Santo Domingo, R.D.-Tres testigos presentados por el Ministerio Público ofrecieron sus testimonios en el juicio en contra de los imputados en el caso Antipulpo, entre quienes se encontraba el dirigente político Rafael Paz, además de la encargada de nómina y la financiera del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper), María Esther Fernández.
Paz no abundó en detalles porque, según dijo, tenía como ocho años que ya no era miembro del Consejo de Directores del Fonper y había muchas informaciones de esa institución que no retenía.
Recordó que como representante del Consejo Nacional de Empresas Privadas (Conep), cuando era vicepresidente de esa entidad empresarial, el Consejo de Directores del Fonper también estaba integrado por representantes de otras instituciones, tanto públicas como del sector sindical.
El expresidente del Fonper, Fernando Rosa, y su exvicepresidente, Magalys Medina Sánchez, son dos de los principales imputados en el caso de alegada corrupción que encabeza Alexis Medina Sánchez, de acuerdo al Ministerio Público.
Además de Paz, el Segundo Tribunal Colegiado escuchó los testimonios de Luz María Reyes, exencargada de Nómina del Fonper y la exdirectora Financiera, María Esther Fernández.
Pese a ser una testigo presentada por el órgano acusador, Fernández «respondía más a los intereses de la defensa y frente a preguntas del Ministerio Público quedó evidenciado su marcado interés de defender los intereses de Carmen Magalys Medina y Fernando Rosa, en el Fonper«, dijo Mirna Ortiz, coordinadora de Litigación de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca).
En cambio, Luz María Reyes, de acuerdo con Ortiz, estableció las irregularidades del Comité de Compras, porque sus miembros no se reunían y solamente se les llevaba las actas con la determinación de quienes ganaban la licitación, las que ellos firmaban.
De 400 empleados solo asistían 200
De unos 400 empleados que tenía el Fonper, la mitad de ellos no asistía a la institución, declaró Luz María Reyes, encargada de Recursos Humanos de la institución.
«Los que no asistían ya eso no era incumbencia del área de Recursos Humanos, sino directamente de sus jefes inmediato», según dijo.
Explicó que ella, como encargada de nómina, solo tenía la responsabilidad «del buen desenvolvimiento de empleados y jefes de áreas, pero no directamente con la asistencia de cada uno de los empleados«,
Otras de las anomalías que citó era que en nómina también estaban personas a las que se le otorgaban algunas ayudas, generalmente estudiantes meritorios del bachillerato, cuya asistencia se le entregaba mensualmente.
Las ayudas también se daban a personas con problemas de salud a las cuales se les asistía, pero no eran mensualmente.
El preside del Fonper, Fernando Rosa Rosa, era quien le entregaba el currículum para que se nombrara a esas personas para ser beneficiadas con la asistencia económica.