas es aún mayor.
Y porque no hay dignidad sin desarrollo, no olvidemos lo esencial: salario digno es demanda interna, productividad futura y estabilidad social. Con sueldos de miseria no se construye un mercado interno robusto, no se fortalece el capital humano, no hay escalera de movilidad. Lo que se “ahorra” hoy en salarios bajos se paga mañana en menor crecimiento y mayor conflictividad.
En una frase: un país que se respeta no pone el privilegio por encima del salario, ni el incentivo por encima de la dignidad. Cuando la política honra esa jerarquía, la estadística deja de ser consuelo y se convierte en vida vivible.
Despierta RD
Opinión
La Corte Penal Internacional y los Tribunales Penales Internacionales (1 de 2)
Published
1 semana agoon
noviembre 26, 2025Por Rommel Santos Díaz
A diferencia de la Corte Penal Internacional, cuyo estatuto es el resultado de varios años de debates y de la Conferencia de Plenipotenciarios, los tribunales Ad –Hoc para la Ex Yugoslavia y Ruanda son la expresión de una respuesta a dos situaciones específicas caracterizadas por la comisión de atrocidades en el territorio de estos países.
Fue precisamente la gravedad de las circunstancias lo que obligó al Consejo de Seguridad a ejercer las atribuciones que le confiere el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas para crear las jurisdicciones penales Ad – Hoc para la Ex Yugoslavia ( Resolución 827 de 1993) y para Ruanda (Resolución 955 de 1994)
En estos casos, ambos tribunales tienen virtualmente estatutos idénticos y también compartieron algunas instituciones comunes, como por ejemplo el Fiscal, dado que a partir del 15 de septiembre del 2003, el Consejo de Seguridad designo a Hassan Bubacar Jallow como Fiscal del Tribunal Penal Internacional para Ruanda.
La Fiscal Carla Del Ponte ejerce su competencia exclusivamente en relación al Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia. Las características comunes entre ambos tribunales han tenido como consecuencia, al menos en el ámbito teórico, la economía y uniformidad en el ámbito fiscal hasta el año 2003 así como en el desarrollo de una línea jurisprudencial sólida y constante en el análisis de sus respectivos casos.
De esta forma la creación de dichos tribunales Ad-Hoc constituye un desarrollo sin precedentes a favor de la implementación de las normas sobre derechos humanos que a su vez ha favorecido una dinámica positiva en el proceso de creación de un sistema de justicia penal internacional que se concreta casi una década después con el inicio de las funciones de la Corte Penal Internacional.
Por su lado el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y el Tribunal Penal Internacional para Ruanda fueron creados por resoluciones del Consejo de Seguridad en virtud de las cuales son considerados como órganos judiciales subsidiarios del mismo.
Se ha establecido que aun cuando fueron creados por el Consejo de Seguridad, el cual no es un órgano judicial, esto no afecta la validez del acto jurídico de creación puesto que ambos son el reflejo del ejercicio del mandato del principal órgano de las Naciones Unidas para mantener la seguridad y la paz internacional.
Esta línea de razonamiento concuerda con la establecida por la Corte Internacional de Justicia en su Opinión Consultiva sobre los efectos de las compensaciones concedidas por el tribunal administrativo de las Naciones Unidas de 1954.
Por tanto, mientras la Corte Penal Internacional es un tribunal internacional independiente, el Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia y el Tribunal Penal Internacional para Ruanda son órganos judiciales subsidiarios del Consejo de Seguridad Conforme al Artículo 2 del Estatuto de Roma, la Corte Penal Internacional mantiene relaciones de cooperación con el sistema de de las Naciones Unidas, pero ello no afecta su independencia con respecto a dicha organización internacional.
